18 de junio de 2010

El odio inter-étnico lo ha traído el capitalismo a Kirguistán



Artículos de Julio Tuñón Osoro

Viva la amistad entre los pueblos soviéticos!!



El imperialismo intenta oculta su responsabilidad en la matanza de Kirguistán en la que más de mil personas han perdido la vida en un conflicto interétnico provocado, según El País, por Stalin nada más y nada menos.

Georgina Higueras dice que sus "divisiones territoriales arbitrarias" son las causantes. Es increíble la manera de mentir del imperialismo. La verdad es que es la guerra de Afganistán y su corolario de narcotráfico, la miseria causada por el hundimiento de la economía, el poder de las mafias burguesas y probablemente los servicios secretos de la OTAN los involucrados. Les interesa la inestabilidad en la vecina Xinjiang y en Kirguistán para consolidar sus bases militares, frenar a China y hacer imposible la inevitable alianza de las repúblicas hermanas.

Kirguistán: De la civilización socialista a la barbarie feudal

Obra del pintor Semyon Afanasievich Chuikov: "Una hija de la Kirguizia soviética".

En la ciudad de Osh donde han comenzado las matanzas interétnicas, festejos por la "independencia" en 2008 a la sombra del gran Lenin ¡qué paradoja!

Monumento soviético en Bishkek a la amistad de los pueblos soviéticos.

No hay nada más revolucionario en un momento de horribles matanzas interétnicas que la amistad de los hermanos pueblos soviéticos.

La URSS construyó la amistad y la unidad. El capitalismo construye el odio, la división y la matanza.

Los acontecimientos actuales en Kirguistán arrojan luz sobre la naturaleza de los acontecimientos del pasado mes de abril: en lugar de ser una verdadera y necesaria revolución que restableciese el poder popular, los valores soviéticos y la reconstrucción de la sociedad, ha sido la toma del poder por una mafia rival de la mafia que ha sido depuesta. Las mafias en el poder azuzan de manera criminal la frustración de la población debida a la pobreza y a la desigualdad, y el odio entre comunidades que en la época soviética fueron hermanas en la construcción socialista. Y mientras tanto venden los servicios de la base aérea de Manas a los gringos en su guerra colonial en la vecina Afganistán.

Las matanzas de uzbekos (y parece que también de rusos y otras nacionalidades) cometidas por gamberros kirguises en el sur del país son otra manifestación del profundo retroceso social, civilizacional, moral y espiritual que ha supuesto la brusca destrucción del socialismo y de la URSS. El pueblo kirguíz tenía mucha razón cuando rechazó de manera abrumadora salir de su patria soviética y crear un artificial y totalmente inviable estado "independiente" que les ha hecho caer en poder de potencias extranjeras y de mafias criminales. Y esto no es retórica. Por la ciudad de Osh donde han estallado los pogroms racistas circulan todas las líneas de transporte del opio afgano a los corrompidos mercados europeos y norteamericanos. En junio de 1990 en Osh se inició la contrarrevolución. La organización fascista kirguiz "Osh Aymaghi" arrebató la tierra a un koljoz de población uzbeca desencandenando una auténtica guerra civil que costó la vida a 171 personas y que pudo ser reprimida y resuelta por el Ejército soviético y el Partido que aunque enfermos en aquella época eran garantes de la Paz y del socialismo. Hoy las narcomafias han descompuesto la sociedad y estimulan las peores pasiones. En marzo de 1991 el 92,4 % de los electores de la República socialista acudieron a las urnas en el referendum que tuvo lugar en toda la Unión y el 96,4 % dijeron un rotundo "SI" a la continuidad de la URSS con la República dentro. La URSS le dió todo a Kirguistán:

- La propia existencia de la República creada en 1936.

- El desarrollo industrial que creció 700 veces en los primeros 60 años soviéticos.

- La amistad entre los pueblos que en el pasado eran enemigos. El presidente del Koljoz "Proletario" en Uzbekistán le dijo en los años 50 al filósofo Roger Garaudy que en el pasado los uzbekos, tajikos y kirguizios se mataban por el agua y que gracias a la construcción del canal de Fergana se había hecho a esos pueblos amigos (1). Lo dijo el camarada Tijonov, jefe del gobierno soviético:"
El fundamento material de la amistad fraternal entre los pueblos de la URSS e un complejo macroeconómico único"(2). La voluntad soberana masiva del pueblo de todas las nacionalidades del Kirguistán soviético fue violada con la destrucción de la URSS a la que contribuyeron traidores kirguizos como el falso "comunista" Askar Akaev (en realidad un burócrata académico sin principios) quién destruyó la economía socialista y la actual presidenta Rosa Otunbayeva que alguna vez enseñó marxismo-leninismo y que se vendió al imperialismo. Roto ese complejo renacen los clanes, las opresivas costumbres feudales, las mafias criminales y el odio entre pueblo hermanos.

A los trabajadores de la República de todas las nacionalidades y a su vanguardia comunista, a los pueblos hermanos de otras repúblicas soviéticas y a la vecina China Popular les incumbe una enorme responsabilidad en la reconstrucción revolucionaria de esa sociedad. No tienen otro camino para la paz, el progreso, la democracia y la soberanía que el socialismo.

La vecina Tayikistán es inteligente y se alía al Irán antiimperialista para no quedar a merced de la OTAN y los gringos en su devastadora guerra de Afganistán que todo lo corrompe en Asia Central.

Notas

(1) Roger Garaudy,
La Liberté, Editions sociales, París, 1956, p. 434.
(2) Nikolai Tijonov,
La Economía soviética: logros, problemas, perspectivas, Novosti, Moscú, 1983, p. 43.


La mayoría de la población de Kirguistán valora positivamente a Stalin y Lenin



Mientras las mafias del narcotráfico ligadas al ex-presidente contrarrevolucionario progringo Bakiyev son responsables del asesinato vil de más mil personas civiles inocentes en el sur de Kirguistán y mientras Georgina Higueras del diario ultrarreaccionario
El País acusa al camarada Stalin de los crímenes que cometen ellos mismos, es decir, el imperialismo, la población multinacional de Kirguistán muestra lógicamente su valoración altamente positiva de Stalin y Lenin en una encuesta de opinión publicada en diciembre de 2009. El 73% de la población de Kirguistán apoya a Lenin y el 61 % a Stalin mientras que sólo un 11% tiene una opinión negativa de Stalin. El 74% de la de Tayikistán, el 70% de Uzbekistán y el 60% de Kazajastán valoran bien a Lenin.

Los pueblos soviéticos hermanos deben unirse para derrotar a las narcomafias y expulsar las bases imperialistas de su territorio, causa inmediata de las horribles matanzas de población civil.

Ver nota en ruso en
http://www.ferghana.ru/article.php?id=6414


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