22 de mayo de 2023

El "milagro económico" de Stalin. ¿Quién lo repetirá?

 «Экономическое чудо» Сталина. Кто повторит?

"Socialismo" Фото: ТАСС

Por Valentin Katasonov. Publicado en sbovadnaya Press. Traducción y notas Nestor Guadaño.

"La retaguardia es el tercer aliado fiable de Rusia".

Todo el mundo conoce la consigna del emperador Alejandro III: "Rusia sólo tiene dos aliados: su ejército y su marina". Si el emperador hubiera vivido en el siglo XX y hubiera presenciado dos guerras mundiales, probablemente habría dicho que Rusia debería tener tres aliados, y el tercero era la retaguardia, que proporcionaba al ejército y a la marina todo lo que necesitaban. La Primera Guerra Mundial demostró la debilidad de este tercer aliado, que ha predeterminado un resultado de la guerra bastante extraño para Rusia. Al parecer, el ejército y la armada hicieron todo lo posible por ganar, pero Rusia no formó parte del grupo de países victoriosos.

Pero la Segunda Guerra Mundial (la Gran Guerra Patria para nuestro país) demostró que los tres aliados estaban a la altura de las circunstancias. Esto predeterminó nuestra victoria, cuyo 78 aniversario estamos celebrando. En sentido figurado, la espada de la victoria se forjó en el frente interno, y la espada era de la mejor calidad. No hablo de esto por hablar. Estoy sugiriendo que aprendamos de la experiencia en la economía que se acumuló en la preparación para la guerra, durante la guerra y en los años de posguerra de reconstrucción del país, que es vital para la Rusia moderna. 

En los años veinte, las amenazas externas al Estado soviético no eran menores, sino mayores que las actuales amenazas a la Federación Rusa. La intervención militar de los antiguos aliados de la Entente podía comenzar en cualquier momento. Stalin apostó por los tres aliados mencionados. Y era necesario empezar a prepararse para repeler la agresión de Occidente desde la retaguardia, la economía, incluida la producción militar.

El fortalecimiento del tercer aliado comenzó con el fin de la llamada "economía de mercado" (que en aquella época se denominaba NEP) a finales de los años veinte. A partir de 1929, comenzó en el país la industrialización, es decir, el desarrollo acelerado de la industria por encima de otros sectores y la producción acelerada de los medios de producción en la industria.

Para poner en marcha la industrialización fue necesario pasar de la NEP a un nuevo mecanismo económico. Se basaba en una planificación global de la economía nacional, con planes de carácter directivo y orientados principalmente a indicadores naturales y físicos (más que monetarios). Otros elementos de este mecanismo eran: 

- Un sector público fuerte (que incluía todas las empresas estratégicamente importantes de la industria y otras ramas de la economía). 

- Un sistema de circulación monetaria de dos bucles (separación del circuito de circulación de efectivo que servía a la población del circuito de circulación de no efectivo que servía a las empresas y organizaciones).  

- Bancos estatales especializados (que sustituían a los bancos comerciales). 

- Un monopolio estatal del comercio exterior; un monopolio estatal de la moneda, etc. 

En la época soviética, este modelo se denominaba comúnmente "socialista" (porque no permitía la propiedad privada de los medios de producción y el objetivo de la actividad económica no era obtener beneficios, en cualquier caso, no se permitía la privatización de los beneficios). Pero, en principio, este modelo también podría calificarse de "estalinista". Porque fue creado por iniciativa y bajo la dirección de José Vissarionovich Stalin (puede obtener más información al respecto en mi libro "La economía de Stalin", que ya ha sido publicado en varias ocasiones).

Otro nombre, de los más utilizados, es "la movilización". Esto se debe a que este modelo preveía la utilización más completa y eficaz posible de todos los recursos económicos disponibles: mano de obra, producción (activos fijos), recursos naturales, científicos y técnicos, y recursos financieros. Los objetivos de las actividades económicas en el marco de este modelo se definían del siguiente modo:

1) El desarrollo acelerado de todos los sectores (especialmente la industria) para superar el retraso de nuestro Estado frente a Occidente (que se había marcado ya antes de la Primera Guerra Mundial y se intensificó en los años veinte).

2) Lograr la plena autosuficiencia de la economía (lo que la haría invulnerable a todo tipo de bloqueos y sanciones y a las crisis económicas mundiales).

3) Crear una base de producción para reforzar las capacidades de defensa del país (es decir, el ejército y la marina como principales aliados de Rusia).

Así formulaba el primer objetivo José Stalin, responsable del Estado soviético: "Llevamos un retraso de 50 a 100 años con respecto a los países avanzados. Debemos recorrer esta distancia en diez años. O lo conseguimos o seremos barridos" (discurso pronunciado en la I Conferencia de toda la Unión de Trabajadores de la Industria Socialista el 4 de febrero de 1931).

Entre 1929 y el 22 de junio de 1941, se construyeron en la URSS 9.600 empresas. Un auténtico "milagro económico". Sobre todo en el contexto de la crisis económica que atravesaba Occidente. Cada día se construían una media de dos nuevas empresas, mientras que en Occidente cada día quebraban decenas de compañías y empresas. En términos de producto interior bruto total y de producción industrial, a mediados de la década de 1930, la URSS ocupaba el primer lugar en Europa y el segundo en el mundo, sólo por detrás de Estados Unidos y muy por delante de Alemania, Gran Bretaña y Francia.

Para preparar la guerra y durante la misma, los dirigentes de los países occidentales (tanto aliados de la URSS como enemigos de ésta) llevaron a cabo ciertas medidas de movilización económica. Pero, por supuesto, su movilización militar y económica fue de naturaleza poco entusiasta. Pues los fundamentos capitalistas de las economías occidentales permanecían intactos. En consecuencia, el afán de lucro se convirtió en un serio freno para la movilización económica destinada a reforzar el poder defensivo del Estado.

A pesar del alto nivel de movilización de la economía soviética, el primer año de la guerra fue extremadamente difícil para nuestro frente interno. El repentino ataque de la Alemania nazi provocó grandes pérdidas económicas: en diciembre de 1941 la Unión Soviética había perdido sus más importantes materias primas y centros industriales: el Donbás, la cuenca de mineral de hierro de Krivoy Rog. Minsk, Kiev, Járkov, Smolensk, Odesa y Dnepropetrovsk fueron abandonadas. Leningrado se encontró bloqueada. Las fuentes de alimentos más importantes de Ucrania y el sur de Rusia cayeron en manos del enemigo o quedaron aisladas del centro. Millones de soviéticos se encontraron en los territorios ocupados. Cientos de miles de civiles fueron asesinados o llevados como esclavos a Alemania.

Al mismo tiempo, el modelo soviético de gestión económica demostró su superioridad sobre los modelos alemán y occidental en general: la conversión de la economía de la URSS en una economía de guerra se completó en el verano de 1942 (en menos de un año). En Alemania (que había comenzado la guerra mucho antes), esto no ocurrió hasta 1943. En la URSS los gastos militares en el mismo año ascendieron al 44% de la renta nacional, el fondo de consumo - 49% y el fondo de acumulación - 7%, en 1944 - 35, 50 y 15% respectivamente. Ningún otro país en guerra tuvo una proporción tan alta de gastos militares en la renta nacional.

Con el inicio de la Gran Guerra Patria comenzó la evacuación masiva de población, fuerzas productivas, instituciones y recursos materiales al este de la URSS. Un número considerable de empresas fueron evacuadas a las regiones orientales (sobre el Volga, a los Urales y Siberia) (sólo en la segunda mitad de 1941, alrededor de 2.600), 2,3 millones de cabezas de ganado fueron trasladadas. Cerca de 17 millones de personas fueron trasladadas a nuevas plantas industriales. Fue un desplazamiento de fuerzas productivas sin precedentes en la historia a distancias medidas en cientos o incluso miles de kilómetros. 

¡La deslocalización de una gran potencia industrial! Al principio (en el primer año y medio tras la invasión nazi) se produjo un desarrollo extensivo de la economía, es decir, el aumento de la producción iba a la zaga de la aportación de recursos materiales y laborales.

A partir de finales de 1942, la economía nacional pasó a un desarrollo intensivo. El aumento de la producción se consiguió reduciendo los costes laborales por unidad de producción. Esto se logró mediante el uso de maquinaria avanzada, tecnología mejorada, mejor organización de la producción y mayor cualificación de los trabajadores. El crecimiento de la productividad del trabajo en las duras condiciones de la guerra fue una prueba de las ventajas del modelo económico de Stalin. 

La competencia socialista de masas desempeñó un papel importante. Durante el año y medio que duró la Competición Socialista de Toda la Unión (abril de 1942-octubre de 1943) la productividad del trabajo en el conjunto de la industria no tuvo precedentes. La productividad del trabajo de toda la industria aumentó en un 39,2%, incluyendo (en %): metalurgia ferrosa - 21,0.

aviación - 40,9.

metalurgia no ferrosa - 39,4. 

industria de máquinas-herramienta - 43,8. 

industria eléctrica - 39,3. 

industria de tanques - 36,3. 

construcción de maquinaria pesada - 23,1. 

industria de armamento - 18,7.

industria de morteros - 22,7. 

industria de municiones - 59,5. 

("Historia de la economía socialista de la URSS". Volumen 5. Edición, 1978, pag. 699).

En el primer semestre de 1942 se produjeron 10 mil aviones, 11 mil tanques, 54 mil cañones. En la segunda mitad del año su producción aumentó más de 1,5 veces.

En las batallas del frente laboral, se ganaron con una fuerte reducción del número de obreros y trabajadores. De 31,2 millones en 1940 se pasó a 18,4 millones en 1942. Una gran proporción de los trabajadores en la economía eran mujeres. En 1945 representaban hasta el 60% de todos los obreros y trabajadores empleados, y hasta el 70% de los trabajadores agrícolas. Además de ellas, cientos de miles de adolescentes y ancianos trabajaron en fábricas y granjas colectivas. El patriotismo y la convicción en la rectitud de su causa les ayudaron a resistir la terrible presión.


Cabe destacar que casi todos los trabajadores soviéticos mostraron singular defensa de la tierra madre, no sólo en el frente y en la retaguardia obrera. Ayudaron a la causa de la victoria sobre el enemigo con su dinero y otros medios materiales. Los gastos directos del gobierno soviético para llevar a cabo la guerra ascendieron a 551 mil millones de rublos, y el 13% de esta cantidad fue aportado al banco de la victoria por los compradores de las emisiones de bonos. En total, durante la guerra las contribuciones obligatorias y voluntarias de la población alcanzaron los 270.000 millones de rublos, es decir, el 26% de todos los ingresos del presupuesto estatal.

Además de las asignaciones presupuestarias, se utilizaron fondos extrapresupuestarios para financiar los gastos militares: las donaciones totales de la población de la URSS ascendieron a 94.500 millones de rublos en efectivo, divisas, bonos de préstamos estatales y monedas y productos de metales preciosos 

(El PCUS y la construcción de las Fuerzas Armadas soviéticas. 2ª ed., suplemento, pag. 283. Ediciones, Voenizdat, 1967).

Las ventajas de la economía "estalinista" (también conocida como "socialista", "de movilización") se hicieron plenamente evidentes tras el final de la guerra. La destrucción y las pérdidas de la economía nacional fueron enormes. 

Durante la guerra fueron destruidas 1710 ciudades y pueblos soviéticos, más de 70 mil aldeas, 32 mil empresas industriales, 98 mil granjas colectivas y 1876 granjas estatales. La Comisión Estatal Extraordinaria de la URSS sobre el establecimiento y la investigación de las atrocidades de los invasores nazis y sus cómplices consideró alrededor de 4 millones de actos de daño al pueblo soviético durante la ocupación. La Comisión encontró que la propiedad destruida directamente por valor de 679 mil millones de rublos en los precios de 1941. 

El daño total se estimó en 2.569 billones de rublos. En términos de dólares, el daño material directo a la URSS se estimó en 128 mil millones de dólares. El daño total, en 357 mil millones de dólares, lo que corresponde aproximadamente al PNB de los Estados Unidos en 1944 = 361,3 mil millones de dólares. 

En general, la URSS perdió alrededor del 30% de su riqueza nacional. En las zonas bajo ocupación, el daño fue de aproximadamente dos tercios 

(S. Alexev. "Pérdidas de la URSS tras la Segunda Guerra Mundial"// Finansovaya Gazeta, 9 de mayo de 2018).

No sólo tuvimos que reconstruir un país gravemente destruido. En 1946, Occidente nos declaró la guerra fría y Estados Unidos llegó a amenazarnos con armas nucleares. En 1947, la desmilitarización de la economía soviética, que había comenzado, cesó. Tuvimos que aumentar de nuevo el gasto militar e invertimos mucho dinero en el desarrollo de nuestra propia bomba atómica (que se probó en 1949).

En 1945-1946, los dirigentes del partido y del gobierno del país debatieron cómo restaurar la economía. En la forma más general, se pueden identificar dos grupos de puntos de vista.

1. A. A. Zhdanov, N. A. Voznesensky y otros, abogaban por una relajación de la política económica, un desarrollo más equilibrado de la economía nacional, una descentralización parcial de la gestión económica, etc. Suponían que el final de la Segunda Guerra Mundial provocaría una aguda crisis económica y política en Occidente, lo que evitaría la amenaza de una nueva coalición antisoviética y crearía condiciones favorables para que la Unión Soviética obtuviera nuevos mercados para sus productos, en los países occidentales en crisis.

2. G. M. Malenkov, L. P. Beria y otros, eran partidarios de preservar el modelo de economía de movilización anterior a la guerra. Se basaban en los descubrimientos del economista soviético E. S. Varga, que refutaba la teoría del colapso inminente del capitalismo, demostrando su singular capacidad de supervivencia gracias a las políticas keynesianas en los países desarrollados. Esto significaba que Occidente estaba aún bien preparado para seguir una política de confrontación con la Unión Soviética. Especialmente peligroso era el monopolio estadounidense en el campo de las armas nucleares y el desarrollo de planes estadounidenses para bombardear ciudades soviéticas con bombas atómicas. Por ello, estos partidarios abogaban por el desarrollo prioritario de la industria pesada y del complejo militar-industrial.

Tras el discurso de W. Churchill en Fulton, en marzo de 1946, Stalin se decantó claramente por el segundo grupo. Ese mismo año se reestructuró la industria militar: la reforma dio lugar a la creación del Ministerio de Armamento y del Ministerio de Defensa de la URSS. Sobre la base de una serie de empresas militares creadas durante los años de la guerra, se inició la construcción de tres industrias: misiles (que más tarde se convertirían en espaciales), radares y nuclear. Su construcción consumió una parte importante de los recursos producidos por el país. La economía soviética seguía llamándose de "retaguardia". Sólo que era la retaguardia la que garantizaba el mantenimiento de la capacidad de defensa del país durante la Guerra Fría.

La recuperación económica se llevó a cabo de acuerdo con los objetivos del Cuarto Plan Quinquenal (1946-1950). En 1945, el volumen de producción de la industria en su conjunto era el 92% del nivel de 1940. En 1950, la producción de la construcción de maquinaria en la URSS era 2,3 veces superior a la de 1940.

De este modo, se mantuvo el modelo de movilización de la economía soviética. Garantizándose una rápida recuperación. La URSS alcanzó el nivel de preguerra en la mayoría de los indicadores económicos ya en 1948. Inglaterra, Francia y otros países europeos no alcanzaron los niveles anteriores a la guerra hasta la década de 1950.

Hoy, con el fuerte agravamiento de las relaciones de Rusia con el Occidente colectivo, la amenaza de una guerra a gran escala es mayor que nunca. En esta situación, la Federación Rusa necesita urgentemente pasar a una economía de movilización y aprovechar la experiencia de organización del frente interno, acumulada durante la Gran Guerra Patria.


Enlace original en ruso:

https://svpressa.ru/economy/article/372177/


1 comentario:

Anónimo dijo...

Stalin no era partidario de la difusión de loa discursos tan elogiosos a su persona, por parte de Churchill.
Afirmaba con astucia, que si daban veracidad a tales elogios, como iban desacreditar las afirmaciones de Churchill, cuando fueran falsedades o criticas infundadas.
De la misma manera que refutaba el térmjno stalinismo. Declaraba que era un marxista-leninista y que los logros de la URSS eran del pueblo soviético.
Stalin sabia que el término stalinismo, era una estratajema de sus enemigos, principalmente el endiosado traidor Trotsky, cuando falsamente acusaran a Stalin, de culto a la personalidad.
La propia wikipedia, nada sospechosa de filo comunismo, afirma que a la muerte de Koba se restauró el capitalismo en la URSS. La legalización de la propiedad privada. El fin de la economía planificada, al dar libertad a los directores de empresas, sobre mercancias a producir y sueldos a pagas, llevó a la sobreproducción de determinadas mercancias en el mercado, mientras se producia una escasez de otras mercancias, tan necesarias como las otras, pero menos atractivas, para las nuevas élites burocráticas, por ser generadoras de menores plusvalias.