29 de agosto de 2021

“NUESTRA CLASE OBRERA NO SABE DE CAPITULACIÓN, NI DE COMPROMISOS CON EL ENEMIGO, COMO LO HA DEMOSTRADO A LO LARGO DE AÑOS DE LUCHA”

 

José Díaz Ramos
Por Esteban Zúñiga
29 de agosto de 1946.
 
PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA.
 
LA CLASE OBRERA ESPAÑOLA FIRME Y DECIDA CONTRA CUALQUIER MANIOBRA DE COMPROMISO O CAPITULACIÓN FRENTE AL GOBIERNO FASCISTA DE FRANCO.
 
“El Partido Comunista propone a los partidos y organizaciones republicanas y obreras entrar en conversaciones para preparar una declaración común, comprometiéndose solemnemente ante el pueblo español y la opinión internacional a defender las instituciones republicanas, a reforzar la unidad antifranquista y a vivificar la acción y la resistencia den el interior del país, así como la campaña mundial contra el régimen de Franco; una declaración en la que nos comprometemos a luchar unidos, sin separarnos, hasta instaurar en España la República.”
 
Palabras correspondientes al “Llamamiento del PCE a todas las fuerzas republicanas a formular un declaración conjunta”, efectuado el 16 de agosto de 1946 por parte del Comité Central del Partido Comunista de España (PCE), en orden apoyar unitariamente a la República, al fortalecimiento de su Gobierno y la denuncia de aquellos que defenderían tanto el compromiso como la capitulación ante el régimen franquista.
 
Todo ello urgido por la necesidad de articular un bloque unitario y fuerte, frente a:
“… cualquier intento franquista y reaccionario de “Gobierno de transición” o de “plebiscito”, falto de todo apoyo popular, estará condenado al fracaso y sería le comienzo del fin del régimen franquista.”
 
Exigiendo la unidad de las fuerzas republicanas y su compromiso en defensa de la República y de sus instituciones; una unidad firme que tenga como fin que sobre la tierra española ondee, de nuevo, la bandera tricolor.
 
Propuesta de declaración conjunta que tendría como misión el establecimiento de una muralla infranqueable por cualquier maniobra, tanto explícita como implícita, que apueste por el compromiso y la capitulación, y que tenga como misión principal la liberación, prontamente, de España, unidos en una lucha antifascista que sea capaz de liberar al atormentado pueblo español:
“Es un momento éste en que hombres y partidos, deben dar la verdadera medida de su firmeza republicana y su fe en el triunfo.”
 
Trece días después, el PCE celebraría un gran mitin en la parisina Sala Wagram en la que, nuevamente, apostaría sobre el Manifiesto del Comité Central del 16 de agosto de 1946. Un mitin que sería presidido por Dolores Ibárruri, secretaria general del PCE, y en el que tomaría la palabra en nombre del PCE, el miembro de su Buró Político Vicente Uribe Galdeano, que había sido Ministro de Agricultura de la República de España durante el período comprendido entre el 4 de septiembre de 1936 y el 31 de marzo de 1939 y que en mayo de 1946 había abandonado México para trasladarse a París con la misión, junto a Antonio Mije, dirigir el PCE en Francia.
 
Un mitin al que asistirían tanto delegaciones extranjeras, como Vietnam, Guatemala, …, como miembros del PSOE, de la UGT, así como camaradas del PSUC, del PCE-EPK, de la JSU, de diversas organizaciones comunistas instaladas en Francia y representantes de la Unión de Mujeres Españolas, de la Unión de Intelectuales, del Movimiento de la Unidad Republicana, de la Federación de Españoles Residentes en Francia, del Comité de Deportados,… Destacando también la presencia de Rafael Sánchez- Guerra Sanz, Ministro sin cartera del Gobierno de la República en el exilio.
 
En su discurso Vicente Uribe destacaría que ante cualquier maniobra de compromiso o capitulación frente al régimen fascista de Franco debería ser respondido con una negativa firme y frontal de una clase obrera española que había demostrado su posición contraria a lo largo de muchos años. 
 
Por lo que reclamaría, en nombre del PCE, ante las maniobras de los capituladores:  
 
“MÁS UNIDAD REPUBLICANA, MÁS APOYO A SU GOBIERNO”.
 
 ********
 
EL GRAN MITIN DE LA SALA WAGRAM DE PARÍS.
 
VICENTE URIBE. 

"NUESTRA CLASE OBRERA NO SABE DE CAPITULACIÓN, NI DE COMPROMISOS CON EL ENEMIGO, COMO LO HA DEMOSTRADO A LO LARGO DE AÑOS DE LUCHA"

 

La respuesta a los capituladores debe ser: 

 

MÁS UNIDAD REPUBLICANA, MÁS APOYO AL GOBIERNO 

 

(Fuente: “Mundo Obrero”. Órgano del Partido Comunista de España. Nº 29, página 1. París, 29 de agosto de 1946).

 
“En la sala Wagram, de París, completamente llena de público, se celebró el mitin organizado por nuestro Partido el pasado domingo. Al acto asistieron numerosas personalidades republicanas. La aparición en la presidencia de la camarada Dolores Ibárruri, acompañada del camarada Uribe, fue acogida con una clamorosa ovación que tributó todo el público, puesto en pie, a nuestra secretario general y a Vicente Uribe, miembro del Buró Político. Presidió el camarada Bartolomé, del Comité departamental del Sena.
 
En la presidencia se encontraban el Sr. Luis Cardosa Aragón, ministro de Guatemala en la URSS, y el señor Carlos Manuel Pellicer, primer secretario de la Legación de Guatemala en París. Asimismo se hallaban en ella los compañeros González Peña, por el PSOE; Amaro del Rosal y Enrique de Santiago, por la UGT; general Hidalgo de Cisneros, coronel Cordón y comandante Puig, camaradas Vidiella y Colomer, por el PSUC; los camaradas Ferri y Ramiro López, del Comité departamental del Sena; camaradas Leandro Carro, Ormazábal y Luis Fernández, del Partido Comunista de Euzkadi; Gallego y Melchor, en nombre de la JSU; Sr. Bacarisse, secretario de la Unión de Intelectuales; Carmen de Pedro e Irene Falcón, en representación de la Unión de Mujeres Españolas; en representación del Comité Francia-España, el compañero Marle; por el Movimiento de Unidad Republicana, el Sr. García; Horcajo, en nombre de la Federación de Españoles Residentes en Francia, y Razola, por el Comité de Deportados. Asistió también una delegación de la República de Viet-Nam.
 
Entre otras personalidades que se encontraban en la sala, señalamos la presencia del Sr. Sánchez-Guerra, ministro del Gobierno de la República.
 
Después de unas palabras del camarada Bartolomé, dirigió a los concurrentes un saludo, en nombre del Partido Comunista Francés, el camarada Renault.
 
ALGUNOS PASAJES DEL DISCURSO DE URIBE.
 
El camarada Uribe comenzó recordando que el 16 de agosto el Comité Central del Partido Comunista de España ha hecho público un llamamiento a los españoles:
 
“Está claro que no es la primera vez que llamamos al pueblo a la lucha y a la unidad contra el fascismo. En ningún momento ha faltado la voz de nuestro gran Partido, voz dirigida al pueblo, voz dirigida contra el enemigo, voz dirigida a aunar esfuerzos y voluntades republicanos. Es también evidente que los comunistas no nos limitamos a hacernos oír. Nuestra acción va siempre unida a nuestra palabra. La historia de los comunistas españoles está llena de páginas de acción heroica y gloriosa en la defensa de la República, en la defensa de los intereses de nuestro pueblo mil veces heroico…”
 
“Nuestro manifiesto señala un camino claro para poner fin a las torturas de España, para hacer brillar de nuevo el espléndido sol de la libertad en las viejas tierras hispánicas.
 
Es el camino de la unidad de todas las fuerzas republicanas, el camino de la coordinación de todos los esfuerzos para poner fin al fascismo y restablecer la República.
 
Un deber ineludible, el deber de la defensa de los intereses que representamos, los altos y sagrados intereses de la patria, nos impele a todos a unir nuestro esfuerzo para dar el golpe final a quienes tanto han hecho sufrir a nuestro pueblo. No es un camino desconocido por el pueblo español ni por las fuerzas republicanas. Cuando hemos estado unidos, hemos obtenido grandes éxitos, como en el 34, como en las elecciones del 36, cuando triunfó el Frente Popular gracias a la unidad. Nuestra guerra es el más alto ejemplo del valor de la unidad, porque es indudable que la unidad realizada entonces está indisolublemente ligada a la gran gesta de nuestro pueblo.
 
En estos momentos la unidad es más necesaria que nunca, porque no ofrece dudas que el régimen fascista durará lo que tardemos en articular una unidad combativa, firme, intransigente frente al franquismo.
 
HAY ALGUNAS GENTES EN EL CAMPO REPUBLICANO QUE SE PRESTAN A SERVIR DE INSTRUMETNOS A LA REACCIÓN.
 
La unidad tiene sus enemigos, los tuvo siempre; pero ahora arrecian las maniobras, intrigas y complots para romper la unidad que hoy tenemos en torno al Gobierno y para impedir la realización de la unidad que el pueblo español reclama y necesita. El enemigo principal de la unidad republicana y antifranquista es el fascismo y los que en el exterior se interesan por que la reacción fascista perdure en España. Es natural que esto sucede porque los comprometidos en tantas barbaridades sólo pueden encontrar salvación en la impotencia de los republicanos, y esta impotencia puede nacer si los republicanos no nos entendemos y si en vez de luchar juntos contra el enemigo común nos hacemos la guerra entre nosotros, como algunos buscan.
 
Los reaccionarios cuentan con encontrar dentro del campo republicano hombres para realizar esa miserable operación.
 
Hemos de decir, desgraciadamente, que hay algunas gentes en el campo republicano que se prestan a servir de instrumentos de la reacción y están realizando la obra que la reacción pide de ellos. Son los que piden que el Gobierno de la República renuncie a la democracia y a la República, los que no dejan de arremeter contra el Gobierno, los que piden su desaparición, los que piden la liquidación de las instituciones republicanas. Son los que piden al Gobierno que renuncia a su existencia, que se suicide, traicionando la causa que tiene en sus manos, la causa de la República, la causa del pueblo español. Son los mismos que se esfuerzan porque la Alianza de Fuerzas Democráticas se rompa y se entregue en manos de la reacción, traicionando al pueblo y a los partidos representados en ella, son los que se esfuerzan porque dicha Alianza sirva de instrumento a los que quieren resolver los problemas actuales burlando las esperanzas, los anhelos, las ansias democráticas de nuestro pueblo. Son los hombres de la capitulación ante el fascismo, del compromiso y entrega a los enemigos del pueblo y los trabajadores.
 
NEGAMOS ROTUNDAMENTE QUE LOS PARTIDARIOS DEL COMPROMISO PUEDAN HABLAR EN NOMBRE DE LOS TRABAJADORES ESPAÑOLES.
 
Los conoceréis porque la mayor parte de ellos se distinguen por su anticomunismo rabioso, que combaten al Partido Comunista con violencia sólo comparable a la violencia hitleriana y a la violencia falangista. Son los que no cejan de predicar la división, los que no quieren la unidad, los que desayunan, comen y cenan buenas dosis de anticomunismo, son los mismos que dicen que no se puede luchar contra el fascismo, son los que se cuidan contra el fascismo, son los que se cuidan de no combatir al fascismo ni denunciar sus crímenes. Son los maestros en el arte de dividir a la clase obrera, columna vertebral de la República española.
 
Quienes llevan adelante esa nefasta política de capitulación, los que trabajan por la desaparición del Gobierno y las instituciones republicanas, los que preconizan virtualmente la guerra contra la unidad, los partidarios del compromiso y la entrega a la reacción fascista son hombres que militan en organizaciones obreras, en el Partido Socialista y en la CNT.
 
Si grave es que en el campo republicano existan capituladores, nosotros reputamos mucho más grave que esto se produzca entre gentes que dicen hablar en nombre de organizaciones del proletariado.
 
Negamos rotundamente que semejantes elementos puedan hablar en nombre de los trabajadores españoles. Nuestra clase obrera no sabe de capitulación ni compromisos con el enemigo, como lo ha demostrado a lo largo de años de lucha heroica y gloriosa. No pueden hablar en nombre de los obreros de Cataluña, del Madrid heroico, de Asturias, de Euzkadi, de El Ferrol. No pueden hablar en nombre de los obreros agrícolas de Andalucía, de Extremadura, de Toledo. Los obreros españoles realizan huelgas formidables, luchando por mejores condiciones de vida, dando una respuesta rotunda a los capituladores y cobardes que creen que no se puede luchar contra el franco-falangismo. Esos elementos no pueden hablar en nombre de los campesinos que diariamente se oponen a los ladrones falangistas y quieren la tierra y la libertad. No pueden hablar en nombre de los presos, muchos de los cuales llevan hasta diez años de presidio y realizan plantes y protestas contra el bárbaro régimen carcelario falangista. No pueden hablar en nombre de los gloriosos guerrilleros, que no saben nada de capitulación, que con las armas en la mano continúan, a pesar de todo, manteniendo en alto la bandera de la República. No pueden hablar en nombre de las mujeres españolas, ni de los jóvenes, ni tampoco en nombre de los pueblos de Cataluña, Euzkadi y Galicia, que esperan con el restablecimiento de la República entrar en el pleno disfrute de sus derechos nacionales.
 
EL RÉGIMEN Y EL GOBIERNO DE ESPAÑA DEBEN SER DEL GUSTO DEL PUEBLO ESPAÑOL, Y NO MONEDA DE CAMBIO NI INSTRUMENTO DEL EXTRANJERO.
 
Los capituladores dicen muy poseídos de sí mismos que el régimen y el Gobierno de España deben ser a gusto de ciertos grupos dirigentes de las potencias anglosajonas.
 
Nosotros nos levantamos enérgicamente contra semejante crimen. Y estamos seguros de contar con la aprobación de todos los obreros socialistas y de la CNT, con todos los republicanos, con todos los patriotas que aman una España libre e independiente. El régimen y el Gobierno de España deben ser del gusto del pueblo español y no moneda de cambio, ni instrumento extranjero, ni monigote en manos de los que sueñan con apoderarse de las riquezas y los destinos de nuestro país. Esos grupos dirigentes extranjeros que deben determinar, según los capituladores, qué régimen y que Gobierno deben existir en España, son los que no han borrado la político de “no intervención”, de infausta memoria; son los que mantienen cordiales relaciones económicas y diplomáticas con el criminal régimen franquista, los que no quieren que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas acuerde la ruptura de todo género de relaciones económicas y diplomáticas con el fascismo español tal como propuso la representación soviética.
 
A los manejos de los capituladores hay que oponer una muralla infranqueable de unidad de la clase obrera, de unidad republicana. De manera especial corresponde a los camaradas socialistas y a los compañeros de la CNT hacen sentir su fuerza para que sus organizaciones no se vean comprometidas en la política de los capituladores que tratan de arrastrar por el lodo a partidos y organizaciones antifascistas, especialmente de organizaciones de la clase obrera. Frente a los que quieren dividir a la clase obrera, frente a los que quieren encender la guerra entre los trabajadores en provecho del enemigo, no hay más que una línea de conducta común a todos los trabajadores: la línea de la unidad.
 
HAY QUE MONTAR LA GUARDIA EN TORNO A LAS INSTITUCIONES REPUBLICANAS.
 
Tenemos un Gobierno de la República que representa un gran paso de unidad en la dirección de las luchas por la democracia en España. El Gobierno de la República es la continuación del régimen por el cual el pueblo español se batió corajudamente durante cerca de tres años. Este Gobierno necesita el apoyo entusiasta de todos los republicanos, de todos los hombres liberales y patriotas de nuestro país.
 
Frente a los que quieren destruir el Gobierno, es deber sagrado montar guardia en torno a todas las instituciones republicanas. El enemigo quiere destruir instituciones de la República. La respuesta debe ser: más unidad republicana, más apoyo al Gobierno tanto dentro como fuera del país.
 
El Gobierno de la República ha obtenido un buen número de reconocimientos diplomáticos de parte de Gobiernos democráticos amigos de nuestro pueblo. Esta misma semana el Gobierno checoslovaco que preside el ciudadano Gottwald ha reconocido oficialmente al Gobierno que preside el doctor Giral como el auténtico Gobierno del pueblo español.
 
NUESTRA PROPUESTA DE DECLARACIÓN COMÚN.
 
Estamos progresando a pasos agigantados en el área internacional, porque nuestros numerosos amigos no cejan en la defensa de nuestra causa, que es la causa de la paz y la democracia mundial. Lo que hace falta es que los republicanos pongamos el mayor orden posible en nuestras coas y marchemos unidos, estrechamente unidos, que la victoria no se hará esperar. Contribuyendo en esta idea capital, el Comité Central de nuestro Partido, en el manifiesto del 16 de agosto, dice lo siguiente:
 
“El Partido Comunista propone a los partidos y organizaciones republicanas y obreras entrar en conversaciones para preparar una declaración común, comprometiéndonos solemnemente ante el pueblo español y la opinión internacional a defender las instituciones republicanas, a reforzar la unidad antifranquista y a vivificar la acción y la resistencia en el interior de país, así como la campaña mundial contra el régimen de Franco; una declaración en la que nos comprometemos a luchar unidos, sin separarnos, hasta la reinstaurar la República.”
 
Esta proposición a los partidos para comprometernos a la lucha común y unida en torno a las instituciones de la República la hacemos extensiva a todos los republicanos, a todos los socialistas, a todos los cenetistas. Tenemos que estar todos unidos y rechazar lo que pueda desunirnos.
 
A mis camaradas de Partido les pido que bajo la dirección de nuestra gran Dolores redoblen sus esfuerzos por la unidad, que trabajen sin descanso por la unidad, que es trabajar por la causa de nuestro grande y glorioso pueblo, por la República.
 
¡Viva la unidad de la clase obrera!
 
¡Viva la unidad republicana!
 
¡Muerte al falangismo!
 
¡Viva la República!”.

 


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