Por Osmany Sánchez, en La Joven Cuba
La llamada “disidencia” cubana es uno de los grupos más desprestigiados de la historia. El propio gobierno norteamericano reconoce
que están desconectados de la sociedad, que solo piensan en las visas y
el dinero. A pesar de toda la maquinaria mediática que tienen detrás,
no han logrado en todos estos años debilitar al gobierno cubano. Ahora
hacen campaña para que la nueva constitución no sea aprobada porque
dicen que en Cuba no hay pluralidad.
Es
imposible que no exista pluralidad en un país donde millones de
personas participan y opinan con total libertad sobre documentos tan
trascendentales como la propuesta de lineamientos económicos o la propia
constitución. Cientos de miles de intervenciones y opiniones demuestran
lo plural de nuestra sociedad, lo que sucede es que para los
“disidentes” solo hay pluralidad cuando se elige la opción del
capitalismo y en el caso de Cuba el capitalismo tercermundista, como
todos los países del área. porque es el que nos tocaría, no el noruego o
el canadiense.
Muy
contentos están ahora con la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia
de Brasil, al que llaman demócrata y luchador por los derechos humanos.
Es curioso que critiquen a Cuba por tener un solo partido y por blindar
constitucionalmente al país contra el capitalismo, cuando ellos
demuestran que si tomaran el poder algún día no dejarían piedra sobre
piedra en Cuba. ¿Exagero? Verán que no.
El demócrata Bolsonaro ha declarado una verdadera cruzada
contra el comunismo y la izquierda en general. Ha afirmado que hará una
limpieza a fondo en Brasil y acabará con “los marginales rojos”, que
serían “borrados del país”. Entre sus propuestas está la de tipificar
como terroristas al Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra
(MST) y al Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST). Como de tal
palo tal astilla, el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente,
dijo que “basta con un soldado y un cabo para cerrar el Superior
Tribunal Federal (STF)”
Pero hay más. El propio Eduardo Bolsonaro presentó
el proyecto de ley Nº 5358/16 que propone criminalizar la apología al
comunismo y el fomento a la lucha de clases y condenaría a penas de dos a
cinco años de cárcel y multas a quien “comercialice o distribuya
símbolos de propaganda que utilicen la hoz y el martillo, o cualquier
otro medio de divulgación favorable al comunismo.”
Los
cubanos ya vivimos esto cuando Cuba era “libre y democrática” pues en
Cuba existía el Buró de Represión de Actividades Comunistas (BRAC) que
bastantes jóvenes asesinaron durante la dictadura de Batista, la misma
etapa añorada por los “disidentes” y sus patrocinadores.
No
son solo los Bolsonaros los demócratas, también la diputada Ana
Carolina Campagnolo pide que se permita que los estudiantes puedan
denunciar a los profesores que expresen opiniones críticas sobre el
presidente electo. Han llegado al extremo de sembrar odio contra las
ideas del eminente pedagogo brasileño Paulo Freire cuyo legado quieren expurgar en las escuelas de ese país.
A esto debemos sumarle las amenazas de Bolsonaro a los medios de prensa que lo criticaron durante la campaña.
¿Es
Cuba un país plural? Depende del cristal con que se le mire. Para los
que creen que pluripartidismo significa democracia y que el imperio de
medios de comunicación en manos de unos pocos significa libertad de
prensa, definitivamente no lo es. Para la gran mayoría de los cubanos
sí. Pensar que la revolución se ha mantenido durante sesenta años sin el
apoyo del pueblo es un gran absurdo. Basta conocer solo un poco de la
historia de Cuba para saber que cuando un gobierno no ha sido aceptado,
fue sacado del poder. Machado y Batista son dos ejemplos.
Nadie
que se defina como revolucionario puede estar de acuerdo, ni
tangencialmente, con el discurso de la contrarrevolución cubana. Ellos
podrán simular querer lo mismo que nosotros, pero habría que ser muy
ingenuo para creerles.
Hoy
nos toca aprobar la constitución y seguir construyendo un país cada día
mejor. Podemos tener discrepancia con uno o varios aspectos, pero la
constitución es para todos. El momento de opinar ya pasó y lo
aprovechamos. No empleemos más palabras que las necesarias, digamos por
lo claro que daremos el sí a la nueva constitución. #YoVotoSi
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