11 de julio de 2014

Exposición "La Infancia Feliz en la Unión Soviética"

Por Oleg K.


Recientemente ha tenido lugar en Madrid, (continúa hasta el 31 de Julio) la apertura de la Exposición "Unión Soviética, una infancia feliz" donde se repasa mediante fotos, esculturas y cuadros como fueron los años infantiles para las niñas y niños de la URSS.

La creadora de los diferentes apartados es la escultora rusa residente en Madrid Masha Koval. Como ella misma nos ha dicho "todos los niños, incluso yo misma, guardamos un bello recuerdo de aquel tiempo". Los niños eran los más privilegiados en la Unión Soviética. 

Merced a las fotografías que relatan la vida creativa y sobre todo de educación en unas ideas, hoy eliminadas en Rusia y Occidente, donde la colectividad, el Socialismo, la confianza en un futuro y una sociedad mejor, era la principal enseña de las vidas de los pequeños.

Masha, ha recreado aquella época, mediante muchas fotos, recopiladas por ciudades e instantáneas de actos de entrega de las medallas de ingreso en la organización infantil "Octubristas". Con una pequeña estrella en latón, con la cara de Lenin de niño, todos las menores la recibían al alcanzar los cinco años. 

También como escultora, ha moldeado figuras con motivos alegóricos de los años de Construcción del Socialismo "amables aceptados" (Lenin, la torre de comunicaciones, Rodchenko, Daineka, los pilotos famosos soviéticos -Chaklov, el general Douglas-, la perrita Laika, Gagarin, estrellas rojas, el pañuelo rojo de los pioneros, gorros del Ejército Rojo -Budionovka, Ushanka y de campaña- y demás símbolos). 



Años más tarde, las niñas y niños si lo deseaban entraban a formar parte de la Organización de Pioneros Soviéticos, con su pañuelo rojo al cuello, sus ansias de superación y las ganas de vivir por un mundo que les acercase a los "mayores", a sus gestas y a una educación donde las maravillas  que les contaban sus padres, se iban haciendo realidad.

Ya después ingresaban, quienes más perseguían con ahínco esa búsqueda, en la Organización del Komsomol Leninista, dónde el estudio se iba haciendo poco a poco parejo con el trabajo, y con ello el misterio de la vida, de la camaradería, de la ilusión comunista, se abrían como flores de Mayo el entendimiento, del tipo de sociedad que tenían unas ideas de libertad y progreso sugestivas para los mozalbetes.


Masha Koval niña

Caras sonrientes, trabajos en equipo, entregas de insignias, veladas en los diferentes campamentos de la URSS, jalonan en imágenes por la pequeña habitación. Junto con las fotos, Masha ha realizado esculturas de "Cheburashka" un osito con grandes orejas, protagonista de una película y serie de animación, muy apreciado por los ojos infantiles de aquellos inolvidables años. Las piezas repetidas en cerámica, tiene al "osito" con motivos diferentes de aquel tiempo, y de hoy.



Es un repaso de imágenes, en el que se añade, de vez en cuando un visionado de la película "Cheburashka", en otra habitación. 

Algunos comentarios sobre aquella época, descritos por la autora, son incompletos y van en consonancia con sus conocimientos de aquellos tiempos, muy mediatizados por los 25 años que han pasado, desde la desaparición de la URSS. Otros le han llegado de oídas y otros se ha dejado llevar por la corriente anticomunista. Y es especialmente chocante (posiblemente debido porque estaba expuesta en aquel lugar nacionalista "prorruso") la ausencia de otros símbolos queridos por los pequeñuelos que les enseñaban como cambiaba la sociedad atrasada anterior a la Revolución de Octubre. Si, la Revolución no existe en la exposición, ni Stalin claro, ni Gorki, ni Makárenko, ni el Teatro Infantil propiamente soviético, el deporte, ni tantos hechos sociales que era tan maravillosos para aquellos ojos en crecimiento.



Masha Koval en la actualidad

Pero a pesar de todo, lo expuesto en la habitación, se ve con agrado. Y demuestra "Una infancia feliz", palpable en los dibujos, fotos, recreaciones (sombreros y cerámicas), así como cuadros realizados por otra autora en estos años. 

La exposición está en el Centro Ruso de la calle Atocha, metro Tirso de Molina, Madrid.

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