5 de mayo de 2024

La conciencia de pertenencia a nuestra clase obrera

 

Por Esteban Zúñiga

"Siete veces
pasas sin ver.
A la octava
condenas sin ver."
 
Esta breve sentencia, corresponde a un poema titulado "Diluvio" de BERTOTL BRECHT. Ocupa el lugar 23, de una magnífica relación de poemas que descubriría al comprar y leer el libro "Bertolt Brecht en 80 poemas y canciones".
(Traducción y Edición de Jorge Hacker. Adriana Hidalgo Editora. Buenos Aires, 1999), 5ª Edición.
 
Un libro imperdible y necesario, que nos muestra, dialécticamente, como el comunista alemán sin partido Bertolt Brecht entiende la sociedad.
"... TENEMOS QUE LOGRAR DE UNA VEZ POR TODAS QUE NO HAYA EN EL MUNDO DOS CLASES DE PERSONAS."

Y como se enfrenta con sus armas literarias contra la burguesía, y contra su manifestación más extrema: el fascismo.
 
"Señores, no estén tan contentos con la derrota (de Hitler). 
Porque, aunque el mundo se haya puesto de pie,
y haya detenido al Bastardo, 
la Puta que lo parió... 
está caliente de nuevo."
 
Siempre con una didáctica reflexiva y apasionada, y que desde la gran cantidad de géneros literarios, que abarcaría, se preocuparía de todos los problemas que acuciaban a la humanidad, desde un óptica nítidamente, marxista.
 
Un literato, que como manifestaría el filósofo, semiólogo, y crítico literario francés Roland Barthes:
 
"En el fondo, la grandeza de Brecht, y también su soledad, consiste en que inventa sin cesar el marxismo. El tema ideológico, en Brecht, podría definirse con gran exactitud como una dinámica de hechos que mezcla la constatación y la explicación, la ética y la política: de acuerdo con la enseñanza profunda del marxismo, cada tema es a un tiempo expresión y deseo de los hombres y de las cosas, es a un tiempo cuestionador (porque desenmascara) y reconciliador (porque explica)."
 
Otro escritor y ensayista Walter Benjamín, analiza y defiende una serie de intereses de clase aproximados por Bertolt Brecht:
 
"Brecht es un fenómeno difícil. Rechaza utilizar "libremente" su talento de escritor. Y quizá no haya un solo reproche contra su actuación literaria -plagiario, perturbador, saboteador- que no reclame títulos de gloria para su eficacia como educador, pensador, organizador, político, director de escena. En cualquier caso, resulta indiscutible que entre todos los que escriben en Alemania, él es el único que se pregunta dónde debe investir su talento, y que sólo lo inviste, cuando está convencido de la necesidad de hacerlo." 
 
De entre los ochenta poemas y canciones de este libro, hoy nos fijaremos en el 77, que bajo el título de "Canción de cuna. IV", esconde un mensaje de denuncia e injusticia muy "clarito" de la existencia de las clases sociales, como, a los que ocupan la capa de los explotados, realiza un llamamiento a cambiar las tornas y a la revolución proletaria, al comunismo y a un sociedad sin clases...
 
Unos versos que pretenden, principalmente, que asumamos LA CONCIENCIA DE CLASE.
 
"CANCION DE CUNA (IV).
 
Hijo mío...
poco importa lo que llegues a ser,
los palos contra ti,
ya los tienen preparados.
 
Porque a ti hijo mío, en este mundo
solo te espera el vertedero, 
y ya está ocupado.
 
Hijo mío...
escucha lo que tu madre te dice:
A ti te espera una vida 
peor que la peste.
 
Pero yo no te he llevado 
tanto tiempo dentro mío,
para que lo soportes,
todo tranquilamente.
 
Lo que no tienes, 
no lo des por perdido.
 
Lo que no te den, 
consíguelo, cueste lo que cueste.
 
Yo, tu madre, 
no te he parido
para que de noche,
duermas bajo los puentes.
 
Quizá no estés hecho 
de una pasta especial.
No tengo dinero para ti, 
ni te dediqué oraciones.
 
Mi confianza eres tú mismo, 
y espero no verte mal,
pidiendo en la oficina pública,
mientras tu vida se hace jirones.
 
Las noches en las que sin cerrar los ojos, 
me acuesto a tu lado,
y mi mano... 
hacia tu pequeño puño se estira,
pensando en las guerras, 
que contigo ya tienen planeadas.
 
¿Qué tengo que hacer, 
para que no creas sus sucias mentiras?
 
Hijo mío... 
tu madre nunca te ha engañado,
haciéndote creer, 
que eras diferente.
 
Te crie con mil sacrificios, 
y no para verte colgado
de una alambrada de púas, 
gritando por agua, casi inconsciente.
 
Por eso, únete a los tuyos, 
hijo mío...
juntos hagan polvo, 
sus dementes sueños de poder.
 
Tu y yo, 
y aquellos que como nosotros,
tenemos que lograr, 
de una vez por todas,
que no haya en el mundo dos clases de personas.
 
Bertolt BRECHT."
 

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