14 de septiembre de 2022

Película “Iván el Terrible”, en ruso “Иван Грозный”



Dentro del ciclo Obras Maestras del Cine Soviético, proyectamos la primera parte del filme de Sergei Eisenstéin "Iván el Terrible".

Lo proyectaremos con un ponencia propia, el día 19 de Septiembre a las 19,30 hs.

Extracto de la introducción:

"...No hay nada en el aire. Todo es abordado y calculado al milímetro. Pensado tras el salto al cine sonoro, su forma estética sigue influenciada por el cine mudo y el teatro kabuki japonés. Los actores, conscientemente, sobreactúan: Pero esos gestos, miradas, planos, sombras…dialogan para entender cada una de las escenas.

Si a todo ello unimos unos diálogos muy elaborados, se logra identificar cada pasión, con el énfasis que se pone en cada toma. No hay nada sin compenetrar. Cómo se cuenta a lo que se quiere hacer comprender. Es una delicia de urdimbre grandiosa, como corresponde a una epopeya, épica, sublime".

 

Ponencia:

 Iván " El terrible" en ruso “Иван Грозный

Año 1944

Duración: 100 min.

País:  Unión Soviética (URSS)

Dirección: Serguei M. Eisenstéin

Guión: Sergei M. Eisenstein

Música: Sergei Prokofiev

Fotografía: Eduard Tissé, Andrei Moskvin

Reparto:  Nikolai Cherkasov, Serafima Birman, Ludmila Tselikovskaya, Mijaíl Nazvanov, Pavel Kadochnikov, Mijaíl Zharov, Mijaíl Kuznetsov, Vsevolod Pudovkin

Productora: Mosfilm

 

Sinopsis

En el prólogo, la madre y regente de Iván, la princesa Elena Glínskaya y su pareja son asesinados por la nobleza, los boyardos. Iván sube al trono en 1547. Iván pronuncia un discurso proclamando su intención de proteger a Rusia contra los enemigos dentro y fuera de sus fronteras. Poco después, Iván se casa con Anastasia Romanóvna Zajárina. En contra de los deseos de sus apoyos, su maestre de campo Andréi Kurbsi y el jefe de la familia Kolychov, Fiódor (posteriormente cuando toma el hábito de monje en 1566 con el nombre de Filip).

Pasajes de la fiesta de bodas, interrumpida por la embajada del Jan de Kazán, con el regalo de un cuchillo para que se suicide. Iván inmediatamente declara la guerra al Jan y proclama ir a Kazán en 1552. 

La ciudad de Kazán cae en manos del ejército ruso. Durante su regreso a Moscú, Iván cae gravemente enfermo y su esposa cree que va a morir. Iván con la vista velada exige un juramentoe de lealtad a su hijo, el príncipe Dmitri. La tía de Iván, Evfrosinia Stáriskaya, en secreto insta a los boyardos a jurar lealtad a su hijo Vladímir en su lugar. A Iván le dan "la extrema unción" creyendo su muerte. Celebrándola la nobleza jura lealtad a Vladímir, el "zar boyardo". 

Kurbski oye que el zar Ivan está vivo por la princesa Anastasia y jura lealtad a Dmitri. Entonces Ivan ante todos se recupera. Anastasia cae enferma. Kurbski acude a defender la frontera occidental frente a los livonios y polacos y Alexéi Basmánov, un plebeyo, a defender la frontera sur con Crimea.

Las continuas derrotas en todos frentes, reabren las intrigas contra el zar. Evfrosinia cerca de Anastásia desliza una copa de vino envenenado. Kurbski se pasa a los livonios. Enferma Anastasia tiene una recaída e Iván destrozadoJusto cuando la pareja real recibe la noticia de que Kurbski se ha pasado a los livonios, Evfrosinia desliza la copa de vino en la habitación y escucha desde detrás de una pared. La noticia de que Kurbski es un traidor le da a la princesa una convulsión e Iván recoge el vino envenenado para su esposa.

Sobre el cadaver de Anastasia, Iván se cuestiona su capacidad para gobernar, y se pregunta si la muerte de su esposa es un castigo de Dios. En este punto, llega Alexéi Basmánov, le apoya animándole a que se rodeé de un ejército de hombres absolutamente leales, fuera de los boyardos ("hombres de hierro", los Opríchnikí) y a la cabeza su hijo Fiódor. Pero Iván, aun aceptando la idea, abdica y sale de Moscú. Pero Moscú no quiere a los boyardos y en procesión piden al zar que vuelva. De esta forma, por la voluntad del pueblo, tiene el apoyo de la mayoría de la población de Rusia.

Creación de la película

Película histórica dificil de entender para un público occidental. "En plena gran Guerra Patria, se rueda este filme, desarrollando los valores de la huella de los justos contra los injustos, de los que quieren hacer el mal (el fascismo) induciendo a través de una similitud histórica esta interrelación". Así remarcó Serguei la significación de su actitud frente a la noción del arte, que imprimió aquellos años de imborrable lucha contra la violencia antihumana de una minoría contra la mayoría de la población, que desarrolló las conciencias de los directores de cine a nivel mundial.

El guión es terminado cuando el Ejército Nazifascista se está acercando a Moscú. Eisenstein y muchos otros imprescindibles científicos, directores, es evacuado  a la capital de la República Socialista de Kazajstán, Alma Ata. De hecho, la película fue rodada enteramente en Kazajstán, en los estudios Kazajfilm.

La película se rueda en los estudios de Kazajfilm y los guionistas entienden que tenían que acercar lo más posible, las imágenes a la captación colectiva de un drama histórico. Por ello recurren en todo el metraje a los símbolos, caracterizando mediante cortes y gran trabajo de montaje, el desarrollo del pensamiento del zar.

La primera parte se rodó entre 1942 y 1944, y se estrenó el 30 de diciembre de 1944 en Moscú y el 16 de enero de 1945 en todo el país. Su éxito fue inmediato, las salas abarrotadas y al propio Iván se le nombraba como un Héroe del Pueblo.

La segunda parte se rodó en Moscú, dentro de los estudios de Mosfilm entre 1944 y 1946. Aquí es donde las escenas finales las rueda en color.

Una obra que influyó fuertemente en el cine

La cámara apenas se mueve (en la primera parte sólo hay seis movimientos en más de hora y media) y la acción fluye a través de un uso genial del montaje. Eisenstein vuelve a demostrar por qué se le considera uno de los mejores montadores de la historia del cine.

El filme está lleno de planos antológicos, destacando el uso de primeros y primerísimos planos, donde las miradas juegan un papel esencial. Uno de los más recordados es aquel en el que se combina un primer plano del perfil de Iván mirando hacia abajo con un fondo en el que se observa una hilera de personas en una paisaje nevado. Hay que destacar también el gusto de Eisenstein por lo más mínimos detalles, como se demuestra en la secuencia inicial de la coronación que comienza con planos de los símbolos del poder del zar: corona, cetro y globo.

Nos encontramos ante una obra grandiosa, que en términos de estilo visual y logros formales resulta insuperable. La sublime y milimétrica puesta en escena permite a Eisenstein mostrar su portentosa capacidad expresionista.  

Su modélico montaje, impresionante legado de Eisenstéin, es como una especie de revelación, para la cinematografía soviética. Seguirán su camino, otros directores soviéticos posteriores (Kózintsev, Bondarchúk, Klímov). Nos expresa hasta qué punto Sergei, pudo haber experimentado este lenguaje, sino hubiese fallecido, en posteriores películas .

La extraordinaria partitura

Serguéi Sergueiévich Prokófiev creó una excelente música. Prokófiev fue un gran compositor y pianista ruso considerado uno de los principales maestros de la música del siglo XX.

Iván el Terrible y la Conjura de los boyardos, es un modelo completamente nuevo de contar lo que las tramas van relatando en cada fotograma. 25 números componen esta extensa obra de Prokofiev, de una hora y cuarto de duración.

La compenetración entre los dos artistas fue creadoramente importante. Las cualidades melódicas, rítmicas, tímbricas de la música de Prokófiev resultaron ser un guante para las imágenes y el guión de Iván El Terrible. Partitura, hasta cierto punto ambiciosa, con muchos matices que se proponían, realzando tanto la lucha patriótica como la identificación política.

Prokófiev escribió una música exquisita, profundamente atractiva y dramática con episodios corales culturales y épicos. Largas secciones que se inspiran en la liturgia ortodoxa rusa, a veces grotesca para retratar a los enemigos, canciones populares, un tema triunfal en los metales relacionado con la ascensión del Zar, y uno patético, tocado por las cuerdas, que refleja sus dudas.

Nueve años después del fallecimiento de Sergei Prokófiev, en 1962, Abram Stasevich compuso una cantata basada en las dos películas, logrando un éxito espectacular, sobre todo en los escenarios soviéticos.

Más tarde, tras reordenar su propia adecuación, propuso al coreaógrafo Yuri Grigórovich que creara un ballet con esta nueva partitura, pero falleció antes de terminar el proyecto.

Yuri Grigórovich, siguió con la idea y apostó por continuarla con el compositor Mijaíl Chulaki, autor de apreciados ballets y director del Teatro Bolshoi. Mijaíl, modificó la partitura y añadió otras páginas orquestales de Prokofiev : L'ouverture russe (1936-37), tres movimientos de la Tercera sinfonía (1928) y un fragmento de Alexander Nevski (1938).

Así, se estrenó en el Teatro Bolshoi de Moscú el 20 de febrero de 1975, con Jurij Vladimírov, Natalia Bessmértnova y Borís Akímov como intérpretes principales. Fué un  éxito impresionante, que aún embelesa. Son pocas las repeticiones de este de todo el mundo.

Porqué nos fascina ver esta pincelada de auténtico cine

El rodaje de las dos partes tuvo lugar en medio de la segunda guerra mundial, con las apreturas económicas y de producción. Eisenstein no comprende un guión que no influya en los trabajadores que ven el filme. Como comunista, en su labor social desarrolla el teatro soviético (de hecho fue uno de los fundadores del Proletkult –teatro del pueblo-),y así, ésta influencia se acentúa en todas sus películas.

Nos relata de manera realista un mundo medieval atroz, irreal, parecido a lo que la URSS se encontró en su tiempo, atacada por todos los frentes, para su destrucción y olvido. Este binomio lucha de clases/Stalin, es magistralmente transformado en la película.

Cuando un actor tiene que trascender la épica alrededor de un personaje, lo puede realizar desde la tragedia o el drama. Cherkasov junto con los guionistas realizan un auténtico giro académico, al introducir la gesticulación de los ojos, mediante un ritmo que atrae sin contemplaciones la mirada del espectador. Consiguen plenamente el objetivo, acercar en un espacio tiempo contagioso, los sucesos del momento con los del siglo XVI.

Increíble. Dimana una de sus premisas esenciales: El doble rechazo de la narración y de la representación. En su lugar construye el texto como montaje de huellas fotográficas.

Es donde el montaje se libera del relato. Como Eisenstéin argumenta: “Una idea que surge de la colisión de dos piezas, independientes la una de la otra”. Encuentra en el documental histórico, la clave realista de la aproximación al pueblo: Inculcar al pueblo soviético, amenazado por los nazis, la fuerza, la confianza en su propio quehacer junto con su estado, gobierno y líderes en el combate que está teniendo lugar. Por ello, Eisenstein inicia el guión en 1940 y al año siguiente ya tiene el boceto inicial, (con tres ideas básicas Iván Grosny (el Terrible), La conjura de los boyardos y Las luchas de Iván). Lo va a ir reelaborando en los dos años siguientes, investigando históricamente con los guionistas, adecuando frases y acciones, de la parte histórica a la transformación profunda que está teniendo lugar, en el sentimiento de sobrevivencia de la Unión Soviética.

No hay nada en el aire. Todo es abordado y calculado al milímetro. Pensado tras el salto al cine sonoro, su forma estética sigue influenciada por el cine mudo y el teatro kabuki japonés (sobre todo en la segunda parte). Los actores, conscientemente, sobreactúan: Pero esos gestos, miradas, planos, sombras…dialogan para entender cada una de las escenas.

Si a todo ello unimos unos diálogos muy elaborados, se logra identificar cada pasión, con el énfasis que se pone en cada toma. No hay nada sin compenetrar. Cómo se cuenta, es igual, a lo que se quiere hacer comprender. Es una delicia de urdimbre grandiosa, como corresponde a una epopeya, épica, sublime.

Premios.

Premio Stalin 1º Grado. A Sergei Eisenstein, Eduard Tissé, Andréi Moskvin, Sergéi Prokófiev, Serafima Birman, Nikolai Cherkasov

Premio a la mejor fotografía, en el Festival de Locarno. En 1946.

 

 

 


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