14 de septiembre de 2021

El día 18 de Septiembre proyección de la película soviética (Дон Кихот) . La mejor aproximación que de la obra se ha realizado, al pensamiento de Cervantes.

Dentro del Ciclo de cine "Obras Maestras del Cine Soviético", proyectaremos en el Ateneo de Madrid, calle del Prado nº 21, este sábado a las 19 hs. en la Sala de la Estafeta, "Don Kijot".

Creemos que es una extraordinaria ocasión de disfrutar de esta excelente película de Grígori Kozíntsev. Desvelaremos las pautas técnicas y artísticas que llevó a cabo, y en un debate posterior responderemos a las preguntas de los espectadores.

Os esperamos. 

 

Y tras su proyección, os ponemos la ponencia que se dió.

Don Quijote, (Дон Кихот) La mejor aproximación que de la obra, se ha realizado al pensamiento de Cervantes.

Productora Lenfilm

94 minuto. Año 1957.

Dirección

Grígori Kózintsev. Nacido en Kiev, el 22 de Marzo de 1905. Y fallecido en Leningrado, el 11 de Mayo de 1973.

Guion

Yevgueni Shvarts

Basada en la obra

Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes

Música

Gara Garayev

Fotografía

  • Andréi Moskvin
  • Apollinari Dudko

Protagonistas

  • Nikolai Cherkasov
  • Yuri Tolubeyev
  • Serafíma Birman 
  • Bruno Freindlich
  • Georgi Vitsin
  • Vladímir Maxímov

Sin lugar a dudas, el personaje de Cervantes ha sido la figura literaria extranjera que más ha influido en la literatura soviética (ya en época tan temprana como 1922 el comisario de cultura Anatoli Lunacharski publicó una obra teatral llamada Osbozhdionniy Don Kijot “Don Quijote libertado”, que se llevó al cine con dibujos animados también en 1987, en una adaptación de Vadím Kurchévski).

La película “Don Kijot”, en la cultura soviética y rusa actual, se ha convertido en uno de los paradigmas del cine realizado en la URSS, que transcendió tanto en el cine mundial. Condensa como ninguna, las forma de realización integral del 7º Arte. 

Tras la Revolución Socialista, muchos directores de teatro, libres de los corses impuestos por la burguesía, buscaron nuevos estilos de expresión en las artes. Desde sus composiciones teatrales, algunos de ellos las evolucionaron al lenguaje fílmico, con una calidad y autenticidad, pocas veces reconocidas.

Kózintsev, en la versión soviética de la novela cervantina, trata el mundo de la locura por los libros de caballería de Alonso Quijano, de un modo singular: defendiendo obstinadamente sus ideales de búsquedas de injusticias por desfacer.

Y he aquí donde se entronca con la visión humanista de Miguel de Cervantes. Don Kijot comprende que quien está loco es el mundo, a través de los personajes que va encontrando (los presos, los curas, las criadas, la familia..)

Y también de una forma cervantina, tan irónica, marca la simplicidad de Sancho Panza que choca con la necedad de los poderosos aristócratas. Porque de acuerdo con las páginas del libro, se señala ese proceso de degradación de los ricos, hartos de la vida, corrompidos por los placeres desenfrenados, y tanto Alonso como Sancho son un mero divertimento más.

Por el contrario sus familiares y vecinos, viven en un embudo de recreaciones establecidas, aunque son personas cuerdas,  niegan sus propios sueños, los ideales que puedan alcanzarles a proyectar. Consideran que Alonso Quijano está muy enfermo, y solamente al final de su existencia observan  la bondad de su corazón. Mas siguen sin entender que luchar por un mundo más humano es vivir, y todas sus palabras son tomadas como como una tinaja rota, de la que hay que desprenderse.

La impresionante realización de Kózintsev 

 Режиссёр Григорий Козинцев.gif

Grígori, desarrolló una intensa carrera teatral de la mano de eminentes artistas y profesores (Leonid Trauberg, Vsevólod Meyerhold, Vladímir Mayakovski, Serguéi Yúktkevich, etc...), poniendo en escena obras clásicas y de experimentación en aquellos  años. 

Ya en fecha tan lejana como 1926 llevó a las tablas adaptaciones de Shakespehare (Hamlet), Gogol (El capote) y Cervantes (Don Quijote) y a la vez realizó películas tan audaces como “La nueva Babilonia” sobre la Comuna de París, la trilogía sobre la vida de Máximo Gorki (“La juventud de Maxim, el regreso de Maxim, El barrio Výborgskaya”). Realizando posteriormente diversas películas, alternando filmes de todo tipo, con adaptaciones de obras clásicas.

Pero al contrario que las adaptaciones occidentales, en los tiempos soviéticos la mayoría de los directores de cine, con una profunda confianza en el ser humano. Y así se demostraba en todas las composiciones artísticas. 

Los trabajadores estaban cambiando el mundo recibido, y se realizaba también en las obras cinematográficas. Era una una continua batalla de búsqueda por hacerlas más accesibles a la mayoría de la población. Por entender y hacer más comprensibles los mensajes de los autores que las concibieron. Así es como plasman los filmes, esbrozando entre las letras y poesías, el contenido del pensamiento de los autores. En definitiva, fue como una resurrección de las obras de los clásicos recibidas.

Este impulso del pensamiento emitido por los más eminentes escritores, los acerca, y tienen por objeto el desarrollo de una cultura popular muy avanzada, que impregnó a generaciones de soviéticos de un cariño por la cultura. 

De este análisis pormenorizado de los contenidos de las obras, van hayando su sentido rigurosamente comprometido con las sociedades en las que habitaron, los autores y personajes. Por ello a la luz de todas las experiencias recibidas, impregnaron a cada película de un materialismo dialéctico altamente creativo.

Cuanto más pasan las décadas, más se valora esta obra maestra del cine mundial, y sigue pensándose, que es la película que refleja más íntimamente el mensaje de Cervantes. Pues tanto el elenco actoral como el esfuerzo escénico de condensar en imágenes el espíritu de la obra, es un logro que se analiza en las diferentes escuelas de cinematografía.

La Mancha ucraniana de Kózintsev, fue diseccionada por el propio director, para acercarla lo más posible a la evocación no ya de Don Kijot, sino de Cervantes. En una geografía que sigue las pautas de la novela. Y es aún más precisa esa Mancha, que desarrolla lo más posible las constumbres, decorados y ambiente, fielmente recreado por el escultor español, exiliado republicano, Alberto Sánchez Pérez. 

Alberto escultor y decorador, fue el director artístico de la película. Conocía muy bien esta tierra manchega, pues se crió en Toledo, y tuvo muchos de los oficios que aparecen en la pantalla (porquerizo, mozo de cuadra, aprendiz de herrero, zapatero, escayolista, panadero, etc.).

¿Qué hace singularmente diferente esta película de las demás?

Kozíntsev se inspira en las pinturas sobrias, vitales y estilizadas del Greco y Cervantes, en sus retratos y escenas cotidianas. Para ello, el color va íntimamente ligado a una fotografía de gran belleza, de gran audacia técnica (escena de los molinos) y variadamente concisa. Esos rasgos austeros de las caras, las sombras y la claridad majestuosa del paisaje, son también una seña de identidad. De hecho fue la primera película rodada en color en la URSS, con un sistema tecnológicamente muy avanzado como el Sovcolor.

Así va analizando irónicamente como haría Cervantes, a los personajes. Y de una forma diferente a las demás versiones cinematográficas. Un ejemplo, son las ideas que se van germinando en la cabeza de Aldonza Lorenzo, transformada en la mente de Don Quijote en Dulcinea. Pero también en el filme, Aldonza quiere parecerse a Don Quijote.

Recoge las experiencias que han aproximado a su forma de entender la obra cervantina, tanto de Alberto Sánchez, su asesor artístico, como del actor principal Nikolai Cherkasov, quien tres veces la había representado en teatro.(2)

En la mente de todos los espectadores que nos hemos deleitado con esta obra de arte, ha quedado en los planos finales varias sentencias conmovedoras sobre la vida, y más cuando don Quijote y Sancho siguen cabalgando, uniendo el sueño con la realidad. 

En la obra de Cervantes, la muerte de Don Kijot, no es el final de su vida. Está impresionantemente mostrada, cuando reconoce ser Alonso Quijano y no don Quijote, y le confiesa a su escudero que vivirán por siempre, luchando, y que la justicia se impondrá a la podedumbre mental.

Muchos pasajes de la película, son veladamente tocados de pasada, pues el pensamiento de Grígori era bien claro, que su arquetipo iba más allá de la novela, como señaló en este párrafo:

A la tontería y a la vulgaridad de las millonarias escenificaciones bíblicas, oponer la más simple y la más sabia parábola de un hombre que quiso llevar al mundo la bondad y la verdad. La historia donde habría una tierra quemada por el sol, la simpleza de la ropa de lino casero, el ajetreo de los comerciantes y el hierro de los soldados. Y un hombre simple, diáfano y bueno. La humanidad no ha inventado nada mejor que esta leyenda. Lo hubiera podido escribir Shwartz. Es una pena que haya logrado hacer tan poco en Don Quijote. En la pantalla no ha salido ni una milésima parte de lo que había soñado. (1)

 

Recibió numerosos premios nacionales e internacionales. Se vería en el Festival de Cannes en 1957. Se estrenaría en los EEUU en 1961. Y se vería en España en 1966, siendo la primera película soviética vista desde los tiempos de la República.

 

Alberto Sánchez Pérez

Alberto Sánchez Pérez nació en Toledo en 1895, en el barrio de las Covachuelas. Hijo de un panadero, con siete años comenzó a trabajar como porquerizo y luego en varios oficios, repartidor de pan, aprendiz de herrero, zapatero, y escayolista. A partir de los 20 años fue panadero de oficio y artista. En 1907 se trasladó con su familia a Madrid donde aprendió a leer y escribir ya con 15 años de edad gracias a un amigo que trabajaba como dependiente en una farmacia. En Madrid entró en las Juventudes Socialistas donde conoció a Francisco Mateos, pintor y caricaturista. También se involucró en el Círculo Socialista del Sur, que tenía su sede en el Barrio de Lavapies, donde vivían ambos. Junto con Mateo, diseñó una Casa del Pueblo, que no llegaría a construirse. Entre 1917 y 1919 cumplió el servicio militar en el Norte de África. Cinco años después de su servicio militar ya participaba en exposiciones surrealistas en Madrid. En 1927 creó, junto con Benjamín Palencia, la llamada Escuela de Vallecas, «con el deliberado propósito de poner en pie el nuevo arte nacional que compitiera con el de París», según sus propias palabras.

Fue visitante asiduo de los museos de Madrid, iba especialmente al Museo del Prado y del Museo Arqueológico Nacional, donde descubrió el arte, especialmente del pueblo ibérico. También solía participar en las tertulias del café de artistas en los bajos del Hotel Nacional en la calle Atocha. Amigo de Federico García Lorca, realizó algunos decorados para la formación de teatro itinerantes La Barraca.

Al estallar la sublevación militar, Alberto se alistó en el frente de Guadarrama, hasta que, al trasladarse el gobierno republicano a Valencia, se desplazó allí, donde entre otros encargos hizo las escenografías teatrales de El cerco de Numancia de Miguel de Cervantes y Las germanies de Valencia de José Bergamín y Manuel Altolaguirre.

En 1938 las bombas destruyeron completamente su estudio del barrio de Lavapiés y todas las obras que en él se encontraban. Ese año, el Gobierno republicano le envió a Moscú como profesor de dibujo de los niños que la república salvo de la guerra exiliados. Una de sus realizaciones más importantes en el exilio fue la colaboración con el director ruso Grígori Kózintsev en los decorados de la película Don Quijote (1957), una recreación de los pueblos de La Mancha en Crimea, Ucrania. En Rusia trabajó además en la reconstrucción de algunas de sus esculturas destruidas. En una exposición celebrada en la Unión Soviética en 1959 Ilyá Ehrenburg comentó de Alberto: “Lo que más impresiona aquí es que tras veinte años de forzoso exilio, Alberto sigue siendo español y artista por los cuatro costados. Tercamente español y tercamente artista.”

Falleció en Moscú en el año 1962. Sus restos permanecen en el cementerio Vvedénskoye de la capital rusa.

Notas:

1.- KOZINTSEV, Grigori, Selección de obras, vol. 4, 250, citado por PIGARIOVA, Tatiana, “El Quijote versus 1957, dentro de la selección Memoria rusa de España. Alberto y El Quijote de Kozintsev. Sociedad Española de conmemoraciones, Madrid, 2005, pp. 75-84.

2.- Cherkasov interpretó a don Quijote en 1919 en la ópera de Masenet sustituyendo a Chaliapin en la escena de los molinos, y en el don Quijote según coreografía de Petipá y Minkus, en 1926 en el Teatro de los Espectadores Jóvenes (Leningrado), también en un don Quijote dramatizado por Alexandra Brustein y en Teatro Pushkih (Moscú, 1940) la versión teatral de Bulgakov. CHERKASOV, Nikolai, Notes of a Soviet Actor. Foreign Languages Publishing House, Moscú, s. a., p. 134.

 


1 comentario:

Zavalita dijo...

Ha sido un verdadero placer poder disfrutar de la proyección de ésta obra maestra del cine soviético. Acompañado de la extraordinaria ponencia que nos ha brindado el camarada Richi.