27 de agosto de 2016

Liberación, punto de viraje histórico para Corea

Por Embajada de la República Popular Democrática de Corea en el Reino de España.

El 15 de agosto es día de la liberación de Corea.
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Este día de 1945 de hace 71 años fue para el pueblo coreano el punto de evento histórico.

Con la liberación del país, el pueblo coreano se liberó de la esclavitud colonial del imperialismo japonés, llegando a ser fidedigno dueño de su destino, el Estado y la sociedad, que llevara una vida independiente y digna.

En el tiempo que va de 1905 a 1945, el imperialismo japonés sometió a Corea a la dominación represiva medieval para exterminar no solo a aquel país sino a los coreanos mismos. Les impuso a estos que no usaran ni su idioma ni su abecedario y que cambiaran hasta sus apellidos y nombres por los japoneses. Destruyó y despojó a diestra y siniestra las riquezas espirituales y culturales de la nación coreana preparadas durante cinco milenios. Se llevó secuestrados y arrestados a más de 8.400.000 coreanos a los campos de combate y lugares de trabajos duros y a 200 mil coreanas como “consoladoras” de los militares japoneses, como esclavas sexuales. Mató a más de un millón de coreanos.

Para el pueblo coreano que así se encontraba ante un dilema: sobrevivir o sucumbir, la liberación no solo significó el renacimiento nacional, sino que constituyó un suceso histórico en virtud de lo que pasó del esclavo al dueño.

Kim Il Sung (1912-1994), Presidente de la República Popular Democrática de Corea, que conduciendo hacia la victoria la Lucha Armada Antijaponesa de 15 años, había realizado la histórica causa de la liberación del país, a raíz de la liberación, primero fundó, el 10 de octubre de 1945, el Partido del Trabajo de Corea, organizador y orientador de toda la victoria del pueblo coreano. Bajo la dirección de esta organización política, en Norcorea en un corto espacio de tiempo se estableció un poder popular y se realizaron con éxito la reforma agraria, la nacionalización de las industrias importantes, la concesión a las mujeres de los mismos derechos que los hombres y otras reformas democráticas, merced a lo cual el pueblo se hizo dueño del Poder, los obreros propietarios de la fábrica y los campesinos de la tierra, y las mujeres se liberaron de los grilletes feudales de miles de años.

A base de esto, por fin se fundó el 9 de septiembre de 1948, la RPD de Corea, primer Estado popular y democrático en el Oriente, y Corea que anteriormente no tenía su color en el mapa del mundo, llegó a aparecer en la palestra internacional como un digno Estado soberano e independiente. La República practicó políticas populares, posibilitando que el pueblo coreano, como verdadero dueño del Estado y la sociedad, llevara a sus anchas una vida independiente y creadora. Corea se convirtió en una gran y armoniosa familia socialista, cuyos miembros unidos en un solo cuerpo, se ayudaran y orientaran unos a otros.

En Corea se instituyó un régimen socialista peculiar, centrado en las masas populares, un Estado socialista invencible, que no sería destruido nunca, y que
desde su debut fue orientado por su propia idea rectora, o sea por la Juche (idea de que el dueño del destino de uno es uno mismo y la fuerza que lo forja la tiene también uno mismo) y la Songun (la de priorizar los asuntos militares), las planteadas por Kim Il Sung y enriquecidas y desarrolladas por Kim Jong Il,  Presidente del Comité de Defensa Nacional de la RPD de Corea, y las teorías y
los principios de dirección aclarados por las mismas.

Corea, según el postulado de la idea Juche y la Songun, manteniendo constante e invariablemente la línea de ser autóctona en la ideología, independiente en la política, autosostén en la economía y autodefensivo en la salvaguardia nacional, antepuso firmemente la milicia a las demás materias.


Como resultado, el PTC se ha hecho el cuidador y orientador del destino de las
masas populares, el Poder estatal es el responsable de la vida poblacional y el servidor del pueblo, y el Ejército Popular defensor de la libertad y la felicidad del pueblo. La RPD de Corea se ha convertido en un Estado socialista, soberano, independiente y autodefensivo, que nadie se atreviera a tocar.


Retrospectivamente, después de la Segunda Guerra Mundial el socialismo se propagó por todo el mundo, pero no pudo menos de pasar serios contratiempos y vicisitudes. Los imperialistas intensificaron sin cesar la ofensiva antisocialista y en varios países socialistas apareció el oportunismo e incluso se produjo la tragedia en la que por fin el socialismo se desplomaba en
serie. Pero Corea mantuvo invariablemente enhiesta la bandera del socialismo.


La RPD de Corea, que no da ni un paso hacia atrás en el optado camino socialista, que casi 70 años mantiene firmemente su ideología, régimen y causa, es, de veras, objeto de admiración de la sociedad internacional. Lo mismo que esta historia de varios decenios, la actualidad de Corea que registra nuevos saltos e innovaciones en la construcción de un Estado socialista, poderoso y próspero, hace rememorar otra vez el histórico sentido de la liberación de Corea que imprimió un viraje a la forja del destino del pueblo y el enriquecimiento y la prosperidad del país.


Baluarte de la independencia

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Con miras a preservar la soberanía nacional y la paz, es indispensable, ante todo, tener fuerza para ello, lo cual nos enseñan seriamente los sucesos internacionales acaecidos en los últimos años. Varias naciones, incapaces de enfrentarse a las intervenciones y agresiones de los imperialistas, se vieron atentadas su soberanía y dignidad, terminando por derramar sangre y arruinar.
Pero, hay un país para el que la política de coacción de los imperialistas no tiene validez. Es la República Popular Democrática de Corea, país oriental no grande.
 

En diciembre de 2012 este país lanzó un satélite artificial de la Tierra con fines
pacíficos. Estados Unidos y 3 de sus seguidores, cuestionándolo injustamente, incluso lograron que el Consejo de Seguridad de la ONU tomara la “resolución sobre las sanciones”, para aislar a escala internacional al mencionado país antimperialista e independiente, asfixiarlo y estrangularlo.


Con malas intenciones pusieron en tela de juicio el derecho a la explotación cósmica con fines pacíficos concedido a cualquier país, a lo que respondió Corea con la tercera prueba nuclear subterránea. Se trataba de algo demasiado natural para defender no solo su soberanía sino también para la
justicia internacional.


El imperio y sus seguidores fabricaron la “resolución sobre las sanciones” de mayor dureza. Luego, movilizando gran cantidad de fuerzas armadas, entre otras un portaaviones nuclear cargado de más de 100 proyectiles nucleares, un bombardero estratégico “B-52H” y otros medios de golpe nuclear terrestres, navales y aéreos y las huestes de varios países seguidores, realizaron ejercicios conjuntos “Key Resolve” y “Foal Eagle” de envergadura sin precedentes, encaminados a suprimir a Corea, lo cual llevó a la Península Coreana que varios decenios era el mayor punto candente del mundo al umbral
de la guerra.


Frente a esto, Kim Jong Un, Dirigente de la RPD de Corea, dictó orden de que los militares y civiles coreanos estarán listos para el combate de a muerte. Luego, realizó sucesivas visitas de inspección a las unidades militares, durante las cuales quiso que si los enemigos arrojaran aunque fuera una chispa en las aguas o las tierras jurisdiccionales del país les propinaran demoledores golpes y arrasaran sus posiciones de manera que no se atrevieran a pretenderlo otra vez. 


En relación con que el bombardero estratégico “B-2A” Stealth procedente de la base aérea en el territorio estadounidense, y otros medios de golpe estratégicos se ciernen otra vez sobre el espacio aéreo de Corea del Sur para perpetrar provocaciones, al ejército de cohetes estratégicos del Ejército Popular de Corea, se dio orden de entrar en estado de espera para golpear en cualquier momento el territorio de Estados Unidos y sus bases militares en Hawai, Guam y otro sector de operaciones del Pacífico y en Corea del Sur.

El Gobierno, los partidos políticos y otras organizaciones sociales de la RPD de Corea publicaron una declaración especial, en la que afirmaron con resolución que responderían al chantaje nuclear de Estados Unidos con la implacable ofensiva nuclear y a su guerra agresiva con la justa guerra total.


La resistencia de a muerte del ejército y pueblo coreanos alzados en defensa de la soberanía desanimó a Estados Unidos y sus seguidores. Lo que llama especial atención es que el imperio que hasta la fecha amenazaba a otros países con atacarles con armas nucleares, se ha visto obligado a ulular de la “defensa de su territorio” del ataque con armas nucleares de otro país, hecho increíble. Dicho en otra palabra, ya pasó eternamente la época cuando Estados Unidos intimidaba con armas nucleares a Corea.


Ahora los militares y civiles coreanos están plenamente dispuestos a defender en todo momento su dignidad e independencia, y castigar sin piedad a Estados Unidos, que actúa a su capricho ejerciendo la coacción y la arbitrariedad, y sus seguidores. Corea tiene, además de esa voluntad, también bastante capacidad de hacerlo. Enfrenta a las armas nucleares de Estados Unidos sus propios medios de golpe nuclear de precisión.
 

Workers World comentó que la crisis de la que la administración estadounidense adolecía, era que Corea contaba con bastante potencialidad de revancha para invalidar el chantaje nuclear de Estados Unidos, y que para Corea ninguna intimidación tendría efecto y redundaría en algo contrario.

Y Chicago Tribune comentó: “En la actualidad Corea del Norte tiene una existencia demasiado fuerte para despreciar.”

 
La tenencia de la poderosa capacidad de disuasión de la guerra de Corea es una gran contribución y mérito, tanto para la paz y la seguridad en la Península
Coreana y el resto del noreste de Asia, como para la paz en el resto del mundo.


Además, en la actualidad Corea, está enfrentada resueltamente a las fuerzas aliadas imperialistas, salvaguardando con éxito su soberanía y dignidad, les inculca gran confianza y valor a muchos países del mundo aspirantes a la independencia, estimula e impulsa con fuerza la causa de la independización del mundo en general.

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