6 de julio de 2022

La Crisis de la Otan

Por Nestor Guadaño

Imagen del 'logo' de la OTAN para la Cumbre de Madrid de junio de 2022

Conferencia impartida en el Ateneo de Madrid.

Nos acordamos en estos días de otra fecha luctuosa, como fue la fundación del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (25 de mayo). La institución judicial creada por el imperialismo, cuyo objetivo declarado era poner en claro que había de justicia en aquel conflicto, pero en realidad su cometido fue un Tribunal contra los pueblos. Fue un reflejo de la hipocresía de esta sociedad  en la que vivimos. Donde los ricos mediante su sistema opresivo aspiran para establecer en el mundo su voluntad. Los gobiernos controlados por esa mafia de la clase oligárquica son los responsables de aquella matanza, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), al margen de cualquier tipo de justicia internacional, saltándose cualquier votación de la ONU (1).

Se ha hablado mucho de la condena selectiva a la población serbia. Todos al unísono (OSCE, UE, y los países de occidente) bajo la égida imperial condenaron a este país y sus dirigentes. Todos los medios de comunicación satanizaron a las víctimas de los bombardeos de la OTAN, por no plegarse a las exigencias occidentales.

Pero siguieron las matanzas. Países enteros fueron destrozados en inumerables intervenciones tras la caída de la Unión Soviética. Y por último la desaparición de un país: la República Socialista Árabe Libia, Al Jamairía. Hoy lo que antes llamábamos Libia ha dejado de existir, repartido entre las multinacionales petroleras con ejércitos mercenarios, facciones islámicas, que tienen la intención de crear tres estados.

Mas, tanto Rusia como China, comprobaron que la ONU, había abandonado su papel de garante de la seguridad contra los incendiarios bélicos, viendo como por mayorías impuestas a los dictados de la OTAN, corroboraban sus acciones. Y reaccionó Rusia, a petición del gobierno sirio, que no quiso que fuese otra nación borrada como Libia. Tras soberanas palizas a los “cortacabezas” islámicos, y los mercenarios estadounidenses y europeos, los pueblos comprendieron que tenían que ser ellos quienes se defendieran del neocolonialismo de las multinacionales manejadas por los EEUU y la UE.

Tras el intento de expansión de la OTAN en el año 2014 hacia el este, queriendo sobornar al gobierno de Ucrania, tras el rechazo a esta imposición imperial. Las fuerzas reaccionarias ucranianas con el apoyo de los gobiernos occidentales realizaron un golpe de estado "Maydan" transmitido por los medios imperialistas, saltándose todos los principios “democráticos” de las “Naciones desunidas”, apoyando a las fuerzas nazis ucranianas contra el presidente electo Yanukovich, con la promesa de ingreso en la OTAN a las autoridades fascistas.  

¿De qué forma se ha impuesto el fascismo en Ucrania?

Desde el año 1992, la oligarquía capitalista instalada tras la desaparición de la URSS, compuesta ideológicamente por un engendro de concepciones nacionalistas y antisoviéticas, mutilan de forma histriónica su identidad eslava, separándola de la historia de las naciones hermanas colindantes. Así, son difundidas esas gruesas mentiras entre la población. Pero llegan a las escuelas, universidades y museos esos mitos nacionalistas, como en su momento hicieron los hitlerianos.

La espoleta preparada por la OTAN llamada “revolución naranja”, con pleno apoyo del Departamento de Exteriores de los EEUU tiene lugar el dos de Mayo del 2014 en Odesa con sus crímenes, sin culpables. Se suceden por toda Ucrania las desapariciones de cualquier tipo de oposición, desde Kiev hasta principalmente Járkov, segunda ciudad más grande.

Tras el golpe de estado del Maydán, el gobierno fascista, controlando la Rada (parlamento ucraniano), se quita la máscara “democrática”. Se emiten una serie de decretos prohibiendo toda la oposición, asociaciones, ONGs, imponiendose el terror.  La caza de los rusoparlantes se agudiza, y las poblaciones ucranianas de Crimea y del Donbass, donde su lengua vehicular es el ruso, rompen con el gobierno fascista

Una guerra apoyada por la OTAN se extiende sobre Donetsk y Lugansk. Masacrando a la población civil. Muchos países en la ONU, piden detener esa invasión fascista, Rusia y China se quedan solas en las votaciones. Y los asesinados van multiplicándose.

Mas, la solidaridad de cientos de asociaciones rusas y de otros países del mundo, en apoyo de la lucha por la vida de los habitantes de habla rusa de esos territorios. Así es como actuaron diversas asociaciones en el Reino de España, especialmente la ucraniana “Blagoe Delo” y nuestra AAHS.

En los medios controlados por la OTAN, se silencia esta guerra.

Atrás quedaron:

“El derecho de autodeterminación de los pueblos” argüido en la intervención de Kosovo, pero negado a los territorios de Donesk y Lugansk.

Se ataca el principio “de la soberanía democrática de la población” cuando esta es propugnada por el referéndum que se realiza en Crimea, con un 90 % de apoyo por separarse de Ucrania, y unirse a Rusia.

Sepultan las enseñanzas del Tribunal de Nuremberg, “Contra la exaltación del Nazifascismo”, cuando se van creando estatuas, historias escolares, calles y apología del fascismo ucraniano nazi de Bandera y sus asesinos.

Se intentó por diferentes formas parar esos asesinatos. En la ciudad bielorrusa de Minsk se reúnen las autoproclamadas repúblicas rebeldes con el gobierno fascista de Kiev, la mediación de Rusia y la supervisión de los acuerdos de Alemania y Gran Bretaña. Pues parar esos combates, era una responsabilidad internacional ante el veto de los EEUU e Israel en la ONU. Pero tras más de 13.000 muertos, se llegan a unos acuerdos de coexistencia. Mas la OTAN alienta al régimen nazi, a terminar su “reconquista” con nuevas ofensivas y nuevos bombardeos sobre la población civil.

La crisis del imperialismo

Hoy, tras la intervención rusa en defensa de la República Populares Ucranianas, para detener la eliminación física de esas poblaciones por los nazis, la OTAN se enfrenta a un callejón sin salida.

Enfrentarse con pueblos pequeños y destruirlos es asumible. Hacerlo contra Rusia, apoyada por China, como sucedió en Siria, es otro cantar. Por muchas declaraciones y apoyos institucionales y parlamentarios de los países de la UE, y otros sometidos al imperialismo yanqui, está emergiendo la voluntad de los pueblos por defender su cultura.

El ejemplo de Bielorrusia es muy significativo. Intentaron un golpe de estado nacionalista contra el gobierno electo, fracasó. Y para defender su territorio de las ambiciones ucranianas fascistas instaladas en Kiev y los soterrados mensajes de Polonia de recobrar sus fronteras antes de la Gran Guerra Patria, divulgadas como hechos realizados por Rusia, ignorando a su población bielorrusa son profundamente nacionalistas.

Y es lógico, que los pueblos eslavos como Rusia y Bielorrusia pacten defenderse de la OTAN. Las declaraciones últimas de los gobiernos sueco y finlandés para su integración en la alianza belicista, confirma las aspiraciones imperiales de las multinacionales estadounidenses armamentísticas.

Como prueba de esa sumisión del Reino de España, tras la aprobación de un incremento muy significativo de gastos militares, tiene lugar la cumbre en Madrid de los países integrantes de la OTAN  el 26 de Junio.

Al mismo tiempo, me surge la pregunta: ¿ha habido precedentes similares al contexto actual en Ucrania en el pasado, y cuáles fueron las consecuencias? 

En 2003, una coalición de estados liderada por Estados Unidos y Gran Bretaña llevó a cabo una invasión militar de Irak. La mayoría de estados mundiales, organizaciones internacionales y líderes mundiales independientes, como el jefe de la ONU Kofi Annan, han afirmado abiertamente que la agresión contra Bagdad es contraria al derecho internacional. Sin embargo, los miembros de la coalición no sufrieron graves consecuencias. Paralelamente, países como Kuwait o Italia, que dieron sus territorios como punto de partida para la agresión, quedaron en gran medida privados de cualquier condena internacional (2).

En este sentido, cualquier afirmación sobre Bielorrusia como agresor y los intentos de hacer que Minsk sea responsable de la responsabilidad internacional, es una clara manifestación de una política de doble moral y enfoques selectivos en la destrucción de la justicia internacional. La expansión de la OTAN, la insistencia en que Ucrania se incorporase a la OTAN y la negativa a proporcionar garantías de seguridad a Rusia, por la negativa a aplicar los Acuerdos de Minsk de 2015 de los que Alemania y Francia eran garantes. (3)

Biden ha dicho que "habrá un nuevo orden mundial y que tenemos que liderarlo" porque "ahora es el momento en que todo está cambiando". El empujón ruso ha puesto punto final a este "orden imperialista mundial" surgido tras la desaparición de la URSS. Esto acaba de ser reconocido por EEUU. El "nuevo orden" que dice Biden es más de lo mismo del de antes, con el añadido de "orden basado en reglas conspirativas contra los pueblos". Su orden y sus reglas, están quedando obsoletas también.

En particular, un grupo de expertos del Mecanismo de Moscú de la OSCE "Sobre violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos en Ucrania" no han concluido en ninguna actuación, dando alas a los criminales para seguir cometiéndolos. Estas acciones son elementos integrantes de las “nuevas normas de la hipocresía internacional” amparadas por la ONU.

Además, actualmente el único mecanismo judicial internacional universal competente para hacer frente a estos “crímenes de guerra” más graves que preocupen a toda la comunidad internacional, es La Corte Penal Internacional. Ante ella todos los países “teóricamente” tienen su soberanía garantizada como Bielorrusia, Rusia, Ucrania, México, Estados Unidos, China, Turquía, etc.

Teóricamente, el Consejo de Seguridad de la ONU tiene la posibilidad de someter esta o aquella situación al tribunal para que la considere, pero cualquiera de sus países permanentes puede bloquear esta decisión utilizando su poder de veto.

Algunos expertos llaman la atención sobre la iniciativa del antiguo primer ministro del Reino Unido, SR. Brown, que pretende cerrar el vacío legal en las posibilidades de procesar a los altos cargos rusos. Por supuesto, cabe preguntarse por qué el sr. Brown no mostró una iniciativa similar en relación con su compatriota SR. Blair, que tomó la decisión de enviar a las tropas británicas a Irak en 2003. Ni de impedir las masacres en el Donbass en el año 2015.

Un grupo de trabajo jurídico internacional liderado por el antiguo primer ministro británico trabaja actualmente en la creación de un mecanismo judicial híbrido inspirado en los tribunales especiales para Líbano, Sierra Leona y Camboya. La peculiaridad de estos tribunales es que fueron establecidos por resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y su ley aplicable eran las normas del derecho penal nacional de sus respectivos estados.

No hay pues, perspectivas de intentar crear un tribunal de este tipo para Ucrania a través del Consejo de Seguridad de la ONU, pues tendrían que revisar todas las argumentaciones en la secesión de Kosovo. Asimismo, una simple lectura de la Carta de Naciones Unidas muestra que la Asamblea General de la ONU no tiene estos poderes.

El Tribunal Internacional para la antigua Yugoslavia también se creó sin que uno de los países implicados pudiera defenderse. Así estos experimentos conducirán a una unificación controlada por las grandes corporaciones armamentísticas del sistema de derecho internacional vigente.

“La historia la escriben los ganadores, más a pesar de sus intenciones, la ejecutan los pueblos”.

¡Basta de sanciones a Rusia!

Los que deben ser condenados son: la ONU, el Consejo de DD HH de Ginebra, La Corte Penal Internacional y las demás instancias responsables, que permitieron y alentaron las invasiones de Cuba, Vietnam, República Dominicana, Granada, Yugoslavia, Panamá, Afganistán, Irak, Libia, Siria y muchos otros países.

Tienen que ser condenados los gobiernos de EE UU por el bloqueo criminal contra Cuba.

Tienen que ser condenados los gobiernos de Israel que cometen el genocidio contra el pueblo palestino y agrede a Siria e Irán.

Tienen que ser condenados los gobiernos de Colombia que asesina a líderes sociales y ex guerrilleros.

Tienen que ser condenados los gobiernos de los Reinos de España y Marruecos que niegan el derecho de Autodeterminación del pueblo saharaui, e impiden su libre creación nacional.

Tienen que ser condenados los gobiernos nazifascistas instalados en Ucrania, por la guerra extendida en todo su territorio.

Tienen que ser condenados los gobiernos de Londres que ocupan ilegalmente las islas Malvinas Argentinas.

Estas resoluciones son bloqueadas por la OTAN, con imposiciones militares e imponiendo las medidas a los gobiernos del mundo, proclives a su dominación. Mas esta dictadura está haciendo aguas, pues las hambrunas que conlleva el incremento de gastos militares difícilmente pueden ser asumidas por los pueblos. El futuro no está escrito y son los pueblos quienes lo escribirán.

Quizás gracias a lo que estamos viviendo en estos meses de 2022, se empiece a comprender que la barbarie imperialista está tocando fondo y que nos tocará con suerte vivir la época de un gran cambio y también de un gran juicio internacional a los crímenes y la guerra de saqueo. El imperialismo capitalista lleva en su vientre la muerte, por eso no está separado jamás del nazismo, porque el nazismo no es más que su expresión desnuda, bestial.

NO VA HABER TÉRMINO MEDIO, EN LA CRISIS QUE SE ESTÁ EXTENDIENDO, FRUTO DE LAS IMPOSICIONES IMPERIALISTAS, O SE ES CÓMPLICE O SERÁS UN ASESINADO. (4)

Los que apoyamos a los principios republicanos en el Reino de España, bien conocemos esta disyuntiva. Nosotros y nuestros ancestros lo hemos experimentado.

Las palabras “democracia” y “libertad” que los gobiernos de occidente usan para acusar de dictadura a todos aquellos que no se someten al imperio, es un arma ideológica poderosa. Rompiendo toda legalidad internacional, agreden y justifican así el bloqueo, el robo y las intervenciones militares.

La “democracia” de las grandes potencias es ariete para la injerencia despiadada en contra de la humanidad entera. Además, esa “democracia” americana y europea no existe, no existen instituciones ni organismos que representen los anhelos ni las necesidades de sus propios ciudadanos. Tampoco existe soberanía y las decisiones de los gobiernos obedecen a la gran corporación financiero militar que es quien realmente tiene el poder; la injerencia y la violación de las leyes internacionales de convivencia y de soberanía son una constante.

Si queremos sobrevivir como especie es necesario romper con la servidumbre y recuperar la soberanía para avanzar hacia una sociedad socialista, que garantice la paz en el mundo, solo posible con la derrota del sistema de explotación capitalista-imperialista que en plena decadencia está siendo todavía más cruel e inhumano.

La única democracia posible es la democracia socialista, de allí que el imperio se esfuerce tanto a través de su guerra ideológica en usar la palabra democracia para destruirla y avasallarla.

Es hora de juzgarlos, con pruebas irrefutables de la continuidad del crimen contra la humanidad.

El camino está claro, empieza a abrirse un nuevo tiempo y es seguro que lo lograremos.

OTAN NO, BASES FUERA.

 

 

Notas.

1.- Hace exactamente 23 años, los países de la OTAN, sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, ordenaron a sus tropas bombardear la República Federativa de Yugoslavia como parte de una operación ofensiva nombrada Fuerza Aliada, bajo el pretexto de una supuesta intervención humanitaria para "prevenir el genocidio" de los albano-kosovares.

Los ataques aéreos se extendieron por 78 días, comenzando el 24 de marzo y finalizando el 10 de junio de 1999. Durante ese tiempo, se utilizaron más de mil aviones para arrojar más de 3 mil misiles de crucero y alrededor de 80 mil toneladas de bombas sobre el territorio del país balcánico (que en ese entonces consistía en Serbia y Montenegro). El número de fallecidos, la mayoría de ellos civiles, oscila entre 2 mil 500 y 3 mil 500 personas. 89 eran niños, lo que significa que, en promedio, la OTAN asesinó a un niño cada día mientras duraron los bombardeos. Unas 10 mil personas resultaron gravemente heridas. La mayoría de las víctimas fueron serbios.

Los bombardeos afectaron instalaciones tanto militares como civiles. Hospitales, puentes, refinerías de petróleo, centrales eléctricas, sedes de partidos políticos, vías férreas, escuelas y hasta la embajada de China en Belgrado fueron objetivos de las bombas.

En total, la intervención militar de la OTAN ocasionó la destrucción de 25 mil edificios residenciales, 450 kilómetros de carretera, casi 600 kilómetros de vías de ferrocarril, cerca de 40 puentes, 100 escuelas y guarderías, 30 hospitales y 14 aeródromos. Los daños materiales se cuantifican en unos 100 mil millones de dólares.

El cinismo de la OTAN es tal, que decidió celebrar una cumbre de emergencia en el aniversario del inicio de los bombardeos.

Hay que recordar que, siendo senador, Biden fue uno de los más activos partidarios del bombardeo en 1999, apoyando al secretario general de la OTAN en aquellas terribles matanzas, Javier Solana.

2.- Ciertamente no está dirigido contra la población ucraniana. Putin lo ha dicho una y otra vez. También se puede ver en los hechos. Rusia sigue suministrando gas a Ucrania. Los rusos no han impedido eso. No han cerrado Internet. No han destruido las plantas eléctricas y el suministro de agua. Aunque, tales servicios pueden haberse detenido en las áreas de combate. Pero el enfoque bélico rusos es muy diferente al de los estadounidenses, están los ejemplos en la ex Yugoslavia, Irak y Libia. Cuando los países occidentales atacaron a estas naciones, primero destruyeron el suministro de agua y electricidad y toda la infraestructura.

El enfoque occidental, es necesario analizarlo desde el punto de vista de su doctrina operativa, se basa en la idea de que si destruyes la infraestructura, la población se rebelará contra “el dictador” y podrás deshacerte de él. Esta fue también la estrategia durante la Segunda Guerra Mundial, cuando ciudades alemanas como Colonia, Berlín, Hamburgo, Dresde, etc. fueron bombardeadas hasta su destrucción. Apuntaron directamente a la población civil para que hubiera un levantamiento. El gobierno pierde su poder a causa de un levantamiento y ganas la guerra sin poner en peligro a tus propias tropas.

Por todo ello, es diferente la forma de intervención rusa: Su objetivo era claramente la “desmilitarización” y “desnazificación” de Ucrania. En mayo del año 2014, el nuevo gobierno provisional –surgido del golpe nacionalista de extrema derecha– como primer acto oficial, cambió la ley de idiomas en Ucrania. Esto demuestra que el golpe no tuvo nada que ver con la democracia, sino que fue producto de los ultranacionalistas que organizaron el levantamiento.

Este cambio legal desató una tormenta en las regiones de habla rusa. Se organizaron grandes manifestaciones en todas las ciudades del sur de habla rusa, en Odessa, Mariupol, Donetsk, Lugansk, Crimea, etc. Las autoridades ucranianas reaccionaron de forma brutal, reprimiendo con el ejército. Se proclamaron brevemente repúblicas autónomas en Odessa, Járkov, Dnepropetrovsk, Lugansk y Donetsk. Se combatió con extrema brutalidad y finalmente quedaron dos: Donetsk y Lugansk, que se autoproclamaron repúblicas autónomas.

La desmilitarización y desnazificación es el objetivo real. Por supuesto, una guerra es una guerra y, lamentablemente, siempre hay muertes en el proceso, pero es interesante ver qué dicen los números. El viernes 4 de marzo, la ONU informó de 265 civiles ucranianos muertos. Por la noche, el Ministerio de Defensa ruso calculó el número de soldados muertos en 498. Esto significa que hay más víctimas entre los militares rusos que entre los civiles del lado ucraniano. Si ahora compara esto con Irak o Libia, entonces es exactamente lo contrario con las guerras que desata occidente.

La gran paradoja es que para la OTAN, creían que empujando al régimen fascista ucraniano con sus promesas de ayuda militar recuperaría los territorios perdidos. Asi, el 24 de marzo de 2021, el presidente ucraniano Zelensky emitió un decreto presidencial para recuperar Crimea. Luego comenzó a mover al ejército ucraniano al sur y sureste, hacia Donbass. Desde hace un año, hay una gran concentración tropas ucranianas en la frontera sur de Ucrania. Zelensky siempre sostuvo que los rusos no atacarían Ucrania. El ministro de Defensa de Ucrania también lo confirmó en repetidas ocasiones. Por supuesto, los rusos se dieron cuenta de esta concentración de tropas. Al mismo tiempo, la OTAN realizó grandes ejercicios entre el Báltico y el Mar Negro. Comprensiblemente, esto llevó a los rusos a reaccionar. Realizaron ejercicios en el distrito militar sur. Las cosas se calmaron después de eso, y en septiembre Rusia llevó a cabo los ejercicios «Zapad 21» planeados desde hace mucho tiempo. Estos ejercicios se realizan cada cuatro años. Al final de los ejercicios, algunas tropas permanecieron cerca de Bielorrusia. Estas eran unidades del Distrito Militar del Este. La mayor parte del equipo que quedó allí se guardó para una gran maniobra planeada con Bielorrusia para principios de este año.

Pero el régimen fascista ucraniano adelantó sus intenciones. El 16 de febrero hubo un aumento exagerado en las violaciones del alto el fuego por parte del ejército ucraniano a lo largo de la línea de alto el fuego, la llamada “línea de contacto”. Siempre ha habido violaciones en los últimos ocho años, pero desde el 12 de febrero, el aumento fue descomunal, incluidas las explosiones, especialmente en las regiones de Donetsk y Lugansk.

Esta era la fase inicial de una ofensiva contra el Donbass. Cuando el fuego de artillería se intensificó, las autoridades de ambas repúblicas comenzaron a evacuar a la población civil hacia Rusia. En una entrevista, Sergei Lavrov mencionó más de 100.000 refugiados. El 15 de febrero, el parlamento ruso, la Duma, había adoptado una resolución proponiendo el reconocimiento de la independencia de estas repúblicas, el gobierno aprobó la resolución el 21 de Febrero. El mismo día, concluyó tratados de amistad y cooperación con cada una de ellas. A partir de entonces, podría invocar el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, que le permitía intervenir para asistir a las dos repúblicas en el marco de la defensa colectiva y la legítima defensa. Así creó la base legal para su intervención militar.

Los rusos quieren establecer una distancia entre las fuerzas militares de la OTAN y Rusia. El poder de la OTAN no es otro que el poder nuclear estadounidense. Esa es la esencia de la OTAN.

Porque hay que recordar que la OTAN se fundó en 1949 y el Pacto de Varsovia solo seis años después. La razón fue el rearme de la RFA y su ingreso en la OTAN en 1955. Si miras el mapa de 1949, puedes ver una brecha muy grande entre el poder nuclear de la OTAN y el de la URSS. Mientras la OTAN avanzaba hacia la frontera rusa, al incluir a Alemania, Rusia reaccionó creando el Pacto de Varsovia. En ese momento, los países de Europa del Este ya eran todos comunistas y estaban bajo control de sus propios partidos comunistas. La URSS quería tener un cinturón de seguridad a su alrededor, por lo que creó el Pacto de Varsovia. Quería mantener un “glacis” (defensa fortificada) para poder librar una guerra convencional durante el mayor tiempo posible. Esa era la idea: hacer una guerra convencional el mayor tiempo posible y evitar meterse en la nuclear.

 

3.- Los días 11 y 12 de febrero se celebró en Múnich la conferencia sobre seguridad. Zelensky estaba allí. Indicó que quería adquirir armas nucleares. Esto se interpretó como una amenaza potencial y se encendió la luz roja en el Kremlin. Para entenderlo, tenemos que recordar el Acuerdo de Budapest de 1994. Se trataba de destruir los misiles nucleares en el territorio de las ex repúblicas soviéticas, dejando solo a Rusia como potencia nuclear. Ucrania también entregó las armas nucleares a Rusia a cambio la inviolabilidad de sus fronteras. Cuando Crimea volvió a Rusia, en 2014, Ucrania dijo que no cumpliría con el acuerdo de 1994.

4.- Extensión de las guerras híbridas. Estas son intervenciones militares con fuerzas especiales, fuerzas regulares, unidades paramilitares y ciberataques a infraestructuras enemigas. Que siguen o flanquean levantamientos o sanciones económicas y comerciales, insurrecciones populares previamente orquestadas, apoyándose en campañas globales de desinformación para distraer y dividir a la opinión pública internacional y debilitar a los gobiernos legítimos desde dentro. 

El dominio absoluto de Estados Unidos sobre la alianza se acentuó aún más con la guerra de
Ucrania, que ve entre las principales víctimas a Europa, que es parte fundamental de la OTAN y que, sin embargo, determina cada vez menos pautas y decisiones.

En fin, hoy en día, la Organización Atlántica puede describirse como una extensión de la fuerza militar estadounidense y no como una coalición internacional, habiendo restringido severamente la atención a los intereses generales de sus miembros en favor del dominio de los intereses estadounidenses. 

En la cumbre de la OTAN de Madrid, se han establecido estos axiomas. Imposición del nuevo Concepto Estratégico de la organización atlántica, es decir, ya no es solamente una organización militar, sino sobre todo un organigrama de ingerencia para la imposición de las reglas de opresión y explotación, de las relaciones comerciales en el planeta por occidente controlado por los EEUU.


Las declaraciones de Madrid, no buscan la seguridad global, sino la extensión de sus dominios y gastos militares. Ahora la OTAN considera que los ataques armados, convencionales, son iguales a los derechos de soberanía y defensa de las naciones, organizaciones y personas que le discuten su discurso imperial.

La información, la economía y el cambio climático son su foco de actuación. Este nuevo Concepto Estratégico impone a sus miembros una unidad política. Pues al no ser solamente una organización militar sino también económica y política, quiere representar las acciones represivas y acaparadoras de todo el Occidente.

 

Enlaces consultados:

https://lapupilainsomne.wordpress.com/2022/06/12/la-otan-y-el-juicio-pendiente-por-sara-rosenberg/

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