28 de abril de 2010

Los pioneros, movimiento infantil comunista

Extraído del blog El socialismo es la solución


La Unión Soviética creó una de las organizaciones más amplias para la educación política de los niños. Los Jóvenes Pioneros fueron fundados al mismo tiempo que el Partido Comunista para garantizar la integración de los niños a la sociedad. Bajo la responsabilidad de líderes de la Juventud Comunista (Komsomol), en sus estructuras se aplicaba la pedagogía comunista preconizada por Antón Makarenko, sintetizada en la frase: "La mejor forma de educar es el ejemplo". El Pionero es la mejor representación del "hombre nuevo" socialista.

En la Unión Soviética, cada niño de 9 a 15 años, con pocas excepciones, pertenecía a la Organización de Pioneros Lenin. Había campamentos en todo el país, donde los Jóvenes Pioneros pasaban los veranos y días festivos. La mayoría de Pioneros eran promovidos al Komsomol, la organización hermana para jóvenes entre 14 y 28 años.

En los años 30, el sistema educativo se responsabilizó de los Pioneros, y cada escuela asignó un salón para la mayoría de actividades y reuniones de Pioneros. Veinte años después, se crearon Palacios de Pioneros y Palacios de la Cultura en cada distrito y cada ciudad, ofreciendo instrucción en temas tales como música, arte, literatura, deportes y actividades militares.

La sangrienta lucha de clases durante la colectivización agraria convirtió a Pavel Morozov en mártir y ejemplo de los Jóvenes Pioneros soviéticos. Tras denunciar las actividades contrarrevolucionarias de su padre, fue asesinado brutalmente por los terratenientes (kulaks). La generación de Pioneros de la Segunda Guerra Mundial escribió también páginas heroicas en la resistencia antifascista, colaborando para diferentes tareas con las guerrillas partisanas...

En Ucrania ahora existen cientos de grupos de Pioneros y otros jóvenes leninistas. En mayo de 1999, se celebró el 75º Aniversario del nacimiento de la Organización de Pioneros Lenin.Después de tomar el poder en Europa oriental, el Partido Comunista estableció los Jóvenes Pioneros en cada país. Los Pioneros soviéticos fueron el modelo para los grupos establecidos en los países socialistas de Europa oriental y en otros países bajo control comunista, desde Mongolia hasta Cuba.En Holanda existió el Uilenspiegelclub, la organización infantil comunista, de 1953 a 1964. En su aspecto, estilo y actividades (acampadas, canciones, bailes), el club se parecía mucho a los Scouts o a las organizaciones juveniles socialdemócratas. Por otra parte, su ideología y estructura estaban inspiradas en los Pioneros soviéticos.El Movimiento de Liberación Nacional Vasco creó también una organización dirigida a los niños: Kimuak (brotes), cuyo modelo fueron los Pioneros, y que estaban bajo la dirección de jóvenes militantes de Jarrai. En Colombia la organización de Pioneros llevaba el nombre de José Antonio Galán, y estaba al cuidado de la Juventud Comunista.La llegada al poder en la Unión Soviética de Nikita Jrushov en 1953, marcó sobre el plano internacional el "tiempo del deshielo" y la ampliación y nueva organización del campamento de Pioneros Artek, el más importante del bloque socialista, que había sido fundado en 1925.Lugar de vacaciones de los Pioneros, Artek se consideraba centro de formación de hombres nuevos. El campamento tenía igualmente el fin de dar una imagen ideal de la Unión Soviética al extranjero, ya que allí acudían niños del mundo entero. En 1928, Clara Zetkin, una de las personalidades más conocidas del Partido Comunista Alemán, declaraba: "¡Si queréis ver niños libres y felices, id al campamento de verano Artek!"

El movimiento pioneril tuvo su dimensión internacional dentro de la estrategia de la Internacional Comunista. Por ejemplo en Alemania se crearon los Rote Pfadfinder. En Francia, desde la fundación del Partido Comunista (PCF), aparecen los grupos comunistas de niños. En junio de 1922 tenían 3.000 alumnos de 8 a 14 años. A partir de 1925, se organizan según el modelo soviético de los Pioneros. Aparecen así los uniformes, la promesa, la bandera, así como la competencia con los movimientos Scouts. La línea de "clase contra clase" del PCF aísla la organización de los niños, que se reestructura en 1930. En 1932 hay mil Pioneros en Francia y 5.000 niños en los programas patrocinados por los comunistas. A partir de 1933 se publica el periódico comunista para niños Mon Camarade (mi camarada), que contenía historietas, cuentos para niños, etc.

Los Pioneros tenían un uniforme básico. Los niños usaban los pantalones que quisieran. En los 50 y 60 eran comunes los pantalones cortos, pero en los 70 y 80 la mayoría usaban largos. En la RDA, los niños y niñas usaban camisas blancas y paliacates azules (Jóvenes Pioneros) o rojos (Pioneros Thaelmann). Las camisas (de mangas largas o cortas) tenían el logotipo de la organización de Pioneros, y algunos adornos pequeños para los líderes de grupo. En los años 80, estos uniformes no se usaban en los días normales de escuela. Quizás esto era diferente en los años 50 y 60. Para los 80, sin embargo, los uniformes de Pioneros sólo se usaban en días festivos (Primero de Mayo y otros). En los países más pobres, como en Asia, el único distintivo de los Pioneros era el paliacate rojo.


En 1957 se organizó un concurso de arquitectura para desarrollar el campamento. Fue ganado por el joven equipo del arquitecto Anatoli T. Polianski. En los años 60, Artek era considerada como una verdadera ciudad de Pioneros, con más de 250 edificios en cemento, metal y vidrio. La arquitectura innovadora y ambiciosa estaba a tono con lo que quería la administración Jrushov: un nuevo campamento para una nueva generación de soviéticos.

Las estadías en Artek eran uno de los momentos fuertes de la vida de Pionero: recompensaban y motivaban a los jóvenes militantes de las organizaciones comunistas.

Artek era un lugar de vida colectiva, pero que buscaba valorar la excelencia individual y ponerla al servicio del comunismo. Así, un "complejo de la ciencia, de la técnica, de la historia y del deporte" fue creado para promover los mejores talentos del país. En los paneles de anuncios del complejo encontramos los nombres de Serguei Bubka, campeón mundial de salto con pértiga, o de Gari Kasparov, campeón mundial de ajedrez. El complejo incluye un estadio de 10.000 aientos, lo que muestra la amplitud de los medios consagrados a la búsqueda de una "élite" soviética.

El campamento permitía igualmente afirmar los valores propiamente soviéticos. Allí encontramos frases como. "Este no es un lugar para quienes se apartan del trabajo" o la regla de vida en Artek: "Hazlo todo tú mismo y no esperes una nodriza". Estas frases diferencian el campamento de Artek de los campamentos Scouts con los que está emparentado por sus actividades: los niños aprendían allí a orientarse en la naturaleza, montar una tienda de campaña, hacer un fuego, marchar en columnas, tocar la corneta y el tambor y las canciones de los Pioneros. Se daba una importancia particular a la disciplina y a la autonomía.

Artek era para muchos niños extranjeros su única visión de la URSS. Se tenía especial cuidado en brindar una buena alimentación a los niños -al menos 3.200 calorías diarias-, y se insistía en la higiene. Los recursos que el gobierno ponía a disposición de este campamento permitieron darle a todos sus visitantes una imagen ideal de la URSS y del comunismo. El escritor Henri Barbusse, tras una visita a Artek en los años 60, calificó el campamento de "verdadero paraíso para los niños".

La disolución de la Unión Soviética y la crisis económica después de 1991 produjo el cierre de casi todos los Palacios infantiles, el final de la actividad pioneril en las escuelas, y el cierre de los otros pocos clubes existentes.

Este antiguo estado de los Pioneros, donde los jóvenes eran el orgullo y alegría de la sociedad, se ha convertido en la dictadura de los pseudodemócratas y la abolición de la educación gratuita, el cierre de escuelas y la privatización del sistema educativo. La educación superior es muy costosa. Esto es lo que la presente "democracia" le ha traído a la joven generación: niños abandonados, delincuencia, drogas y prostitución.

Pero, a pesar de lo anterior, el movimiento pioneril está creciendo aun en condiciones tan desfavorables. La Liga Revolucionaria de los Jóvenes Comunistas (Bolcheviques) ha organizado grupos de Pioneros e incluso se las ha arreglado para levantar campamentos de verano para los Pioneros, algo que la contrarrevolución les arrebató a los niños soviéticos.

Cerca de 300 niños se unieron a las filas de marcha del Komsomol durante el 5º encuentro en la Llama Eterna del Parque Gagarin en Crimea. Crimea ahora tiene 12.000 Pioneros.

Existe un marcado crecimiento de la actividad política entre los Pioneros. En Donetsk, en la región de Rostov (Rusia), el Primero de Mayo de 1999, los Pioneros y otros jóvenes marcharon junto a sus padres llevando banderas rojas de la URSS.

Los Pioneros continúan, sin embargo, en China, Corea del Norte, Vietnam y Cuba.

En Cuba, la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) agrupa a todos los jóvenes menores de 14 años. A través de sus comités de base, se celebran actividades infantiles cuyo propósito principal lo constituye el inculcar en ellos el amor hacia el Comunismo y la Revolución y que rechacen firmemente todo cuanto pueda rebatir dichos principios. La educación comunista en los niños y jóvenes, no es solamente una disposición gubernamental que se ha aplicado siempre en todos los centros educacionales del país a través del programa único nacional de enseñanza, sino que también forma parte de la metodología que toda familia cubana está obligada a utilizar en la guía y educación de sus hijos.

La Organización de Pioneros es atendida directamente por un Secretario General, quien a su vez es miembro activo de la Unión de Jóvenes Comunistas.

La Liga de los Pioneros se creó en 1931 por orientación del Primer Partido Marxista Leninista. Los Pioneros eran atendidos por los jóvenes de la Liga Juvenil Comunista. Eran tiempos muy difíciles, por eso las actividades fundamentales de los niños estaban relacionadas con la lucha revolucionaria: distribuir propaganda, ayudar a los presos políticos, participar en mítines y manifestaciones, pintar en las paredes consignas revolucionarias; así como otras misiones.

El único atributo de la Liga de los Pioneros era un brazalete rojo con las iniciales LPC y lo usaron en contadas ocasiones, como por ejemplo en el entierro de las cenizas de Julio Antonio Mella. Ese día 29 de septiembre de 1933 fue asesinado el pionero Paquito González Cueto quien no había cumplido los 14 años de edad, convirtiéndose en el primer Pionero mártir de la Organización.

La Liga de los Pioneros no pudo alcanzar una gran masividad por las condiciones de clandestinidad y persecución en que vivía el pueblo bajo la tiranía machadista, y se disolvió en 1936 ante el aumento represivo de la dictadura y el grave peligro que corrían los niños.

Cuando triunfa la Revolución se crea en 1961 la Unión de Pioneros Rebeldes (UPR) y en 1962 al fundarse la Unión de Jóvenes Comunistas, la UPR cambió su nombre por el de Unión de Pioneros de Cuba (UPC). En aquella época sólo podían ser pioneros aquellos niños que cumplieran una serie de requisitos.

En 1966 la UJC decidió que la Unión de Pioneros de Cuba fuera masiva, es decir que todos los niños que quisieran podían ser miembros de esta Organización.

Las actividades que desarrollaban los pioneros eran muy diferentes a las que realizaban los de la Liga, pues ya nadie los perseguía, ni los maltrataba, realizaban planes de la calle, desfiles, excursiones, fogatas, trabajos socialmente útiles, recogían materia prima y colaboraban en muchas tareas de la Revolución.

En 1968 se cambió el lema de Pioneros "Siempre Listos" por el de: "Pioneros por el Comunismo ¡Seremos como el Che!", atendiendo el deseo expresado por Fidel de que las jóvenes generaciones siguieran el ejemplo del Guerrillero Heroico.

Durante todo este tiempo los pioneros continuaron desarrollando múltiples actividades, en las que demostraron que con ellos se podía contar.

En 1969 se efectuó el Primer Encuentro Nacional de Destacamentos, los cuales expresaron sus opiniones acerca de su Organización y aportaron ideas que contribuyeron a consolidar ésta.

En 1977 el Tercer Congreso de la UJC determinó convertir la UPC en Organización de Pioneros "José Martí" y que se extendiera hasta 9no grado. Desde entonces comenzaron a desarrollarse varios movimientos dentro de la Organización, entre ellos el Movimiento de Pioneros Exploradores que tiene una gran aceptación y es muy importante porque desarrolla en los niños el amor y cuidado por la naturaleza y los prepara para la defensa de la Patria.

En 1986 se efectuó la Asamblea Pioneril XXV Aniversario donde los pioneros plantearon una serie de deficiencias en el proceso docente - educativo y del trabajo de la Organización, lo cual fue valorado por el Comandante en Jefe como una valiosa muestra de la madurez y espíritu crítico de los pioneros cubanos, que los hacía merecedores de celebrar sus congresos. El primero se celebró en 1991, el segundo en 1996, y el tercero en 2001. Dichos eventos se desarrollaron exitosamente y han contribuido de forma positiva al trabajo de la Organización.

A pesar de las dificultades del período especial, los pioneros continúan participando en todas las tareas que así lo han requerido. Las FAPI, los Festivales Deportivos y Culturales, el Movimiento de Exploradores, los clubes, las movilizaciones de la escuela al campo, las actividades de solidaridad, el aporte sistemático a las MTT, su participación en desfiles y marchas patrióticas, en el Movimiento de Pioneros Creadores, son sólo algunos ejemplos de la actitud que muestran los pioneros de hoy, y que los convierten en dignos herederos de la gloriosa historia de su Organización.

Esta pequeña historia del movimiento pioneril nos enseña que debemos luchar por la felicidad de nuestros niños y por su futuro. Esta es la principal tarea de todos los marxistas-leninistas, de todas las organizaciones comunistas y de todos los revolucionarios que actuamos por el triunfo del pueblo trabajador sobre el capitalismo.

26 de abril de 2010

Efrémov, innovador de la ciencia-ficción soviética

Por Oleg K.

Iván Antónovich Efrémov (Иван Антонович Ефремов), nació el 22 de abril de 1908 cerca de San Petersburgo y falleció el 5 de octubre de 1972. Palentólogo de carrera y escritor al principio de obras sobre geología y paleontología (de hecho es responsable de la creación de una rama paleontológica, la tafonomía -que se ocupa del estudio de los procesos de fosilización y de la formación de los yacimientos de fósiles- así como de sus descubrimientos), fue gradualmente derivando de divulgaciones científicas a avances de futuro, en novelas de ciencia-ficción.

A los nueve años sus padres se separaron. Y tras la Revolución de Octubre ingresó en el Ejército Rojo, tras lo cual dos años después sigue su educación científica, en la Universidad de Leningrado, y después en el Instituto de Minería, llegando a obtener el doctorado en 1941.

Durante varios años intervino en diferentes expediciones paleontológicas por Asia Central, los Urales y la cuenca del Volga. Innovador como pocos, crea sus propios métodos “tafonómicos” en sus expediciones por el desierto del Gobi, en Mongolia. En estos yacimientos de dinosaurios y otros vertebrados del Cretácico Superior va anotando sucesivamente, en sus cuadernos de campo, sus tesis que le servirán de apoyo para más de cien artículos científicos.



Durante aquellos muy duros años de preparación, sus observaciones le sugieren mientras rastreaba en los yacimientos, la evolución social de los seres humanos primitivos, y donde estaban los gérmenes de las sociedades superiores. Fruto de la cooperación de los individuos y como resistían las adversidades, avanzando socialmente, de esta forma fueron madurando sus ideas para sus posteriores novelas. Muy pronto sus materiales son estimados por la Academia de Ciencias de la URSS, creándose de sus métodos libros de textos que sirvieran de patrón para sus coetáneos. En sus escritos de aquel tiempo, menciona en varios pasajes que solamente la investigación soviética podrá con un rigor científico-dialéctico desentrañar suficientemente los retos del pasado, los enigmas de las antiguas civilizaciones, que imprimen un profundo carácter social a sus investigaciones.

Pero encuentra en sus relatos cortos y más extensas novelas, la válvula de su pensamiento, sobre la pregunta de hacia donde continúa la evolución de las sociedades humanas, cuáles son los desafíos tecnológicos que deben incidir en el desarrollo social, y sobre todo cómo será el futuro de la humanidad desde el punto de vista comunista, muy revelador para las generaciones del mañana.

Antecedentes, la ciencia ficción soviética

Tras 1917, todos los esquemas de las teorías y novelas sobre el futuro
y la ficción van evolucionando en la URSS a un género muy avanzado, propio y alejado de las típicas novelas de evasión y elucubraciones idealistas del tipo de Edgar Rice Burroughs o H.G. Wells. Sucesivos escritores soviéticos retoman este género muy trillado desde Julio Verne, aportándole frescura, conciencia social, con una impensable cantidad de novelas que le dan un nuevo vigor. Sin lugar a dudas, como sucedió en otras artes y ciencias, la Unión Sovietica sobrepasó en escasos diez años, tanto en producción y calidad, el género de la ciencia ficción. Autores de excepcional imaginación y cuidadosa prosa como:

· Alexei Tolstoi (1882-1945), creador de “Aelita” -1922- subtitulada “El soviet en Marte” llevada al cine en 1924 por Protozanov; “El hipérbole del Ingeniero Garín” -1925/27-, son las dos obas más destacadas de entre su numerosa producción.

· Alexander Beliaev (1884-1942), profundo y destacado innovador mundial con títulos como “La gravedad ha desaparecido”, “Mister Risus”, “La estrella Ketz”, “Ictiandro o el hombre anfibio”, “El ojo mágico”, “Ariel”.

· V. Nikolski, Yan Larri, Georgi Adamov, Alexandr Kazantsev, Vladislav Kaprivin, Marietta Chudakova, Mijail Entsev, Dmitri Bilenkin, Anatoli Dneprov, los hermanos Strugatsky, junto con decenas de otros escritores menos conocidos que desarrollaron ampliamente la ciencia-ficción mundial.

Es por ello que dado el gran florecimiento y la extraordinaria importancia que tuvieron desde el principio de la Revolución, las novelas de anticipación y futuro que se dieron en aquellos años llegaron a interesar a un eminente científico, llegando a ser con el tiempo un autor inimitable, de una extraordinaria importancia. Aún hoy, no hay ningún escritor parecido que dominase como él, esa visión positiva de la vida humana.


Desarrollo de la novela científica social

Es muy difícil permanecer indiferente ante la lectura de las novelas de Efrémov. Los novelistas científicos soviéticos son una extensión natural de la forma de divulgación de la ciencia para toda la población trabajadora. Por ello, a diferencia de los divulgadores occidentales, más interesados en sus exposiciones de argumentos más o menos idealistas, los escritores soviéticos, al contrario, hacen verdaderos ensayos de cada especialidad, que adaptan al relato, recreando, formando, dando una línea de continuidad al lector, para que vaya, si le interesa, profundizando sobre diferentes propuestas científicas. Es un verdadero placer leer las novelas de ciencia-ficción soviéticas, muy poco traducidas en Occidente; pero de las que han llegado, subyuga ese caudal de conocimientos que aportan. De hecho, las dos más conocidas, y traducidas al español, de Ivan A. Efrémov, son "La Nebulosa de Andrómeda", y su continuación "El corazón de la serpiente". Por los postulados que expone en estas dos obras, es impresionante como atrapa la atención del lector. Esta cualidad hace que la censura de su pensamiento, sea muy evidente en las naciones donde el capitalismo ha hecho de la cultura un engendro mercantil y de “atontamiento” de novelas “metahistóricas” con una escasa parte científica, salvo pequeñas excepciones tipo Ken Follet y poco más.

Al revés, con Efrémov comienza un apasionado idilio de la novela descriptiva de los procesos, avances y retrocesos científicos con las historias personales de la ciencia-ficción, pero con un componente de clase definido.

Para Iván, infatigable viajero y cazador de fósiles, su brillantez radica en que parece que junto con el lector va desgranando sus conocimientos como si fuese una charla entre amigos, y por ello, hace tan fácil su lectura. Y aunque parecen dos polos opuestos de conocimiento, la exploración de las misteriosas profundidades de los tiempos remotos y los fantásticos sueños acerca del futuro de la humanidad, conmueven su cercanía pero aún mucho más su inmersión en un mundo diferente por su complejidad y condensación de múltiples variantes para el pensamiento.

Obras de Iván A. Efrémov

1929: «Bentosaurus sushkini ein neuer Labirinthodont aus den Permo-Triassischen Ablagerungen des Scharchenga-Flussess, Nord-Duna Gouvernement». Izvestia Akademii Nauk SSSR (Proceedings of Acad. Sci. USSR. Phys. and Math.), 8: 757-770

1933: «Uber die Labyrinthodonten der UdUSSR. II. Permische Labyrinthodonten des fruheren Gouvernement Wjatka». Trudy Paleozoologicheskogo Instituta (Proceedings of Paleozoological Institute), 2: 117-158

1938: «Some new Permian reptiles of the USSR». Comptes Rendus (Doklady) Acad. Sci. USSR. Paleontol., 19(9): 771-776

1940: «Die Mesen-Fauna der Permischen Reptilien». Neues Jahrb. Min. Geol. Pal., 84.B: 379-466

1940: «Kurze Ubersicht uber die Formen der Perm- und Trias Tetrapoden - Fauna der UdUSSR». Centralbl. Min. Geol., Abth. B., 12: 372-383

1940: «Taphonomy: a new branch of Paleontology». Pan.-Amer. Geol., 74: 81-93

1940: «Ulemosaurus svijagensis Riab. - ein Deinocephale aus den Ablagerungen des Perm der USSR». Nove Acta Leopold. (N. F.), 9: 155-205

1957: «The Godwana system of India, and the live history in the later Paleozoic». J. Paleontol. Soc. India, Lucknow D.N. Wadia Jubilee number, 2: 24-28

1958: «Some consideration on biological bases of Paleontology». Vertebr. Palasiatica, 2(2/3): 83-99


Narraciones cortas

§ El pico sublunar (Голец Подлунный), 1944, en: Olgoi-Jorjoi y otros relatos. Ediciones Albia, S.A., Madrid, Albia ficción, 6: 43-76 (1978) ISBN 84-7436-306-3

§ Olgoi-Jorjoi (Олгой-Хорхой), 1944

§ Encuentro en Tuskarora (Встреча над Тускаророй), 1944 (978) ISBN 84-7436-306-3

§ La bahía de las corrientes irisadas (Бухта Радужных Струй), 1945, en: Olgoi-Jorjoi y otros relatos. Ediciones Albia, S.A., Madrid, Albia ficción, 6: 139-161 (1978) ISBN 84-7436-306-3

§ La sombra del pasado (Тень Минувшего), 1945, en: Olgoi-Jorjoi y otros relatos. Ediciones Albia, S.A., Albia ficción, 6: 77-137 (1978) ISBN 84-7436-306-3

En: Lo mejor de la ciencia ficción soviética II. Ediciones Orbis, S.A., Barcelona, Biblioteca de Ciencia Ficción, 63: 27-60 (1986) ISBN 84-7634-566-6

§ Naves de estrellas (Звёздные Корабли), 1948, en: Bergier, Jacques, Lo mejor de la ciencia-ficción rusa. Editorial Bruguera, Barcelona, Libro amigo, 88 (1968) ISBN 84-02-00543-8

§ La nebulosa de Andrómeda (Tumannost Andromedy) 1959, Editorial Planeta. Barcelona 1975.

§ El corazón de la serpiente (Сердце Змеи), 1958, en: VV.AA., El corazón de la serpiente, Ediciones en lenguas extranjeras, Moscú, Biblioteca "Novelas Soviéticas de Ficción Científica" (1962)

§ El secreto heleno (Эллинский секрет), 1968

§ Nueva Dimensión, nº 19 (1971), en: Lo mejor de la ciencia ficción soviética II. Ediciones Orbis, S.A., Barcelona, Biblioteca de Ciencia Ficción, 63: 11-26 (1986) ISBN 84-7634-566-6

Mención aparte merece su aclamada y no traducida al español, Tais de Atenas, novela precursora que une la ciencia ficción y la historia de la civilización griega magistralmente. Sin lugar a dudas, debido a múltiples reseñas soviéticas una de sus más importantes aportaciones y en cierta forma punto de partida para muchos otros escritores soviéticos.

Adaptaciones cinematográficas

1967: Andromeda Nebula (Туманность Андромеды), del director ruso Yevgeni Sherstobitov. Basada en la novela La nebulosa de Andrómeda.

Para comprobar sus ideas y su forma de relatar sus relatos de Ciencia Ficción, incluyo un extracto de la arrebatadora novela “La nebulosa de Andrómeda”:

“…Veda Kong hablaba con claridad y concisión de los principales jalones de la historia de la humanidad; de los tiempos antiguos de ésta, de la desunión que reinaba entre los pueblos grandes y pequeños, desgarrados por los antagonismos económicos e ideológicos que dividían a sus países. Y lo iba exponiendo a grandes rasgos, brevemente. Aquellas épocas se agrupaban bajo el nombre de Era del Mundo Desunido (EMD). Mas no era la enumeración de las guerras devastadoras, de los terribles sufrimientos o de los supuestos grandes estadistas —que llenaba los viejos libros de historia de los Antiguos Siglos, de los Siglos Sombríos o de los del Capitalismo— lo que interesaba a los hombres de la Era del Gran Circuito. Mucho más importante para ellos era la historia, llena de contradicciones, del desarrollo de las fuerzas productivas, junto con la formación de las ideas, del arte y de los conocimientos, los orígenes de la lucha espiritual por el verdadero hombre y la auténtica humanidad, así como la evolución de la necesidad de crear nuevos conceptos acerca del mundo y de las relaciones sociales, del deber, de los derechos y de la felicidad del ser humano, concepciones que habían hecho crecer y florecer en todo el planeta el poderoso árbol de la sociedad comunista.

En el último siglo de la EMD, llamado Siglo del Desgajamiento, los hombres habían comprendido al fin que todas sus desgracias provenían de un régimen social que se había ido formando espontáneamente, a partir de los tiempos de la barbarie, y que toda la fuerza y el porvenir de la humanidad estaban en el trabajo, en los esfuerzos conjuntos de millones de seres humanos liberados de la opresión, en la ciencia y en la reestructuración de la vida sobre bases científicas. Se habían comprendido las leyes fundamentales del desarrollo de la sociedad, el curso dialécticamente contradictorio de la historia, la necesidad de inculcar una rigurosa disciplina social, tanto más importante cuanto más aumentaba la población del planeta.

La lucha entre las viejas ideas y las nuevas se agudizó en el Siglo del Desgajamiento y dio lugar a que todo el mundo se dividiese en dos campos —el de los Estados viejos, capitalistas, y el de los Estados nuevos, socialistas— con diferente estructuración económica. El descubrimiento en aquel tiempo de las primeras formas de energía atómica y la obstinación de los defensores del viejo mundo estuvieron a punto de llevar a la humanidad hasta la más espantosa catástrofe.

Mas el nuevo régimen tenía que triunfar forzosamente, aunque esta victoria fue retardada por el atraso en la formación de una conciencia social. La reorganización del mundo era empresa absurda sin un cambio radical de la economía, sin la desaparición de la miseria, del hambre y del trabajo penoso, agotador. Pero el cambio de la economía exigía una dirección muy compleja de la producción y de la distribución, y era imposible sin formar antes en cada persona una conciencia social. Para acabar con el odio y, sobre todo, con las mentiras acumuladas por la propaganda hostil durante la lucha ideológica del Siglo del Desgajamiento, se requirieron gigantescos esfuerzos. No pocos errores se cometieron en el camino de desarrollo de las nuevas relaciones humanas. En algunas partes hubo sublevaciones, provocadas por los atrasados partidarios de lo viejo que, debido a su ignorancia, intentaban hallar en la resurrección del pasado fáciles salidas de las dificultades con que tropezaba la humanidad.

Pero la nueva ordenación de la vida se extendió ineluctablemente por toda la Tierra y los pueblos y razas más distintos se fundieron en una sola familia sensata y bien avenida. Así había comenzado la Era de la Unificación Mundial (EUM), que constaba de los siglos de la Lucha por la Energía y del Idioma Común, de
la Unión de los Países y las Lenguas Heterogéneas.

La evolución social se aceleraba de continuo, y cada nueva época transcurría más deprisa que la anterior. El poder del hombre sobre la naturaleza progresaba a pasos de gigante.

En sus fantásticas utopías sobre un futuro espléndido, las gentes soñaban con que el hombre se liberaría gradualmente del trabajo. Los escritores pronosticaban que con una breve labor diaria de dos o tres horas, dedicadas al bienestar común, la humanidad se aseguraría todo lo necesario, y el tiempo restante sería de feliz asueto.

Estas figuraciones procedían de la aversión al trabajo penoso y obligado de la antigüedad.

Pronto, las gentes comprendieron que el trabajo era una dicha, lo mismo que la lucha incesante con la naturaleza, la superación de los obstáculos, la resolución de nuevas y nuevas tareas para el desarrollo de la ciencia y de la economía. Un trabajo en la plena medida de las fuerzas, pero creador, en consonancia con las aptitudes y los gustos innatos, multiformes y variables de vez en cuando, ¡eso era lo que necesitaba el hombre!

El progreso de la cibernética, técnica de la dirección automática, junto a la amplia cultura general, el elevado nivel intelectual y la excelente preparación física de cada persona permitían cambiar de profesión, dominar rápidamente otras y variar hasta lo infinito de actividades laborales, encontrando en ellas una satisfacción cada vez mayor. La ciencia, en su expansión creciente, abarcaba toda la vida humana, y el creador gozo de descubrir nuevos secretos de la naturaleza era ya accesible a un enorme número de personas. El arte asumió un papel de primer orden en la educación social y en la estructuración de la vida. Así llegó la Era del Trabajo General (ETG), la más elevada de toda la historia de la humanidad, con sus siglos de la Simplificación de las Cosas, de la Reestructuración, de la Primera Abundancia y del Cosmos.

El descubrimiento de la condensación de la electricidad que dio lugar a la creación de acumuladores de enorme capacidad y de motores eléctricos de reducidas dimensiones, pero de gran potencia, constituyó una gran revolución técnica de los tiempos modernos. Anteriormente, ya se había conseguido, por medio de semiconductores, formar complejas redes de corrientes de baja tensión y construir máquinas cibernéticas de dirección automática. La técnica se convirtió en elevado arte de fina precisión, en obra de orfebres, que subordinaba a sí misma, al propio tiempo, gigantescas fuerzas en escala cósmica. Mas la necesidad de dar todo a cada uno hizo que los cuidados de la vida cotidiana se simplificasen considerablemente. El hombre dejó de ser esclavo de las cosas, y la elaboración de detallados estándars permitió crear toda clase de objetos y máquinas con un número de elementos constructivos relativamente pequeño, del mismo modo que las múltiples especies de organismos vivos están constituidas de células poco diversas; la célula, de albúminas; las albúminas, de proteínas, etcétera. Sólo con el cese del increíble despilfarro de alimentos que existía en los siglos anteriores, se aseguró el sustento a miles de millones de personas.

Todos los recursos de la sociedad que se gastaban antiguamente en la fabricación de ingenios de guerra, en el sostenimiento de enormes ejércitos que no hacían ningún trabajo útil, en la propaganda política y en falsos oropeles se dedicaron a organizar debidamente la vida y acrecentar los conocimientos científicos."

“…A una señal de Veda Kong, Dar Verter oprimió un botón y junto a la bella historiadora apareció un gran globo terrestre.

Nosotros empezamos —prosiguió la conferenciante— por llevar a cabo un cambio completo en la distribución de las zonas habitables e industriales de nuestro planeta...

Las franjas castañas que aparecen a lo largo de los treinta grados de latitud Norte y Sur señalan la ininterrumpida cadena de localidades urbanas, concentradas a orillas de los mares en las regiones templadas, donde no hay invierno. La humanidad ha dejado de gastar colosales energías en la calefacción de viviendas durante la estación invernal y en la confección de voluminosas prendas de abrigo. La población más densa está concentrada en el litoral del Mediterráneo, cuna de la cultura humana. La anchura de las zonas subtropicales se ha triplicado, después de la fusión artificial de los hielos polares.

Al Norte de la zona habitable septentrional se extienden vastísimas regiones de prados y estepas, donde pastan innumerables rebaños de animales domésticos.

Al Sur (en el hemisferio boreal) y al Norte (en el hemisferio austral) había antes unas zonas de cálidos y secos desiertos, que actualmente han sido convertidos en vergeles. Aquí se encontraban anteriormente las regiones de centrales termoeléctricas que recogían la energía solar.

La producción de alimentos vegetales y la de madera se ha concentrado en los trópicos, donde es mucho más ventajosa que en las zonas frías. Hace ya tiempo, después de la obtención artificial de hidratos de carbono, azúcares producidos por medio de la luz solar y del ácido carbónico, que hemos dejado de cultivar la remolacha y la caña. La producción industrial barata de albúminas de primera calidad alimenticia todavía no está a nuestro alcance, por ello cultivamos aún plantas y hongos ricos en albúmina y tenemos en los océanos inmensos campos de algas de esta índole. Merced a un sencillo procedimiento de obtención artificial de grasas alimenticias, que hemos recibido por conducto del Gran Circuito, extraemos toda clase de vitaminas y hormonas del carbón de piedra, en cualquier cantidad. La agricultura del mundo nuevo ya no está precisada a abastecernos de todos los productos alimenticios, como ocurría en la antigüedad. La producción de azúcares, grasas y vitaminas es prácticamente ilimitada. Sólo para la obtención de albúminas contamos con inabarcables extensiones de tierra y mar. La humanidad se ha liberado hace tiempo del miedo al hambre, que atormentó a las gentes durante decenas de milenios.”

“…Una de las alegrías principales del hombre son los viajes, su afán de desplazarse, afición heredada de nuestros remotos antepasados, cazadores, que vagaban de un lado para otro en busca de su modesta pitanza. Ahora toda la Tierra está ceñida por la Vía Espiral que enlaza, por medio de puentes inmensos, tendidos a través de los estrechos, todos los continentes —y Veda fue señalando con el dedo una cinta de plata mientras hacía girar el globo terrestre. Por la Vía Espiral circulan de continuo trenes eléctricos. Centenares de miles de personas pueden trasladarse con gran rapidez de la zona habitable a las regiones esteparias, campestres o montañosas, donde no hay ciudades fijas y solamente existen campamentos de especialistas en la cría de ganado, en el cultivo de los campos y en las industrias forestal y minera. La automatización completa de todas las fábricas y centrales energéticas ha hecho innecesaria la construcción de ciudades o grandes pueblos junto a ellas; allí no hay más que algunas casas para las contadas personas que prestan servicio de guardia: observadores, mecánicos y electricistas.

La organización planificada de la vida ha puesto fin a la terrible carrera de las velocidades, a la fabricación de medios de transporte cada vez más rápidos. Por la Vía Espiral los trenes marchan a doscientos kilómetros por hora. Únicamente en casos de accidente se utilizan, para prestar socorro, aeronaves express que cubren en una hora millares de kilómetros.

Hace unos centenares de años mejoramos notablemente la faz de nuestro planeta. En el Siglo del Desgajamiento se descubrió ya la energía atómica interna. Por aquel entonces se aprendió a liberar una parte ínfima de ella y a producir una descarga térmica, cuyos efectos mortíferos fueron utilizados inmediatamente como arma de guerra. Se acumularon grandes depósitos de terribles bombas que, posteriormente, se intentaron utilizar para la producción de energía. El gran peligro de las radiaciones y su pernicioso influjo sobre la vida no tardaron en advertirse, y ello dio lugar a que la vieja energética atómica quedase encerrada en estrechos límites. Casi simultáneamente los astrónomos descubrieron, mediante el estudio de la física de las estrellas lejanas, dos nuevos métodos de obtención de energía atómica interna —Qu y F— bastante más eficaces y que no dejaban ningún producto peligroso de desintegración.

Nosotros empleamos esos dos métodos en la actualidad, mas para los motores de las astronaves se utiliza otra forma de energía nuclear: el anamesón, conocido al observar las grandes estrellas de la Galaxia por el Gran Circuito.

Todos los viejos almacenes de materias termonucleares —isótopos radiactivos de uranio, torio, hidrógeno, cobalto y litio— se decidió destruirlos en cuanto fue hallado el medio de expulsar los productos de su desintegración fuera de la atmósfera terrestre. En el siglo de la Restructuración se hicieron soles artificiales, «suspendidos» sobre las regiones polares. Reduciendo considerablemente los casquetes de hielo que se habían formado en los polos en la época cuaternaria, cambiamos el clima de todo nuestro planeta. El agua de los océanos se elevó de nivel en siete metros. En cuanto a la circulación atmosférica, se redujeron bruscamente los frentes polares y disminuyeron los círculos de vientos alisios que desecaban las regiones desérticas en los límites de los trópicos. Casi cesaron por completo los huracanes y toda clase de turbulentas perturbaciones climatológicas.

Las estepas cálidas llegaron hasta los paralelos sesenta y los prados y bosques de la zona templada rebasaron los 70° de latitud.

»La Antártida, liberada de hielos en las tres cuartas partes de su superficie, resultó ser el tesoro minero de la humanidad, pues guardaba intactas las riquezas del subsuelo, a diferencia de los otros continentes, donde habían sido muy mermadas a causa del derroche insensato de metales en las continuas guerras devastadoras. A través de la Antártida se consiguió cerrar el circuito de la Vía Espiral.

Antes del cambio radical del clima, se habían abierto ya grandes canales y cortado las cadenas montañosas para equilibrar la circulación de las aguas y del aire. Bombas dieléctricas perpetuas ayudaron a irrigar incluso los desiertos de las altas mesetas del Asia.

Las posibilidades de obtener productos alimenticios aumentaron en muchas veces, nuevas tierras se hicieron habitables. Los cálidos mares interiores empezaron a utilizarse para la obtención de algas ricas en albúminas.

Las viejas naves interplanetarias, por peligrosas y frágiles que fueran, permitieron llegar a los planetas más cercanos de nuestro sistema. La Tierra fue rodeada de un cinturón de satélites artificiales desde los que los hombres estudiaron de cerca el Cosmos. Y entonces, hace cuatrocientos ocho años, ocurrió un acontecimiento tan importante, que marcó una nueva era en la existencia de la humanidad: la Era del Gran Circuito (EGC).

Hacía mucho que el pensamiento humano venía luchando por lograr la transmisión de imágenes, sonidos y energía a larga distancia. Centenares de miles de sabios eminentes trabajaron en una institución que se sigue denominando hoy día Academia de Emanaciones Dirigidas, hasta que consiguieron la transmisión dirigida de energía a grandes distancias sin conductores de ningún género. Ello fue posible cuando hallaron el medio de eludir la ley que determina que el flujo de energía es proporcional al seno del ángulo de divergencia de los rayos. Entonces, haces de rayos paralelos permitieron establecer una comunicación permanente con los satélites artificiales y, por ende, con todo el Cosmos. La capa de atmósfera ionizada que protegía la vida venía siendo una eterna barrera para las transmisiones y recepciones de los espacios siderales. En tiempos muy remotos, a fines de la Era del Mundo Desunido, los hombres de ciencia terrestres habían establecido que potentes emanaciones radiactivas se precipitaban desde el Cosmos sobre la Tierra. En unión de la radiación general de las constelaciones y galaxias nos llegaban por el Gran Circuito llamamientos y mensajes del Cosmos, que se recibían intermitentes y confusos. En aquel tiempo no los comprendíamos todavía, aunque habíamos aprendido ya a captar esas enigmáticas señales que eran tomadas por radiaciones procedentes de materia muerta.

El sabio Kam Amat, de origen indio, tuvo la idea de hacer experiencias en los satélites artificiales con receptores de imágenes. Realizando sus ensayos con infinita paciencia, durante decenas de años, halló nuevas y nuevas combinaciones de diapasones.

Kam Amat captó al fin una emisión del sistema planetario de una estrella doble que llevaba de antiguo el nombre de la 61 del Cisne. En la pantalla apareció un ser no semejante a nosotros, pero indudablemente humano, y señaló a una inscripción hecha con símbolos del Gran Circuito. La inscripción no pudo ser descifrada hasta noventa años más tarde. Hoy, traducida a nuestra lengua terrestre, orna el monumento a Kam Amat. Reza así:
"¡Un saludo a vosotros, hermanos, que habéis entrado en nuestra familia! Separados por el espacio y el tiempo, ya nos hemos unido, merced a la razón, en el circuito de la gran fuerza".

El lenguaje de símbolos, planos y mapas del Gran Circuito resultó ser fácilmente comprensible, dado el nivel de desarrollo de la sociedad humana. Al cabo de doscientos años pudimos ya mantener conversaciones, mediante las máquinas de traducir, con los sistemas planetarios de las estrellas más cercanas, así como recibir y transmitir verdaderos cuadros de la muy diversa vida de otros mundos. Recientemente, hemos recibido noticias de catorce planetas de Deneb, importante centro de vida de la constelación del Cisne, astro gigantesco, cuatro mil ochocientas veces más luminoso que el Sol y que se encuentra a ciento veintidós parsecs de la Tierra. La evolución del pensamiento, aunque siguiendo otro camino, ha alcanzado allí nuestro mismo nivel.

En cuanto a los viejos mundos, los cúmulos globulares de nuestra Galaxia y la inmensa región habitada que rodea su centro, nos llegan de aquella inconmensurable lejanía extraños cuadros y escenas todavía incomprensibles para nosotros por no haber sido aún descifrados. Una vez grabados por las máquinas mnemotécnicas, son remitidos a la Academia de los Límites del Saber, institución científica que estudia los problemas nacientes de nuestra ciencia. Nos esforzamos en comprender este pensamiento, anterior al nuestro en varios millones de años, pero que se distingue poco de él, debido a la unidad de caminos en el desarrollo histórico de la vida, desde las formas orgánicas inferiores hasta los seres superiores, pensantes.”

…—Tampoco concibo —dijo Veda— cómo nuestros antepasados tardaron tanto en comprender la sencilla ley de que el destino de la sociedad depende solamente de nosotros mismos y que el carácter de ésta lo determina el grado de evolución moral e ideológica de sus miembros, dependiente de la economía.

...Y que la forma consumada de organización científica de la sociedad no es una simple acumulación cuantitativa de las fuerzas productivas, sino un grado cualitativo. Aunque todo eso es tan sencillo... —añadió Dar Veter—. Y además, la comprensión de la interdependencia dialéctica, de que las nuevas relaciones sociales son tan imposibles sin hombres nuevos como los hombres nuevos sin una economía nueva. Entonces, esa comprensión condujo a que la tarea principal de la sociedad fuese la educación, el desarrollo físico y espiritual del ser humano.

…—No me ha entendido usted —replicó Kart San—. El arte ha corregido ya sus errores y comprendido cuál es su deber ante la humanidad. He dejado de crear formas monumentales, deprimentes, de representar el fausto y la grandeza, que en realidad no existen, pues eso es lo exterior. El más importante deber del arte consiste en desarrollar el lado emotivo del ser humano. Sólo el arte tiene poder de preparar y disponer nuestra psique para las impresiones más complejas. ¿Quién no conoce esa maravillosa facilidad perceptiva que da una preparación previa con ayuda de la música, los colores, la forma...? ¡Y hasta qué punto es inaccesible, cerrada, el alma cuando se trata de penetrar en ella brutalmente, con violencia! Ustedes, los historiadores, saben mejor que nadie cuantas calamidades ha soportado la humanidad en su lucha para desarrollar y cultivar el lado emotivo de la psique.

—En el pasado lejano, hubo un período en que el arte tendía hacia las formas abstractas —indicó Veda Kong.

—El arte tendía hacia la abstracción, imitando a la razón, que tenía ya una primacía evidente sobre todo lo demás. Pero las artes no pueden ser expresadas abstractamente, a excepción de la música, que ocupa un lugar especial y es también absolutamente concreta a su manera. Aquél era un camino falso.

—¿Y cuál es, a su parecer, el verdadero?

—Yo creo que el arte es el reflejo de la lucha e inquietudes del mundo en los sentimientos de las gentes; a veces, una ilustración de la vida, pero bajo el control de la conveniencia debida. Esta conveniencia es precisamente la belleza, sin la cual yo no concibo la dicha ni el sentido de la vida. De lo contrario, el arte degenera fácilmente en caprichosas invenciones, sobre todo cuando no se tienen suficientes conocimientos de la vida y de la historia...

—Pues yo he deseado siempre —intercaló Dar Veter— que el arte se aplique a vencer y transformar el mundo, en vez de limitarse a percibirlo.

—¡De acuerdo! —exclamó Kart San—. Pero a condición de que eso se refiera no sólo al mundo exterior, sino, fundamentalmente, al mundo interior de las emociones del hombre. A su educación... haciéndole comprender todas las contradicciones...”

De su obra “El corazón de la serpiente”, el siguiente extracto:

“…—Dice usted ceguera —terció Mut Ang—. ¿Y sabe cómo nuestros antepasados se representaban, ya en la época inicial del asalto al espacio, el primer encuentro con los habitantes de otros mundos? Como un choque bélico en el que las naves se destruirían brutalmente y los hombres se aniquilarían los unos a los otros.

—¡Increíble! —exclamaron simultáneamente Kari Ram y Tey Eron.

—Nuestros literatos modernos no escriben nada del tenebroso período de decadencia del capitalismo —siguió Mut Ang—. Pero ustedes saben, por los manuales de historia utilizados en la escuela, que nuestra humanidad atravesó en su tiempo un período bastante crítico de desarrollo.

—Naturalmente —corroboró Kari—. Cuando los seres humanos habían aprendido ya a dominar la materia y el espacio, las relaciones sociales conservaban aún sus viejas formas y el desarrollo de la conciencia social se hallaba retrasado también respecto a los adelantos de la ciencia.

—La definición es casi exacta. Usted tiene buena memoria, Kari. Pero formulémoslo en otros términos: el conocimiento y dominio del Universo chocaron con la primitiva mentalidad del propietario individualista. El futuro y la salud de la humanidad se hallaban puestos en el platillo de la balanza del destino años antes de que triunfase el progreso y de que el género humano formara una sola familia en una sociedad sin clases. En la mitad capitalista del mundo, la gente no veía nuevas vías de desarrollo y consideraba su formación social como algo eterno e inmutable, que degeneraría en el futuro, en guerras inevitables y suicidas.

—Es probable que cada civilización tenga sus períodos de crisis en cualquiera de los planetas de otros sistemas solares donde existan seres racionales —dijo Tey Eron pausadamente, lanzando una ojeada a las esferas de los aparatos registradores de la marcha—. Conocemos ya dos planetas, donde a pesar de haber agua y atmósfera con restos de oxígeno, no se ha descubierto ningún síntoma de vida. Nuestras astronaves han fotografiado sólo arenales desiertos, donde los vientos campan a sus anchas, mares muertos y...

—Me resisto a creer —le interrumpió. Kari Ram, moviendo la cabeza— que hombres que han llegado ya a conocer la infinitud del espacio y el poderío que les brinda la ciencia, sean capaces de...

—...¿de razonar como bestias que acaban de adquirir la facultad de pensar lógicamente? —completó Mut Ang—. No olvide que la vieja sociedad surgió espontáneamente, sin el plan ni la previsión que distinguen las formas sociales superiores creadas por el hombre. El cerebro humano, la forma de razonar, hallábanse aún en la fase primaria de la lógica simple, matemática, que reflejaba la lógica de las leyes de desarrollo de la materia y la naturaleza, tales como se percibían por observación directa. En cuanto la humanidad adquirió suficiente experiencia histórica y llegó a conocer el proceso histórico de desarrollo del mundo que le rodeaba, surgió la lógica dialéctica como fase superior del pensamiento. El hombre comprendió la dualidad de los fenómenos de la naturaleza y de su propia existencia. Comprendió que, como individuo, era igual de pequeño y transitorio en la vida que una gota de agua en el océano o una chispa apagada por el viento; y a la vez vio que era tan inmensamente grande como el Universo, abarcado por su cerebro y su alma en la infinidad del tiempo y el espacio…


“…—Hay una particularidad más, en la que nadie se ha fijado —dijo Yas Tin, por lo común poco hablador—. El relato está escrito en inglés. El autor ha dado nombres y apodos ingleses a sus personajes, y empleado las expresiones humorísticas propias de este idioma. Y eso no es ninguna casualidad. Soy aficionado al estudio de las lenguas y conozco el proceso de formación de la primera lengua mundial. El inglés tuvo mucha difusión en el pasado. Y el escritor reflejó, como en un espejo, la absurda creencia de que las formas sociales son inmutables y eternas. El lento desarrollo del antiguo mundo esclavista o de la sociedad feudal fue erróneamente interpretado como prueba de la estabilidad de todas las formas de relaciones sociales, incluidas las lenguas y las religiones, así como del último de los regímenes anárquicos: el capitalismo. El peligroso desequilibrio social del posterior período del capitalismo considerábase invariable. El inglés era ya entonces una lengua arcaica, pues representaba en realidad dos idiomas —el escrito y el fonético—, ambos totalmente inservibles para las máquinas de traducir. ¡Cómo no había comprendido el autor que, con la misma profundidad y rapidez con que cambiaban las relaciones entre los seres humanos y sus conceptos del mundo, modificábase también el idioma!

»El sánscrito, lengua antigua casi totalmente relegada al olvido, resultó tener la estructura más lógica, por cuya razón fue tomado como base del idioma intermediario para las máquinas traductoras. Poco después ese idioma daba origen a la primera lengua mundial, que con el correr del tiempo sufrió aún muchas modificaciones. Las lenguas occidentales habían tenido una corta existencia. Todavía menos vivieron los nombres de las personas, tomados de las leyendas religiosas y de idiomas hacía tiempo desaparecidos.

Mut Ang también quiso dar su opinión:

—Yas Tin ha señalado lo más importante. La ignorancia y los métodos falsos en la ciencia son un gran mal; peor aún son la rutina y la obstinación en defender formas sociales que han fallado a todas luces ante los propios ojos de los contemporáneos. La causa de este rutinarismo, aparte de los raros casos de simple ignorancia, residía en el interés egoísta de prolongar la existencia de un régimen social cuyos beneficios eran disfrutados por una escasa minoría. Eso explica la indiferencia con que los defensores del estancamiento social miraban los intereses de la humanidad, la suerte de todo el planeta y de sus recursos energéticos, así como la salud de la población.

»El despilfarro de las reservas del combustible mineral y de los bosques, el agotamiento de los ríos y del suelo, los peligrosísimos experimentos para la creación de mortíferas armas atómicas; todo esto caracterizaba el pensar y el hacer de quienes, a costa de la miseria y los sufrimientos de la mayoría, querían prolongar la existencia de un régimen social caduco. Allí precisamente nació y prosperó el pernicioso concepto de la élite privilegiada, la idea de la superioridad de un grupo, clase o raza, sobre otros, la justificación de la violencia y la guerra, todo aquello que en tiempos remotos conocióse con el nombre de fascismo.

»Todo grupo privilegiado tratará inevitablemente de frenar el progreso, a fin de conservar sus privilegios, mientras que la parte oprimida de la sociedad luchará contra esos intentos en defensa de sus propios derechos. Cuanto mayor era la presión ejercida por el grupo privilegiado, tanto más fuerte la resistencia ofrecida, tanto más encarnizadas las formas de lucha, tanto más crueles los hombres y más acusada su degradación moral. Además de la lucha entre las clases, la lucha entre los países privilegiados y oprimidos. Recuerden la historia de la pugna entre el mundo nuevo, socialista, y el mundo viejo, capitalista, y comprenderán la razón de la ideología bélica, la propaganda de la idea de que las guerras son inevitables y eternas hasta en el Cosmos. A mí me parece como si eso fuera la quintaesencia del mal, la serpiente que, por más que se la cuide, morderá, pues no puede dejar de morder. Recuerden la siniestra luz rojo-amarilla con que ardía la estrella ante la cual hemos pasado en nuestro camino
...

—¡El Corazón de la Serpiente! —exclamó Taina.

—Eso es. Y en los escritos de los defensores de la vieja sociedad que proclamaban el estallido inevitable de la guerra y la existencia perpetua del capitalismo, veo también el corazón de un reptil venenoso.

—Por consiguiente, nuestros temores son atavismos de los tiempos en que aquella serpiente emponzoñaba la vida de los hombres, ¿no es así? —dijo Kari con un dejo de tristeza—. Y yo soy, probablemente, el hombre más víbora de todos nosotros, pues abrigo todavía temores... o dudas, como quiera que se los llame.

—¡Kari! —gritó Taina en tono de reproche.

Mas él siguió obstinado:

—Nuestro jefe nos ha hablado de las crisis mortales que destruían las civilizaciones avanzadas. Todos conocemos planetas donde la vida sucumbió porque sus habitantes se vieron arrastrados a una guerra atómica antes de que pudieran crear una nueva sociedad conforme a las leyes de la ciencia y poner fin a la sed de exterminio, ¡arrancar de cuajo el corazón de la serpiente! Sabemos que nuestro planeta estuvo a punto de correr la misma suerte. De no haber surgido en Rusia el primer Estado socialista, que marcó el comienzo de grandes transformaciones en la vida del planeta, el fascismo se hubiera extendido y, con él, las mortíferas guerras atómicas. ¿Y si ellos están allí? —el joven astronauta señaló con la cabeza hacia el lado de donde esperábase la aparición de la astronave desconocida—. ¿Y si ellos no han pasado aún este peligroso límite de su historia?

—Eso queda excluido, Kari —objetó con calma Mut Ang—. Es posible cierta analogía entre el desarrollo de las formas superiores de la vida y las formas superiores de la sociedad. El hombre ha podido desarrollarse tan sólo en un medio ambiente relativamente estable y favorable. Eso no implica que no haya habido cambios. Por el contrario, los ha habido y muy radicales, pero únicamente en relación al hombre, y no a la naturaleza en general. Los cataclismos, las grandes conmociones y los cambios hubieran imposibilitado el desarrollo de los seres racionales. Lo mismo cabe decir de la forma superior de la sociedad, que no supo lanzarse a la conquista del espacio, construir astronaves y penetrar en las profundidades insondables del Universo hasta que no se estabilizaron las condiciones de vida de toda la humanidad, hasta que no fueron, por consecuencia, eliminadas totalmente las guerras asoladoras que acompañaban al capitalismo... Por eso estoy seguro de que esos habitantes de otro mundo que vienen a nuestro encuentro también han pasado el punto crítico. Seguramente hubieron sufrido no poco hasta construir una sociedad verdaderamente racional.

—Me parece que existe algo que pudiera quizá llamarse sabiduría espontánea en las historias de las civilizaciones de los diversos planetas —dijo Tey Eron con los ojos brillantes—. La humanidad no puede vencer el espacio mientras no haya adoptado el modo superior de vida en el que no hay lugar para las guerras y en el que cada cual se siente responsable por todos.

—En otras palabras, la humanidad no era capaz de vencer las fuerzas de la naturaleza en el plano cósmico antes de haber ascendido al grado superior de la sociedad comunista. ¡No podía ni puede haber otro camino! —corroboró Kari—. Lo mismo cabe decir de toda otra humanidad, si entendemos por ella las formas superiores de vida racional organizada…


"Nuevo planeta" (Konstantin Luon)

De Efrémov, sus obras son un mensaje para las futuras generaciones, son una llamada a superar la actual sociedad atrasada imperialista, y depositar la confianza de que una nueva ola revolucionaria la barrerá, sustituyéndola por la civilización comunista.

24 de abril de 2010

Lenin, en su 140 Aniversario

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Aniversario de Vladimir Ilich Lenin: declaración del Primer Secretario del CC del PCUS Serguei Skvorstov


El 22 de Abril se cumple el 140 aniversario del nacimiento de Vladimir Ilich Lenin. El nombre de Lenin, del genial continuador de la causa de Marx y de Engels, del gran pensador, revolucionario y hombre de estado, entró para siempre en los anales del movimiento revolucionario mundial, de toda la historia mundial. Lenin fundó el partido comunista, el partido combativo de la clase obrera, organizador e inspirador de la Gran Revolución Socialista de Octubre, de las hazañas heroicas de nuestro pueblo. Bajo la dirección de Lenin fue creado el primer estado de obreros y campesinos en la historia de la humanidad, de la amistad fraterna de los pueblos - la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.


Por las indicaciones de Lenin, bajo la dirección del partido leninista se construyó en nuestro país el socialismo. Las ideas de Lenin elevaron a nuestro pueblo en los días de las pruebas en defensa de la Patria Socialista. Estamos orgullosos de que Lenin nació y creció en nuestra tierra, de que él es el gran hijo de Rusia, de que nuestro país es la patria del leninismo. Junto con esto, Lenin fue el jefe de todos los trabajadores del mundo; la marcha del desarrollo histórico confirma de modo irrefutable que el leninismo es una doctrina profundamente internacional, histórico-mundial. Pronuncian con amor infinito el nombre de Lenin en todos los idiomas del globo terrestre. El gran internacionalista, el luchador apasionado contra todas las formas de opresión social y nacional, por la consolidación de la solidaridad internacional de las fuerzas que actúan por la transformación revolucionaria del mundo, Lenin pertenece a toda la humanidad progresista.


Lenin introdujo una aportación inapreciable al desarrollo de la teoría marxista. Lenin con tal profundidad, con tal clarividencia expresó las esperanzas seculares de millones de trabajadores y de oprimidos, que su doctrina fue la bandera de la lucha contra el imperialismo, contra la opresión y la explotación, por la paz, la libertad y la independencia de los pueblos, por la justicia social. Hoy, cuando después de la dura derrota histórica los comunistas luchan de nuevo por la victoria de la revolución socialista en Rusia y en las otras repúblicas ex - soviéticas, nosotros de nuevo en la propia experiencia nos convencemos de que las ideas de Lenin no son sencillamente historia, que éstas son un arma eficaz de la lucha política actual.


El nombre y la causa de Lenin sobrevivirán eternamente.


¡Viva el Partido Comunista de la Unión Soviética creado por Lenin!


¡Viva el marxismo-leninismo!

23 de abril de 2010

Solidaridad internacionalista: Gladys Marín visitando la RDA



En diciembre de 1973,Gladys Marín por decisión del Partido Comunista de Chile,y en contra su voluntad de resistir en territorio chileno , se asila en la embajada de Holanda en Santiago, allí permaneció 8 meses debido a que la Junta le negaba el salvo conducto. En el exilio asume las tareas de la solidaridad con la causa chilena. Recorre distintos lugares denunciando los crímenes que en Chile se cometen. En 1974 es recibida en la RDA como una representante de la juventud chilena que resistía a la dictadura.

publicado por wilsonfre en youtube

22 de abril de 2010

La biodiversidad en los tiempos del capital monopolista


La próspera agricultura soviética: los tractores llegan por primera vez al campo soviético durante los planes quinquenales: por fin, los campesinos pueden tener tiempo libre. Las fuerzas productivas se ponen al servicio del ocio, y no al revés.

Recogida de alfalfa en el Koljós « XVIII Congreso del Partido » en la EMT (Estacíon de Máquinas y Tractores) de Milérovo

Koljós Stalin, en el distrito de Salsk, región de Rostov

Juan Manuel Olarieta


A finales de 2004 a algún ingenuo se le ocurrió poner un anuncio en la prensa de León ofertando semillas de cebada, para lo cual ponía su número de teléfono a disposición de los interesados. Pero resultó que entre los interesados por aquellas semillas estaba el Seprona, es decir, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, la policía verde por antonomasia. Como era de esperar el asunto acabó en el juzgado competente.

Año y medio después se celebró un acto oficial en el Ministerio de Agricultura: el político de turno otorgaba el premio Semilla de Oro 2005 que concede Aprose (la Asociación Profesional de Productores de Semillas) al Seprona, es decir, a la Guardia Civil.

Como en tantos otros sectores económicos, los capitalistas productores de semillas están asociados de manera monopolista en una organización corporativa que otorga un premio utilizando para ello la sede del Ministerio, es decir, la propiedad pública destinada a fines privados, a promocionar el lucro capitalista.


El burócrata que concedió la medalla a la Guardia Civil en el Ministerio de Agricultura pronunció el típico discurso en el que destacaba la persecución que viene llevando a cabo la Guardia Civil del comercio fraudulento de semillas y la defensa de los derechos de los inventores de variedades vegetales, lo que -según dijo- contribuirá a mejorar la calidad de la cosecha. La semilla certificada -concluyó- es la única que garantiza al agricultor una adecuada pureza, una correcta germinación y unas características de sanidad y homogeneidad frente a otro tipo de grano que se produce "sin control alguno".


En octubre del año pasado la agencia Efe también se ponía al servicio del capital monopolista difundiendo un comunicado de la mencionada patronal Aprose según el cual en 2009 la venta "fraudulenta" de semillas en España había alcanzado los 170 millones de euros. La patronal se quejaba de que sólo un 30 por ciento del total de la siembra de cereales en España se hace con semilla certificada.


Vamos viendo la fuerza de este tipo de organizaciones monopolistas: conceden sus premios en la sede de un ministerio, tienen a la Guardia Civil a su disposición y las agencias de prensa difunden sus mensajes como si fueran la palabra de dios.


¿Por qué es un crimen la venta de semillas? ¿Qué tipo de delito es el comercio de semillas? Es un delito contra la propiedad industrial, como el "top manta". La SGAE de las semillas se llama Aprose; unos se apropian de la cultura y otros de la vida. Por lo tanto, hay capitalistas que tienen patentadas las semillas y, además, sólo ellos pueden vender semillas. Una minoría tiene el monopolio y los demás son piratas (exactamente el 70 por ciento). No se trata de vender unas u otras semillas, de que sean buenas o malas, mejores o peores sino del control del comercio de semillas, es decir, del control capitalista sobre la agricultura que el Estado refrenda en favor de los monopolistas que lo ejercen.


¿Qué tipo de semillas venden los monopolistas? Son siempre las mismas, una variedad típica, igual en todas partes: homogeneidad, lo llamaba en su discurso el político del Ministerio de Agricultura. La semillas certificadas, pues, atentan contra la biodiversidad. Por eso cuando vamos a la frutería vemos que los melocotones son todos iguales, todos saben igual, tienen el mismo color y la misma forma: provienen de las mismas semillas.


Volvamos hacia atrás en el tiempo: ¿ha existido siempre ese control sobre el comercio de semillas? Si no es así: ¿cuándo se empezó a monopolizar esta venta? En palabras de Marx: ¿cuándo las semillas se convirtieron en mercancías? Si al lector le interesan las películas del oeste recordará aquellas caravanas de colonos que transportaban tiestos en las carretas o llevaban semillas en los bolsillos. En aquellos tiempos, el gobierno de Estados Unidos, además de las tierras, también regalaba las semillas a los colonizadores. Los campesinos se intercambiaban semillas unos con otros, incluso por carta.


Así ha venido sucediendo desde el neolítico: los campesinos reservaban una parte de la cosecha, no se la comían íntegra para utilizar una parte de las semillas como reserva para la siembra del año siguiente. Aún no se había impuesto el capitalismo en el campo, aún no había llegado el tráfico de semillas, aún no se había producido esa división del trabajo y, desde luego, el intercambio de semillas no era un crimen.


Pero a finales del siglo XVIII en los países capitalistas más importantes (Inglaterra, Francia y Alemania) se comienza a introducir un nuevo tipo de agricultura capitalista donde antes había reinado la autarquía y el autoabastacimiento de semillas. Uno se divide en dos: una parte de los campesinos no cosecha sino que vende semillas, se especializa en el cultivo sólo para la comercialización. No se queda con las semillas sino que se las vende a otro campesino, que es el cultivador final; no tiene ninguno de los riesgos de la cosecha: lluvia, clima, frío, plagas... Los comerciantes de semillas se apoderaron de la agricultura y el capitalismo se impuso en el campo como en todas partes.


¿Cuándo ocurrió esto? ¿En qué momento histórico? En España por la Orden del Ministerio de Agricultura de 10 de marzo de 1917 y la Circular número 286 de la Dirección General del ramo de 21 de octubre del mismo año, que recientemente la Ley 30/06 de 26 de julio ha refrendado y actualizado. Las semillas son hoy como las armas o las drogas: tienen un número de registro. Cuando alguien quiere vender semillas también se tiene que registrar en una oficina pública. Cualquiera no puede poner un vivero, y si de las plantas pasamos a los animales los trámites son aún peores, pero no cambia nada: en lugar de semillas hablaríamos de sementales. Por eso cuando haces turismo rural las vacas que ves desde la carretera son todas iguales. Antes todas eran blancas y negras; ahora son todas marrones porque son linajes de la misma camada.


La legislación sobre semillas impuesta desde 1917 es algo simultáneo en todo el mundo capitalista y expresa la introducción del monopolismo en la agricultura, el tránsito de un régimen de libre circulación de semillas al estricto control y registro público del mismo. Lo que antes era una actividad económica libre ahora es un crimen. La consecuencia fue la pérdida de biodiversidad vegetal.


La secuela última de este régimen monopolista agrario creo que es conocida: la aparición de gigantescos depósitos de semillas en manos de las multinacionales, que se convierten de esa manera en los dueños de las reservas más importantes de materia viva del planeta. Es el apoderamiento de la vida por los grandes monopolios, la vida en manos privadas: su privatización, en definitiva; repito: no solamente de la alimentación mundial sino de la vida misma.


Doy por sabido quiénes son los que controlan alguno de esos almacenes vitales que están enterrados en roca en el círculo polar ártico en unas instalaciones a prueba de seísmos: Bill Gates, Monsanto, Rockefeller, etc. La multinacional que ha creado el depósito de semillas en Noruega, inaugurado oficialmente por Durao Barroso en nombre de la Unión Europea, se disfraza como una ONG que se llama a sí misma "Global Crop Diversity Trust", es decir, que actúa en nombre del mantenimiento de la biodiversidad, es decir, de preservar la biodiversidad en manos del capital monopolista, de robarla de la naturaleza para llevarla a sus almacenes particulares. Los demás tendremos que merendarnos la comida rápida, la comida basura, perritos calientes y kiwis transgénicos...


Que países como Israel también hayan construido silos subterráneos de semillas, es buena prueba de que, además de las ganancias monopolistas, se trata de medidas estratégicas ligadas a la guerra imperialista.


La biodiversidad, por lo tanto, no es que esté en peligro a causa de la civilización moderna o algún otro tipo de motivo impreciso, sino porque antes estaba en la naturaleza al alcance de cualquiera y ahora está en las manos privadas de las multinacionales. La diferencia no está en las fuerzas productivas sino en las relaciones de producción. Hay biodiversidad, lo que pasa es que alguien se ha apoderado de ella para su propio provecho.


A partir de aquí me pregunto acerca de los motivos por los cuales cuando los ecocapitalistas nos hablan de sus temores por la biodiversidad no nos hablan -al mismo tiempo- de las multinacionales que la tienen secuestrada; me pregunto por qué nos hablan de la enfermedad, la biodiversidad, pero no del remedio: la expropiación de los monopolios. ¿No sería mejor que la biodiversidad estuviera en la naturaleza, en manos de los campesinos, y no oculta en unos grandes almacenes a disposición de unos cuantos? ¿Acaso la solución al problema no es el socialismo? ¿Acaso la solución no es poner la biodiversidad a disposición de quien la trabaja?

13 de abril de 2010

Makarenko, la visión comunista de la educación


Por Oleg K.

“Disponiéndoos a emprender el camino de la vida, partiendo de los fáciles años juveniles para entrar en el duro camino del hombre hecho y derecho, lleváos consigo todas las formas humanas de actuar, no las perdáis por el camino, después será difícil recuperarlas” –Almas Muertas– Nicolai V. Gogol

Como se forjó su mentalidad

Anton Semionovich Makárenko nació en 1888, en la aldea de Bielópolis, cerca de Jarkov, Ucrania. Su padre, Semión Grigórievich, era un obrero ferroviario, pintor de brocha gorda, que trabajó en una fábrica de vagones en el suburbio de Kriukov, de la ciudad de Kremenchug, situada a orillas del río Dniéper, en Ucrania. En uno de sus escritos nos habla con dolor de “aquel extraordinario obrero… que durante decenas de años… se levantaba a las cinco de la mañana y volvía a las seis de la tarde, cubierto de polvo y serio”. De su madre, Tatiana Mijáilovna, extrae su optimismo y alegría; excelente narradora, le infunde la confianza en el ser humano. A los cinco años Antón ya sabía leer, preferiendo los libros a los juegos infantiles. Durante seis años estudió en la escuela de Kremenchug, siendo muy brillante alumno, con un gran conocimiento de los clásicos rusos y extranjeros, así como filosofía, astronomía y ciencias naturales.

En 1904, a la edad de 16 años se preparó como maestro en unos cursos para dar clases a párvulos de la propia fábrica donde trabajaba su padre. Él mismo iba a ella. Su relación con los obreros le marcaría durante buena parte de su vida, al comprender su explotación, compartiendo sus luchas por su emancipación social. La revolución de 1905 marcaría no solamente a Antón sino a todos los profesores que entendían que la autocracia zarista era un enemigo eterno de los pueblos de Rusia. Sus compañeros maestros de escuela estaban suscritos al periódico legal bolchevique Novaya Shizn (“La nueva vida”), por las tardes se reunían todos juntos para discutir acaloradamente de los sucesos que ocurrían y cantar himnos revolucionarios. En 1911 le nombran inspector en la aldea de la estación ferroviaria de Dolinskáia, a fin de apartarle de la labor docente, pero a la vez observado por las autoridades. No por ello Antón dejó de influir en los alumnos sus concepciones educativas. En cierta ocasión se hizo cargo de conmemorar la expulsión de las hordas napoleónicas de Rusia. Makárenko preparó un espectáculo teatral que no solamente extasió a la chiquillería del poblado, sino también a los adultos. Toda la noche ardieron en la estepa las llamas de los barriles de alquitrán, hasta el amanecer tronó el “cañoneo” y se oyeron los gritos de victoria. Las “acciones militares” solo acabaron al despuntar el día, cuando bajo los jubilosos gritos de los vencedores y del público condujeron a la escuela a las columnas deprimidas del “enemigo apresado”. Pero su verdadera labor la realizaba por las noches.

Makárenko reunió a su alrededor a un círculo de tendencias revolucionarias, compuesto de intelectuales y obreros ferroviarios. Los domingos se reunían en el bosque próximo a la estación.
En 1914 ingresa en el Instituto Pedagógico de Poltava, al conseguir una beca por oposición. Termina sus estudios pedagógicos en el verano del 17, muy brillantemente, el primero, medalla de oro del instituto con la recomendación de enseñar y ocupar la dirección de escuelas de Segunda Enseñanza. Por aquél tiempo, envió a Alexei Maxímovich Gorki un pequeño relato. Éste, devolviéndoselo incluyó esta anotación “...está escrito débilmente, el dramatismo de los sufrimientos del pope no está claro, no describe el fondo y el diálogo no es interesante. Pruebe a escribir alguna otra cosa”. Gracias a la franqueza de Gorki, desterró de su mente los sueños literarios. Por aquel tiempo, también estudia a Marx, Engels, y diferentes pensadores revolucionarios. Tras múltiples peripecias es descartado del servicio militar por su miopía.

Pero todo lo barrió la Revolución de Octubre. Durante tres años, intensos combates se desarrollan en la región de Kremenchug. Aún así, El Consejo de Comisarios del Pueblo reorganiza todas las instituciones de enseñanza de la Región de Jarkov, y pone a Antón como responsable de la escuela primaria de Poltava. Comprueba la terrible secuela de la guerra civil, los miles de niños abandonados que habían caído en la delincuencia y olvido, decidiendo que era una labor imprescindible. Su solución, allí entre edificios destartalados, funda una institución modelo de recogida, sustento y educación de aquellos olvidados.




Makarenko Ya como Colonia Gorki y ante el volumen de su actividad, en 1923 se traslada a la finca de Tepke y posteriormente al monasterio de Kuriag, donde va desarrollando sus experiencias cada vez con más jóvenes, en lucha constante con los viejos prejuicios burgueses anclados en las instituciones pedagógicas recién creadas. A consecuencia de esas discusiones deja la Colonia Gorki, y con el apoyo de la Comisión Especial de lucha contra la delincuencia y la contrarrevolución (VChka), comprende que debe forjarse ya la nueva escuela soviética. Por entonces escribe un avance de sus ideas en el folleto “Marcha del año 30 en tono mayor” y la novela "FD-1".

Junto con los “Chequistas” crea la Comuna Dzerzhinski, en recuerdo a Felix Dzerzhinski, con lo más avanzado en pedagogía aplicada de aquel tiempo, bautizada como “Colonia Primero de Mayo”, donde aplica sus métodos, a la vez que va publicando durante los años 1933, 1934, 1935 sus experiencias y soluciones en el libro “Poema Pedagógico” –subtitulado "El Camino de la Vida"-. Gracias a que sus tesis son confirmadas por su puesta en práctica, en diferentes lugares, sus ideas se propagan por todas las instituciones pedagógicas de la Unión Soviética, aplicándolas, desterrando los clichés burgueses en boga de que a los chicos “rebeldes” había que meterlos en correccionales y cárceles para menores.

En 1935 concluye la dirección de la Comuna Dzerzhinski. El partido y el Consejo de Comisarios cree oportuno que supervise toda la labor educativa que se estaba generando para erradicar la delincuencia juvenil y desarrollar una vía de actuación en cada eventualidad concreta. Aquél año se edita la pieza de teatro “Tono Mayor”, a la vez que supervisa la obra “Metodología para la organización del proceso educativo”. Hasta 1937 es Vicedirector de la Sección de Colonias de Trabajo del Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos de Ucrania. Desarrolla en dos años una actividad frenética, con continuos viajes por muchas ciudades, reuniendo a los consejos escolares, instituciones pedagógicas, dando conferencias, elaborando manuales, acogiendo a los nuevos egresados de las universidades y explicándoles sus métodos. Fruto de esos años escribe la excepcional novela “Bandera en las Torres”, donde expone sus experiencias en la Comuna Dzerzhinski.

Pero ya está sintetizando gradualmente sus conclusiones. En el folleto “El honor” vierte sus concepciones pedagógicas extendidas a toda la sociedad, pidiendo una renovación en la forma de enseñar, no ya de los niños delincuentes, sino en la enseñanza a todos los jóvenes, en la creación de una Nueva Sociedad, que pueda desarrollar una nueva generación de muchachas y muchachos con unas concepciones sociales más desarrolladas, que la herencia recibida del capitalismo. Su plasmación por escrito lo hace en la revista “Krasnoya nov” con el título “El libro de los Padres”. También por aquel tiempo, edita los artículos literarios “La Felicidad”, "Un carácter de verdad" y "En comisión de servicio".

La concreción de su proyecto pedagógico integral, se ha extraído de las charlas que realizó de 1937 a 1939, de las ocho conferencias por radio sobre el tema de la educación en la familia, y así también en diferentes charlas con profesores y los colectivos de enseñanza, cartas, artículos en revistas, encuentros y respuestas con pedágogos, obreros, comunas, familias, colectivos de mujeres. Todo este importante material fue recopilado por su compañera Galina Stajievna Makárenko, también pedágoga, en siete tomos. El 31 de Enero le conceden la Orden de la Bandera Roja al trabajo Antón S. Makárenko. Pero no hubo más tiempo. Con cincuenta y un años falleció cuando iba a uno de esos cursillos en un ferrocarril.

Compromiso social

Tras la Revolución de Octubre, la lucha contra la delincuencia juvenil tenía dos componentes muy ligados: el futuro de cientos de miles de niños y un problema educacional que requería una respuesta rápida, eminentemente práctica. Para los bolcheviques era una responsabilidad social. Todas las instituciones estaban abarrotadas, faltaban materias primas y escasez de todo tipo de comida y artículos industriales. A pesar de ello, el Comisariado del Pueblo de Sanidad Pública creó en 1918, sucesivos decretos para la alimentación infantil en cada territorio. Su distribución y lucha por arrancar a aquellos niños del hambre y la miseria correspondió a la Comisión extraordinaria de toda rusia para prevenir la contrarrevolución y el sabotaje (VChK) y como el tiempo era el principal enemigo, Félix Dzerzhinski tuvo la responsabilidad de crear la llamada “Detkomissia”, Comisión para la Infancia. En una conversación con Lunacharski, éste en sus memorias cuenta las palabras de Félix: “He llegado a esta conclusión, partiendo de dos consideraciones. Primero, es una gran calamidad. ¡Los frutos de la revolución son para ellos y no para nosotros! Sin embargo, cuántos niños sufren la guerra y la miseria. Debemos correr en su ayuda, como si esos niños estuviesen ahogándose. El Comisariado del Pueblo de Educación (Narkomprós) por sí solo no está en condiciones de remediar la situación. Se requiere mucha ayuda de todos los medios sociales soviéticos. Hay que constituir una comisión adjunta al Comité Ejecutivo Central (VTsIK) en que participe, desde luego, el Narkomprós, una comisión representativa de la que formen parte todos los departamentos y organismos útiles para este asunto. Ya he hablado con diversas personas, me gustaría encabezar esta comisión y quiero incorporar efectivamente en este trabajo al aparato de la VChK. Hay otra razón que me lleva a ello: creo que nuestro aparato es uno de los mejor organizados. Tenemos representantes nuestros en todas partes. Nos tienen en cuenta. Nos temen un poco…”. Desde la Detkomissia se dirigió a la KOMINTERN (Internacional Comunista), al fondo de ayuda a los hambrientos de Rusia, a organizaciones internacionales, con fondos propios y donaciones de los obreros. Ya en 1920, 300 mil jóvenes fueron evacuados así como otros 350 de 1921 a 1922. En esta tarea colaboró eficazmente el Ejército Rojo, los sindicatos y las organizaciones campesinas. Para 1923 eran ya un millón de niños los evacuados, en total, creándose una vastísima red de instituciones de educación y orfanatos, estableciéndose gradualmente colonias de trabajo y estudio, así como Comunas Infantiles de nuevo tipo. Uno de aquellos revolucionarios educadores fue Antón Semionovich Makárenko.

Su legado dialéctico

Su trabajo no fue fácil, pues se enfrentó a un sinnúmero de problemas, comenzando por su propia falta de experiencia y conocimientos para convivir entre delincuentes, pasando por la resistencia que los propios jóvenes le oponían, así como las dificultades económicas y materiales, hasta aquellos obstáculos generados por otros educadores y autoridades que no entendieron y desaprobaron su trabajo, ya que lo consideraban un pedágogo controvertido. Al principio sin saber que hacer, recurrieron Makárenko y sus ayudantes a los libros de pedagogía. Pero la llamada teoría pedagógica no daba respuestas prácticas sino formulas retóricas faltas de realidad. Y tenían que actuar sin demora porque cada día las dificultades se acumulaban (mayor número de educandos, robos, falta de materiales, comida, etc.) Había que crearlo allí, con lo que tenía. Para educar a todos a la vez, y no a cada uno por separado, hay que tener la perspectiva necesaria igualmente comprensible para todos. En la situación dada, esta perspectiva podía ser levantar con prontitud la economía de la colonia y satisfacer plenamente las demandas materiales y culturales más apremiantes de los colonos. Debería organizarse la vida de tal manera que los propios colonos fueran los que respondieran por todo; por los bienes inmuebles, por el plan de producción, por la distribución de los ingresos, por el orden y la disciplina. Ellos mismos deberían educarse unos a otros: exigir, subordinarse, respetarse, merecer la estima, preocuparse y ayudarse mutuamente. Y, lo último: la colonia no es una suma mecánica de individuos, sino que es un complejo social único, de la pertenencia a la cual se enorgullecen en igual medida tanto los educandos como los educadores. Eso lo que se llama colectividad.

Pero no solamente hizo hincapié en su entorno de colectividad de niños abandonados, mucho más tarde lo hizo en la educación de la población infantil en general: “En la práctica, las bases fundamentales de la educación residen hasta los cinco años, y lo que ustedes hayan hecho hasta esta edad constituye el 90 % de todo el proceso educativo, después la educación de la persona continua, prosigue su formación, pero, en general, ustedes comienzan ya a recoger los frutos, mientras que las flores que cuidaron duraron hasta los cinco años. De aquí que hasta los cinco años el problema trascendental sea el de medir la severidad y la caricia. A menudo permiten al niño toda clase de caprichos y que pase el día gritando: otras veces le prohíben incluso llorar. Hay pequeños que no están quietos un momento, agarran cuánto se ofrece al alcance de su mano, importunan con preguntas y no hay manera de que nos dejen tranquilos… En mi práctica me enseñé a ser severo utilizando un tono muy cariñoso. Yo podía expresar con absoluta amabilidad, cordialidad y tranquilidad palabras ante las que palidecían mis colonos. La severidad no supone que obligatoriamente haya que gritar o gruñir. Esto sobra. En cambio, su tranquilidad, su seguridad, su firme decisión expresadas cariñosamente, ejercen mayor impresión. “'Fuera de aquí”, esto impresiona: más también surte efecto y, quizás mayor, si se dice tenga la 'bondad de salir'… "En cada familia debe regir un orden tal que sea obligatorio señalar la menor infracción del régimen, esto se debe cumplir desde la temprana edad y cuanto más severos sean los padres en exigir su cumplimiento, tanto menos infracciones habrá y, en consecuencia se evitará la necesidad de recurrir a los castigos".

“Hay familias buenas y malas. No puede afirmarse que la familia eduque como es debido, como tampoco podemos decir que la familia puede educar como quiera. Debemos estructurar una educación familiar a la que sirva como principio organizativo la escuela, como representante de la educación estatal. La escuela debe orientar a la familia”. "La ayuda a los padres por parte de la escuela sólo es posible cuando esta última representa toda una colectividad única que sabe lo que se exige de sus discípulos y que presenta con firmeza estas exigencias." "Paso a la siguiente cuestión. Yo planteo la tesis de que la verdadera familia debe ser una buena colectividad administradora. También el niño debe ser desde su más tierna infancia un miembro de esta colectividad administradora. Debe saber de dónde proceden los medio de subsistencia de la familia, qué se compra, por qué se puede comprar esto, mientras lo otro no se debe, etc.” “Hay que inculcar en los hijos la preocupación por los padres, educar en ellos el deseo sencillo y natural de renunciar a la satisfacción propia, en tanto no se hayan satisfecho las del padre o la madre."

Sus métodos de trabajo

Antón fue formulando sus tesis a partir de sus propias experiencias, a la vez que gradualmente desechaba los principios educativos recibidos de la formación zarista. No entendía a los chavales como una masa amorfa a modelar, como los catalogaba la ciencia burguesa al uso, sino de transmitirles el objetivo de que cada uno supiese pensar y razonar. El mismo comprendió que para educar había que saber ver la originalidad de cada discípulo, tener en cuenta sus particularidades individuales. La metodología del trabajo educativo no puede reducirse a la metodología de la enseñanza, la primera es una rama especial de la ciencia pedagógica que tiene su objeto y sus leyes.

El sentimiento comunista de este pedágogo, quien no olvida su origen obrero, y como maestro de forjadores para el futuro, se opone al individualismo y hace un gran énfasis en la organización de la escuela como colectividad, e insiste que en las escuelas no prestan la debida atención a la organización de la experiencia infantil, la experiencia de la vida, y la creación de la nueva sociedad.

Para hacer esto se propone un modelo educativo que vincule la vida del trabajo con la escolar para que la primera incorpore principios de la ciencia a la rutina laboral haciéndola un acto consciente, con el objetivo final de eliminar la división social del trabajo entre el trabajo intelectual y el manual, que favorece la explotación del segundo por el primero. Además, se busca dar una formación cultural y espiritual que permita a los hombres el disfrute de los bienes espirituales producidos por la humanidad y contribuir al saber universal con una cultura proletaria.

Ejemplo anterior son sus primeros destacamentos. La célula estructural de partida en la colonia era el destacamento, que constaba de 10-12 colonos, mandados por un jefe. Además de los destacamentos permanentes, que constituían el armazón de la colectividad, tenían amplia práctica los llamados destacamentos mixtos. Los últimos, se formaban para un plazo no mayor de una semana, se ocupaban del cumplimiento de una tarea temporal y eran disueltos en cuanto ésta se había realizado. Esta organización de la colectividad, nueva, inventada por Antón, abría horizontes para solucionar tareas de educación muy sutiles y complejas.


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El Consejo de Jefes nombraba responsables de los destacamentos mixtos a todos los educandos, por turno excepto a los más incapaces. Gracias a los destacamentos mixtos, el papel de jefe de destacamento permanente se limitaba un tanto. Este salía a la tarea como número raso del destacamento mixto, y se subordinaba durante el cumplimiento de esta misión al jefe del destacamento mixto. Tal estructura organizativa móvil impedía que hasta la individualidad más fuerte se pusiera por encima de la colectividad.

Su concepción de la enseñanza

Makárenko sostiene, en efecto, una posición pedagógica llena de originalidad. Además se queja de no contar con técnicas pedagógicas válidas y para él la literatura pedagógica es pura charlatanería, está vacía de técnicas, de métodos y de instrumentos válidos para su aplicación por un educador cargado de problemas. Afirma además que los pedágogos no saben absolutamente nada de educación, que están siempre en las nubes, la llama "pedagogía del Olimpo". En ésta sólo valen las teorías mientras las técnicas son tenidas como herejías, siendo radical su oposición al movimiento paidológico y al ideario de la nueva escuela.

Makárenko no acepta que la educación deba fundamentarse sobre las necesidades del niño y más bien, las necesidades en que debe ponerse más énfasis son las de la colectividad, de la sociedad, del país y el sentimiento del deber tiene que ir siempre ligado a esas necesidades; opina además que el hombre se mueve según las leyes de la naturaleza y por consiguiente el papel de la educación consiste en educar esa naturaleza en función de esa sociedad, de tal manera que los educadores soviéticos no son los servidores de la naturaleza sino los maestros. Afirma que el culto a la espontaneidad no sólo menosprecia el papel de la educación sino que es socialmente perjudicial y entonces, no queda otra alternativa que abandonarlo; establece que a la autodisciplina y a la autoorganización se les debe de sustituir por una disciplina consciente, entendiendo por disciplina no la inhibición de las acciones, sino que debe ser enfocada desde el punto de vista soviético: debe inducir a vencer dificultades, debiendo ser disciplina de lucha y avance, de inspiración de algo y lucha por algo, cuyo objetivo está expresado en el logro de las cualidades del carácter que definen a la personalidad comunista; exige además una educación de la voluntad, capacidad absolutamente necesaria para el progreso de la comuna y la sociedad, ya que si el niño se habitúa a realizar sus deseos sin ponerles nunca freno, nunca tendrá fuerza de voluntad.

Menciona además que se deben lograr otras cualidades como: la honestidad, la diligencia, la eficiencia, la puntualidad, la capacidad de orientación, la subordinación y la capacidad de mando; estas dos últimas cualidades son claramente comunistas.

Proceso social colectivista

Makárenko perseguía un nuevo estilo y una nueva forma de organización, y partía de que la base de la educación es ante todo un proceso social y que, en consecuencia, el hombre soviético no podía ser educado bajo la influencia de una sola personalidad; entendía que la esencia de la educación no estaba en las conversaciones con el niño, en la influencia directa que un educador podía ejercer sobre él, sino "en la organización de la vida del niño y en el ejemplo que se le brinda con la vida personal y social. El trabajo educativo es ante todo un trabajo de organización". “Yo exigía mucho y lo exigía asimismo a toda la colectividad. La emulación se establecía sin recurrir a los compromisos por parejas, sino mediante un acuerdo general de todas las clases y destacamentos que comprendía todos los índices: ser amable, comportarse correctamente, etc. Yo llevaba el fichero y hacía el cómputo. Al mejor destacamento, vencedor en la emulación mensual, le entregaba como premio: seis entradas diarias al teatro para todo el destacamento, para los 30 que lo componían, y el derecho a limpiar los excusados." “El desarrollo de la lógica de la exigencia condujo a formas muy originales: la realización del trabajo más desagradable se encomendaba con carácter especialmente preferencial."

En el funcionamiento del colectivo, es fundamental el papel del director (el mismo Makárenko), cuya función consiste en orientar, encauzar, sistematizar y encontrar la urdimbre básica que coloque a la colectividad como centro de todo el trabajo. Para ello, el mismo se integraba como modelo, como ejemplo y guía, como mantenedor del tono, el estilo y las tradiciones de la colectividad; como padre de niños sin padre, como amigo de cada colono y de cada educador a sus órdenes, como compañero de descansos, de dificultades y alegrías. “Camaradas, esta lógica no es una invención mía, es una lógica natural que arranca de las exigencias. No se pueden plantear ninguna exigencia si no existe una colectividad auténticamente fusionada. Si a mí me entregaran hoy una escuela, en primer lugar haría esto: reuniría a los maestros, diciéndoles: queridos amigos, les propongo hacer las cosas así. Y al maestro que se mostrase disconforme, por muy calificado que fuese, le diría: márchese a otra escuela. A una joven de dieciocho años, si es que estaba de acuerdo conmigo, le aconsejaría: usted carece aún de experiencia, pero su mirada brilla, veo que usted quiere trabajar, quédese y trabaje, nosotros la enseñaremos.”

Es pues el colectivo la piedra angular del sistema educativo. Makárenko veía la necesidad de educar por la experiencia colectiva y así desarrollar una educación comunista de largo alcance. Conseguir las metas propuestas, entre todos sus componentes, tenía un potencial educativo y terapéutico excepcional. De esta forma, se realizaba así el proceso:

* Respecto del educando, cuando éste había asimilado el espíritu de la colonia, pasaba a ser colono y a formar parte de un destacamento, célula base de la organización.

* Existía además un consejo de responsable de destacamentos (jefes) que se reunían con bastante frecuencia para dilucidar, junto con Makárenko, sobre los muchos problemas cotidianos que surgían en la colectividad y además decidía sobre los castigos a imponer. Es importante destacar que la condición indispensable para el funcionamiento de cada unidad y de la colectividad entera era el sentimiento de unidad y de cohesión, porque la integridad de la colectividad es condición única de una buena educación.

* Exigencia, extraordinariamente importante, de la renuncia, de cada uno de sus miembros a los intereses personales en aras de los intereses de la colectividad; lo importante es la marcha de la colonia y el cumplimiento del programa establecido, la buena marcha de la colonia preserva la buena marcha de cada uno de sus miembros, esté o abandone la colonia cuando finalice su estancia.

* Exigencia, igualmente importante, para los propios educadores. Cuando un educando no desarrolla sus cualidades personales, no alcanza la calificación de sus estudios, es responsabilidad totalmente del educador. Cuando se educa a una persona se debe saber precisamente lo que saldrá de las manos, respondiendo de los avances y retrocesos de cada una, no solamente de él sino de toda la colectividad pedagógica. Para llegar a obtener un producto tan definido, se requieren proyectos previos, planes de trabajo que definan exactamente cual será el resultado final, siendo éste el sentido de la educación activa, esto es, fijarse una meta y poner los medios que hagan falta para conseguirla.

* La perspectiva de futuro. Esta perspectiva de su felicidad en el mañana, tiene que ser continua constantemente y totalmente definida para cada educando: inmediata, mediata y lejana.

El trabajo, componente social de la educación

Las colonias de Makárenko son por lo tanto colonias de trabajo, y lo son por razones de tipo teórico, pues la tradición marxista defiende al trabajo como un elemento básico, como un componente esencial de la educación, pues no se concibe una educación soviética correcta que no sea una educación para el trabajo; y de tipo práctico, porque las comunas de Makárenko debían mantenerse a sí mismas y de su trabajo los colonos se vestían, se alimentaban y se divertían.
El trabajo no era pues una táctica educativa, sino una actividad productora de la riqueza necesaria para la colonia y para el país. Es en este sentido, Makárenko se refiere a él como un trabajo creador. De ahí que uno de los objetivos de la educación sea la formación del hábito del trabajo creador. Puesto que el trabajo tiene un sentido social y no meramente educativo, debe someterse a la disciplina social y no quedar al arbitrio de los deseos o veleidades individuales. En base a lo anterior, Makárenko recomienda a los padres que acostumbren a sus hijos desde pequeños a realizar tareas que no les interesen y que les resulten poco agradables, con objeto de que se habitúen a buscar en el trabajo no el entretenimiento, sino su utilidad y necesidad social: "Esta educación será eficaz cuando se llegue al punto que el niño ejecute tareas desagradables pacientemente sin quejas y paralelamente con su crecimiento adquiera una sensibilidad tal que el trabajo menos grato llegará a proporcionarle placer y se comprenda su utilidad social."

Se nota también que dentro de la colectividad y por necesidad de producción, los trabajos que se asignaron son siempre especializados y concretos, por lo que Makárenko se declara partidario de la división del trabajo, lo cual indudablemente lo aleja del concepto y las posibilidades del trabajo polivalente. Además manifestaba que un trabajo que no vaya acompañado de una formación, de una instrucción política y social, carece de todo valor educativo y no pasa de ser un proceso neutro.

Makárenko intentó explotar las posibilidades educativas del trabajo, los colonos pasaban la media jornada en la fábrica trabajando, la otra mitad en la escuela, estudiando, y se remarca esa diferenciación entre horas de trabajo y horas de estudio porque es partidario de que no exista relación entre lo uno y lo otro: el trabajo dice, no debe estar ligado al estudio, no niega el valor educativo tanto del trabajo como del estudio y es consciente de que ambos determinan fuertemente la personalidad, pero se niega a establecer nexos entre ellos.

Makárenko proporciona gran cantidad de detalles sobre la vida y el funcionamiento de las fábricas, nunca describe como sucedían las cosas en el interior de las fábricas, aunque es fácil deducir que las escuelas de sus comunas educativas eran bastante tradicionales. De su pensamiento se extrae que su posición educativa para todos los colectivos escolares, era esa combinación de teoría y práctica, escuela y fábrica, como el futuro del sistema educativo soviético. De hecho los índices de conocimientos que adquirían los colonos eran muy superiores a los niños que iban a las escuelas normales.

La disciplina consciente

Para Makárenko la disciplina es un objetivo, una meta hacia la que debe tenderse, como el resultado de la labor educativa, utilizando unos medios de educación colectiva a fin de conseguir esa disciplina. De este modo, la disciplina propugnada por Makárenko no es una disciplina ciega, arbitraria, una disciplina del sometimiento, sino la disciplina defendida por Lenin, la disciplina consciente. De esta manera se desarrolló en cada discípulo su confianza en la sociedad soviética. Desde los primeros instantes en que el colectivo tuvo que enfrentarse a los retos de luchar contra los kulaks campesinos, las bandas de contrarrevolucionarios zaristas, los asaltadores anarquistas de caminos, los especuladores de la NEP, en toda esta lucha tenían a su lado al Poder Soviético, la fuerza y el apoyo del proletariado. De hecho el objetivo a largo plazo es que cada muchacha y muchacho se sintiese orgulloso de ser de la Unión Soviética, fenómeno mundial incomparable, ejemplo de la sociedad y del comienzo del Comunismo.

Así, esta disciplina consciente les introduce en un mundo real de concepciones sociales, muy superiores a las concepciones conservadoras capitalistas. Estas concepciones son:

1/ Sentimiento del deber y de la responsabilidad para los objetivos de la sociedad soviética.

2/ Colaboración, solidaridad y camaradería diametralmente opuesta a cualquier tipo de fantasía o egoísmos individualistas.

3/ Personalidad colectivista, con gran dominio de la voluntad y con las miras puestas siempre a los intereses sociales soviéticos.

4/ Una caracterización comunista que luche contra la sumisión y la explotación del hombre por el hombre.

5/ Sólida formación política que hizo de cada colono un comunista convencido y un propagandista de sus ideas a través de su acción y su palabra.

De esta consciencia surge este binomio disciplina y educación, al servicio de la misma causa que el colectivo, el trabajo, la instrucción: la palanca del cambio social; para hacer de cada educando personas capaces de construir la nueva sociedad, no solamente para inculcar a cada una de ellas la confianza en el comunismo, sino para adecuar las soluciones abordándolas desde la responsabilidad social: obtener los resultados con las menores equivocaciones posibles. Porque si se producían personas deficientes y dañinas no había espacio para las lamentaciones, porque ellas eran parte del Estado soviético. Eran constructores de la sociedad socialista.

Bibliografía consultada

1.- “Problemas de la Educación escolar”. 1975. Ed. Progreso.
2.- “Antón Makárenko, su vida y labor pedagógica” 1975. Ed. Progreso
3.- "Historia de la pedagogía", N. Abbagnano y A. Visalberghi, Fondo de Cultura Económica.
4.- “No hay niños extraños”, Nadezhda Azhguíjina. Agencia de Prensa Novosti. 1988.
5.- "Makarenko y la educación colectiva", El Caballito, SEP Cultura, primera edición 1985, México, DF
6.- “A.S. Makárenko, una antología”, Fabricio Caivano y Jaume Carbonell. Ed. Nuestra Cultura. 1981.
7.- “Colectividad y educación”, Ed. Nuestra Cultura. 1979.
Obras de A. Makárenko consultadas
8.- “Poema Pedagógico” A. Makárenko. Ed. Akal. 1971.
9.- “Banderas en las Torres”, A. Makárenko. 1977, y esta por traducción de la Editorial Mezhdunarodnaia Kniga, 1970.
Bibliografía sobre A. Makárenko.

Sus obras

“Marcha del año 30” (1932), “Poema Pedagógico” (1934-36), “Libro para los Padres” (1937), “Banderas en las Torres” (1939).
Ensayos y guiones literarios: “Problemas generales de la Teoría pedagógica. La educación en la escuela soviética”, “El honor”, “Un carácter de verdad”, “En comisión de servicio”.
A recopilar: Relatos y ensayos de revistas pedagógicas, artículos sobre literatura y reseñas, epistolario con Máximo Gorki.

Sobre A. Makárenko

Conferencias para los padres. Bajo la redacción de G. Makárenko y V. Kolbanovski. Editorial Pedagógica de Moscú. 1940.
Obras pedagógicas escogidas. Artículos, conferencias y charlas. Bajo la redacción general de E. Medinski y N. Svadkovski. Editorial Pedagógica de Moscú. 1947.
Conferencias sobre educación infantil. Bajo la redacción de G. Makárenko y V. Kolbanosvski. Editorial Pedagógica de Moscú. 1947.
Metodología para la organización del proceso educativo. Redacción y prefacio de G. Makárenko. Editorial de las Reservas de Trabajo. Moscú 1947.
Obras pedagógicas. Edición de la Academia de Ciencias Pedagógicas de la PSFSR. Moscú-Leningrado, 1948.
Problemas de la educación escolar soviética. Bajo la redacción de G. Makárenko. Edición de la Academia de Ciencias Pedagógicas de la PSFSR. Moscú, 1949.
Algunas conclusiones de mi experiencia pedagógica. Bajo la redacción de G. Makárenko. Edición de la Academia de Ciencias Pedagógicas de la RSFSR. Moscú, 1950.
Sobre la educación comunista. Obras pedagógicas escogidas. Editorial Pedagógica de Moscú, 1952.