22 de febrero de 2010

Los españoles del Ejército Rojo


De izquierda a derecha: J. Modesto, F. Cordón y E. Líster, ascendidos simultáneamente a generales del Ejército Soviético durante la II Guerra Mundial. Líster llegaría a ser también general de los Ejércitos Populares de Polonia y Yugoslavia.

Enrique Líster rodeado de cuatro combatientes gallegos del Ejército Soviético; de izquierda a derecha, M. Fernández Soto, S. Aparicio, V. Fernández y D. Sánchez

El Día 23 de Febrero de 1918, la Guardia Roja, compuesta de campesinos, obreros y soldados, derrotó a fuerzas muy superiores compuestas por tropas contrarrevolucionarias de oficiales y burgueses.
Ese día nació el Ejército Rojo: la herramienta de defensa de la Revolución de Octubre. Si bien al principio se nutrió de las milicias de obreros de las fábricas de Leningrado y Moscú, poco a poco se fueron agregando los soldados que volvían del frente desmovilizados, los campesinos que querían la tierra nacionalizada para que no volviera a los terratenientes, en suma, mujeres y hombres cuyo ejemplo los hizo inmortales para todas las generaciones que desean una sociedad en libertad, el Comunismo.

En este artículo, vamos a exponer el ejemplo de los españoles para quienes la Unión Soviética fue su casa de acogida cuando huían de la barbarie fascista.

El sentimiento de la mayoría de la población soviética por los españoles fue de manifiesta solidaridad y entrega por la lucha de la República. Durante los tres años de guerra contra los militares golpistas, se siguieron los avances y retrocesos de las fuerzas del Frente Popular en las diferentes ciudades soviéticas. Gracias a ese interés, se avivaron las asociaciones de amistad hispano-soviéticas y se divulgó extraordinariamente la historia progresista de España y su relación con los pueblos soviéticos. En las escuelas, se impartían clases sobre acontecimientos como la Constitución liberal de 1812, la lucha como la suya contra Napoleón, el triunfo de la sublevación liberal de Riego en 1820 (comentada por Marx) y su influencia en los círculos revolucionarios como serían más tarde los “Decembristas”, las aproximaciones que desde entonces realizaron a la cultura española escritores y artistas como Pushkin, las sublevaciones campesinas de 1848, las huelgas de 1909 y 1917, y así hasta la sublevación militar. Todo este bagaje cultural (historia, canciones, poesías, relatos populares) favoreció un interés especial por la suerte del pueblo español, un cariño sincero hacia los españoles que fueron evacuados a la URSS tras la derrota.

Alrededor de 3.000 niños y niñas fueron alojados en colonias situadas en Moscú, Leningrado, Odessa, Jarkov, Saratov, Eupatoria, Kaluga, Unískaia, y Kiev. Las colonias de los alrededores de Moscú se llamaban Pravda, Tarasovskaia, Pedagoskaia y Omniskoie. La enseñanza se hacía en castellano y gradualmente en ruso, para que no perdieran el contacto con su idioma a fin de volver a la península cuando hubiera un régimen libre. Los educadores eran sobre todo profesores españoles exiliados de los Cuerpos Milicianos de Cultura que se alternaban con educadores soviéticos.

El resto de exiliados (alrededor de 3.000) se integraron sin muchas complicaciones en la sociedad soviética, como su segundo hogar. Los comunistas que llegaron entraron a trabajar en las principales fábricas de Moscú, Leningrado, Jarkov, Kiev, etc. Fueron nombrados obreros de choque por la calidad y cantidad de su producción. Muchos de ellos obtuvieron el título de “stajanovistas” por sus logros en la emulación del trabajo. Para ellos era una vida muy plena y creadora. Las fábricas soviéticas eran verdaderas universidades de relaciones humanas y de conocimientos. Forjándose en el espíritu soviético del trabajo creativo, aprendieron oficios y participaron como camaradas en la construcción del socialismo.

Un caso particular fue el de los marinos y aviadores. Después de terminar la guerra en España, nueve buques republicanos se encontraban en puertos soviéticos. Eran buques principalmente mercantes, con 100 marinos aproximadamente, que fueron autorizados a volver a España si lo deseaban. Así ocurrió con unos cuantos, en el Otoño de 1939, vía Turquía. Pero la mayoría no volvió, se quedó en la marina soviética mercante y de guerra, y un pequeño número ingresó en la Infantería de Marina.

En cuanto a los pilotos, 200 jóvenes estaban en la escuela de Kirovabad, en la república socialista soviética de Azerbaiyán, cuando terminó la guerra de España. Muchos piden que sus conocimientos se apliquen en la lucha de los comunistas chinos de Mao Tse-Tung contra las fuerzas japonesas, y, de no ser posible, piden integrarse en la Fuerza Aérea Soviética. Pero todos son reintegrados a la vida civil. Por aquella fecha los conocimientos de todos los españoles eran más importantes en las instituciones y fábricas, para la construcción del socialismo.

Todo cambió aquel 21 de Junio de 1941. El imperialismo alemán quería aplastar a los soviets, con la connivencia de los “aliados capitalistas”, quienes quedaron impasibles ante la invasión nazi. Contaban con una fácil victoria hitleriana. Pero ese idealismo burgués –que no cuenta con los seres humanos porque solamente los concibe como un instrumento de los poderosos- infravaloró la capacidad del pueblo trabajador soviético. Desde el primer día, la unidad del ejército, de las milicias, de las mujeres, de los habitantes de los territorios ocupados se convirtió en un plan único de batalla. El Partido Comunista Bolchevique, desde el principio de la guerra, movilizó a toda la población a fin de que sufriera lo menos posible, trasladándola, junto con los enseres y fábricas, hacia la retaguardia. Con aquellos millones de desplazados iban los españoles, y, si bien al principio sus peticiones de ingresar en el Ejército Rojo fueron desoídas, poco a poco la mayoría sí logró su integración.

Especialmente importante fue el papel de los que ingresaron en los destacamentos guerrilleros. De acuerdo con un muy meditado plan de abrir a las fuerzas nazis nuevos frentes de combate en su retaguardia, en cada república soviética se constituyeron pequeñas, medianas y grandes agrupaciones que, junto a la población civil sometida, tenían la misión de contribuir a la mayor destrucción posible de material de guerra, de efectuar la exploración y envío al Consejo de Defensa Central de todas las informaciones sobre el enemigo, de llevar a cabo el exterminio de la mayor cantidad de fascistas posible y de procurar la elevación moral y toda la ayuda material posible a la población de los territorios ocupados por los nazis.

Tras esas líneas, se enviaron los míticos “paracaidistas rojos” que han quedado en la historia como un ejemplo increíble de abnegación, compromiso social y testimonio de que la guerra de una sociedad socialista contra el enemigo que quiere destruirla la realiza todo el pueblo. Para ello, la clase obrera envió su vanguardia, su herramienta de combate, su Partido Comunista, y, en particular, envío a sus mejores y más esforzados combatientes tras las líneas enemigas.

La mayoría de estos conscientes militantes y comunistas sabía que posiblemente no regresaría, pues tendrían que luchar contra fuerzas muy superiores en número y armamento, pero por su conciencia y compromiso con el proletariado se lanzaban a estas difíciles misiones. Entre ellos, se encontraban un número muy importante de exiliados españoles, con un conocimiento militar importante adquirido del 36 al 39, junto con una metódica preparación de dos a tres meses en escuelas especiales de adiestramiento guerrillero. La mayoría de ellos eran miembros del Partido Comunista de España. Más que las palabras, son los hechos los que avalan la importancia de su participación en el Ejército Rojo.

Modesta contribución hacia la victoria sobre el nazifascismo

Aún hoy no se sabe cuantos participaron, pero sí aproximadamente cuantos cayeron: 204, según Enrique Líster. Su participación fue contundente. Estuvieron en los frentes de Leningrado, Moscú, Frentes Internos de Bielorrusia y Ucrania, Frentes del Cáucaso y el Kubán, Frente Polaco, Frente Checo y Toma de Berlín. Encuadrados en las Divisiones de los Ejércitos de Operaciones del Ejército Rojo, Ejércitos de la Guardia y Ejércitos de Choque, además de las fuerzas de Designación Especial enviadas a territorios ocupados.

Setecientos veinte españoles fueron condecorados con diferentes órdenes militares a su valor: desde la Bandera Roja hasta órdenes por la liberación de ciudades. Tres con la Orden de Lenin: Fco. Gullón, Jose Mª. Pascual y Caritat Mercader. Uno con la de Héroe de la Unión Soviética a título póstumo: Rubén Ruiz Ibarruri.

Consignar su aportación requeriría varios libros. Pero sí daremos varios ejemplos:

* Había 15 españoles en uno de los destacamentos de paracaidistas más combativos, que operaba alrededor del Cuartel General de Hitler en el Frente (Zona de Vinistsia), y cerca de la Capital de los Territorios ocupados (Reichkomisariat): el destacamento de Guerrilleros Rojos del comandante Dimitri Mvediev. Sus acciones fueron de relevancia especial. En él, actuó el célebre guerrillero Nicolai Ivánovitch Kuznetsov, Héroe de la Unión Soviética, ejecutor de los criminales nazís de la “capital nazi de Ucrania” Rovno, liquidando a los principales jerarcas bajo las órdenes del gobernador. Diversos exploradores, asimismo, ejecutaron a los principales jerarcas nacionalistas ucranianos, además de extender entre los ocupantes una intranquilidad y un pánico que llevaron a los habitantes de los territorios soviéticos sometidos a un grado de lucha increíble. Además, aniquilaron a una de las unidades de la Gestapo más siniestra, los “destacamentos de la Muerte” del General Pipper, cuyos métodos eran incendiar las aldeas con sus habitantes dentro de las casas.

Los datos registrados de destrucción causada a las fuerzas nazis solamente por las Brigadas Paracaidistas de Designación Especial (OMSBON) parecen de ciencia-ficción, si no fuera porque están muy consignados por las propias Fuerzas Armadas Soviéticas: desde 1941 hasta la finalización de la guerra, causaron al enemigo 137.000 bajas entre soldados y oficiales; descarrilaron 1.145 convoyes militares y 5 trenes blindados; destruyeron 1.232 locomotoras, 13.180 vagones y plataformas rodadas, 2.177 camiones militares, tractores, motocicletas; volaron 148 kilómetros de vías férreas, 335 puentes, 145 tanques y blindados; derribaron 51 aviones de combate y bombarderos; estropearon o inutilizaron 426 kilómetros de cable telegráfico y telefónico. Además, contribuyeron de forma importantísima a la Batalla de Moscú.

* Por las aldeas del Kubán ocupado por los alemanes, las autoridades de la Wehrmacht hicieron distribuir, durante el invierno de 1943, unas hojitas escritas en lengua rusa: “Los habitantes que ayuden a los grupos españoles que andan por el Kubán serán castigados severamente”.

* Una de las jóvenes leningradenses que lucharon contra el asedio alemán se llamaba María Pardina Ramos, llamada por los soviéticos “Marusia”. En el frente actuó de enfermera en la Sección de Sanidad de la 3ª División de Voluntarios. En plena línea de fuego rescató a 15 heridos, antes de ser ella misma alcanzada. Recibió a título póstumo la Orden de la Bandera Roja. Y no fue la única. Otras muchachas y chicos destacaron en dicho asedio.

* Hoy, en la Avenida de los Caídos, en la ciudad de Stalingrado, un monumento se eleva a la memoria de las nuevas generaciones. Sobre el frío mármol se puede leer: “Rubén Ruiz Ibárruri. Héroe de la Unión Soviética”. Cubrió con el fuego de ametralladoras a su unidad cerca del caserío de Vlásovska, rechazando ataque tras ataque nazi, cubriendo todo el campo de cadáveres fascistas hasta que una bala segó para siempre la vida del Teniente de la Guardia, el cual falleció el 3.09.1942.

* “Era un español valiente y digno. Murió como había vivido, como había luchado: como un héroe. Nosotros no lo olvidaremos nunca”. Así se expresaba, con la voz velada por la emoción del momento, el jefe soviético de los morteros “Katiusha” después de enterrar los restos –los pocos restos hallados- del teniente de la guardia Santiago de Paúl Nelken. Murió en los accesos a Berlín.

* José Sandoval recuerda que, en una ocasión, un soviético le comentó que, en la Guerra de España, habían fallecido doscientos soviéticos y que en la Guerra contra los nazis fallecieron otros doscientos españoles por defender la URSS. Le dijo: “parece un intercambio de sangre por sangre”.

* La confianza del Consejo Estatal de Defensa Soviético en los combatientes españoles era de tal calibre que, en los terribles días del ataque alemán a Moscú, le fueron encargados a la 1ª Compañía del 1º Regimiento Motorizado de Tiradores (125 españoles, entre ellos 6 mujeres) puntos clave de la defensa del Kremlin. Allí, a la luz de las estrellas, en la Plaza Roja, se oyeron las estrofas de esta canción: “Si me quieres escribir y saber mi paradero, si me quieres escribir y saber mi paradero, en el frente de Moscú, primera línea de fuego”; los soviéticos que circulaban aquellos helados días decían: “estamos seguros, nos guardan nuestros ‘spantsi’ (españoles)”.

* En 1945, Emilio Vilaró Ustrell enarboló en el balcón de la embajada española franquista de Berlín las banderas de la hoz y martillo y la republicana, con la ayuda de los camaradas soviéticos que tomaron el búnker de Hitler.

Este artículo va dedicado a aquellos camaradas y luchadores imbuidos del sentimiento universal soviético de la Solidaridad y Amistad entre los Pueblos. Por el Internacionalismo Proletario y en la confianza de continuar su ejemplo en la lucha por el Socialismo.


Fuentes consultadas:


La guerrilla soviética. Dimitri Mvediev. Editorial Destino Barcelona 1971.
Memorias de un luchador. Enrique Líster. Editorial González del Toro. Madrid 1977.
Los españoles de Stalin. Daniel Arasa. Editorial Vorágine. Barcelona 1993.
Relatos de un guerrillero comunista español. Josep Gros. Editorial ATE. Madrid 1977.
Sobre el pasado en aras del futuro. Editorial Agencia de Prensa Nóvosti. Moscú 1985.
Españoles en la resistencia. Alberto Fernández. Edita Zero S.A. Bilbao 1973.
No hay niños extraños. Nadezhda Azhguíjina. Editorial Novostí. Moscú 1988.
Rusia y España. Mijail Alekseiev. Seminario y Ediciones, SA. Madrid 1975.

21 de febrero de 2010

Feliz día del Ejército Soviético


¡Vivirás feliz! (1941)

Como todos los años, el 23 de febrero se celebra el día del Ejército Rojo. En su último número, Pravda incluye una felicitación de Guennadi Ziuganov donde puede leerse:

“El 23 de febrero celebramos una de nuestras fiestas principales. El estado soviético se edificó en su día sobre la base de las ideas más progresistas, lo que encontró un claro reflejo en la construcción de un ejército y una flota auténticamente populares. El secreto de sus victorias fueron los elevados principios morales de sus combatientes. El soldado soviético sabía que no luchaba por intereses ajenos. Estaba sirviendo a un estado, donde la tierra y el subsuelo, las fábricas y empresas pertenecían a todo el pueblo. Defendía a su país igual que cualquiera de nosotros hubiera defendido a su familia. La Unión Soviética era para nosotros esa familia común.


Ahora en nuestras tropas están acabando con las últimas tradiciones soviéticas. En la que ellos denominan nueva imagen de la Fuerzas Armadas, no tienen cabida los oficiales honrados, bien preparados y que piensen. Los quieren convertir en una banda de mercenarios al servicio del capital furtivo ruso.


Estoy convencido de que los intereses de Rusia solo los puede defender un ejército auténticamente popular, que aúne el profesionalismo con elevados principios morales. El PCFR lucha por un ejército así."

Feliz día del Ejército Soviético.

www.gazeta-pravda.ru


Extraído de Civilización Socialista

La seguridad social soviética

"Apoyándose en los Soviets de diputados de obreros, soldados y campesinos, el Gobierno obrero y campesino comunica a la clase obrera de Rusia, así como a los humildes de la ciudad y del campo que emprende inmediatamente la edición de decretos sobre el seguro social completo" (Lenin)

Introducción

La creación de la seguridad social soviética nace ya de la mano de la Revolución de Octubre. El Poder Soviético aprobó poco después mas de 100 decretos y leyes, entre ellos pensiones a trabajadores y inválidos que derramaron su sangre en defensa de la Revolución. Junto con estos decretos nace para su gestión el "Comisariado del Pueblo para la Asistencia Social", a su cabeza estaba la Camarada Alexandra Kollontai.

El Comisariado en sus inicios tuvo terribles problemas económicos que impedían materializar los decretos sociales, esto era debido a la guerra mundial, la guerra civil y el contubernio imperialista de 14 estados capitalistas que invadieron la joven República Soviética con el objetivo de "ahogar el niño aun que esta en la cuna" que diría Churchill respeto a la Revolución Soviética.
También se tubo que enfrentar el joven Comisariado al enemigo interno, como sabotajes y robos de los funcionarios del antiguo ministerio de caridad social.
Poco a poco el Comisariado pudo ir materializando los decretos, mas de medio millón de personas empezaron a recibir por primera vez en su vida pensiones estables, sobre todo inválidos de guerra, del trabajo o sus familias.
Ya sin el Gran Lenin, el Camarada Stalin y los Bolcheviques siguieron aplicando el genial plan Leninista, a principios de los 30 gracias al rápido crecimiento económico que permitía la planificación de la economía en planes quinquenales, que permitió que el ambicioso plan de pensión por vejez fuera materializado.
En 1936 nace la Constitución Soviética, la mas progresista de la historia, aun hoy no ha sido superada por ninguna otra constitución.

El camarada Stalin con koljosianas de choque en 1935

Ahora ya no eran leyes o decretos, eran derechos constitucionales, la Constitución garantizaba y el Estado cumplía. La nueva Constitución Soviética traía dos artículos fundamentales sobre la que edificaría la seguridad social soviética en el futuro:
  • Artículo 119.-- Los ciudadanos de la URSS tienen derecho al descanso.

Garantizan el derecho al descanso la jornada laboral de siete horas para los obreros y empleados y su reducción a seis horas para las profesiones cuyas condiciones de trabajo son difíciles, y a cuatro horas en las secciones en que dichas condiciones son especialmente difíciles; las vacaciones anuales pagadas para los obreros y empleados, y la existencia de una extensa red de sanatorios, casas de descanso y clubs, puestos a disposición de los trabajadores.

  • Artículo 120.-- Los ciudadanos de la URSS tienen derecho a la asistencia económica en la vejez, así como en caso de enfermedad y de pérdida de la capacidad de trabajo.

Garantizan este derecho el amplio desarrollo de los seguros sociales de los obreros y empleados a cargo del Estado, la asistencia médica gratuita a los trabajadores y la existencia de una extensa red de balnearios puestos a disposición de los trabajadores.

A partir de este momento cada Ciudadano Soviético, desde que nace hasta los últimos instantes de su vida sera objeto de continuo desvelo del Estado Soviético, sobre todo los más desprotegidos, osea los inválidos, los niños, los mayores y las madres.

Inválidos

En la Unión Soviética los inválidos tenian la protección total del estado, como la pensión de por vida garantizada y gratuidad de todos los tratamientos, existían tres grados de invalidez:

- Total, para las personas que no podía trabajar y necesitaba cuidados permanentes.
- Parcial, para las personas que solo podían ejercer un trabajo en la medida de sus posibilidades.
- Relativa, para las personas que por motivos de salud o físicos no podían seguir desempeñando su trabajo.

El Estado se encargaba de facilitar trabajos especiales a los inválidos en donde podían cobrar el salario de su trabajo y además su pensión.

Niños y Madres

La madre y el niño desde el embarazo hasta la edad adulta del niño recibía el constante desvelo del Estado, veamos como se hacia posible:

La mujer nada más quedarse embarazada era dada de baja, en donde cobraba su salario, tras el nacimiento del niño tenia un año de vacaciones, con el nacimiento del primer hijo se daba una cantidad de dinero para los cuidados especiales de los primeros meses, si la madre tenia más hijos recibiría el doble de dinero. Era una manera de fomentar la natalidad, si la familia era numerosa el estado les daba un piso de alquiler (los precios del alquiler fueron los mismos siempre, los que existían en 1928) con el suficiente numero de habitaciones.
Para conciliar la vida laboral y familiar las madres tenían casas cuna y guarderías con un costo del 30% del total.
Si un hijo enfermara podría cualquiera de sus padres pedir la baja pagada.

¡Gracias al querido Stalin por una infancia feliz!

Jubilaciones y Pensiones

En la Unión Soviética la jubilación siempre fue a la misma edad:

- 60 años para hombres.
- 55 años para mujeres.

Si los trabajos eran especialmente duros la jubilación podía ser 5 (hombres y mujeres) o 10 (hombres) años antes. Las mujeres si tenian cinco o más hijos, o uno inválido podían jubilarse a los 50 años.

Las cotizaciones para recibir la pensión completa era haber cotizado 25 años los hombres y 20 las mujeres. Eso no era problema ya que en la Unión Soviética no existía paro y la estancia en el ejército o los estudios cotizaban, también los periodos de baja.

Existían pensiones especiales para aquellos Ciudadanos que hubieran contribuido de forma extraordinaria al Socialismo o la causa Comunista en el mundo, como podían ser los Héroes de la Unión Soviética o los Héroes del Trabajo, etc.

Derechos laborales

Por baja por enfermedad se pagaba el 100% del sueldo.
Posibilidad de seguir trabajando tras la jubilación, cobrando la pensión y el 65% del sueldo medio.
Existían trabajos lejanos y/o duros que necesitaban un tratamiento especial, por ello aparte de la jubilación anticipada 10 años existía otra posibilidad, como la de continuar trabajando y cobrar el salario y la pensión.

El pueblo, feliz y agradecido bajo el mandato del camarada Stalin

Consideraciones


Quizás vean que faltan ciertos derechos, como pueden ser por ejemplo los subsidios por paro, pero este tipo de derechos no tienen sentido en un país Socialista, en donde el paro (azote de la clase obrera), fue liquidado en los años 20, la ultima bolsa de trabajo en la Unión Soviética cerró en 1930.

Extraído de
http://citasmarxistas.blogspot.com/

20 de febrero de 2010

Abduljakim Ismaílov, el tercer hombre de la instantánea de la victoria


Rafael Poch (La Vanguardia)

Abduljakim Ismaílov, un ex oficial del ejército soviético falleció esta semana en la aldea daguestana de Jagar-Otar, en el Cáucaso del Norte. Tenía 93 años. Había nacido en Jasavyurt, en la frontera de Daguestán con Chechenia. Ismailov era el tercer protagonista, y el último vivo, de la célebre instantánea con la que el fotógrafo Evgeni Jaldei inmortalizó la toma de Berlín por el ejército soviético, el uno de mayo de 1945.

El primero fue el propio Jaldei, el autor de la foto en la que los soldados soviéticos aparecen enarbolando la bandera de la URSS sobre el Reichstag de Berlín. Jaldei, un judío de Donetsk, falleció en 1997. El segundo fue el soldado ucraniano Aleksei Kovoliov, fallecido aquel mismo año, que es quien sostiene la bandera. Ismaílov es el que aparece con gorra de plato, aguantando a Kovoliov para que no pierda el equilibrio.

Cuando la foto se hizo, un día lluvioso y tras una ascensión complicada por un edificio arruinado y resbaladizo por los charcos de lluvia y sangre que había por doquier, ninguno de los tres podía sospechar la relevancia de aquello. La foto dio la vuelta al mundo e ilustró el segundo tomo de la enciclopedia soviética de fotografía, pero ellos no se convirtieron en leyenda hasta mucho más tarde.

Cinco años antes de su muerte, Jaldei me explicó en su destartalado piso de Moscú que en 1985 se había encontrado con Kovoliov, que le confesó su drama de héroe anónimo. "Cuando explico que yo soy el que sostiene la bandera soviética sobre el Reichstag, noto un escepticismo socarrón alrededor", le dijo el ucraniano. Nadie se lo creía. De Ismaílov, Jaldei no me contó nada más que era daguestano. Como en Daguestán hay 29 nacionalidades y en aquella época las relaciones nacionales estaban al rojo vivo en el Cáucaso, le pregunté a Jaldei por la nacionalidad exacta de Ismaílov. El fotografo me respondió, algo irritado, que ni lo sabía ni le importaba. "Entonces todas las naciones de la URSS eran hermanas, y nadie se fijaba en esas cosas", dijo. Al parecer Ismaílov tuvo que esperar a 1996 para ser reconocido y celebrado como uno de los tres.

En realidad ninguno de ellos fue más héroe que el anónimo "soldado Iván", genuino vencedor de la guerra, que se decidió en el Este. Allí lo que tuvo lugar fue un pulso a vida o muerte, pues los nazis consideraban a los eslavos en los últimos peldaños de su escalera racista y no preveían ningún futuro para ellos en el orden nuevo. El destino de Rusia era disolverse en toda una serie de protectorados y seudoestados bajo la batuta de la "raza superior", una actitud muy diferente al respeto que Hitler sentía hacia británicos y franceses, por ejemplo.

En el frente del Este, las ciudades y los pueblos eran destruidos, frecuentemente con sus habitantes. Murieron uno de cada cuatro habitantes de Bielorrusia, uno de cada tres de Leningrado, Pskov y Smolensk. En total más de 27 millones de soviéticos cayeron en la guerra concluida en Europa el 8 de mayo de 1945.

El Tercer Reich perdió en el frente del Este diez millones de soldados y oficiales muertos, heridos y desaparecidos, 48.000 blindados y vehículos de asalto, 167.000 sistemas de artillería. 607 divisiones fueron destruidas. Todo ello representa el 75% de las pérdidas totales alemanas en la Segunda Guerra Mundial. Para hacerse una idea, en las playas de Normandía, recordadas en Occidente como cénit de la gloria militar aliada en el frente del Oeste, se registraron 10.000 muertos, 4.300 de ellos británicos y canadienses y 6.000 americanos. En las grandes batallas del Este, los muertos se contaban por centenares de miles. En la batalla de Moscú participaron unos tres millones de soldados y 2.000 tanques. La URSS utilizó allí la mitad de su ejército, Alemania una tercera parte. Ismaílov fue uno de esos ivanes, aunque menos anónimo que otros. Gracias a una foto.

14 de febrero de 2010

El "caso Katyn" debe ser revisado


Intervención del diputado Iliujin en la Duma, como representante del PCFR

"Estimados colegas,

El 5 de mayo de 2010 en el Congreso de los EEUU se celebrará una exposición, dedicada al fusilamiento de los oficiales polacos que fueron hechos prisioneros por el Ejército Rojo en 1939 durante la inclusión a la Unión Soviética de Bielorrusia occidental y Ucrania occidental.

En el acto de inauguración está previsto que intervenga la Secretaria de Estado Hillary Clinton, así como varios congresistas, senadores y destacados políticos e historiadores.

La Administración estadounidense tiene previsto respaldar a Polonia en su versión de que fueron las tropas del NKVD de la URSS, las responsables de los fusilamientos, para de este modo tensionar nuevamente las relaciones entre Rusia y Polonia.

A partir de marzo, en Polonia se llevarán a cabo una serie de actos relacionados con la muerte de los oficiales polacos, que volverán a tener un carácter antirruso. También habrá un acto en Smolensk, donde fueron asesinados lo polacos.

El primer ministro ruso, Vladimir Putin ha invitado a visitar Rusia a su homólogo polaco Tusk, en el año en que se cumple el 70 aniversario de la tragedia.

Este hecho no despertaría ningún rechazo ni objeción de no ser por una serie de condicionantes.

En 1943 Goebbels, intentando sembrar la discordia entre los miembros de la coalición antifascista, desató una detestable campaña inculpando a la URSS de ser la responsable del fusilamiento de más de 10 mil oficiales polacos. Está declaración fue respaldada por el gobierno polaco en el exilio, guiándose ante todo por el sentimiento de venganza y animosidad contra la Unión Soviética, por la derrota del ejército polaco en Bielorrusia occidental y Ucrania y la incorporación de estos territorios a la URSS.

Sin embargo toda la bazofia de Goebbels fue entonces rechazada por todo el mundo, y mientras la Unión soviética fue una superpotencia, nadie puso en duda el que los oficiales polacos fueran fusilados por los fascistas. Pero a finales de los años 80, comienzo de los 90, comenzaron a aparecer declaraciones – y no en cualquier sitio, sino en nuestro propio país - de que habían sido los soviets los que habían fusilado a los polacos. Este hecho coincidió en el tiempo con el juicio sobre la prohibición del PCUS, que había iniciado Yeltsin.

El entonces popular Alexander Yakovlev era el que preconizaba que se le atribuyesen estos hechos a la URSS, para que todo el mundo le diese la espalda a nuestro país. Después de esto tuvo lugar una gigantesca adulteración y falsificación de los archivos documentales del CC del PCUS. Pero su presentación en el Tribunal Constitucional de la Federación de Rusia en los años 92-93, terminó en fiasco. Yeltsin y su equipo desistieron de inculpar al PCUS y a la URSS del fusilamiento de los polacos, ante la falta de pruebas.

Sin embargo, el ex presidente de la URSS Gorbachov, sin estudiar ni uno solo de los documentos del archivo histórico, pidió disculpas a Polonia por el fusilamiento de los polacos. Lo mismo hizo Yeltsin. El segundo presidente de Rusia, V. Putin, no solo se disculpó, sino que transmitió una serie de documentos al gobierno de Polonia.

Hablo de esto con enorme preocupación y no solo porque considero imprescindible restablecer la justicia histórica. Actualmente, en el tribunal Europeo hay 70 demandas judiciales contra Rusia, interpuestas por los familiares de los oficiales fusilados, que exigen compensación por daños. Después de que el caso sea revisado, Polonia tiene la intención de ponernos una demanda conjunta exigiendo en compensación por el fusilamiento de los oficiales alrededor de 100 mil millones de dólares. Indemnizar deberá Rusia, nuestros hijos, y no la URSS. Podemos afirmar con poco riesgo de equivocarnos, que la demanda será resuelta a su favor, y las cuentas bancarias y propiedades de Rusia en el extranjero serán confiscadas, con el fin de dar una satisfacción real a las pretensiones polacas.

En el transcurso de varios años ha venido trabajando en el país una comisión de historiadores, diputados de la Duma, quienes han conseguido demostrar que los polacos fueron fusilados con armamento alemán, una vez que los fascistas ocupasen Smolensk y las zonas aledañas, donde se encontraban los campos de confinamiento de los oficiales polacos, en el verano-otoño de 1941. Se ha identificado a los testigos de este ensañamiento, soldados alemanes incluidos. Una serie de polacos, que se daban por fusilados, en realidad seguían vivos. Se han establecido los hechos, que pueden demostrar la falsificación de los archivos del CC del PCUS, para posteriormente pasar a manos del archivo del presidente Yeltsin.

Sin embargo la mencionada comisión ha encontrado una importante resistencia, y numerosos organismos y ministerios han tratado de impedir su trabajo. Bajo pretexto de que “ya está todo claro”, se le ha negado el acceso a una serie de archivos, a la que la parte polaca no tuvo ninguna traba para acceder.

Se le está impidiendo a la comisión el que pueda familiarizarse con los materiales de los casos que se encuentran en los archivos.

En este sentido, nuestro grupo parlamentario insiste en la creación de una comisión parlamentaria que compruebe todas las circunstancias de la muerte de los oficiales polacos, y en que la Fiscalía general reabra la investigación de la causa relacionada con los hechos. Al mismo tiempo, insistimos en la puesta en marcha de una investigación parlamentaria para esclarecer la muerte de entre 80 y 120 mil soldados del Ejército Rojo, hechos prisioneros por los polacos en 1920.

Es imprescindible impedir a Putin que repita las afirmaciones apresuradas y probablemente equivocadas sobre la muerte de los oficiales polacos.

Hemos elaborado un documental histórico sobre el fusilamiento de los polacos, que próximamente podrá verse desde la página en internet del PCFR.

Como conclusión les quiero recordar una cita de Churchill: "Al empezar una pelea entre el presente y el pasado, descubriremos que perdimos el futuro”. Quisiéramos que el gobierno ruso dejase de combatir contra el pasado soviético, entonces el país tendrá un hermoso futuro."

Traducido por Josafat S. Comín

Fuente: http://kprf.ru/dep/75724.html

9 de febrero de 2010

Algunos fragmentos de la biografía y de la actividad de I.V. Stalin



N.A. Andreeva

Secretaria General del CC del Partido Comunista de Toda la Unión

http://www.vkpb.ru/

Revolucionario, bolchevique, constructor, arquitecto – he aquí las palabras que caracterizan la esencia de la vida vivida por I.V. Stalin.

Bajo la influencia de los socialdemócratas rusos y georgianos, todavía estando en el seminario, I.V. Stalin tiene una participación activa en el movimiento revolucionario. Se formó como revolucionario profesional en 20 años. Los años prerrevolucionarios fueron para I.V. Stalin un duro trabajo revolucionario - numerosos arrestos, deportaciones, evasiones y regreso constante a lo principal en la vida: la lucha revolucionaria. Encontrándose deportado en la región de Irkutsk después del primer encierro en la cárcel, habiendo conocido las diferencias entre bolcheviques y mencheviques en el II Congreso del POSDR (Junio de 1903), se mantuvo al lado de los bolcheviques y fue un leninista convencido, un bolchevique consecuente toda su vida.

En los años de la primera revolución rusa de 1905-1907, I.V. Stalin, siendo uno de los dirigentes de las acciones del partido en Transcaucasia, llevó un gran trabajo ideológico y organizativo. En sus artículos publicados en los folletos y periódicos bolcheviques, él defendía las ideas leninistas sobre la hegemonía del proletariado, sobre la insurrección armada, intervenía contra la táctica oportunista de los mencheviques y de los anarquistas. En enero de 1912 en la Conferencia de Praga, I.V. Stalin fue elegido miembro del CC del POSDR(b) y dirigente del buró ruso del CC. El trabajo escrito por I.V. Stalin (finales de 1912 - principios de 1913) “El Marxismo y la cuestión nacional”, fue altamente valorado por V.I. Lenin y convirtió a I.V. Stalin en el teórico más grande del partido para la cuestión nacional.

Después de la revolución democrático- burguesa de Febrero, el 12 de Marzo de 1917 I.V. Stalin regresa de la deportación a Petrogrado. Fue incluido en la composición del presidium del buró del CC y además en la redacción del periódico “Pravda”. En la VII Conferencia de toda Rusia ( de Abril) de los bolcheviques, I.V. Stalin apoyaba el curso leninista para la revolución socialista, intervino con el informe para la cuestión nacional. En verano (26.07 - 03.08) de 1917 en el VI Congreso del POSDR(b) que se celebró ilegalmente en Petrogrado, I.V. Stalin intervino con el informe del CC del partido y con el informe sobre la situación política. En el discurso de clausura I.V. Stalin dio una respuesta a las afirmaciones de los trotskistas E. Preobazhenski, Bujarin y otros, los cuales pensaban que la revolución socialista en Rusia no era posible sin la victoria de la revolución en occidente. "No es una excepción la posibilidad -decía I.V. Stalin- que precisamente Rusia sea el país que abrirá la vía hacia el socialismo… Es necesario rechazar la propuesta caduca de que sólo Europa puede mostrarnos el camino”. El VI Congreso del POSDR(b) tomó el rumbo para la preparación de la insurrección armada.

I.V. Stalin preparó inmediatamente la insurrección armada bajo la dirección de V.I. Lenin, que se encontraba en la clandestinidad. El 16 de Octubre de 1917 en la sesión del CC del partido fue elegido el centro del partido para la dirección de la insurrección dirigido por I.V. Stalin. Este centro del partido siendo el núcleo del Comité Militar Revolucionario (creado un poco más tarde) bajo el Soviet de Petrogrado, dirigió prácticamente toda la insurrección.

Es grande el papel de I.V. Stalin en la garantía de la victoria de los rojos, de los bolcheviques en la guerra civil. El partido y V.I. Lenin le enviaron a las zonas cruentas de la lucha, y él cumplía constantemente de modo brillante las tareas del CC. Estas son: la defensa de Tsaritsyn, los frentes Sur-occidental, Sur y Oriental y la derrota de las sublevaciones de los guardias blancos en las fortalezas cercanas a Petrogrado.

Después del XI Congreso del partido (Marzo de 1922), el pleno del CC del PCR(b) que tuvo lugar el 3 de Abril de 1922 (el nombre del partido se cambió en el VIII Congreso, en Marzo de 1918) eligió a I.V. Stalin como Secretario General del CC del PCR(b). El 30 de Diciembre de 1922 en el Primer Congreso de Todos los Soviets a propuesta de V.I. Lenin y de I.V. Stalin fue fundada la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Después de la derrota de los intervencionistas, del fin de la guerra civil, se comenzó la construcción del socialismo que se realizaba en unas condiciones de lucha aguda de clases que no cesaba ni en un momento. El partido leninista de los bolcheviques bajo V.I. Lenin y después de su muerte bajo la dirección de I.V. Stalin, llevó una lucha encarnizada contra los restos de las clases explotadoras derrotadas por la revolución (burguesía, terratenientes, kulaks, guardias blancos), y también contra los representantes que expresaban los intereses de los distintos grupúsculos y fracciones anti-partido (trotskistas, bujarinistas, zinovievistas y demás “istas”, la “oposición obrera”, etc.), los cuales desplegaron una lucha activa contra la línea del partido bajo el completo apoyo del capital mundial.

La construcción del socialismo que transcurría en unas condiciones de fuerte adversidad, rodeados desde todos lados por el hostil mundo capitalista, exigía a la dirección del país una constante e incesante vigilancia, un trabajo diplomático hábil, el desarrollo de las posiciones teóricas de V.I. Lenin en las nuevas condiciones, la creación de una industria de defensa potente, el reforzamiento de la fuerzas armadas, el cálculo sólo en las propias fuerzas del joven estado soviético.

Importantísimo para la elección del rumbo correcto de la construcción del socialismo por el país y por el partido después de la muerte de V.I. Lenin fue el trabajo de I.V. Stalin “Los fundamentos del leninismo” (1924), en el cual fueron expuestas las cuestiones fundamentales del leninismo, descubierto lo nuevo que aportó V.I. Lenin al marxismo. En la lucha contra los trotskistas tuvo un significado fundamental la defensa hecha por I.V. Stalin de la teoría leninista sobre la posibilidad de la victoria del socialismo en un solo país, sobre la posibilidad de la victoria del socialismo en la URSS en las condiciones del cerco capitalista. Durante la dura lucha de ideas contra las desviaciones de distinto género, continuaban las cuestiones de los objetivos y métodos de la industrialización de la URSS, de la colectivización, prevaleciendo la posición leninista bolchevique, brillantemente defendida en numerosos informes y discusiones de I.V. Stalin. Sus informes en la XV Conferencia del partido (Noviembre de 1926) “Sobre la desviación socialdemócrata en nuestro partido” y en el VII Pleno ampliado del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista (Diciembre 1926) “Una vez más sobre la desviación socialdemócrata en nuestro partido”, “Sobre la industrialización del país y sobre la desviación derechista en el PCTU(b)”(1928) (el nombre PCR(b) se cambió por PCTU(b) en el XIV Congreso en 1925), “Sobre la desviación derechista en el PCTU(b)” (1929) y otros, jugaron un enorme papel en la consolidación de las filas del partido, en el desenmascaramiento de los trotskistas de su capitulación ante el capitalismo y de su actividad desorganizadora.

Precisamente I.V. Stalin fue el creador de los enormes éxitos del pueblo soviético en la causa de la industrialización del país, de la colectivización del campo, de la construcción de los fundamentos de la economía popular socialista en la URSS. A finales de los años 30, en unas condiciones de situación tensa internacional, el país seguía aumentando su potencial económico y reforzando la capacidad defensiva. En 1936 la Unión Soviética ocupó el primer lugar en el mundo en la producción de máquinas combinadas y en la recogida de remolacha azucarera, el segundo lugar en el volumen total de producción, el tercero en la fundición de acero y la producción de superfosfatos y el cuarto en la extracción de carbón. Según la opinión del embajador de los EE.UU. en la URSS (1936-1937) J.E. Davis, que estudiaba escrupulosamente la situación en la URSS, “Los rusos han conseguido hacer en 7 años tanto como América en 40, comenzando desde los años 80 del pasado siglo”.

Entendiendo y comprendiendo bien la situación internacional, I.V. Stalin preparaba reiteradamente a la URSS para una guerra futura inevitable con la Alemania fascista. Una de las cuestiones importantes fue el reforzamiento de la retaguardia del país, la limpieza del país de la “quinta columna”. Sobre la cuestión de la quinta columna ante el comienzo de la guerra, Davis respondió que “no la hay en la URSS… La limpieza trajo el orden en el país y le libró de la traición”. Aquí es necesario responder aunque brevemente la cuestión sobre las así denominadas “represiones stalinistas”, las cuales son avivadas actualmente por enésima vez por nuestros “demócratas” cosmopolitas, por los “memorialistas”, por los medios de comunicación sionistas y son así mismo una falsedad fraudulenta de los antisoviéticos enfurecidos, que haciendo malabarismos libremente con las cifras añadiendo muchos ceros, utilizan la mentira inventada como instrumento de “fuerza” contra Stalin.

La oposición en la URSS tenía un carácter planificado diferente, pero casi todas sus ramas perseguían un objetivo: la liquidación de la dirección del país, la desmembración de la URSS y el sometimiento del país a occidente. Pues en la lucha contra la Unión Soviética dirigida por I.V. Stalin, la oposición estaba francamente preparada para vender la soberanía nacional, la independencia y la integridad territorial de la URSS, así el debate histórico podía resolverse sólo por el principio de “ o esto, o…”. En aquellas condiciones históricas no había otra opción. Advertimos que hasta 1945 y después, la tarea principal de occidente no consistía sencillamente en la aniquilación de la URSS sino
en la aniquilación también de su base ideológica - el bolchevismo ante todo. Precisamebte en el bolchevismo Occidente veía y ve ahora la esencia de su adversario geopolítico e ideológico fundamental. En todas sus resoluciones secretas sobre la aniquilación de la URSS en la primera mitad del siglo XX, occidente usaba el término “bolchevismo” e introduciendo particularmente su significado geopolítico, decretaba “El bolchevismo debe ser aniquilado". Esta consigna decretada en el orden del día por el ideólogo gorbachoviano de la contrarrevolución A. Yakovlev, es importante también hoy en la actividad de las organizaciones internacionales del imperialismo. Como ejemplo de ello, la Asamblea del Parlamento de la UE (una de sus últimas resoluciones del 06.07.2009 equiparó al stalinismo con el nazismo, o lo que es lo mismo: el bolchevismo con el nazismo y el fascismo).

Los acontecimientos (así llamados “represiones”) de 1937-1938 en la URSS fueron condicionados por la lucha implacable y sin compromiso contra la actividad antiestatal subversiva de la oposición, principalmente la trotskista. Sobre la necesidad de esta lucha y de su implacabilidad advirtió Stalin a la oposición durante años. Se trata sobre la resolución del Politburó del CC del PCTU(b) del 15 de Mayo de 1935, el cual particularmente, anunciaba: "Dirigirse a todos los miembros y candidatos del partido con una carta cerrada sobre la necesidad de la elevación de la vigilancia bolchevique, del desenmascaramiento implacable de los enemigos del pueblo y de su liquidación”. Así mismo Stalin abierta y significativamente advirtió a toda la oposición interna, incluida naturalmente también la general, que en relación a la amenaza de la guerra que se acerca, él no tiene intención de soportar más cualquier oposición.

Stalin propuso a toda la oposición cesar su actividad conspirativa. Stalin advirtió abiertamente a los generales que le era bien conocido que ellos “amenazaban con derrocar a la actual dirección, amenazaban asesinar a alguien de la dirección suprema”. Stalin no sólo dio a entender que todo aquello sobre la conspiración le era conocido, sino que también dio una posibilidad real: cesar su actividad conspirativa, subversiva. Y esto lo hizo Stalin con lo que se denomina “a cara descubierta”. Los líderes de la oposición, en particular los generales, conocían bien esta resolución del Politburó del CC del PCTU(b), pero ignoraron la advertencia de I.V. Stalin. A propósito, no era la primera vez que Stalin advertía a la oposición de antemano. Aún en el tiempo de la primera “alarma militar” en 1927, él planteó puntualmente la tarea: “para reforzar la retaguardia, es necesario reprimir a la oposición”.

En 1936-1937 la oposición fue hacia una activación violenta de su actividad subversiva. En un artículo del periódico Sunday Express (Noviembre de 1941), J.E. Davis, que estuvo presente en todos los procesos judiciales de 1937, los cuales eran abiertos, sacó la conclusión: "La conspiración existía y los procesados son culpables”.

Hacia noviembre de 1941 estuvo claro que los fascistas invadieron los países de Europa teniendo por todas partes quintas columnas. La intervención alemana en Praga fue acompañada por una activa defensa de las organizaciones militares de Henlein, así como en Noruega (Kvislinga), Slovakia (Tiso), Bélgica (Degrelle). Davis en este mismo artículo escribe que unos cuantos días después de la agresión de Hitler a la URSS, le preguntaron: ¿qué dirá en lo tocante a los miembros de la quinta columna en Rusia?. Respondió: "Ellos no los tenían, los fusilaron”. Davis escribe más adelante: "Una parte considerable de todo el mundo consideraba entonces que los procesos famosos a los traidores y la limpieza de 1935-1937 eran ejemplos escandalosos de bárbaros, de ingratitud y una manifestación de histeria. Sin embargo, hoy día ha sido evidente, que éstos evidenciaban la evidente perspicacia de Stalin y de sus compañeros cercanos”, declarando que la posición soviética habría sido reducida a la nada si Stalin y sus compañeros no hubiesen retirado a los elementos traidores. Davis señala: "…esto es una lección, sobre la cual es preciso pensar para otros pueblos amantes de la libertad”. Davis, escuchando la intervención de Hitler por un receptor de onda corta en Noviembre de 1941, señaló bastante bien la estimación curiosa de Hitler que decía que “los alemanes han admitido un error serio, desestimando la fuerza del Ejército Rojo y el nivel de su combatividad”. “Por primera vez este hombre, que posee un aplomo paranoide, escribe Davis, se ha distinguido en la realización de un error. Sin embargo, el error principal fue la resolución sobre la invasión de Rusia”. Hitler en su intervención no señalaba esto, la esencia de la necesidad histórica de los procesos contra la oposición en la URSS, que fueron la causa de la caída del blitzkrieg bien planificado por él. Volviendo a los procesos de los años 1937-1938, no es necesario señalar que los acusados se portaron incorrectamente en relación a sus conocidos y amigos y mucho se esforzaron para que creciera el número de inculpados. Los inculpados calumniaban a las personas conocidas por ellos (la así denominada calumnia iniciada a personas inocentes sin ninguna necesidad y sin coacción de parte del sumario), esforzándose de esa manera en incrementar el número de acusados y crear por lo tanto una histeria en la sociedad, persiguiendo el objetivo: "cuantos más encarcelen, tanto más cesarán las represiones contra los auténticos conspiradores”. La viuda de Bujarin, Anna Larina hablaba sobre esto en sus memorias. En la entrevista al Moskovski komsomolets en el año 2006, la viuda del mariscal Katukov contaba cómo pasó esto en la práctica. Según sus palabras, los arrestados, volviendo al interrogatorio casi con la conciencia del deber cumplido, pronunciaban: "¡Hoy yo he acusado a 17 personas!”. Y de tales declaraciones, casi palabra a palabra, hay suficientes en las memorias publicadas de los ex - presos. La conocida personalidad teatral V. Meyerhold, calumnió a más de 100 personas, a las cuales denominaba como cómplices. En las condiciones de la aguda lucha de clases, el contraespionaje se veía obligado a comprobar cada relación revelada del arrestado. Esto se manifestó en el crecimiento de los procedimientos, a menudo detrás de calumnias infundadas, detrás de la complejidad del momento político y de la complejidad de los hilos relacionados de los imputados. En el país actuaba también la así denominada “nueva oposición”. El hermano carnal del conocido pintor B. Efimov-Koltsov (Fridland), represaliado en 1937, contó en uno de los interrogatorios lo siguiente sobre los planes de la nueva oposición: "…no convenía contar a los trotskistas y bujarinistas, ya que todas estas personas estaban acabadas y la relación con ellos era perniciosa, pero en el país… se tienen nuevos cuadros intelectuales jóvenes descontentos y contactos ansiosos con la Europa occidental... Una nueva constitución modificará la raíz de la situación de la lucha política, simplificará y legalizará muchas cosas. Así que se esforzará seguramente en los objetivos organizados utilizando para presionar presión al gobierno y las formas parlamentarias. Los comisarios del pueblo y los integrantes del gobierno serán derrocados y propuestos desde el parlamento. Desde éste nos esforzaremos en la auténtica libertad de expresión bajo el concepto burgués, en la supresión del monopolio del comercio exterior, del restablecimiento de la concesión de aquello que exigen las potencias extranjeras…”. Es necesario saber que actuaban en el país también otras organizaciones de la oposición.

Los mitos sobre que “Stalin inició premeditadamente las represiones en la URSS en 1936-1937”, "Stalin premeditadamente comenzó las represiones ilegales en 1937-1938”. "Stalin premeditadamente creó el GULAG como máquina para la aniquilación del pueblo” fueron propagados en un movimiento propagandístico activo después de la muerte de I.V. Stalin personalmente por N. Jruschev, partitocrata y trotskista encubierto, ferviente organizador de las represiones. En su calumnia a I.V. Stalin, Jruschev repitió las mentiras malignas de Trotski.

Trotski, encontrándose en el extranjero después de su salida de la URSS, tenía un contacto estrecho con la oposición en la URSS, particularmente interviniendo como provocador, dando una información provocadora comprometida a personas allegadas en la revista publicada por él “Boletines de la oposición”. Trotski, según la confesión de N. Bujarin, fue “el motor principal de la oposición”. Precisamente de él salieron las orientaciones para el terror, el sabotaje, la actividad subversiva, la desmembración de la URSS. Los trotskistas actuales continuan con las alabanzas a Trotski como dirigente de la Gran Revolución Socialista de Octubre, que absolutamente no corresponde con la realidad. Trotski nunca fue bolchevique, teniendo una posición intermedia en el CC del partido, estando allí (verano de 1917) se basó solamente en la autoridad personal y en el poder ilimitado. Precisamente le pertenece la tesis: "Donde pan se come migajas caen”. La escritura de Trotski caracterizaba la actividad del mismo, la llamada al terror, que organizaba en todas partes.

La oposición a I.V. Stalin y al Politburó estaba también en el mismo partido, no sólo entre los carreristas, si no también debido a la obstrucción de la derecha del partido por elementos contrarrevolucionarios, incluyendo entre ellos el fenómeno de los “kulaks expropiados”. Los hijos de los kulaks abandonaron las aldeas, cambiaron los apellidos, ingresaron en las empresas, se desvivieron por ganar una autoridad de revolucionario y ascendiendo por la escala de servicios o del partido, comenzaron a llevar una actividad subversiva furiosa contra el país de los Soviets.

Esta parte del partido tenía una relación muy directa con la promoción forzada de la colectivización en una forma perversa, con el golpe de los parásitos y saboteadores, con la aplicación excesiva de medidas duras en el tiempo de acopio del grano, con el acoso a la oposición y a los clérigos y con la liquidación de la intelectualidad rusa. Precisamente ellos, directa o indirectamente, junto con sus ayudantes, son culpables de la violación de la legalidad y aumentaron esto en su condición de funcionarios y miembros del partido. Todos estos activistas fueron trotskistas activos y participantes de los grupos opositores, que se esforzaron en hacer estallar al país desde el interior, en llamar a un descontento velado con la política dirigida por el partido de los bolcheviques. Los representantes más típicos de este grupo eran Jruschev, Postnikov, Rudzutak, Stetski, Yakovlev (Epshtein), Goloschekin, Vareikis, Sheboldaev, Eije y otros.

En la vanguardia del ataque a Stalin y en su conjunto al Politburó desde un número de apparatchiks del partido se encontraban Jruschev y Eije (primer secretario de la región occidental de Siberia). Sabemos que en su juventud N. Jruschev fue trotskista, trabajaba de secretario en una de las células del partido en Donbass, en 1923-1924 apoyaba a los trotskistas en su lucha contra el CC del partido dirigido por I.V. Stalin. En 1925 Jruschev “se dio cuenta de su error” y con el apoyo de L.M. Kaganovich obtuvo un ascenso a la gran política (desde 1924 Jruschev estaba en el partido en Donbass y Kiev. Desde 1931 era secretario de los comités de distrito de Baumanskaya y Krasnopresnenskaya de Moscú. En 1932-1934 era segundo secretario del comité urbano de Moscú, en 1934-1935 primer secretario del comité urbano de Moscú y segundo secretario del comité de Moscú, en 1935-1938 primer secretario del comité de Moscú y del comité urbano de Moscú. De 1938 hasta Marzo de 1947 y de Diciembre de 1947 hasta 1949 primer secretario del CC del PC(b) de Ucrania, etc).

Cuando Eije planteó la cuestión sobre la organización de los juicios por arriba, el 10 de octubre de 1934, Stalin objetó “No entiendo este asunto. Si es posible, es mejor ignorar esta propuesta y realizar las sentencias en el orden habitual”. Es decir, ¡por la vía judicial!. Era necesaria una sentencia racional para ese juicio. Pero la nomenclatura manejó la causa con entusiasmo. Jruschev, de una manera sospechosa descubrió rápidamente en la región de Moscú a 41.305 “ex kulaks” y “delincuentes”, de los cuales pidió condenar a 8.500 a fusilamiento, y a 32.805 personas a la deportación. Eije demandó pidió condenar a fusilamiento a 10.800 personas, pero no señaló el número de los destinados al destierro, dejando para sí mismo el derecho a resolver esto (no es extraño que el primero de la lista de los rehabilitados por Jruschev después del XX Congreso del PCUS fue precisamente Robert Indrikovich Eije). Según los datos de la “comisión para la rehabilitación” de A. Yakovlev del comienzo del periodo de la “Perestroika”, en la cuenta personal del N. Jruschev constaban 161.860 personas como “enemigos del pueblo”, según la lista presentada por él. De ellos, 55.741 personas en el periodo de 1936-1937, cuando Jruschev era primer secretario del comité urbano de Moscú y del comité regional del partido, y 106.119 personas en el periodo de su trabajo en Ucrania. No es un detalle el señalar que en las listas de “enemigos del pueblo” entraron en lo fundamental los especialistas. Por norma general, no había obreros en ellas. Al recibir las listas de los “enemigos del pueblo” de Jruschev, Stalin le respondía: "Cálmese Nikita”. Le exigía una argumentación detallada de los procedimientos de las personas de la lista y una abreviación ostensible del número de los procesados. En lo tocante a la rehabilitación de los condenados, es necesario señalar que precisamente fue Stalin el iniciador de muchos indultos, en particular con la conmutación de la pena capital (fusilamiento) por sentencias más leves. Es conocido el hecho de la conmutación por Stalin de sentencias de fusilamiento por diez años de cárcel a cinco figuras principales por entonces del famoso asunto del partido de la industria (1926-1930). Al mismo tiempo, uno de las figuras principales de este asunto es el destacado ingeniero-termotécnico ruso L.K. Ramzin, encontrándose preso especialmente en mejores condiciones, y que fue designado responsable para trabajos de construcción. En 1943 recibió el premio más prestigioso, el Premio Stalin, fue condecorado con las Órdenes Lenin y de la Bandera Roja del Trabajo, y elegido miembro correspondiente de la AC de la URSS. Éste es un gran ejemplo.

El bandidaje político de la Comisión de A.N. Yakovlev en el periodo gorbachoviano, la rehabilitación infundada de todos los verdaderos enemigos del pueblo y de todos los delincuentes, desde los contrabandistas y bandidos hasta los espias y subversivos, no tiene nada que ver con un estudio minucioso de los acontecimientos de aquellos años y sólo se debe a la alteración coyuntural y el triunfo político de los anticomunistas furiosos de la contrarrevolución victoriosa en la URSS en confabulación con occidente. Esto trata también de los “mártires” fusilados en el periodo inicial del poder soviético bajo V.I. Lenin y de la rehabilitación actual de Kolchak y de otras rehabilitaciones odiosas de los verdaderos enemigos del pueblo. Hay que señalar también que una serie de chekistas del NKVD en los años treinta resultaron ser (en más del 70%) sucios “comunistas internacionalistas”, los cuales actuaron con un celo especial. Ganándose los favores de esa manera, ellos resultaron ser represaliados a fin de cuentas. La rabia de la oposición antistalinista ha derivado con frecuencia en la opinión de que “los comunistas internacionalistas” han reemplazado a los rusos. Los representantes desahuciados de la oposición de aquel periodo incluso después de años no ocultaban que toda su rabia animal contra Stalin derivaba precisamente de este hecho – que desde la mitad de los años 30 “en el gobierno entraron personas con apellidos rusos”. Entre otras cosas, no sólo en el gobierno. Actualmente está retirada de los pasaportes rusos la nacionalidad del poseedor del pasaporte, probablemente, para camuflar la nacionalidad de los actuales internacionalistas.

Stalin hizo la tentativa de reducir al mínimo la práctica de acusaciones infundadas y de calumnias a los ciudadanos sencillos, particularmente a los especialistas incluso con un pasado partidario irreprochable. Sin embargo, en la situación en la que Stalin y sus partidarios apenas contuvieron el empuje de las represiones instadas por la nomenclatura del partido del tipo de Jruschev y Eije, al mismo tiempo también ocurrió la liquidación de la cúspide de la conspiración de los militares encabezados por Tujachevski y también la limpieza en las filas del NKVD. Posiblemente en otras condiciones bajo otras circunstancias las resoluciones de Stalin hubieran sido completamente otras, pero la información admitida por él evidenciaba que retardar la limpieza de la “quinta columna” en la URSS hubiera sido un error imperdonable…

El 22 de Agosto de 1938, L.P. Beria fue nombrado primer viceministro del Comisariado del Pueblo de Asuntos Internos. El 29.09.1938 simultáneamente se destaca como jefe de la Dirección Principal de la Seguridad Estatal del NKVD de la URSS. Desde el 25.11.1938 es Comisario del Pueblo de Asuntos Internos de la URSS. Con la llegada de L.P. Beria a la Lubianka, la escala de las represiones se redujo bruscamente (10 veces en relación a los militares, más de 61 veces en comparación con el máximo de arrestos de personas del cuerpo de jefes en 1937, de 4.474 hasta 73 personas). Inmediatamente fue prohibida la presentación de pruebas para la ejecución de la sentencia antes de las sentencias pronunciadas de fusilamiento. Las causas de los arrestados fueron dirigidas en un orden masivo hacia la revisión y la instrucción. Durante 1939 y durante tres meses de 1940, Beria contribuyó a la liberación de 381.178 personas, y al comienzo de la guerra, aproximadamente de 130.000 personas, sin hablar de las decenas de miles de rehabilitados. La nomenclatura constantemente escribía denuncias contra Beria a Stalin. Sin embargo, la legalidad absoluta de las acciones de Beria fue por dos veces confirmada entonces por las comisiones estatales del partido que estaban autorizadas para ello. Todo fue llevado en conformidad con las leyes de aquel tiempo por L.P. Beria. La nomenclatura asesinó a L.P.Beria al poco tiempo después del asesinato por ellos de Stalin, en el verano de 1953.

Las faltas admitidas en 1937-1938 por los órganos del NKVD y la Fiscalía fueron analizadas en el pleno de Enero del CC del PCTU(b) de 1938. En la resolución del Consejo de Comisarios del Pueblo de la URSS y del CC del PCTU(b) del 17 de Noviembre de 1938, fueron dadas las indicaciones para “el alejamiento drástico de las faltas señaladas en el trabajo de los órganos del NKVD y de la Fiscalía y el interés peculiar de la organización de todo el trabajo fiscal y de instrucción por uno nuevo”. Los trabajadores de las estructuras señaladas serán advertidos, que "ante la menor infracción de las leyes soviéticas y de las directrices del partido y del gobierno, cada trabajador sin ninguna consideración en el cargo, cargará con una responsabilidad judicial severa”.

En 1938, después de la verificación de la argumentación de las acusaciones fueron liberadas del GULAG cerca de 300.000 presos (desde el comienzo del trabajo de L.P. Beria en la Lubianka). Su lugar lo ocuparon aquellos a quien se había demostrado su infracción de la ley. El dirigente del NKVD N.I. Ezhov fue arrestado el 10 de Junio de 1939. Fue sentenciado a fusilamiento por un jurado militar del Tribunal Supremo de la URSS el 3 de Febrero “por represiones infundadas contra el pueblo soviético” y fue fusilado el 4 de Febrero de 1940.

Bajo toda la escala de la campaña desplegada por Ezhov, no hubo decenas de millones de condenados como ahora gritan los “demócratas”- difamadores. Como escribe Andrei Raizfeld en el “Sov. Rossia”, basándose en la obra fundamental editada por Memorial: "El sistema de los campos correccionales de trabajo en la URSS, 1923-1960”, 1998 - “Durante toda la época del gobierno de Stalin el número de presos nunca superó los 2 millones 760 mil”.

Los conocidos antisoviéticos Adamovich y Polikarpov declararon que sólo desde 1935 a 1940 Stalin aniquiló a 18 millones de ciudadanos soviéticos, es decir 11 por cada uno de los 194 millones que entonces vivían en la URSS. Roy Medvedev “precisó” esta cifra hasta 38-40 millones, Antonov-Ovseenko la aumentó hasta 60 millones. Los sovietólogos occidentales Conquest y Cohen “modestamente” bajaron esta cifra hasta 20 millones de represaliados. A nuestros “demócratas” esto les pareció poco y de nuevo aumentaron esta cifra hasta 80 millones y a continuación hasta 107 millones de personas. La televisión ha hecho público a todo el país la cifra de 130 millones. El “gran escritor” de la Rusia democrática Solzhenitsyn, que escribía en el tiempo de la guerra con un pseudónimo sobre su estado de ánimo derrotista para evitar la participación en el combate en la primera línea del frente y que por eso fue a parar a un campo (fue “represaliado” según su definición), que golpeaba a los demás presos y por ello vivió allí holgadamente, preparó el pasquín “Archipiélago Gulag”, cuyos borradores, según palabras del ex-embajador de EE.UU. en Moscú y colaborador destacado de la CIA, señor Bill, “fueron redactados y montados desde la posición de un delirio esquizofrénico hasta la preparación para la impresión por una decena de redactores talentosos y experimentados de la CIA”. Solzhenitsyn fijó la cifra del número de “víctimas de las represiones” en 66,7 millones de personas. Esta cifra anteriormente fue inflada por la prensa y la televisión de Rusia. En la prensa ya se ha mencionado que todo el informe sobre las “reformas” de Solzhenitsyn se dió no desde las palabras de los testigos, sino “por emisión de otras personas”, en otras palabras - que lo deseo y entonces lo digo. El falso libro da enteramente una idea, no sobre las “represiones”, sino sobre el anticomunismo y antisovietismo patológico de Solzhenitsyn.

En realidad, en el periodo de 1921 hasta el 1 de Febrero de 1954 los condenados por delito contrarrevolucionario según el artículo 58 del Código Civil de la RSFSR y artículos análogos de los códigos civiles de las repúblicas de la Unión en el periodo de 1921 hasta el 1 de Febrero de 1954 son de 3.777.380 personas, de ellas 2,9 millones (76,7%) por los órganos extrajudiciales. Desde 1921 hasta el comienzo de 1954, fueron sentenciados a muerte por motivos políticos 642.980 personas, a la privación de libertad 2.369.220, al destierro 765.180. Señalamos que no todas las sentencias fueron cumplidas. En el periodo de 1934-1940 penas de muerte fueron cambiada por la privación de libertad. Desde 1921 hasta 1954 no fueron fusiladas 642.980 personas, sino cerca de 300.000, tal y como está en la base de la resolución del pleno del CC del PCTU(b) (Enero de 1938). Después de la revisión de las causas judiciales, fue rehabilitado completamente más del 25% de los condenados o los que se encontraban bajo sumario. Precisamente estos datos del 1 de Febrero de 1954 se comunicaron oficialmente a Jruschev, al Fiscal General de la URSS R. Rudenko, al Ministro del Interior de la URSS S. Kruglov y al Ministro de Justicia de la URSS K. Gorshenin. Y si se tiene en cuenta que en el momento de la presentación de estos datos transcurrió casi un año después de la muerte de Stalin, y las condenas según el articulo 58 del Código Civil se prolongaron igualmente, entonces es necesario deducir del número general indicado de condenados por delito contrarrevolucionario una cantidad media anual de 114.466 personas que son “parte” personal de Jruschev. Es necesario deducir aún las personas condenadas bajo V.I. Lenin. Según datos diferentes esto constituye desde 47.000 hasta 114.000 personas. Es preciso señalar también que en los términos de la legislación y la práctica judicial de 1936-1946 los delincuentes eran el 80-88% del número total de presos, y la parte de los “políticos” llegó en distintos años del 12 al 20% de los que estaban presos (según el Código Penal actual los delitos “contrarrevolucionarios” de aquellos años actualmente se califican como penales).

Las acciones de los órganos del poder contra los participantes de la conspiración de los generales (Tujachevski y otros) y contra los trotskistas fueron argumentados, su culpa fue demostrada en el proceso de las audiencias judiciales abiertas con la presencia de la prensa soviética y extranjera. La demostración de los delitos de los militares represaliados se sostienen en sus causas judiciales personales y aún hasta hoy ninguna de ellas ha sido desmentida oficialmente.

La captura y los procesos civiles a los espias y subversivos destinados en la URSS por los servicios secretos extranjeros para el espionaje y la subversión, formaban de la defensa necesaria del estado. Durante el periodo desde 1921 (la entonces aún RSFSR) hasta el 22 de Junio de 1941 fueron detenidas más de 932.000 personas (prácticamente 10 ejércitos): infractores, espias, subversivos destinados en la URSS por los servicios secretos extranjeros para el espionaje y la subversión. Además, en este periodo fueron detenidos más de 30.000 espias, subversivos y terroristas, más de 40.000 bandidos armados, que componían 1.319 bandas armadas liquidadas. En suma 1 millón de personas. Este contingente fue neutralizado en la URSS para 1941. ¿Se les puede considerar gratuitamente como “represaliados”?. ¡No!. Todos los todos los estados obran de forma análoga. Por ejemplo: uno de los presidentes “más democráticos de mundo”, el de EE.UU., F.D.Roosvelt, trasladó en 1941 después de Pearl Harbour a 400.000 americanos de origen japonés sólo porque tenían… los ojos rasgados, no a nuevos lugares provisionales para vivir sino a campos de concentración, donde su número se redujo bruscamente. En Gran Bretaña, sin juicio ni sumario, en difíciles condiciones de vida, encerraron en campos de concentración a 150.000 personas que las autoridades calificaron de “sospechosos”. En los primeros años de postguerra en la URSS, se desarmaron inflexiblemente a los traidores, renegados, vlasovistas de distinto pelaje, junto a otros cómplices de los ocupantes fascistas, agentes de la Gestapo, etc. Naturalmente se continuaba también la lucha activa contra las formaciones armadas de bandidos, incluso también contra los hitlerianos que se pusieron al servicio de los servicios secretos americano y británico. Las últimas bandas de los distintos “partisanos contrarrevolucionarios” en el Báltico y en Ucrania occidental fueron liquidadas a finales de los años 50 del pasado siglo. Así que siendo objetivos hasta el final, del número de personas condenadas por delitos contrarrevolucionarios según el artículo 58 del Código Civil en el periodo de estancia de Stalin en el poder, es necesario deducir como mínimo a un 1 millón de personas. Con las categorías señaladas de infractores de la legislación civil, ningún país del mundo se anda con miramientos, de otro modo no hay ni soberanía, ni integridad territorial, ni inmunidad de las fronteras estatales (en el periodo de la guerra de 1941-1945 y después hasta Marzo de 1953 el número de condenados por delitos contrarrevolucionarios y fundamentalmente por delitos peligrosos de alta traición era de 559.909 personas, en conformidad 379.823).

¿Hubo errores con el examen de las causas de los arrestados bajo Stalin?. Sí, los hubo y fueron provocados por las causas siguientes:

- Los órganos del NKVD fueron ocupados por elementos trotskistas, que realizaron premeditadamente los arrestos arbitrarios con el objetivo de descreditar al partido y su dirección suprema.

- Con ardor excesivo, ciertos carreristas del partido y trotskistas de otro color se esforzaron con las represiones para hacer carrera, frecuentemente con una cualificación profesional insuficiente de los jueces de instrucción.

Desde la actualidad es fácil juzgar aquello estudiando la falsificación de los datos, sin tener en cuenta todas las circunstancias de este cúmulo enorme de hechos y acontecimientos relacionados de aquel tiempo, cuando se tomaron las resoluciones, cuando frecuentemente no era posible determinar quién era de los nuestros y quién no. Pero está claro que de no haber aquellas depuraciones de 1937-1938, es poco probable que venciéramos en la guerra y entonces nadie actualmente condenaría a I.V. Stalin por su trabajo horrible en el bien de la Patria y vertería lágrimas de cocodrilo en los falsos monumentos de piedra del “memorial”. Los actuales acusadores sencillamente no hubieran nacido ya que sus padres hubieran salido a través de las chimeneas de los crematorios fascistas… Señalamos, que en la actual Rusia “democrática” con una población de 142.000.000 personas sólo como resultado de los delitos cada año mueren hasta 100.000 y más de 70.000 caen sin dejar huella. Cada año la población de Rusia disminuye gracias al gobierno de los “demócratas” en un millón de personas. ¿Por qué los “demócratas” no gritan sobre las represiones actuales, muchas veces superior a las del gobierno del periodo stalinista?

En marzo de 1939 se realizó el XVIII Congreso del PCTU(b). En el informe del CC del partido en el congreso I.V. Stalin expuso el programa elaborado por el Comité Central de la lucha del partido y del pueblo soviético para la conclusión de la construcción de la sociedad socialista con el paso gradual del socialismo al comunismo. En su informe, I.V. Stalin señala: "Este hecho, que desde el punto de vista de la técnica de la producción , desde el punto de vista del volumen de saturación de la producción industrial con la nueva técnica, nuestra industria está en el primer lugar del mundo….¿En qué nos atrasamos?. Nos atrasamos aún en la relación económica, es decir en la relación de la escala de nuestra producción industrial per cápita”. Hablando sobre las tareas del partido en la rama de la política interior, I.V. Stalin designa la tarea: "Desplegar más allá el desarrollo de nuestra industria, el crecimiento de la productividad del trabajo, el perfeccionamiento de la técnica de la producción para después adelantar a los principales países capitalistas en la rama de la técnica de producción y de los ritmos de crecimiento de la industria, adelantarlos en la marcha económica en los próximos 10-15 años”. En 1938 y en los años posteriores el país se preparaba a la vez para el rechazo de la agresión inminente a la URSS de la Alemania fascista. Según palabras de J.E. Davis: "Sólo en el año 1938, la URSS ha planificado gastar en defensa 10 veces más (en el cómputo del oro), que los franceses en 3 años”, y que “…en el caso de la agresión de Alemania a la URSS, el mundo se asombrará de la dimensión de la resistencia que opondrá Rusia”.

El 6 de Mayo de 1941, I.V. Stalin llegó a ser Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo de la URSS. Al comienzo de la Gran Guerra Patria de la Unión Soviética, I.V. Stalin fue nombrado Presidente del Comité Estatal de Defensa, Comisario del Pueblo de Defensa, Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de la URSS y estuvo en estos puestos hasta el final victorioso de la guerra. La gran victoria sobre la coalición hitleriana fue ganada por el pueblo soviético bajo la dirección del PCTU(b) y su Comité Central encabezado por I.V. Stalin. En los años de la guerra I.V. Stalin como dirigente del gobierno soviético participó en las conferencias de los dirigentes de las tres potencias - URSS, EE.UU y Gran Bretaña- en Teherán (Octubre de 1943), en Yalta (Febrero de 1945) y en Postdam (Julio-Agosto de 1945). En los años de la guerra I.V. Stalin mantuvo correspondencia diaria con el presidente de EE.UU y el primer ministro de Gran Bretaña, en la cual consecuentemente defendía los intereses nacionales de los pueblos de los países sometidos a la agresión hitleriana.

La Gran Guerra Patria de los años 1941-1945 concluyó con la victoria brillante del pueblo soviético sobre la Alemania fascista y mostró claramente a todo el mundo la superioridad del sistema socialista sobre el sistema burgués imperialista. Los factores principales de la victoria del pueblo soviético en la Gran Guerra Patria sobre los invasores germano-fascistas fueron:

- La superioridad del sistema estatal soviético (dictadura del proletariado), que garantiza la democracia para la mayoría aplastante del pueblo trabajador sobre el sistema estatal burgués (dictadura de la burguesía) con su democracia reducida a una minoría, la democracia de la bolsa monetaria;

- La superioridad de la economía planificada socialista, la cual considera fundamental al trabajador con sus necesidades y demandas, sobre la economía capitalista con su búsqueda irrefrenable de la obtención del máximo beneficio, de la despiadada explotación de los trabajadores del propio país y de los pueblos subyugados;

- La superioridad de la cultura e ideología humanista proletaria socialista sobre la cultura e ideología burguesa con su culto de la fuerza, el dinero y la ganancia absoluta;

- La amistad y fraternidad de los pueblos de la URSS, los cuales se fortalecieron y unieron aún más en el transcurso de la guerra;

- La unidad del frente y de la retaguardia y la hazaña laboral sin precedentes de los trabajadores de las factorías, de las fábricas y de los koljoses;

- La superioridad de la ciencia militar soviética sobre la alabada escuela militar prusiana burguesa y el ingenio sobresaliente de los jefes militares soviéticos.

El factor decisivo de la gran victoria fue el papel dirigente del partido leninista de los bolcheviques encabezado por I.V. Stalin. El partido leninista y su jefe el camarada I.V. Stalin estuvieron unidos por lazos inseparables con su pueblo. "¡Por la patria, por Stalin!”, "¡Comunistas, adelante!”- he aquí los sloganes de la Gran Guerra patria, con los cuales se lanzaron los batallones al combate; y también fue decisiva la fidelidad ilimitada del pueblo soviético a la causa de Lenin y Stalin, al partido de los bolcheviques, a los ideales del socialismo y del comunismo, el heroismo de las masas en el frente y en la retaguardia.

En el periodo postbélico bajo la dirección de I.V. Stalin, la Unión Soviética fue el primer estado que suprimió el racionamiento. Ya al comienzo de los años 50 fue restablecido en el país el potencial económico de antes de la guerra. El país continuó el camino interrumpido por la guerra de la construcción del socialismo. La creación bajo indicación de IV. Stalin y bajo la dirección de L.P. Beria de la bomba atómica (el primer ensayo fue realizado el 29 de Agosto de 1949) hizo de la URSS una potencia nuclear mundial.

Después del fin de la II Guerra Mundial, en las condiciones del crecimiento de la autoridad de la Unión Soviética y de su líder I.V. Stalin, comenzó la creación de países de democracia popular en los países liberados por el Ejército Soviético en Europa Oriental. Creado por indicación de I.V. Stalin, el 1 de Febrero de 1949 comenzó a trabajar el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) como órgano que coordinaba la actividad económica de los países del campo socialista (o la globalización según el principio socialista). ¡Esto fue el internacionalismo proletario en acción!
Cuando ante el partido y el estado proletario surgieron enteramente las tareas del paso gradual del socialismo hacia la construcción de la sociedad comunista, las respuestas a las cuestiones sobre las vías de este paso fueron dadas en los trabajos eminentes de I.V. Stalin “Problemas económicos del socialismo en la URSS”(1952), “El Marxismo y las cuestiones de la lingüística”(1959).

Stalin vivió una vida brillante, difícil e intensa. La infancia pobre en la familia de un zapatero pobre. Las décadas de la lucha revolucionaria violenta – arrestos, deportaciones, huídas. Y al mismo tiempo los estudios persistentes cotidianos, el trabajo por sí mismo, transformó al alumno de un seminario ortodoxo en una persona ante la cual un descendiente de duques británicos se levantaba poniéndose firme.

A todos quienes estuvieron con él, le asombraron su memoria, sus conocimientos, su habilidad en hacer ver instantáneamente la esencia de la situación. La voluntad de hierro de Stalin salvó al país soviético en la difícil situación del comienzo de la Gran Guerra Patria y condujo al pueblo soviético hacia la victoria histórico-mundial de 1945. La sencillez personal de Stalin fue un brillante ejemplo para cada comunista - bolchevique soviético, para cada ciudadano soviético. La felicidad del pueblo soviético se debió a que en el curso de tres décadas a la cabeza del partido y del estado estuvo Iosif Vissarionovich Stalin. Él hizo salir al pueblo de la oscuridad penosa hacia la luz. Por esto nuestro profundo agradecimiento y nuestra reverencia hacia él.

¡GLORIA AL GRAN STALIN!