30 de septiembre de 2019

Ante la resolución aprobada en el Parlamento Europeo sobre Memoria Histórica el 19 de septiembre de 2019

Por Federación Estatal de Foros por la Memoria



MANIFIESTO DE LA FEDERACIÓN ESTATAL DE FOROS POR LA MEMORIA
La Federación Estatal de Foros por la Memoria quiere expresar su indignación ante la  resolución el Parlamento Europeo que supone otra pieza más dentro de la estrategia de revisionismo histórico promovida por la Unión Europea.
El título de esta Resolución («Importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa «) es manifiestamente engañoso, porque no pretende asentar la Memoria Democrática Europea como base y principio en la construcción de una Europa asentada en los valores de la libertad, solidaridad, igualdad y fraternidad, sino que su objetivos es promover burdamente el anticomunismo mediante la reescritura y la falsificación de la historia.

Porque en la lectura del texto nos encontramos con una serie de manipulaciones y tergiversaciones históricas de inspiración ultra-reaccionaria, en un intento de equiparar fascismo y comunismo, minimizando los crímenes del nazismo y ocultando las responsabilidades de las grandes potencias capitalistas en el ascenso del fascismo.
Además de manifestar una grosera sucesión de falsedades históricas en el contexto del Pacto Ribbentrop-Molotov, ocultando los antecedentes y el trasfondo histórico, la resolución adoptada por la mayoría del PE omite importantes comportamientos de tolerancia, complicidad y alineamiento de las grandes potencias capitalistas con el surgimiento del fascismo en varios países europeos. Es el caso de las políticas de No Intervención de la Sociedad de Naciones que consintieron la intervención fascista contra la República española y la abandonaron a su suerte. Políticas cómplices que culminaron con la Conferencia de Munich, en la cual Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, certificaron el desmembramiento de Checoslovaquia, así como el abandono que condenaría definitivamente a la República Española a caer en manos de un dictador aliado de Hitler y Mussolini, cuyo gobierno fascista sería reconocido por Francia y el Reino Unido en febrero de 1939.
La resolución adoptada por la mayoría del Parlamento Europeo busca borrar la contribución decisiva de los comunistas y la Unión Soviética a la derrota del nazismo y los fascismos, y la liberación de los pueblos del dominio colonial después de la Segunda Guerra Mundial. Una resolución que también pretende silenciar el papel protagonista de los comunistas en las guerrillas y resistencias antinazis, así como encabezando la lucha por la democracia y las libertades contra las dictaduras de Portugal, España o Grecia.
Se oculta la aportación del pueblo soviético con la sangre de cerca de 27 millones de muertos en la lucha contra el nazismo. La resolución del parlamento Europeo pone al mismo nivel a invasores y a libertadores, a los SS que custodiaban el campo de aniquilación de Auschwitz con el Ejército Rojo, que lo liberó. Precisamente las Naciones Unidas designaron la fecha de su liberación, el 27 de enero, como Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto.
De igual modo, la resolución interesadamente olvida los Juicios de Nüremberg,  cuya jurisprudencia ha sido una pieza fundamental en la actual configuración del Derecho Penal Internacional reconocido y codificado por las Naciones Unidas, y los hechos enjuiciados por este tribunal internacional, en el que recordamos, los jerarcas del régimen nazi fueron condenados, entre otros crímenes internacionales, por conspiración y crímenes contra la paz, declarando a la Alemania Nacionalsocialista como la única responsable del inicio de la II Guerra Mundial.
Esta resolución contiene otro elemento de enorme gravedad: Se llega a escribir que «algunos países europeos han prohibido el uso de símbolos tanto nazis como comunistas». Tiene la intención de allanar el camino para intensificar y generalizar la persecución y la prohibición de los partidos comunistas, y arrastrar a otras fuerzas progresistas y al movimiento sindical, como ha sucedido en varios estados miembros, como Lituania, Estonia, Letonia o Polonia, entre otros, donde, junto con la rehabilitación y el elogio histórico del fascismo y la glorificación de los colaboracionistas con el nazismo, se produce la destrucción de monumentos conmemorativos de la resistencia antifascista, de la liberación de territorios por el Ejército Rojo, o de las Brigadas Internacionales.
El texto ha contado con el voto a favor de representantes de países y fuerzas políticas autodenominadas demócratas, olvidando que en el hemiciclo asisten parlamentarios de países como Hungría, Polonia, etc… que están realizando políticas homófobas, racistas y xenófobas.
Como resultado, la Resolución  fomenta la xenofobia y el racismo, se promueven las fuerzas fascistas, y supone una renuncia expresa del antifascismo como elemento fundacional de la unidad europea. Ante el creciente peligro de fascismos, nazismos y nacionalismos, se elige un camino de ruptura entre los demócratas europeos.
Como consecuencia de todo ello, la Federación Estatal de Foros por la Memoria condena rotundamente dicha Resolución, e insta a los eurodiputados españoles pertenecientes a dichas fuerzas políticas autodenominadas democráticas, a una inmediata rectificación pública.
27 de Septiembre de 2019

27 de septiembre de 2019

Memoria contra la deriva fascista


Cuando se acerca el 75º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, la mayoría derechista y socialdemócrata del Parlamento Europeo ha aprobado una resolución instando a la persecución del comunismo. Repitiendo la absurda idea de que el nazismo y el estalinismo son igualmente totalitarios, quiere borrar del recuerdo de los pueblos la heroica gesta de la Unión Soviética que liberó al mundo de la dominación fascista. El final de esta pesadilla no comenzó con el desembarco anglo-norteamericano en Normandía, sino en las calles de Stalingrado, más de un año antes. No, señorías burguesas revanchistas, no conseguirán que los trabajadores repudien por igual una ideología opresora como el nazi-fascismo y una ideología liberadora como el comunismo. 


La “novedad” de su arsenal de mentiras con el que machacan las conciencias, desde la más tierna infancia, es responsabilizar de la última guerra mundial al pacto germano-soviético de 1939. ¡Tendrán poca vergüenza! Pretenden eludir así la responsabilidad de sus predecesores, los gobiernos “democráticos” que, con su política de “no intervención” ayudaron al Eje nazi-fascista a anegar en sangre la República española entre 1936 y 1939; que, con su política de “apaciguamiento” pactaron en Múnich la entrega a Hitler de Checoslovaquia para facilitarle la invasión de la URSS; que, junto a los dirigentes fascistas de Polonia, rechazaron todo acuerdo de defensa colectiva con la Unión Soviética contra el expansionismo germano; que, en el momento de la liberación, dejaron a España en las garras del franquismo porque, según ellos, era “un asunto interno de los españoles”.



Pero, ¿a qué viene esta vuelta de tuerca en la revisión de la historia, este hipócrita coqueteo con el anticomunismo fascista? 


Hace mucho que el capitalismo euro norteamericano se convirtió en imperialismo y que ambiciona dominar el mundo. Creía haberlo conseguido con el derrumbe de la Unión soviética. Sin embargo le han salido competidores como China y Rusia que, además, ayudan a los países subyugados cómo Siria y Venezuela a defender su soberanía nacional y a prosperar económicamente. Esto acelera la crisis económica capitalista que empuja nuevamente a los imperialistas a la guerra y al fascismo. En el fondo, el fascismo siempre ha sido el sueño dorado de los capitalistas financieros para explotar sin límite a los trabajadores y aplicar una dictadura terrorista contra el movimiento obrero y los anhelos democráticos de las capas populares.
 


La fanatización reaccionaria y militarista de la población que está promoviendo la burguesía en su lucha de clase contra el proletariado se apoya en la tergiversación de la historia. Se concentra en ignorar los progresos que alcanzó la URSS precisamente gracias a la lucha de clase que, desde el poder político, desplegó el proletariado soviético contra los burócratas y demás explotadores, a los que la Unión Europea presenta ahora como “víctimas”. 


Puesto que estamos inmersos en una lucha de clases, la Asociación de Amistad Hispano-Soviética se complace en aportar, a quienes acuden a la Fiesta del PCE, munición teórica e histórica contra el fuego enemigo. Para la presente edición, traemos los resultados del trabajo de estudio y divulgación que hemos desarrollado durante este año, dedicado al último y menos conocido período de la dictadura del proletariado en la Unión Soviética y que abarca desde la Constitución de 1936 hasta la Guerra Fría y el legado político de Stalin.


Te invitamos a pasar por nuestro stand para conocer nuestros materiales, conversar con nosotros y, eventualmente, iniciar una colaboración cargada de futuro.