13 de marzo de 2015

¿Porqué reivindicamos la Revolución de Octubre?

Por Joti Brar del Partido Comunista Marxista-Leninista de Gran Bretaña. Traducción Luís Suarez.


El 8 de noviembre, el CPGB-ML se celebró un acto público para reivindicar y celebrar el 97º aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre. Joti Brar habló a un auditorio repleto en esta ocasión, reproducimos su discurso en el enlace inmediatamente inferior (que también está disponible en Proletaria Televisión).
Ver enlace en inglés:
http://site.lalkar.org/article/2167/the-everlasting-contribution-of-the-october-revolution
Quiero hablar esta noche un poco sobre por qué es importante la celebración de Octubre, y aprender del auténtico acontecimiento que ha significado la Unión Soviética.


Aquellos de nosotros que hemos nacido en Gran Bretaña, o en otros países imperialistas occidentales, hemos crecido dentro de una burbuja de mentiras y desinformación, por lo que todo lo que abarcamos  es necesario un gran esfuerzo, y determinación para tener acceso incluso a pequeños atisbos del mundo real, más allá de la burbuja.
Dentro de esta burbuja de medios imperialistas, la difusión de la época del socialismo es como un campo de prisioneros y a Stalin como un asesino comeniños, de forma machacona. Un ejemplo típico fue representado en un episodio realizado en un programa de televisión de la BBC llamado New Tricks, tiempo atrás. Contaba con una historia en la que un hombre de Alemania del Este se había infiltrado en la Stasi con el fin de "luchar por la libertad".
Él y su esposa se ​​mostraron, casi tirando a su hija hacia los alemanes occidentales que no conocían, a través de un agujero que habían cortado en la valla fronteriza de alambre. El mensaje a los espectadores estaba claro: la vida en la RDA era tan horrible, que la gente prefería dar a sus bebés a extraños que les impidiesen crecer en el socialismo.
Esta es una de las muchas "verdades", que se repite tan a menudo que muchos de nosotros nunca pensamos cuestionarlo. Así es como constantemente se está reforzando la burbuja de desinformación. Así es como nuestros gobernantes esperan que nos impida, molestarnos en tratar de averiguar algo sobre el socialismo por nosotros mismos.
¿Qué tiene de inquietante la Revolución de Octubre, por aquello que hizo por nosotros?


Y con esta situación, la gente a menudo nos preguntan: ¿por qué insistimos en la celebración y hablamos de una revolución que sucedió hace 97 años? ¿Por qué insistimos en mantener viva la memoria de un lugar, que la mayoría de los trabajadores británicos se les ha enseñado a despreciar desde su nacimiento?
¡No parece una buena manera de ganar popularidad después de todo! De hecho, muchas personas nos dicen que si tan solo dejásemos de llevar el nombre de "comunista" y todas las referencias a la URSS, nuestro partido no dejaría de crecer mucho más rápidamente.
Pero, como dijo Shakespeare, "una rosa con cualquier otro nombre no olería tan fragante". No es nuestro nombre, sino nuestra lealtad a la clase que nos pone fuera de los límites, en cuanto a la "corriente principal" adoptada por los británicos.
Para ser aceptables, en la realidad alternativa de los medios de comunicación imperialistas, tenemos que caber dentro de su espejismo, cuidadosamente construido, y ser de los partidos de "izquierda correctos". Nuestros medios de comunicación están llenos de las 'opciones' falsas y 'falsos debates', entre estos que aparentemente hay diversas partes, que ponen por delante a los trabajadores, en la esperanza de que no se darán cuenta de que todas las opciones que se les presentan, esencialmente cuentan la misma historia acerca de cómo funciona el mundo y ofrece el mismo programa para el futuro, la preservación del imperialismo británico, no importa lo que cueste.
Los comunistas, por su parte, se niegan a participar en este juego. Nos negamos a ir junto con la versión de la clase dominante capitalista de la historia, a apuntalar sus debates falsos. Insistimos en la búsqueda de la verdad, haciendo todo lo posible para ayudar a los trabajadores a saberlo también.
Queremos celebrar y aprender de Octubre, por la misma razón que nuestros gobernantes están tan absolutamente desesperados para mantenernos lejos de ella. Queremos difundir, y quieren evitar la propagación, de una comprensión de lo que 1917 representó para la humanidad, y lo que el pueblo soviético logró bajo el dominio de la clase obrera.


Porque la verdad es que si no entendemos la Revolución de Octubre, no somos capaces de entender algo sobre el mundo de hoy. Nuestro mundo se ha formado completamente por esa revolución, que reunió en una nueva época histórica, que destrozó para siempre ciento un pilares de la propaganda capitalista.
Incluso aquí, en Gran Bretaña, que parece tan lejos de la agitación de la revolución proletaria, la forma de pensar y la forma en que vivimos, ha sido de forma irreversible transformada por las ganancias que los trabajadores obtuvieron de los logros en la Unión Soviética.
El hecho es que la mayoría de las "ventajas" que recibimos como trabajadores en Gran Bretaña, y que se nos ha dicho haber venido a nosotros, porque tenemos la suerte de vivir en una 'sociedad inmejorable' (es decir, imperialista) y de democracia 'civilizada capitalista ', "son en realidad reflejos débiles y pálidas imitaciones de los avances que se hicieron por primera vez por los ciudadanos soviéticos bajo el socialismo, y que luego fueron demandados por los trabajadores de todo el mundo".
¿Cuáles son los avances que tenemos, como una prueba de que nuestra vida en Gran Bretaña, es "civilizada" y buena?
Tenemos valores democráticos y progresistas, se nos dice. Somos libres de pensar lo que nos gusta y que expresemos nuestras opiniones. Somos libres de tomar parte en la política, para presentarse a las elecciones y votar. El Estado de bienestar se ocupa de los más vulnerables de la sociedad.
La educación y la atención de la salud se proporcionan para todos. Nuestra sociedad defiende los conceptos de la libertad personal y la igualdad. Nuestro sistema judicial defiende la ley y nuestros periodistas defienden la libertad de expresión. Podemos esperar a ir sobre nuestro negocio libre de discriminación o racismo. Estamos en paz con nuestros vecinos, y nuestros gobernantes defiendan los derechos de todas las naciones a la autodeterminación.
Y todo esto es porque vivimos en una "democracia occidental", donde "valores civilizados" son la norma.
Eso es lo que nos dicen.
Pero, ¿qué hay de verdad?
La verdad es que ninguna de estas realidades fueron conseguidas por los trabajadores antes de la Revolución de Octubre, y muchas de ellas no son todavía ciertas, o al menos es sólo parcialmente ciertas; en la Gran Bretaña capitalista lo lograron casi 100 años más tarde, a pesar de la enorme riqueza que fluye en este país, de la superexplotación de los pueblos oprimidos de todo el mundo.
La presión sobre la clase dominante británica para otorgar derechos a los trabajadores, vinieron como resultado del ejemplo de la Unión Soviética. En todo el mundo, la ira se estaba acumulando contra el sistema imperialista, pues aún sigue condenando a los trabajadores a un ciclo, aparentemente interminable, de guerras catastróficas y horrendas, la profundización de la pobreza, impelidas por crisis y más crisis.
Los trabajadores miraban ansiosamente los avances que estaban realizando sus hermanos y hermanas en la URSS, y el movimiento antiimperialista revolucionario en todos los países creció enormemente, al igual que el prestigio del comunismo y de los dirigentes del partido comunista, efecto que dio la alarma en el mundo capitalista.
Así que echemos un vistazo a dos elementos de esa lista de normas civilizadas, y de valores democráticos que nos enseñan a creer son características de una sociedad capitalista avanzada.
La igualdad de las naciones y pueblos
La Revolución de Octubre denunció todas las guerras imperialistas y de ocupación, las anexiones y la incautación de las colonias, como actos criminales.
Declaró que todos los pueblos del mundo, sin importar su raza, religión o color, son iguales y prohibió todo tipo de discriminación.
Con la participación de la población de Asia, que anteriormente había sido insultada con el epíteto de ser 'demasiado atrasada para gobernarse a sí misma'; en la construcción del socialismo y de una nueva sociedad, y una nueva cultura, en la URSS fueron aplastadas las justificaciones racistas del imperialismo, para la explotación despiadada del mundo.
El pueblo soviético demostró que no hay absolutamente ninguna justificación para cualquier tipo de racismo.
La URSS sustituyó la xenofobia, la intolerancia y la guerra fratricida por la cooperación, el respeto y la armonía fraternal, demostró la inmensa contribución que todas las personas son capaces de hacer, en la construcción de una cultura superior y una vida verdaderamente civilizada, cuando se les da la oportunidad.
Con estos ejemplos se derribaron los mitos de la supremacía de las clases dominantes, e inspiró a millones de personas oprimidas en todo el mundo a unirse en la lucha contra el imperialismo.
Se puso fin a la era en que el cruel racismo y el colonialismo podían tolerarse.
Una marea imparable de movimientos de liberación nacional se puso en marcha siguiendo el ejemplo soviético. Después de la Revolución de Octubre, los seres humanos no querían, por más tiempo, resignarse a la inevitable dominación extranjera.

La primera oleada de grandes líderes del mundo oprimidos, se inspiraron y llegaron al marxismo directamente gracias a la Revolución de Octubre: Mao Zedong en China, Kim Il Sung en Corea, Ho Chi Minh en Vietnam, Bhagat Singh en la India.
Una segunda oleada de grandes líderes del mundo oprimidos siguieron los pasos del marxismo en la construcción del socialismo, en sus revoluciones socialistas: Kwame Nkrumah en Ghana, Thomas Sankara en Burkina Faso, el Che Guevara y Fidel Castro en Cuba, George Habash en Palestina, y muchos más en todo el mundo.
Y todo ello a su vez, inspiró a los movimientos sociales contra el racismo en todas las metrópolis imperialistas.
Hoy en día, ninguna persona en su sano juicio admite la idea de que la raza es una base justificable para la discriminación.
La primera legislación (muy débil) antirracista fue aprobada en Gran Bretaña en 1965.
La legislación pudo haber sido una tímida concesión, pero su existencia se debía porque el imperialista admitía haber tenido una derrota moral.
En el pasado, los imperialistas pregonaban su ideología racista con orgullo y abiertamente; ahora tienen que esconderse detrás de palabras equívocas sobre la "igualdad de oportunidades" y "el respeto a todos".
Y, ya se trate que quienes lo formulan sean deportivos príncipes con esvásticas, alcaldes en sus corruptas "declaraciones de intenciones"', o cuando mueren sin piedad medio millón de niños iraquíes, cuando son despedidos de sus trabajos, son un daño colateral; el resultado es el mismo, los políticos y los portavoces del sistema están atrapados continuamente en su doble moral, que refuerza aún más la pérdida absoluta de la autoridad moral del capitalismo en general.


El derecho a la prestación universal de las necesidades básicas

La Revolución de Octubre trajo consigo el Primer Sistema de atención social, en la cobertura universal para todos los miembros de la sociedad.
> Asistencia sanitaria completa gratuita.
> Educación gratuita a todos los niveles.
> Derecho al trabajo y pleno empleo en las ciudades, y derecho a laborar la tierra con las herramientas necesarias en el campo.
> Derecho a la vivienda.
> Derecho a la alimentación.
> Derecho a una pensión digna para todos los mayores o demasiado enfermos para trabajar.
> Derecho a la baja por enfermedad conservando el empleo y el sueldo, tiempo de licencia por maternidad con el sueldo completo.
> Derecho a disfrutar del ocio, de vacaciones y de la cultura.
> Derecho a desarrollarse como seres humanos.
Los capitalistas siempre han insistido en que estas demandas básicas de los trabajadores eran simplemente inaceptables por ser demasiado caras; las empresas quedarían poco competitivas y los trabajadores terminarían perdiendo sus puestos de trabajo, si los patronos admitiesen esas medidas básicas junto a los salarios de sus empleados.
Pero las garantías universales de protección y de las necesidades en la URSS, produjo una constante y creciente calidad de vida de los trabajadores soviéticos durante la década de 1930, en los años que en el resto del mundo estaban bajo las garras de la peor crisis económica nunca vista, pero esa realidad inspiró a los trabajadores del mundo, con una visión de lo que el socialismo podía ofrecerles.
Entonces, la marea revolucionaria se levantó, profundizándose la crisis.
Las clases dominantes imperialistas de Europa respondieron con la dictadura fascista, pero la marea no tenía vuelta atrás.
La experiencia de la gran depresión, de la brutalidad fascista del imperialismo en crisis, y de la guerra horrenda que la crisis generó atrajeron a los trabajadores de todo el mundo a la revolución.
Las increíbles logros y sacrificios heroicos del pueblo soviético contra la Alemania nazi, al derrotarla, lograron un gran prestigio del comunismo. El nombre de José Stalin, como gran forjador y líder del pueblo soviético, fue venerado por los trabajadores y campesinos en todo el mundo.
Las revoluciones barrieron todos los territorios antiguamente ocupados de Europa y sus colonias. Desde China y Corea en el este hasta las democracias populares de Europa, en el oeste, hubo una nueva ola en la propagación del socialismo.
En Europa occidental, la ola revolucionaria sólo se detuvo mediante una combinación de imposiciones americanas junto con ejércitos británicos y estadounidenses.
Las revoluciones en Grecia, Italia y Francia fueron decapitadas, desviadas y reprimidas, y bajo la presión de estos movimientos hicieron concesiones, ante el temor de acabarse la propia existencia de su sistema de explotación, así los imperialistas se unieron para salvarse a sí mismos como clase dominante.
En los centros del imperialismo, los capitalistas de pronto descubrieron que no sólo era posible, sino totalmente práctico y necesario, ofrecer unos mínimos básicos dispendios a los trabajadores: nació la era del "capitalismo del bienestar".
Se lo debemos a nuestros Sistemas de Asistencia Mínimas, a nuestras viviendas de protección oficial, a nuestro sistema escolar y universitario, a nuestras pensiones y nuestras prestaciones por desempleo, pero no nos equivoquemos que se debe a la Revolución de Octubre, que es quien puso el ejemplo, fue la inspiración y dio el coraje a los trabajadores del mundo, y llevó el pánico a los corazones de los capitalistas, que vieron que los cimientos de su imperio se desmoronaban ante sus ojos.
Todas estas concesiones del Estado de bienestar capitalista estaban destinadas a pacificar, y nos dejemos de pensar que el socialismo tiene algo más que ofrecernos.
Pero todas las versiones de los originales son meros engaños. Ellas son una concesión al sentimiento popular, las extienden solamente cuando son absolutamente necesarias, y se ha observado que muy a menudo existe una brecha cada vez más amplia entre la letra y las leyes, porque diariamente es minada por las condiciones de existencia del capitalismo.
El estado del bienestar, un chupete temporal
Y, como estamos viendo muy claramente hoy, las previsiones de seguridad social en los países imperialistas eran sólo un temporal medida de estabilización.
Una vez pasado el boom de la reconstrucción post-guerra, el capitalismo de nuevo se tambalea por su crisis económica, y comienza a una desaparición paulatina de derechos en los "estados del bienestar".
Con el colapso de la Unión Soviética, este desbroce gradual ha sido reemplazado por una bola destructiva.
Y el último giro de la crisis, está acabando con la mayor parte de los fundamentos mismos de los sistemas de salud, vivienda, educación y prestaciones, que los trabajadores británicos una vez creyeron que habían ganado para siempre.
El socialismo en la URSS, un ejemplo peligroso

Lo más importante de todo, la Revolución de Octubre desmintió el mito capitalista que las relaciones de propiedad burguesas generan riqueza por la propiedad privada de los medios de producción de la sociedad, para que estén en unas pocas manos, como ley sagrada.

Demostró que es posible la creación de la propiedad socialista pública, y un nuevo tipo de Estado Socialista capaz de la administración de dicha propiedad, con la plena participación de la población trabajadora, por sus propios intereses.

Como Stalin expuso: " Los éxitos indudables del socialismo en la Unión Soviética en el frente de la construcción del Socialismo, han demostrado claramente que el proletariado puede gobernar con éxito el país sin la burguesía y contra la burguesía, que se puede construir con éxito la industria sin la burguesía y contra la burguesía, que puede dirigir con éxito el conjunto de la economía nacional sin la burguesía y contra la burguesía, que se puede construir con éxito el socialismo a pesar del cerco capitalista ".
No es posible entrar en detalles sobre los grandes avances que lograron los trabajadores en la Unión Soviética, pero me gustaría compartir algunos hechos sobresalientes del sistema de salud Soviética, que es un ejemplo perfecto de por qué el socialismo es mucho mejor que cualquier sistema "mejor", "más ilustrado", más bien financiado por los servicios de salud capitalista, que jamás podrán entregar a los trabajadores.
Los soviéticos fue pioneros, que en el enfoque para el cuidado de la salud no sólo se hace para el tratamiento de los síntomas y enfermedades, sino sobre todo acerca de la prevención de las enfermedades .
Al vincular esta idea de futuro, al conjunto del bienestar de todas las personas en la sociedad, el gobierno soviético se centró en proporcionar una vivienda digna, educación, empleo y culto tiempo de ocio. Se esforzó por ayudar a cada trabajador para que se ¡sintiese útil y feliz, para reducir el estrés y proporcionar todo lo necesario para una vida plena!
Según el profesor N. Propper-Grashchenkov, Asistente del Comisario del Pueblo de Salud Pública: " En la URSS ... el desempleo, la indigencia y la pobreza serán permanentemente eliminados sobre la base de la abolición de la explotación del hombre por el hombre. En un período muy corto de tiempo, el estado socialista ha logrado enormemente elevar el nivel material y cultural de toda la población, sentando así una base firme para un trabajo exitoso en el campo de la salud pública ".
La URSS acabó con los barrios marginales, construyó sistemas de alcantarillado de las ciudades y del país, por igual, y electrificó todo el país. Se incrementó constantemente la cantidad y calidad de los alimentos disponibles para la población.
El Estado soviético incluyó en su trabajo de salud tales factores clave, como las medidas ambientales (protección del suelo, del agua y del aire, de la contaminación) y la organización de la alimentación pública sobre una base científica e higiénica.
Antes de la revolución, la Rusia zarista tenía menos de 20.000 médicos. Veinte años después, la URSS tenía 132.000.
Mientras tanto, ¡las camas de hospital aumentaron de 175.000 a 350.000 y la aportación a las maternidades de 11.000 a 5,75 millones de dólares!
Hubo un requisito imprescindible, que cada médico pasara un día al mes dando conferencias públicas sobre la medicina preventiva, en los parques públicos, en salas de conferencias, en los centros de salud y escuelas, que fueron respaldadas por campañas, en carteles, folletos, etc.
Miles y miles de comités de trabajadores en fábricas, granjas y lugares de trabajo cooperaron con los trabajadores de la salud locales, para cambiar la conciencia y mejorar los servicios preventivos; para supervisar el gasto; para garantizar las condiciones de higiene en sus lugares de trabajo, y los viveros, y organizar la educación de la salud en el trabajo. Ellos enviaron delegados a los centros soviéticos de salud, que supervisaban e inspeccionan los hospitales y los establecimientos sanitarios, y de allí iban a los órganos de sanidad de los distritos, y a la Comisaría de Salud.
La Comisaría de Salud, trabajó con la industria para evitar la salida de sustancias nocivas en el aire (es decir, con sistemas de captura filtrando el aire, y dentro de las fábricas).
Los trabajadores industriales fueron supervisados de cerca. Los que trabajan con sustancias peligrosas, trabajado menos horas, teniendo un seguimiento más estrecho, y dándoles alimentos adicionales.
Los índices permitidos de contaminación en gases peligrosos en el aire, eran mucho más bajos en la Unión Soviética, (por ejemplo, un 40 veces menor el límite de cianuro de hidrógeno fue aceptado en el aire en la URSS que en los EE.UU.). Teniendo en cuenta el efecto crónico de las pequeñas dosis de sustancias nocivas.
Los controles de la contaminación por ruido se introdujeron en las ciudades, ¡todos, amortiguando el ruido de los procedimientos industriales, como la prohibición del uso de bocinas de los coches en las ciudades!
Las descripciones de los testigos oculares de las hazañas logradas por los trabajadores soviéticos, y los agricultores en todos los ámbitos de la vida bajo la planificación socialista, es una lectura verdaderamente inspiradora. Si los trabajadores en Gran Bretaña estuviesen familiarizados con estos logros del socialismo soviético, se quedarían sorprendidos por las mentiras que se han dicho, y en el contraste entre la vida bajo el socialismo y la vida de los trabajadores actuales, incluso los más ricos de los países imperialistas.
Siguiendo los pasos de Octubre
Este es el ejemplo que nuestros gobernantes quieren mantener alejado de nosotros. Quieren que nos resignemos a nuestra suerte, y aceptar el falso mundo de su burbuja de propaganda, no hay duda.
Quieren que soportemos la carga de su crisis económica en nuestras espaldas, quitarles gradualmente la comida de la boca de nuestros hijos, y los libros fuera de sus manos; que apaguemos los radiadores en nuestros bungalows  tras la jubilación, y enviarnos a la cola de la eutanasia voluntaria, cuando ya no pueden encontrar un uso beneficioso de nosotros, cuando nuestros ahorros se agoten.
Quieren que sintamos que es nuestra culpa, porque los pobres se están multiplicando, que somos una carga para ellos , porque ellos son los "creadores de empleo". Ellos quieren esconderse de nosotros, la verdad es que toda su riqueza fue creada por los trabajadores en el país y en el extranjero, y que sin ellos, los cuales se aferran a los frutos de todo ese trabajo, todos podríamos disfrutar de su acceso de una forma decente, civilizada, en constante aumento y al nivel verdaderamente humano de la existencia.
Stalin en 1928 resumió la importancia de la Revolución de Octubre, cuando dijo que "La era de la "estabilidad" del capitalismo ha fallecido, llevándose consigo la leyenda de la indestructibilidad del orden burgués. La era del colapso del capitalismo ha comenzado".
Camaradas, no se puede escapar de la pobreza, la degradación ambiental y los residuos, la devastación y la guerra, el racismo, la ignorancia y la enfermedad, sino por una Revolución Socialista.
Octubre nos mostró que la Revolución y el Socialismo no son más que buenas ideas de futuro, sino que se puede hacer esa revolución en la práctica, y seguir construyendo una sociedad socialista, y de un mundo apropiado para las generaciones futuras.

En 1921, Lenin dijo a los trabajadores de la URSS: "Hemos hecho el principio. Cuándo, en qué fecha y hora, los proletarios de qué nación completará este proceso no es importante. Lo importante es que el hielo se ha roto; el camino está abierto, la forma se ha demostrado".
Camaradas, tenemos una deuda de gran agradecimiento a los rompehielos, y los iniciadores de la senda socialista en la Unión Soviética, que mostraron a la humanidad el camino para salir de la espiral imperialista de la pobreza y la guerra. Vamos a llevar adelante la obra de Lenin, Stalin, de los bolcheviques y del pueblo soviético, en la lucha para crear un nuevo mundo socialista que sea apto para los seres humanos.
¡Mantengamos en alto la bandera roja y tomemos la carretera de Octubre!

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