24 de julio de 2020

El pueblo ruso "reconstruye" a Stalin



Por canariassemanal.org.


Stalin ha sido, según las encuestas en Rusia, el primer personaje de su historia. Y en consonancia con ello han comenzado a "reedificarlo"

Según mantiene en este artículo "Del territorio del Lince" el pueblo llano de Rusia se está cansando de tanta estupidez occidental, y presiona fuertemente a Putin y a sus seguidores para que de una vez por todas ponga los puntos sobre las íes. La Segunda Guerra Mundial no la ganaron los tailandeses. Fue la URSS y el Ejército Rojo quienes lo hicieron.


Artículo extractado del blog, elterritoriodellince.



La falsificación de la historia que se viene realizando en Occidente desde hace años sobre el fascismo y quién lo derrotó está encontrando dos tipos de respuestas: 
Por una parte, en Rusia la gente, el pueblo llano, se está cansando de tanta estupidez occidental y presionando a Putin y sus seguidores para que de una vez por todas ponga los puntos sobre las íes. Es así como hay que entender el discurso que hizo ayer en la conmemoración del 75 aniversario de la victoria sobre el fascismo y que se resume en una obviedad: fue la URSS y el Ejército Rojo quienes lo hicieron. 

Por otra, la gente llana está actuando por su cuenta y consiguiendo romper tabúes, yendo más alla, o sobrepasando, al propio Putin.




  Mural en la ciudad de Novorossiisk (Rusia)

Pero por muchos discursos, por muchas poses, el pueblo ruso tiene claras las cosas, cada vez más. Aunque eso no se traduzca, aún, en hacer sombra a un Putin que muy hábilmente intenta llevar este sentimiento soviético a su molino.



Desde hace 18 años, invariablemente, en las encuestas de los 100 personajes más influyentes de la historia de Rusia se colocan en los primeros lugares dirigentes soviéticos. Especialmente, Stalin, que sigue siendo el primero. Putin es el segundo. Lenin, es el cuarto, después de Pushkin. Y siguen mariscales soviéticos y solo aparece un miembro de la realeza: Catalina la Grande.



Esto se sustenta en un sentimiento cada vez más extendido de que Stalin jugó un papel positivo en la historia de Rusia: el 70% dice que es positivo, frente al 20% que dice que es negativo y el resto no se pronuncia. Y buscando las razones, se llega a una conclusión doble: la primera, la constatación de que es la historia rusa; la segunda, la agresión occidental contra la memoria de la guerra y quién fue el que venció realmente al fascismo y quién estaba al frente de esa victoria.
Mural en la ciudad de Krasnodar (Rusia)



Así que dicho y hecho. En Rusia se han multiplicado las ciudades donde se reponen estatuas derribadas hace 30 años, durante la etapa más proccidental de la franquicia alcohólica de Yeltsin, tanto de Lenin como, sobre todo, de las que quedaban de Stalin tras la "desestalinización" promovida por los soviéticos tras su muerte.



Lo más curioso es la resistencia de los ayuntamientos, en su mayoría en manos de Rusia Unida, el partido de Putin, para oponerse a ello: "la reposición de estas estatuas es una desactualización". Pero no ha servido de nada. Incluso la justicia rusa ha tenido que tragar y dar la razón a los promotores cuando éstos han dicho que entonces hay que demoler todas porque no son actuales.



Así que dicho y hecho: en varias ciudades rusas se han inaugurado estos días estatuas de Stalin, modestas y sin grandes pretensiones, pero ahí están: Demianovo, Kitaevskoye, Irkutsk, Novosibirsk, Bor...



 


Se han actualizado las desactualizaciones porque para los rusos la victoria sobre el fascismo es muy actual.



Occidente no lo entenderá nunca: cuanto más oculte, tergiverse y falsifique la historia más fácilmente la historia volverá. Occidente está glorificando el fascismo, y el antifascismo tiene una cuna muy sólida en Rusia, a pesar de quienes gobiernan este país. 

Fijaos que en la catedral de las Fuerzas Armadas aparecen murales con las imágenes de quienes hiceron posible la victoria sobre el fascismo. Eso los rusos no lo van a olvidar tan fácilmente como se pretende y se cree. Y menos, con la falsificación histórica que se está haciendo.

"Esto, en Rusia, es incuestionable y se llega a extremos de absoluta paranoia como lo que se puede ver en la catedral de las Fuerzas Armadas, donde se mezcla tanto el cristianismo como el comunismo. Y llega casi al absurdo cuando el pope principal, equivalente al papa ortodoxo, dice en su inauguración que el comunismo es poco menos que maligno y que no debe volver jamás".





Pero Occidente solo se mira el ombligo, hasta extremos nauseabundos. Incapaz de entender, siempre con su superioridad y su mirada colonial envuelta en mentiras manifiestas.

El viento de la historia

No es habitual que el muy prepotente, y decadente, Occidente revise sus prejuicios y falsedades históricas así que voy otra vez tanto a la carga como al charco.

Todos los años por estas fechas se celebran macro encuestas sobre los personajes que definen la historia de Rusia. Y todos los años, uno tras otro, sale que el personaje que define la historia de Rusia es Stalin, con porcentajes que no dejan de crecer. Supongo que es una de las razones ocultas que hay en el odio visceral que la oligarquía occidental tiene contra Rusia, y antes contra la URSS. Porque "el tirano sangriento" es adorado en Rusia y el anti-estalinismo es cada vez más marginal. Con el alcohólico Yeltsin al mando se pensó que Stalin estaba totalmente terminado, que se había cerrado por fin el ciclo iniciado en los años 60 del siglo pasado por el soviético Jruschov de la "desestalinización". Pues no. El pueblo ruso tiene memoria y el viento de la historia es el que es y ahora está soplando sólo en una dirección.

La última vez que hablé de Rusia fue en febrero, al hilo del imparable declive en la popularidad de Putin por su abierto apoyo a los neoliberales. Su apoyo a la destrucción del sistema de pensiones soviético, con el aumento de la edad de jubilación, fue el detonante y a partir de ahí está en caída libre. Putin no es ningún imbécil y sabe que tiene que reaccionar. Ya entonces se anunció que iba a poner en marcha una campaña a gran escala contra la corrupción. Ahora se están comenzando a ver los resultados.

¿Qué tiene que ver esto con Stalin? Pues todo. Resulta que la encuesta, realizada por un instituto gubernamental, justifica los datos en que Stalin fue "implacable" con la corrupción y "un luchador contra la injusticia social". Y estos dos elementos son determinantes para ahondar más el descrédito de Putin como gobernante en lo interno puesto que en política exterior pocos le cuestionan.

Lo interesante del caso es que la encuesta, realizada en los 85 sujetos federales (la división administrativa de Rusia es repúblicas autónomas, provincias autónomas, distritos autónomos y hasta ciudades autónomas) y en 137 ciudades de todo tipo de población (como dato, hay 335 ciudades con más de 50.000 habitantes) recoge también la valoración añadiendo el partido al que se votó en las últimas elecciones para gobernadores y alcaldes, el pasado mes de septiembre, y en las que el avance del Partido Comunista fue notorio.

Y aquí surge la sorpresa: no son solo los votantes del PC quienes defienden a Stalin, sino los votantes de Rusia Unida, el partido de Putin, e, incluso, quienes votaron a los neoliberales nacionalistas (porque hay otros que son pro-occidentales). El 68% de los votantes comunistas defienden a Stalin, el 55% de los votantes a RU y el 52% de los neoliberales nacionalistas.

Pero la cosa no acaba aquí puesto que no son solo las personas mayores, quienes vivieron la época soviética, los principales defensores de Stalin sino los jóvenes: el 65% de quienes tienen entre 18 y 24 años lo hacen también (el 49% dice que juzga a Stalin de manera "bastante positiva" y el 16% "totalmente positiva"). ¿Y por qué? Pues por lo dicho antes, por su "lucha implacable contra la corrupción y por su lucha contra la injusticia social".

Y esto lleva a la valoración final, que dice que el 70% de la población considera que Stalin "juega un papel positivo en la historia de Rusia". Por el contrario, sólo para el 19% tiene un papel negativo. Para el 11% restante le es indiferente. Si os fijáis, la parte de arriba son los años en los que se hace una encuesta de este tipo y los resultados, que desde el 2008 no han hecho otra cosa que crecer en cuanto a esta valoración (y disminuir en la crítica).


Tanto la apología incondicional de Stalin como su criminalización absoluta tienen poco que ver con la realidad. La sociedad rusa cada vez comprende mejor esta figura histórica y lo que supuso para la URSS, sobre todo durante y tras la II Guerra Mundial. Mao dijo una vez que un dirigente sensato sería aquel que acertase el 70% de las veces y errase el resto. Eso parece ser lo que piensa ahora el pueblo ruso de Stalin. Toda la masiva propaganda tanto en Rusia, como sobre todo en Occidente, no han hecho mella en el viento de la historia, que sigue soplando aunque no guste.

El Kremlin no puede dejar pasar este dato, al igual que no se puede negar la lluvia si está lloviendo. Rusia está en un punto de inflexión y Putin se ha visto obligado a reaccionar porque el viento de la historia se le puede llevar por delante. La simpatía por Stalin tiene que ver con la demanda de una sociedad más justa, un estado fuerte y la responsabilidad de los funcionarios con la gente común. Y como nada de eso ven en el presente, buscan en el pasado.


Cuando un niño se ríe, la guerra retrocede...



Por Faina Savénkova. Publicado por el territorio del lince.

La guerra son ataques aéreos, el rugido de la artillería y los tanques, los disparos de los cañones... Tiene muchos sonidos y muchas caras. Se acerca sigilosamente y cae sobre ti con todas sus fuerzas cuando menos la esperas. Y escondiéndote cuentas los espacios entre las explosiones.
  
Uno. Dos. Tres ... Señor, gracias porque han pasado de largo. Y luego las armas se callan. Y en este silencio, se puede escuchar el llanto de un niño. Sollozos silenciosos, similares al maullido lastimero de un gatito. Y entonces el bombardeo comienza de nuevo, ahogando todo... Es por eso que los niños de la guerra están callados. Saben que su llanto no será escuchado. 

El verano de 1941 fue muy caluroso. Bajo el sol abrasador, los campos quemados y pequeños ríos secándose, las noches aún eran frías y oscuras. El país estaba vivo. Nadie esperaba que los problemas llamasen a la puerta. La gente, por supuesto, entendió que la guerra podría comenzar pronto, pero trataron de creer en lo mejor, en lo bueno. Igual que hicimos en 2014.



 Mural en la ciudad de Moscú (Rusia).
 

Vasily, uno de mis bisabuelos cumplió 17 años en el año 1941. Iba a ir a la universidad y se dedicó un año a estudiar, presentó los documentos. Pero sus sueños no estaban destinados a hacerse realidad. La guerra había llegado. Entonces, no había que ir a la universidad.
La guerra puede hacer mucho. Moler a una gran cantidad de personas debajo de su piedra de molino, traer destrucción y hambre. Puede cambiar el destino de toda una generación. Dejando marcas y cicatrices en su memoria. Pero si lo resistes, la guerra retrocede lentamente. Y recordamos a nuestros héroes y lo difícil que se logró esta victoria.
¿Es mucho o poco los años arrancados a una vida pacífica? Para todas las personas, el 22 de junio de 1941 fue la fecha que cambió la vida a "antes" y "después". Durante todos estos largos y dolorosos años, mis abuelos y parientes lucharon por la victoria y por la vida. La guerra les puso a prueba, la fuerza, el carácter templado y creó nuevas personalidades a partir de ellos.
Y estoy orgullosa de que ninguno de ellos se convirtió en un traidor o un policía (el III Reich utilizó a nacionalistas ucranianos locales como la policía para cazar a la resistencia).
Mi bisabuelo Vasily era artillero. Rodeado por las fuerzas nazis, rompió el cerco con muchos soldados en ese momento. Podría haberse dado por vencido, pero se abrió paso para luchar por ayudar a los suyos. Después de esto, incluso con una conmoción cerebral, regresó nuevamente con sus camaradas en la primera línea después de escapar del hospital porque entendió que estaba defendiendo su patria, su tierra.
No podría haberlo hecho de otra manera. Todo el país no podría hacer lo contrario. Durante este tiempo, su madre recibió tres noticias de su muerte. Incluso tengo miedo de imaginar lo que ella sintió cada vez. Pero, sin embargo, mi bisabuelo no había muerto y continuó luchando contra Hitler y ayudó a liberar Praga, sirviendo en el Ejército Rojo hasta 1949.
Mi otro bisabuelo y mis dos bisabuelas eran demasiado jóvenes, así que se quedaron atrás.
Y aún se desconoce dónde fue más difícil: en el frente o en el hogar, mientras que los niños trabajaban en igualdad de condiciones con los adultos, haciéndose ampollas en las manos.
“¡Todo para el frente! ¡Todo por la victoria!" Para ellos, estas no eran palabras vacías, por lo que nadie se quejó. Y todos hicieron lo que pudieron. Después de todo, creían en su inocencia y en la necesidad de derrotar al fascismo por el bien de un mundo futuro.
Algunos trabajaron para la victoria en la vanguardia, otros en la retaguardia. Solo una cosa no ha cambiado: los hijos de la guerra crecen demasiado rápido y demasiado temprano.
Es suficiente recordar la hazaña de nuestra Joven Guardia o de los niños que se convirtieron en los hijos del regimiento. No importa cuántos de ellos fueran demasiado jóvenes, dejaron de ser niños. Pero aún así, en su ingenuidad, soñaban con dulces y días sin preocupaciones. Y se convirtieron en un pilar invisible de esta victoria.
Mural en la ciudad de Birobizján (Rusia)
Ahora tengo 11 años. Vivo en Lugansk y sé lo que es un bombardeo o un ataque aéreo. La mitad de mi vida es guerra. No sé lo que los niños como yo sentían en ese difícil y terrible año 41 (cuando lo ocupó el III Reich), pero me parece que esto es como todo lo que los hijos de Lugansk y Donetsk están experimentando ahora.
A veces realmente quiero escribir una carta a mis compañeros desde 1941. Para decirles muchas palabras de apoyo, pero luego recuerdo su camino de vida y entiendo que todos pueden envidiar su resistencia y dedicación.
Las vidas de esos niños de la guerra no son historias de desesperación y vidas rotas. Son historias de esperanza, incluso si están llenas de tragedias. Y entonces, que ahora no sabemos qué nos espera mañana y si estará allí para nosotros, es "mañana" y estamos dando un paso adelante con confianza. No nos rompimos y nos hicimos más fuertes todos los días, porque la fuerza del espíritu está en nuestra sangre.
Cuando vengo a las tumbas de mis bisabuelos y pienso en ellos, sé que continuaré su camino porque lo caminamos juntos y vamos en la misma dirección.
Y sé con certeza, como ellos, que la guerra terminará tarde o temprano, y crearemos un nuevo futuro. Tendremos el recuerdo de los dolores de la guerra, pero también con fe en el mundo. Un futuro, en cuya quietud, se escucharán las oraciones de los niños por la paz y sus risas. 
 
Porque cuando un niño se ríe, la guerra retrocede...

Enlaces originales:

https://canarias-semanal.org/art/27995/el-lince-hasta-aqui-hemos-llegado-dicen-los-rusos-videos?fbclid=IwAR0L9YHYzGgsWxiHNKqkvKVZ1SeOEqbH9hJ05pu4X_UYj1SNhBze1r786n4

* http://elterritoriodellince.blogspot.com/

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