9 de diciembre de 2017

¡Nuestra tierra madre, la Unión Soviética!

Por Tatiana Siomina, traducción N. G.

Ha crecido toda una generación de adultos, que nunca vivieron, ni trabajaron en la URSS, y por lo tanto, a menudo toman en serio varias historias difamatorias antisoviéticas respaldadas por la propaganda moderna. Por lo tanto, me gustaría contarles acerca de la diferencia entre la forma de trabajar soviética, y el empleo en la República de Rusia.

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He vivido toda mi vida en Saratov, y comparo las condiciones de trabajo de las provincias. El tamaño del salario promedio en la era soviética era diferente. Todos los años subía, tenía un crecimiento estable, para su comprobación solamente hay que ver la calidad de vida con el tamaño de los salarios soviéticos. Por ello, los parámetros de promedios de crecimiento de los salarios en la URSS, por ejemplo, de 1950 y 1985, fueron aproximadamente los mismos, pero en la actualidad estos parámetros difieren dramáticamente.
  
Entonces, esta calidad de trabajo se conseguía por las siguientes normas:

1.- Los puestos de trabajo soviético eran controlados metódicamente.  


En la URSS, no solamente, no había desempleo, sino que siempre había puestos sin cubrir, con ingresos medios y superiores a la media en la mayoría de los puestos vacantes. 
2.- El trabajo, como norma soviética, solía estar cerca de la casa. 
En las ciudades, la mayoría de los empleos estaban en los lugares donde había grandes empresas industriales. Y estas, por regla general, construían casas para sus empleados en las áreas circundantes. Digamos que mis padres cambiaban de casa en casa, en función de la cercanía del puesto de trabajo. 

Aunque mi madre, por ejemplo, en su penúltimo empleo soviético, tenía que viajar hasta él pasando una docena de paradas de autobús, luego consiguió un trabajo en una planta militar  más lejos, pero el transporte lo ponía la empresa. Allí comía en el bufet de la planta. Por ello, el lugar del trabajo se acercaba a nuestro hogar, pues la jornada laboral terminaba a las 16.50, a las 17.00 horas partía el autobús, y a las 17.15 mi madre estaba en casa. También es importante comprender que los salarios eran iguales en las mismas especialidades, por lo que simplemente no había razón para ir al otro extremo de la ciudad, para desarrollar el mismo empleo como cronometrador o soldador, si podías hacerlo cerca del hogar.

3.- El trabajo soviético, a menudo, conllevaba la vivienda.


Es decir, si no tenías un lugar donde vivir, digamos que eras un joven especialista que querías alejarte de tus padres, entonces casi automáticamente te daba alojamiento la propia empresa. Las familias jóvenes esperaban su propia vivienda. El número de años de espera como promedio se situaba de 6 a 8 años, pero hubo especialidades con un déficit tan alto de vacantes, que cuando se ingresaba te daban el apartamento en el acto. 


Tuve un compañero de la infancia que recibió el diploma de ingeniero de caminos, y le dieron un apartamento de tres habitaciones, en el centro de la ciudad, cuando obtuvo su primer trabajo. Claro está, no estaba de moda entonces la especialidad de mi amigo. Pero su compañera de vida, dio a luz un par de hijos, cuando ya disfrutaba del apartamento. Está claro que había algunos puestos sin alojamiento. Pero eran una rareza, encontrar una colocación sin vivienda no valía la pena.

 

4.- El trabajo, en las condiciones soviéticas, era remunerado en la cantidad que garantizase la solución para todas las necesidades básicas de la vida.

El salario promedio soviético, era de 15 a 20 veces mayor que lo que se pagaba por los servicios públicos. El primer salario completo que recibí como estudiante final en prácticas, para un profesor novel sin complementos, era de 110 rublos. Correspondía al 55% del puesto laboral. Justo entonces, logré viajar al sur, cerca de Sochi con unos amigos. Llegamos a un albergue comunal, por tres rublos, reservándolo con 7 meses de anticipación. 


Allí para nosotros era normal conseguir 1 kg de patatas, 1 litro de leche y una barra de pan cada día si querías a un precio muy bajo. Si caías enfermo, tenías el derecho como todo ciudadano soviético, estuviese donde estuviese, de tener asistencia sanitaria.

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5.- Por trabajar, tenías un paquete social soviético muy decente, como dicen ahora.

Solamente los beneficios sociales soviéticos, era veinte veces más altos que cualquier puesto moderno. Incluso es gratificante compararlos. Apartamentos, vales para campamentos de pioneros, casas de descanso, sanatorios a menudo con control médico propio, baños, secciones deportivas, talleres de aficiones, ayuda del comité sindical. Hospitales, vacaciones pagadas, pensiones garantizadas, y no como hoy, no existían ricos.


6.- El trabajo soviético, por regla general tenía como bonificación, alimentarse de forma barata, que la alimentación por parte de la empresa en sus comedores fuese de alta calidad,  incluído que el transporte también lo abonase la firma. 


Es interesante observar, que los servicios de este transporte no solamente fuese al centro de trabajo, sino además, por cuenta de la empresa, realizase los trayectos de los trabajadores hasta sus dachas (casas de campo), a las casas de vacaciones, a los campamentos de pioneros, a los picnics y la recolección de setas, o a los funerales.

7.- El trabajo soviético a menudo tenía como bonificación, productos proporcionados por la propia empresa para el obrero. 


El objetivo es que los trabajadores no perdiesen el tiempo en las compras después del trabajo. Como regla general, se podía comprar todos los productos básicos allí. Además, de la empresa recibíamos, de sus propios fondos, los productos más escasos. Por ejemplo, a los padres cada mes, les traían al trabajo dos kilos de carne para cada uno, al precio estatal. Esto es 48 kg por año. Además, cada empresa se enorgullecía de contar con su propio transporte, para el acarreo de verduras para sus obreros en otoño, y carne de las granjas colectivas vecinas en el invierno. Mi padre trabajaba como conductor. Así que todo el tiempo conducía sandías, patatass, repollos, y carnes.

8.- El obrero soviético tenía la protección garantizada de sus derechos. 


Como creador del bienestar social, estabas protegido por parte del Estado, del comité del partido, del sindicato, del Komsomol, de las organizaciones de mujeres, por los médicos, por el servicio interno de protección laboral.  

Desde la duración de la jornada laboral, hasta la cantidad del salario, como del procedimiento para el despido, estaba defendido por el sindicato, y solamente bajo su consentimiento. 

Hoy en día, cualquier trabajador es como ganado, privado de derechos y mudo. 

Bien alejados estamos del universo de beneficios de  los trabajadores soviéticos. Como añadido, en muchos puestos eran necesarios llevar mono de trabajo. Muchos obreros caminaban con abrigos de piel de oveja natural en invierno, que también eran gratuitos en general para algunas especialidades. Mi padre, tenía puesto siempre que trabajaba su mono, así como yo mismo.

9.- Trabajar de forma soviética, significaba integración en el proyecto del desarrollo estatal.

 
Porque éste tenía un vínculo mutuo, de mecenazgo participativo, de transferencia de secretos para conseguir las habilidades, de compromiso social. Por lo tanto, la conciencia del significado de nuestro propio trabajo para con toda la sociedad. Por lo tanto, éramos parte, era nuestro honor, y recibíamos recompensas, desde las más triviales, a las menciones en las fábricas, en los medios al estado,  hasta las más elevadas.


10.- El trabajo soviético era estable y fácil de planificar.  


Tenías una especialidad, sabiendo que era fácil encontrar tu puesto de trabajo. Muchos fueron empleados en empresas, trabajando en ellas toda su vida, teniendo por ello, bonos adicionales por la duración del servicio. Cada año, nuestras ganancias reales crecían de manera constante, al tiempo que se mantenían los precios minoristas. 

La empresa estatal y el comité sindical nos ayudaban en todas las situaciones difíciles de la vida. Para cualquier trabajo se abrían varias opciones para desarrollar tu carrera o tus aspiraciones, a lo largo de la línea de producción, entre la población, con el apoyo entusiasta del sindicato, para que cada día fuera, una fiesta, vivir.No hay texto alternativo automático disponible. 
























  

¡Nuestra Tierra Madre, la Unión Soviética!

Si, en general, he resumido todos mis puntos de vista, quedando claro, que en la URSS los trabajadores eran tratados humanamente.  

La población era esencial para bien del país. En realidad, se hizo la Revolución para esto. Porque se resolvieron los problemas y el país se hizo más rico. El Estado creó las condiciones sociales para el desarrollo de cada trabajador: ayudando para el bien de todos. "¡Que extenso es mi querido país! ...", cantaba la población soviética. Realmente vivimos muy bien en nuestro Estado natal.


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1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias Camarada. Espero que los trabajadores expliquen como Has hecho tu lo que de verdad está ocurriendo en nuestra querida Rusia