Por Osmany Sánchez. La Joven Cuba
Los grandes medios de prensa se empeñan en lanzar al mundo la imagen de una Venezuela dividida, a partir de los resultados de las últimas elecciones presidenciales, donde Nicolás Maduro ganó por el estrecho margen del 1.49 %. Esta matriz de opinión permite la manipulación de todas sus informaciones sobre lo que en realidad ocurre en ese país.
Es cierto que el resultado de las elecciones fue bastante reñido, sin embargo eso no basta para decir que Venezuela está dividida, más bien está confundida y ese ha sido siempre el objetivo. Durante la campaña electoral, el entonces candidato Henrique Capriles disfrazó sus verdaderas intenciones –las que se ven ahora- utilizando símbolos del Chavismo y aparentando ser parte de esa clase obrera a la que en realidad detesta.
Una de las promesas de Capriles fue que mantendría y mejoraría las misiones sociales, incluso que permitiría que los cubanos permanecieran en el país y hasta les ofreció la nacionalidad venezolana. Llegó incluso al extremo de decirle al pueblo que Maduro estaba destruyendo el legado de Chávez y que “ustedes, que lucharon por un cambio años atrás, que se mantuvieron en esa ruta del cambio, ustedes tienen una responsabilidad histórica para que todo lo que ha sido la conquista de nuestro pueblo, no la destruya quien se dice se heredero”
Ese lenguaje, acompañado de una intensa campaña de la prensa corporativa le mostró al pueblo un candidato en el que no identificaban a un miembro de esa clase a la que ellos derrotaron años antes, sino a la posibilidad de mantener el camino trazado por Chávez.
Por si alguien no entendía el mensaje, o mejor dicho, si no se confundía con el mensaje, entonces Capriles les anunciaba lo que al parecer era el Plan B, si perdían las elecciones: “…si Maduro gana las elecciones, habrá más inflación, más desabastecimiento y más violencia en Venezuela.” Lo que en ese entonces era una amenaza, hoy es una realidad.
Hoy Henrique Capriles –ya despojado del disfraz electoral- muestra su verdadera cara y afirma que las protestas seguirán “hasta que el gobierno atienda las demandas de los manifestantes” y ¿cuáles son estas demandas? Bueno entre ellas está "la expulsión de los comunistas cubanos".
Luego del revés electoral la derecha venezolana presentó las elecciones municipales como un plebiscito contra Maduro y el resultado fue aplastante a favor de la Revolución Bolivariana que ganó el 76% de los municipios contra el 23% de la derecha. Entonces ¿de qué división hablan?
Lo que ocurre hoy en Venezuela no tiene nada que ver con la democracia, si así fuera respetarían la decisión que tomó el pueblo en las urnas. No se trata siquiera de la lucha del socialismo contra el capitalismo o de la izquierda contra la derecha. A Venezuela la utilizan como laboratorio de nuevas técnicas de subversión, utilizando los medios de comunicación como armas y la violencia como método “pacífico” de lucha.
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