28 de julio de 2013

60º Aniversario de la Victoria del Pueblo Coreano en su Guerra de Liberación de la Patria

Extraído de Lalkar. Traducción Iker Rubio.



El 27 de julio de 2013 se cumple el 60º aniversario de la gran victoria del pueblo coreano en su Guerra de Liberación de la Patria, contra el imperialismo liderada por Estados Unidos. El gran éxito del pueblo coreano, y sus aliados soviéticos, sobre todo, y sus aliados chinos en la lucha contra el imperialismo de EE.UU. y de las fuerzas combinadas de 15 países, entre ellos del imperialismo británico, les llevó a una intervención fracasada, y es justamente considerado como uno de los acontecimientos más importantes en la lucha mundial contra la amenaza imperialista.

Corea había sido colonizada por Japón en la primera parte del siglo XX. Frente a la opresión brutal, todos los sectores de la población de Corea aumentaron su resistencia, pero sus esfuerzos fracasaron hasta que el líder comunista sobresaliente camarada Kim Il Sung la organizó, y libró una lucha armada dinámica, construida con el pueblo coreano y en estrecha relación con las revoluciones china y soviética.

En esta lucha victoriosa hay que situarla en el contexto de la derrota del fascismo, y fue decisiva  la intervención masiva del Ejército Rojo Soviético, que precipitó el colapso del ignominioso Ejército del Japón imperial y la liberación de la península coreana.

Según los acuerdos realizados entre las grandes potencias, que se habían unido para derrotar al fascismo, y que tuvieron por objeto establecer los contornos del orden internacional de la posguerra, Corea fue dividida temporalmente en el norte y el sur; las tropas soviéticas en el norte y las tropas estadounidenses en el sur, hasta el momento en que un gobierno democrático, en un Estado independiente realizase la unión de Corea, sin problemas.

Sin embargo, mientras que la Unión Soviética observaba este acuerdo a la letra, con la retirada de sus fuerzas armadas en 1948; con el inicio de la Guerra Fría, Estados Unidos intensificó su ocupación de Corea del Sur, suprimió los comités populares que se habían formado, constituyendo un esbozo de un régimen progresista, lanzando una feroz represión contra todas las fuerzas patrióticas y de izquierdas, e implantando un gobierno títere, compuesto en gran parte por los que habían colaborado con la ocupación japonesa anterior.

El 25 de junio, los Estados Unidos desataron una violenta guerra para destruir a la joven República Democrática Popular de Corea (RPDC), que había sido declarada el 9 de septiembre 1948 y que se dedicaba a la realización de las tareas de la revolución democrática.


Durante los siguientes tres años, el pueblo coreano tuvo que sostener una guerra contra el salvajismo imperialista que quería sumerjirles en un abismo de miseria. Cuatro millones de coreanos fueron asesinados, entonces la población coreana era de 23 millones. Cada pueblo y ciudad de cierta importancia de la península fueron destruidos, el napalm fue utilizado a escala industrial, las armas bacteriológicas fueron esparcidas, y amenazaron con el uso de armas nucleares en varias ocasiones.

Al escribir sobre la Guerra de Corea, el investigador estadounidense Bruce Cumings observa:

"¿Cuál era el punto más indeleble de toda esa extraordinaria destructividad, de las campañas aéreas de los Estados Unidos contra Corea del Norte, a partir del uso generalizado y continuo de bombas incendiarias (sobre todo con napalm), con las amenazas de usar armas nucleares y químicas, y la destrucción de las presas de agua coreanas en el norte, en las etapas finales de la guerra?".

Durante un tiempo, los EE.UU. y sus aliados lograron ocupar casi la totalidad de Corea del Norte, amenazando con extender la guerra y la invasión hasta las puertas de la recién formada República Popular de China, así como el extremo este de la Unión Soviética. Pero fueron expulsados ​​rápidamente hacia sus basas de partida, con la intervención decisiva de cientos de miles de Voluntarios del Pueblo Chino, que lograron cambiar el curso de la contienda. Las fuerzas armadas de Corea y China también fueron hábilmente ayudadas por los pilotos de la fuerza aérea soviética, así como de todos los países socialistas y las fuerzas progresistas y amantes de la paz en todo el mundo.

Sin embargo, después de que las fuerzas coreanas y chinos habían expulsado a los agresores de EE.UU. desde el norte del país, la guerra aún se prolongaría otros dos años y medio.

El 8 de noviembre de 1950, 79 bombarderos B-29 lanzaron 550 toneladas de bombas incendiarias sobre Sinuiju, una ciudad coreana separada de China por un río, para "sacarla del mapa ", en palabras de un relato contemporáneo citado por Cumings.

Frente a la gran ofensiva de Corea y China, del 14-15 de diciembre de 1950, los EE.UU. golpearon la capital Pyongyang, de Corea del Norte, con 700 bombas, cada una pesaba 500 libras.También lanzaron 175 toneladas de bombas de demolición retardada de fusión -rellenas de napalm- que luego explotaban cuando los sobrevivientes trataban de sacar a los muertos de los incendios.

El general de EEUU Matthew Ridgway ordenó los ataques aéreos más devastadores sobre Pyongyang en enero de 1951, "con el objetivo de fundir la ciudad con la tierra con bombas incendiarias ", una meta que lograron en gran parte, a finales de la guerra, solamente dos edificios de toda la ciudad se mantuvieron en pie.

Los estadounidenses continuaron su política de tierra arrasada en su retirada, desde el sur del país.


El uso de bombas atómicas fue considerado por primera vez por los estadounidenses, sólo dos semanas después de comenzar la guerra, el 9 de julio de 1950, por el jefe de operaciones, general Charles Bolte, "estimando el uso de 10 a 20 artefactos de este tipo de armas en apoyo directo  de los combates terrestres ".

Una vez más, el 30 de noviembre de ese año, el propio presidente Truman amenazó con recurrir a las armas atómicas en una conferencia de prensa.

En una entrevista publicada póstumamente en EE.UU., el comandante MacArthur dijo que tenía un plan que supuestamente habría obtenido la victoria de la guerra en 10 días: "Si hubiesen caído más o menos 30 bombas atómicas ... colgadas del cuello de Manchuria ... propagaríamos por nosotros, desde el Mar de Japón hasta el Mar Amarillo, un cinturón de cobalto radioactivo ... Teniendo una vida activa entre 60 y 120 años. Durante al menos 60 años  después se podría haber efectuado la invasión terrestre de Corea del norte".

Sin embargo, a pesar de estas tendencias genocidas confesadas por MacArthur, los más cercanos círculos militares de los EE.UU. estimaron utilizar las armas atómicas durante la guerra de Corea, en abril de 1951 y de nuevo en junio de 1951, en ambas ocasiones después de que Truman había relevado a MacArthur del mando, lo que demuestra una vez más, que los verdaderos criminales no eran uno o dos individuos trastornados, sino todo el sistema imperialista en sí.

Cumings concluye:  "En el transcurso de la guerra, Conrad (especialista militar) escribió que la fuerza aérea de los EE.UU....había causado una terrible destrucción en toda Corea del Norte con una evaluación de daños por bombas, tras el armisticio, revelando que 18 de las 22 principales ciudades habían quedado casi borradas. Unos datos que mostraron que las grandes ciudades industriales de Hamhung y Hungnam fueron en un 80-85% destruidas, Sariwon el 95%, Sinuiju el 100%, el puerto de Nampo el 80% y el 75% de Pyongyang; el general William Dean, quien fue capturado después de la batalla de Taejon en julio de 1950 y llevado al norte, dijo más tarde, que vio la mayoría de las ciudades y pueblos como quedaron solamente, escombros o espacios nevados. Casi todos los coreanos, reconoció en sus escritos Dean, habían tenido familiares muertos de un ataque aéreo ". ("Corea: amenazas nucleares olvidadas" por Bruce Cumings, Le Monde Diplomatique ., diciembre de 2004).

Los hechos fueron estimados como "propaganda comunista", incluso cuando en los últimos años se descubrieron constantes detalles de las masacres de civiles neutrales y refugiados indefensos coreanos por las fuerzas terrestres estadounidenses. En 2011, la BBC informó de esta parte de la historia:
"documentos militares desclasificados recientemente, que se encuentran en el Archivo Nacional de EE.UU. muestran claramente cómo los comandantes estadounidenses en repetidas ocasiones y de forma inequívoca, ordenaron a las fuerzas bajo su control atacar y matar a los refugiados coreanos capturados en el campo de batalla. Más inquietante aún han sido los testimonios publicados por los sobrevivientes coreanos que recordaban estos asesinatos, y las descripciones exactas de los veteranos estadounidenses, suficientemente valientes como para admitir la participación en ellas ...":
El 26 de julio [de 1950] el octavo Ejército de los EE.UU., del más alto rango de mando en Corea, emitió órdenes para detener a todos los civiles coreanos. 'No, repito, no se permiten a los refugiados a cruzar las líneas de batalla en cualquier momento.  Cualquier movimiento de los coreanos en grupo cesarán de inmediato '. Ese mismo día el primer gran desastre que implicó a civiles sucedió":
"El puente de piedra cerca de la aldea de No Gun Ri, cruzaba un pequeño arroyo. Es similar a un gran número de otros que cruzan el paisaje del Sur de Corea, excepto que las paredes de este puente era, hasta hace muy poco, como picado de viruela por cientos de agujeros de bala. En el mismo día en que el octavo Ejército de los EE.UU. emitió su orden de control de refugiados en julio de 1950, hasta 400 civiles surcoreanos que se reunieron en el puente fueron asesinados por las fuerzas estadounidenses, por el séptimo regimiento de caballería. Algunos fueron fusilados ya encima del puente, sobre las vías del ferrocarril. Otros fueron ametrallados por los aviones estadounidenses. Muchos más murieron bajo los arcos, en una odisea que los sobrevivientes locales dicen que duró tres días ..."
"Hubo un teniente gritando como un loco, fuego a todos, matarlos a todos", recuerda un veterano del 7º de caballería Joe Jackman: "Yo no sé si eran soldados o qué, si eran niños, si sabía que habían chicos por allí, no importaba lo que eran, ocho u 80, si eran ciegos, o lisiados o locos, dispararon todas las ametralladoras..."
"Desde el informe inicial de A. P., más documentos, que detallan las órdenes de matar a los refugiados, han sido descubiertas en los archivos nacionales de EE.UU.. Éstas señalan la orientación generalizada hacia los refugiados dictadas por los comandantes, después de No Gun Ri. En agosto de 1950 hubo órdenes detallando que los refugiados que cruzaran el río Naktong fueran fusilados. Más tarde en el mismo mes, el general Gay, comandante de la 1ª División de Caballería (en la cual estaba el 7º Regimiento de Caballería involucrado en los sucesos de No Gun Ri) en realidad ordenó a las unidades de artillería atacar a los civiles en el campo de batalla. Y tan tarde como en enero de 1951, el 8º Ejército de EE.UU. detalla que todas las unidades en Corea destruyan a los refugiados con todo el fuego disponible, incluyendo los bombardeos ". (¡"Kill 'em all"!: "El militar estadounidense en Corea" por Jeremy Williams, BBC Historia, 2 de febrero de 2011).

Ante todas las atrocidades, el pueblo coreano frenó al imperialismo de EEUU., llevándoles a un callejón sin salida, lo que les obligó a firmar un armisticio precario, el 27 de Julio de 1953.

Esta fue la primera guerra emprendida por el imperialismo de EE.UU. no emergía como vencedor, lo que demuestra sin lugar a dudas que una nación pequeña puede realmente derrotar a una grande, sobre todo cuando está dirigida por un partido marxista-leninista que moviliza a toda la población a su alrededor, luchando en estrecha unión con los países socialistas y la humanidad progresista, es una lección que saldría reforzada por la revolución vietnamita y otras.


La solidaridad mostrada con el pueblo coreano en el momento de su Guerra de Liberación, sigue siendo necesaria hoy. Sesenta años después de la firma del armisticio, Corea sigue dividida, los militares de EE.UU. siguen ocupando el sur. En violación directa de los acuerdos de armisticio, que especificaban que no se podían introducir nuevas armas en la península de Corea, el imperialismo de EE.UU. introdujo por primera vez armas nucleares en Corea del Sur a finales de 1950. La RPDC ha sido siempre, y sigue siendo, uno de los objetivos en la primera lista de ataque nuclear de los EE.UU.. A principios de este año, los ejercicios de guerra nuclear de los Estados Unidos amenazaron con desatar otra conflagración en Corea. Es en respuesta a tales amenazas constantes, que el pueblo de la RPDC, a fuerza de un sacrificio enorme, han desarrollado con éxito su propia fuerza de disuasión nuclear de autodefensa. Es un factor poderoso en la defensa de la paz, no sólo en Corea sino en toda Asia.

Extentemos nuestro más sincero saludo fraterno al pueblo coreano, en su auspicioso aniversario, reiteramos nuestra plena solidaridad con su lucha para expulsar al imperialismo de los EE.UU. de la totalidad de su país y reunificar la patria dividida.

Nota:
Lalkar es un periódico bimensual editado en Gran Bretaña, por comunistas de ascendencia india.

1 comentario:

Isma dijo...

Lo único que internacionalizáis es el hambre y la ignorancia. Sois el enemigo natural de la decencia, la democracia y el obrero.