10 de octubre de 2025

"¿Y si todo sobre Stalin es mentira?", entrevista a Grover Furr (2ª Parte)


Segunda parte de la transcripción efectuada, sobre la conversación entre Neema Parvini y Grover Furr, que aborda concretamente una necesaria pregunta base:


¿Stalin realmente mató a 20 millones de personas?

Neema Parvini (NP): Sí, tengo que indicarlo, porque una de las cosas que quería hacer era simplemente comprobarlo por mi cuenta, y otro libro que retomé, en parte como preparación para esta entrevista, fue un libro de Cartas de Stalin a MolotovPensé, bueno, tendría que hacerlo al revés. Y este tema de Stalin, de que estaba aislado dentro del Partido, creo que se refleja en algunas de esas cartas. Hay un momento en que Molotov quiere tomarse unas vacaciones. Decía: «Quiero tomarme seis semanas libres». Y Stalin, en cambio, decía: «No puedes irte de Moscú durante seis semanas, porque no puedes dejar a Kaganovich, no puedes dejarlo solo en Moscú durante seis semanas». Ya se sabe, el Lázar de Hierro, que en cualquier libro de historia convencional es conocido como el hombre de confianza de Stalin.

Así que estaba claro que incluso el camarada que se creía que era de mucha confianza, en el círculo de Stalin, claramente no confiaba en él lo suficiente, como para dejarlo solo sin Molotov durante seis semanas.

Hay otra cosa que me llamó la atención cuando lo leí: Stalin se queja de Rykov. Ya a mediados de los años 20. Y constantemente escribía cartas diciendo que seguiríamos dejando a Rykov allí. Porque pensaba que algo tramaba. Y lo estaba comprobando. Literalmente tardó 10 años en sondearlo. Pensé: "¿Qué pasaba con Rykov?". Ah, sí. Lo pusieron a cargo de las telecomunicaciones hasta 1936. Pensé: "Bueno y me digo, éste no parece un dictador totalitario". Ya sabe, Stalin no se parece a ninguno... no sé, ni de cerca del tipo Saddam Hussein o parecido.

Por algo no le habría llevado diez años expulsar a un enemigo del Partido. ¿Sabe a qué me refiero? Por eso me impactó al leerlo. Para ahorrar tiempo, quiero abordar algo que todo el mundo dice. Si le dices la palabra "Stalin" a alguien, en su reacción como mencioné, cuando empecé a leer libros sobre Stalin es sintomática. Le dije a mi esposa: "¿Dime algo sobre Stalin?". Y su respuesta inmediata fue: "Bueno, mató a 30 millones de personas". He visto cifras tan altas como de 60 millones de personas. Creo que Robert Conquest la situó en 20 millones. Sí. Así que mi pregunta es: ¿cuál es la cifra real y qué han exagerado los historiadores convencionales a lo largo de los años?

Grover Furr (GF): Bueno, solo unas palabras sobre Stalin. Stalin no era un dictador. Te he dado un par de ejemplos donde no se salió con la suya y hay otros. Cuando Stalin murió, la CIA estadounidense emitió un informe que ya se ha publicado. Es decir, ahora pueden leerlo. Ha sido desclasificado.

Y la conclusión de la CIA fue: «No esperen grandes cambios. Siempre ha habido un liderazgo colectivo en la Unión Soviética, y seguirá siéndolo». Eso de que Stalin fuera, ya saben, todopoderoso nunca ha sido cierto. Así que hay muchas pruebas de que Stalin no era un dictador. Nadie dijo nunca de Hitler, por ejemplo, quien sin duda era un dictador, que la dirección del Partido Nazi le impidiera hacer lo que quería. Hitler era un dictador. Lo que él decía era válido. Ese no fue el caso de Stalin.

Pero a Stalin se le llama dictador porque la palabra «dictador» es mala. Queremos llamar a Stalin cosas malas. Así que llamémosle dictador. Curiosamente, en el segundo volumen de su proyectada biografía sobre Stalin en tres volúmenes, Stephen Kotkin, que hasta hace poco era profesor titular en Princeton, pero que ahora se ha dedicado a realizarlo, a tiempo completo en la Universidad Hoover. 

La Institución Hoover en Stanford, California, es el centro de investigación anticomunista más grande y mejor financiado del mundo. Stephen Kotkin comienza en su libro, volumen dos, afirmando que Stalin era un "tirano" y luego hace comentarios similares. En realidad, nunca llama a Stalin dictador. Lo llama tirano. No está claro qué es un "tirano". Pero, en cualquier caso, Stalin no era un dictador. Eso forma parte del paradigma antistalinista. No se puede decir eso. ¿De acuerdo? No se considera apropiado decirlo.

Y ha planteado otra pregunta interesante: ¿a cuántas personas mató Stalin? Y creo que la respuesta es cero. Stalin no mató a nadie. Si analizas los períodos o los incidentes que citan quienes afirman que Stalin fue un asesino en masa, verás que esta acusación se desvanece.

Hace unos años escribí un libro llamado "La sangre miente", que es una respuesta a ese libro muy popular, y muy deshonesto del historiador de Yale Timothy Snyder, quien escribió un libro llamado "Tierras de sangre". Relata el tiempo de cuando Europa se situaba entre Hitler y Stalin, donde Snyder hace todo tipo de acusaciones escandalosas contra Stalin.

Si se va a proponer una cifra... bueno, no se puede proponer una de 20 millones. Snyder, que es completamente deshonesto y además no es historiador de la Unión Soviética, así que sabe muy poco sobre ella, copia lo que otros académicos han dicho. Propone una cifra como de ocho o diez millones, pero ni siquiera la justifica. 

Si se va a calcular una cifra considerable, hay que incluir como víctimas de Stalin a las personas que murieron durante la hambruna de 1932-1933. Se ha publicado muy buena literatura sobre la hambruna de 1932-1933, y es evidente que Stalin no fue responsable de ella, ni tampoco el Partido Comunista. Una vez que se dieron cuenta de que se enfrentaban a una hambruna generalizada, realizaron todo tipo de esfuerzos para enviar ayuda a las zonas afectadas por la hambruna en Ucrania, Rusia y Kazajistán para aliviarla. Existe una excelente investigación sobre esto realizada por el profesor Mark Tauger, de la Universidad de Virginia Occidental. La mayoría, si no todas, de sus conclusiones así lo atestiguan.

Hay investigaciones disponibles aquí y allá, con artículos al alcance, en internet. Es material maravilloso que he resumido en dos capítulos de mi libro. "La sangre miente". Y sigo en esta idea luego nuevamente, en el primer capítulo de mi libro "Stalin esperando... la verdad", que es una crítica del segundo volumen de Stephen Kotkin. Pero Tauger ha continuado investigando desde entonces.

Así que no se puede catalogar a las personas que murieron en la hambruna de 1932-33 como víctimas de Stalin. Eso es simplemente propaganda anticomunista. Y, específicamente, es propaganda que tiene sus inicios en la propaganda nazi alemana de mediados de la década de 1930, y que luego fue retomada después de la Segunda Guerra Mundial por el movimiento nacionalista ucraniano. Las personas que lucharon del lado de los alemanes, y luego huyeron a Occidente cuando Alemania estaba perdiendo la guerra, y se afianzaron firmemente en los servicios secretos de Inglaterra, Alemania, Estados Unidos y, en particular, Canadá, así como en el mundo académico. 

Y luego, cuando Ucrania se convirtió en un país independiente a principios de la década de 1990 [24 de agosto de 1991], regresaron en masa a Ucrania y se afianzaron en el mundo académico y la política, hasta el punto de que la idea de que hubo una hambruna deliberada contra los ucranianos, instituida por Stalin y los comunistas en la década de 1930, es esencial, está en el plan de estudios en las escuelas y universidades ucranianas. Es el mito del "Holodomor", como lo han bautizado los nacionalistas ucranianos. Se da por sentado en la historiografía de derechas, y también en Ucrania. Y nunca ha habido ninguna prueba de ello.

Para completar la respuesta a su pregunta, las personas ejecutadas en la década de 1930 se dividen en dos categorías. La primera, estaban quienes fueron arrestados, interrogados, condenados por conspiración, espionaje, sabotaje, etc., y encarcelados o ejecutados por las instituciones soviéticas.

La segunda es esta: en septiembre de 1936, un hombre llamado Nikolái Yezhov fue nombrado jefe del Comisariado de Asuntos Internos, la NKVD, que incluía a la policía política. Yezhov tenía su propia conspiración contra el estado soviético. Y esa conspiración implicaba asesinar a muchos soviéticos leales, ciudadanos que eran completamente inocentes de todo y que ni siquiera se molestaron en investigar.

Los líderes bolcheviques junto a Stalin, finalmente se dieron cuenta de que esto era lo que estaba sucediendo. Yezhov fue destituido. Él y sus seguidores fueron juzgados. Tenemos muchas pruebas en su contra. Fueron condenados y ejecutados en 1939 y 1940. Y tengo un libro sobre esto, no muy largo, pero bastante fácil de leer llamado "Yezhov contra Stalin".

Por desgracia, Yezhov fue responsable de la muerte de cientos de miles de personas. Prácticamente todas, casi todas, aunque desconocemos los detalles, debieron ser completamente inocentes. Y Yezhov y sus hombres coincidieron en que así era. También conspiraron para asesinar a Stalin, pero nunca lograron concretarlo. Así que hubo una masacre a gran escala de, digamos 680.000 personas bajo el mando de Yezhov, una auténtica catástrofe. Las pruebas de ello han surgido desde el fin de la Unión Soviética, y aparecen nuevas constantemente. Pero incluso en 2010, publiqué muchas de las confesiones de Yezhov, y de uno o dos de sus hombres de confianza en mi página web, las publiqué, las reescribí, las incorporé en el original en ruso y luego en traducción al inglés, y este material sigue disponible. Los académicos convencionales de occidente las ignora, pero también las hacen figurar en defensa del paradigma antiestalinista. Resulta conveniente culpar a Stalin de estas ejecuciones ilegales.

Este si es un tema importante. Si se quiere demonizar a Stalin y, por ende, al movimiento comunista, al Partido Comunista, etc., se necesita atribuirle a Stalin algunos crímenes graves. Y Jruschov lo hizo, y Gorbachov lo hizo. Y eso es lo que recogieron los académicos e investigadores anticomunistas de Occidente y sigue publicándose como si estuviera respaldado por pruebas. Pero no es así.


NP: Sí, una de las cosas que más me interesó es que creo —corríjanme si me equivoco— que Beria elaboró un informe sobre las actividades de Yezhov, como preparación para el juicio donde finalmente fue ejecutado. Y entiendo que Jruschov se basó en ese informe para demostrar que la NKVD utilizaba confesiones forzadas. De hecho, fue el informe de Beria el que sustenta la idea de que la NKVD era conocida por utilizar torturas o técnicas que atentaban contra los derechos humanos o algo similar. ¿Es cierto?

GF: Creo que sé cual es el documento a que te refieres, que transcribo en mi libro, "Yezhov contra Stalin". Creo que el informe es de Malenkov y Andréev, quien también era un veterano estalinista, y de Beria. En él, informan que han llevado a cabo una investigación sobre lo sucedido, sobre lo que hizo Yezhov mientras estuvo al frente de la NKVD, y concluyen que masacró a un gran número de personas, las ejecutó sin juicio ni pruebas, etc. Ese documento se publicó, lo traduje y lo incluí en mi libro. [Véase el capítulo 10 de "Yezhov contra Stalin"] No creo que esté traducido en ningún otro sitio. No lo he visto en ningún otro lugar. Desde luego, lo incluí en mi libro hace ocho o nueve años, . Ahí lo leerás.

Sabemos del ataque de Jruschov a Stalin en el XXº Congreso del Partido de 1956. En 1961, se celebró el XXIIº Congreso del Partido, en octubre de 1961. Gran parte del mismo se dedicó por varios miembros de alto rango del Partido, dirigentes del Partido, a ataques furibundos a Stalin... Tras el XXIIº Congreso, a finales de 1961, Jruschov nombró una comisión, la Comisión Shvernik, en honor a un antiguo bolchevique llamado Shvernik, quien había sido un destacado burócrata sindical de segunda fila durante muchos años. Su tarea era investigar a los acusados en los juicios, y a los militares acusados del llamado caso Tujachevski, acusados de conspirar con los alemanes y japoneses, etc., e investigar, revisar los archivos, y encontrar pruebas de su inocencia. Pero los investigadores no pudieron hacerlo. Es decir, revisaron los archivos, sí. Escribieron informes muy extensos, pero no encontraron pruebas.

Pero Jruschov quería que se encontraran. Como resultado, esos informes nunca se publicaron, bueno, no se publicaron hasta después del fin de la Unión Soviética. Se publicaron por primera vez en 1993 o 1994, y se han vuelto a publicar desde entonces. Gorbachov... él y sus hombres encontraron esos informes, y los usaron deshonestamente para intentar inventar pruebas contra Stalin, pero no pudieron conseguir las pruebas que necesitaban.

A finales de 1962, se celebró una conferencia interesante de historiadores del Partido. Hay que entender que, durante este período —hablamos del periodo de Jruschov—, cada escuela y universidad contaba con un especialista en historia del Partido, no solo en historia soviética, sino también en historia rusa. Era una conferencia de historiadores del Partido. En ella, dirigentes y otros presentaron ponencias brillantes.

Una de las ponencias, una de las charlas, fue impartida por Piotr Pospelov, uno de los hombres de confianza de Jruschov, quien redactó el primer borrador de lo que después se convertiría en el Discurso Secreto en 1956. Pospelov respondió a las preguntas y respuestas de los asistentes, y se le preguntó (y esto consta en la transcripción): uno de los estudiantes, candidato a historiador del Partido, preguntó: "¿Por qué no nos dejan acceder a los archivos del Partido?". Pospelov responde: "Todo lo que necesiten lo pueden encontrar en la transcripción del XXIIº Congreso del Partido". Y otra persona, y otras personas, plantearon básicamente la misma pregunta, y recibieron la misma respuesta...

Así que no se les permitió acceder a los archivos del Partido. Y ahora sabemos por qué: porque la evidencia en los archivos del Partido, desmiente todas estas mentiras sobre Stalin y su época. No tuvimos ninguna de estas pruebas hasta el fin de la Unión Soviética. Si la Unión Soviética no hubiera desaparecido, aún no tendríamos esas pruebas.


NP: Así que tengo que volver a la hambruna, la hambruna en Ucrania. Encontré un libro muy difícil de localizar llamado "La era de Stalin" por Anna Louise Strong de 1956. Tenía que encontrar pruebas de lo que argumenta. Aunque fuera con algún comunista irlandés.

Busqué en sitios web y tardé semanas navegando. Mas, en este libro, Anna Louise Strong afirma que hubo hambruna en Ucrania de 1932... porque, ella estuvo allí. Escribe sobre historias extrañas sobre de aquel tiempo... Hay un pasaje donde se ara masivamente los campos, y hay una mujer cantando ópera al lado del campo. Pensé: "Esto es tan extraño que no se puede inventar". Pero bueno, en ese libro dice que, la historias que cuenta no aparecen en la versión que se puede ver en televisión. Afirma que los kulaks que se resistieron a la colectivización, destruyeron sus herramientas y mataron a su ganado, todas sus vacas, cerdos, gallinas, etc., simplemente los mataron porque no querían ceder sus propiedades a la colectivización. Y argumenta que esto causó un problema importante porque, como mencionaste antes, se trataba básicamente de una tecnología campesina medieval.

Stalin quería traer maquinaria moderna. Pero en esa época, cuando la Unión Soviética necesitaba muchos alimentos, ya tenía problemas para producirlos, entonces llegó la hambruna. Para colmo, los kulaks prácticamente destruyeron las herramientas disponibles y mataron al ganado, lo que agravó enormemente el problema.

Ahora bien, ¿es esa su interpretación de lo que ocurrió? ¿Y encontró alguna evidencia que sugiera que esto fue realmente lo que ocurrió?

GF: Bueno, permítame repetirlo. Personalmente, no he consultado las fuentes primarias sobre la hambruna. Hace años, hace más de 20, me topé con la investigación, tal como era en aquel entonces, de Mark Tauger, de la Universidad de Virginia Occidental, y vi que sí había consultado las fuentes primarias. De hecho, Mark Tauger ha dedicado su vida profesional desde sus estudios de posgrado a finales de los 80 al estudio de la agricultura soviética y la agricultura rusa en general, pero en particular la agricultura soviética, y siempre ha recurrido a las fuentes primarias. No es izquierdista en absoluto, diría que es un académico con principios.

Conocí a Mark con los años. Me convertí en un gran admirador de su investigación, que es de primera calidad y se basa en fuentes primarias, y no tiene nada que objetar a la política. Desde luego, no es izquierdista, comunista, pro-Stalin ni nada por el estilo. Mark señala que hubo graves hambrunas en Rusia cada tres, cuatro o cinco años, pero de forma regular desde hace al menos mil años, en Oriente Medio, hasta bien entrada la Edad Media.

La situación geográfica de Rusia no es favorable para el tipo de agricultura que se da, por ejemplo, en el Medio Oeste estadounidense o incluso en el Medio Oeste canadiense, ya que Canadá está más al norte que Estados Unidos. Está sujeto a sequías e inundaciones, veranos cortos, plagas de insectos, enfermedades de las plantas, etc. Marcos describe algunas de estas hambrunas. Por supuesto, se escribió mucho sobre ellas las del siglo XIX, y principios del XX. Esto representó un gran problema para Rusia.

Y hubo cuatro hambrunas, graves, tan solo en la década de 1920. La investigación de Mark señala que, a finales de la década de 1920, los bolcheviques bajo Stalin enviaron a algunos expertos agrícolas a Estados Unidos, para investigar algunas granjas a gran escala del Medio Oeste estadounidense. Comprobaron que las que obtenían mayor producción dependían de la mecanización, granjas altamente industrializadas con máquinas agrícolas, con relativamente poca mano de obra y una modernización de las granjas muy extendida. Luego, al regresar, los soviéticos establecieron lo que llamaron granjas soviéticas, un pequeño número de granjas experimentales para probar este estilo de agricultura estadounidense en Rusia.

Decidieron que ese era un buen camino y, por lo tanto, con la tierra estatalizada, colectivizaron la agricultura. Y lo hicieron porque cada pocos años se producía una hambruna devastadora. ¿Y quiénes sufrían? Bueno, todos sufrían menos los ricos. Todos sufrían en cierta medida, pero los campesinos y trabajadores pobres eran los que más sufrían. Eran quienes morían, en su inmensa mayoría, ya fuera directamente de hambre o de enfermedades derivadas de la desnutrición.

Y también estaba claro que la Unión Soviética jamás podría convertirse en una nación moderna sin cambiar la forma de producir, jamás podría industrializarse ni defenderse de las amenazas de las potencias imperialistas occidentales. En aquel entonces, los soviéticos no tenían claro quién los atacaría. Aún no existía la Alemania nazi. Hitler aún no había tomado el poder. Pero Francia, Inglaterra, Japón o Polonia podían atacar y lo harían. 

Stalin pronunció un discurso en 1931 donde dijo: «Tenemos 10 años para industrializarnos. O lo conseguimos, o nos aplastarán». Fue un discurso muy famoso. Así que instituyeron la colectivización forzosa. No había otra opción, porque continuar con la agricultura medieval significaba la ruina, no solo de los campesinos y trabajadores pobres, sino también de la propia Unión Soviética.

Así que, nunca podría industrializarse sin tomar decisiones drásticas. Por esto, nunca podría construir una sociedad lo suficientemente fuerte, ni un ejército lo suficientemente grande para combatir la invasión que todos estaban seguros de que llegaría tarde o temprano, sino se cambiaba la dirección económica. Y tampoco se podría apoyar al movimiento comunista internacional, cuyo centro estaba precisamente en Moscú.

Así que llevaron a cabo esta colectivización de forma rápida y quedó básicamente completa a principios de 1932. Así que, la hambruna del otoño del 32 y finales del verano del 33 no fue causada directamente por la colectivización. Como usted señala, la matanza del ganado, y en particular de animales de tiro como bueyes y caballos, habría sido, y sin duda lo fue, un duro golpe. La industrialización descontrolada se detuvo por una planificación que comenzó, y se hizo hincapié en la construcción de maquinaria agrícola especialmente tractores, porque estos podían cambiar la producción agrícola totalmente. Los tractores podían arrastrar todo tipo de aperos agrícolas, desde arados hasta segadoras, desbrozadoras y todo tipo de herramientas. Claro que la Unión Soviética al principio compró tractores de países occidentales, porque para 1932 no había suficientes para reemplazar a todos los animales de tiro.

Bueno, en aquellos años la industrialización de la agricultura no había avanzado lo suficiente y, como señala Tauger en su investigación, se produjeron una serie de desastres naturales. Se produjeron enfermedades de las plantas, como la llamada "epidemia de la roya" y los daños del hongo Macrophomina phaseolina, que causa la podredumbre carbonosa en los cereales.

Pueden buscarlas. En mi caso las encontré. Son enfermedades vegetales reales que atacan especialmente a los cereales. Hubo inundaciones en algunas zonas, sequía en otras y, de hecho, una plaga muy bien documentada de ratones de campo.

Así que la "mala cosecha" del otoño de 1932 se debió en realidad a causas naturales. Sin embargo, para los líderes políticos de Moscú no fue evidente que esa fuera la causa, hasta quizás enero del siguiente año. Inicialmente, Stalin y los demás líderes creyeron que se debía a la ineficacia de la organización política y el liderazgo comunista local. Y se enviaron muchos comisarios del estilo Kaganovich y otros allí, para intimidar a los comunistas locales. Pero comprobaron que esa no era la causa principal en absoluto. Pues fueron estos desastres naturales.

Una vez que los líderes soviéticos se dieron cuenta de esto, alrededor de enero de 1933, comenzaron a proporcionar raciones adicionales y mano de obra adicional en las zonas más afectadas. Y antes de eso, cuando se dieron cuenta de que había hambrunas localizadas, aunque no se percataron de su magnitud, enviaron milicianos a recorrer las granjas, especialmente las más avanzadas, aunque en realidad llegaron a todas, y simplemente confiscaron el grano excedente para repartirlo de forma más equitativa e igualitaria.

Lo natural que se habría hecho antes, era permitir que los agricultores que, de alguna manera no pasaban hambre o mejor dicho disponían de reservas de grano, y que habían logrado una cosecha decente, salieran a vender su grano a un precio muy alto. ¿Y cuál sería el resultado? Que la población de las ciudades —la mayoría de las ciudades no tenían explotaciones agrícolas, y por ello no tenían grano—, y también los pobres del campo, sufrirían las consecuencias. Pagarían el precio de esta hambruna, enfermarían y morirían de forma desproporcionada, como había sucedido a lo largo de la historia rusa.

Entonces los soviéticos de forma resolutiva, enviaron equipos para recorrer las granjas y rastrear qué grano estaba disponible, qué podían encontrar, qué había sido acaparado, cuánto había sido ocultado, y lo confiscaron para poder redistribuirlo de una manera más igualitaria. Esta operación causó mucho resentimiento entre los acaparadores, cuyos granos habían sido confiscados.

Es difícil saber si se podría haber hecho algo diferente. Pero esta fue la respuesta inicial. Y más tarde, a partir de enero de 1933, se enviaron equipos de organizadores al campo. Redistribuyeron el grano en cierta medida. Como resultado, la cosecha de 1933 fue un éxito. Es importante destacar, que la cosecha de 1933 fue recolectada por un campesinado debilitado por la hambruna, muchos de los cuales murieron a causa de ella. Sin embargo, lograron una cosecha exitosa, lo que, una vez más, sugiere que la hambruna no se debió a causas humanas, sino a causas naturales.

En cualquier caso, recomiendo la investigación de Mark Tauger sobre este tema. Es realmente excelente. Mark está escribiendo un libro —espero que sean más de uno— sobre la agricultura soviética. Estuve en contacto con él, no recuerdo la fecha, en algún momento de los últimos meses, y es uno de esos académicos meticulosos que tardará años en escribir su gran libro, pero espero que lo publique lo antes posible. Será muy importante.


NP: No quiero desviarme demasiado del tema, y si no lo sabe o no lo ha leído, puedo informarle, que he atendido a una serie de artículos en los que se sugiere que la hambruna fue exacerbada por Lysenko, que las enfermedades de las plantas que mencionaste fueron causadas por su equipo, ya sabes, el llamado lysenkeoismo estalinista. ¿Se menciona este hecho en algún sitio, o algún dato que haya obtenido, o hay algo de cierto en eso?

GF: Mark Tauger ha investigado a Lysenko, lo llama "el loco Lysenko". Según Mark, Lysenko había tenido éxito [creando buenas semillas], yo no he investigado a Lysenko. Si quieres saber más sobre Lysenko, contáctelo. Pero no creo que la experimentación de Lysenko con semillas fuera un factor en la década de 1932-33. Cobra importancia un poco más adelante, cuando Lysenko se opone a los agrónomos, los expertos agrícolas que siguen la genética mendeliana, y Lysenko la denuncia. Sabemos que se equivocó al hacerlo.

Pero ese es otro tema. No creo, según lo que he investigado, que tuviera un impacto directo en la hambruna del 32-33.


NP: En cuanto a la industrialización, la mayoría, incluso los historiadores más reconocidos, y también extendidamente la mayoría de la población occidental común, dicen: "Sí, es un monstruo. Mató a millones de personas". Pero la realidad fue, que la URSS sí logró un crecimiento económico e industrial significativo, un enorme aumento de la producción durante ese período. Creo que fue un aumento del 400 % en la producción industrial.

¿Cómo concilian estos historiadores, con esta creencia de que murieron tantos millones de personas con este hecho? ¿Cómo logró Stalin en 10 años lo que a Gran Bretaña le llevó casi 200 años?

Y, siendo sincero, esto es lo que me llevó a preguntar una contradicción manifiesta, porque pensé: «Un momento». Está registrando un crecimiento del PIB del 6 al 10 % interanual, perdiendo 20 millones de personas, ganó la Segunda Guerra Mundial y envió un hombre al espacio. Es decir, algo de esto nos suena a que hubo un equívoco general. No tiene sentido. Entonces, ¿Cómo de hizo? Parece milagroso.

GF: Hay un libro muy bueno de Robert Allen llamado "De la granja a la fábrica". Allen es un historiador británico. No estudió la colectivización agrícola ni otros temas. Así que, en cierta medida, acepta las historias al respecto. Pero escribe sobre este milagro económico, si se le puede llamar así, de la rápida industrialización. Y es un libro bastante bueno al respecto. Creo que, a estas alturas de nuestra discusión de hoy, deberíamos reconocer que la historia de Stalin asesinando a 20 millones de personas es absurda. No ocurrió. Por cierto, creo que la cifra de 20 millones proviene principalmente de Alexandr Solzhenitsyn y creo que podría tener su origen en los emigrantes anticomunistas de los años 40 y 50. 

Pero la encontré por primera vez en Conquest, y Conquest simplemente repite todo esa mentira. Sólo como acotación al margen, lo que realmente me impulsó a comenzar a investigar sobre la Unión Soviética y el área de Stalin, fue el libro de Robert Conquest llamado "El Gran Terror". La purga de Stalin de los años treinta. Este libro salió ya cuando yo estaba en 1968 o 1969 en la escuela de posgrado, pero no tuve tiempo de leerlo en ese momento. 

Un par de años después, tras graduarme y empezar a dar clases, y mi tesis ya estaba bastante avanzada, me senté a leerlo, y sigue siendo su libro más conocido. Para entonces, ya había cursado un posgrado para estudiar literatura e historia medievales. Tuve la suerte de tener profesores con sus propias opiniones, pero insistían en la necesidad de usar fuentes primarias y de ignorar a los académicos, por muy famosos que fueran, que no respaldaban sus conclusiones con referencias a ellas. En aquel entonces, lo daba por sentado. Desde entonces, he descubierto que tuve la gran suerte de tener profesores que nos inculcaron esto e insistieron en ello en nuestros trabajos y tesis.

Así que leí el libro de Conquest. Habla de principios de los años setenta. Y es horroroso. Es decir, historias de terror sobre Stalin, una tras otra. Pero Conquest sí tiene notas a pie de página. Y me di cuenta, o creí haberlo percibido, que prácticamente desde el principio, no tenía ninguna prueba. Sólo citaba a otras personas que habían escrito libros, a veces artículos, pero sobre todo libros. Así, si Alexandr Orlov decía algo, entonces esa era la prueba de Conquest, y así sucesivamente.

Por ello, cuando mi tesis ya estaba bastante avanzada y aún no tenía familia, tuve algo más de tiempo. Durante un año o más, tomaba el autobús desde el norte de Nueva Jersey, donde vivo, para ir a Manhattan, a la Biblioteca Pública de Nueva York, que tiene una excelente colección de ruso. En aquel entonces, tenían una sala de investigación sobre el ruso dedicada exclusivamente a la investigación rusa. No sé si todavía la tienen, pero sin duda aún conservan los materiales. Y lo que hice fue esto: hice tarjetas de 3x5 con todas las notas a pie de página de Conquest. Y luego revisé sus notas a pie de página para ver si había alguna evidencia en alguna de ellas.

Y no había ninguna evidencia, en ninguna de estas notas a pie de página. Conquest cita no solo a Jruschov, sino también libros y artículos de la época de Jruschov y posteriores años. Tampoco indica ninguna referencia o prueba. Cita cualquier fuente anticomunista. Cita cualquier fuente que dijera algo que perjudicara a Stalin o a la Unión Soviética durante su época. Pero no tenía pruebas.

Los escritores soviéticos coetáneos de Jruschov, y luego de Gorbachov tampoco tenían pruebas. No se les permitía acceder a los archivos. Pero reconocí que lo que decía Conquest, simplemente no estaba respaldado por ningún tipo de evidencia. ¿Por qué creerlo? Luego leí las reseñas del libro de Conquest en las revistas académicas, porque cuando un libro como ese sale de un académico famoso, se publica con frecuencia. Ninguno de esos críticos señaló que Conquest carecía de evidencias. Todos lo elogiaron. Uno o dos decían: «Bueno, no sé de esto, no estoy seguro de aquello». Pero todos elogiaron su libro. Y yo pensaba: ¿Cómo podrían elogiar su libro si no tienen ninguna evidencia?

Así que decidí que, cuando el tiempo me lo permitiera, investigaría un poco por mi cuenta y redactaría un artículo, que al final me llevó mucho tiempo. Escribí un artículo sobre la "purga militar". La historia oficial impartida, entonces y ahora, es que el mariscal Tujachevski y los demás oficiales militares de alto rango juzgados y ejecutados junto con él en 1937 fueron incriminados. Todos eran inocentes.

Stalin los mató. ¿Quién sabe por qué? ¿Porque, estaba loco? ¿Tenía celos de ellos? ¿Porque, les tenía miedo? Escribí un artículo señalando que no tenemos pruebas. No lo sabemos. No podemos afirmar que Tujachevski fuera culpable o inocente porque no tenemos pruebas. Ese artículo fue aceptado por los revisores de la revista de estudios soviéticos, Historia de Rusia.

Y luego el editor de esa revista lo rechazó. Y lo eliminó porque dijo que hacía quedar bien a Stalin. Bueno, creo que no hacía quedar bien a Stalin. Simplemente decía, que no teníamos pruebas suficientes para demostrar que Stalin incriminó a estas personas o que no las incriminó, si eran inocentes o culpables. Los revisores de mi artículo, quienes trabajaron y consultaron el ensayo para la revista, la mayoría académicos, insistieron en su publicación. Y finalmente, uno de ellos, Arch Getty, quien falleció recientemente en mayo de 2025, y posteriormente se convirtió en un destacado académico en este campo de investigación, me dijo que amenazó con renunciar a su puesto como redactor de esta revista, si no publicaban mi ensayo, ya que había pasado por toda una amplia revisión de expertos del proceso, y debía publicarse.

Así lo publicó la revista Historia de Rusia, que aún se publica, y es una importante revista de historia rusa. Pero cuando se publicó ese número, creo que en 1988, había una introducción, unas páginas al principio, con un párrafo sobre cada artículo, una especie de prólogo introductorio de cada uno, excepto el mío. ¡No había ningún párrafo sobre el mío! Simplemente se omitió, como si no existiera, aunque sí existía.

Así que esa fue mi primera introducción, a lo que desde entonces he llamado el Paradigma Antistalin. No comprendía entonces que existía un imperativo ideológico, que obligaba a concluir que Stalin cometió los delitos que fueran. Si se le acusa de un delito, no se puede concluir que no fue culpable. No sabía que existía este imperativo ideológico que he llamado el Paradigma Antistalin, pero ese fue mi primer encuentro con él.


NP: Un par de cosas más sobre Robert Conquest. Digo, que una de las conclusiones que asimilé al leer tus artículos, y también al leer otros libros, es que lo que Conquest hacía no era verídico... lo que fuera que estuviera haciendo, no era Historia.

Porque una de las cosas que me llama la atención es que, en un momento dado, creo que le pregunté a un emigrante que había estado en el GULAG, sobre cuántas personas habían estado allí. "Oh, probablemente un 5%". Y Conquest toma ese 5%, y luego hace una estimación a partir de ahí. Literalmente, es como contar una fábula. Porque es totalmente improbable de que fuera un 5% de la población. Pero luego, este autor hace una estimación a partir de eso, y la incluye directamente en el libro. No podía creerlo. Créanse así es cómo era de chapucero ese pequeño trabajo de Conquest. ¿Lo ven? 

La otra cosa que voy a mencionar sobre Conquest, un poco tangencialmente, es que leí un libro hace un par de años llamado ¿Quién pagó al flautista? No sé si lo conocen, es de Francis Stoner Saunders. Me impactó bastante, pero básicamente mostraba la participación de la CIA en revistas académicas bastante desconocidas. Por ejemplo, me sorprendió mucho saber que el historiador Hugh Trevor-Roper trabajaba para la CIA, y que en cierto momento escribió una crítica bastante furiosa del historiador Arnold Toynbee. Y pensé: "¿Qué? ¿Por qué está involucrada la CIA en esto?". Era algo muy raro.

Pero de todos modos, una de las cosas que revela este libro es que existía un diario llamado "Encontrando" o "El Encuentro", ¿verdad?, y que desde entonces se ha vuelto bastante conocido, y fue una especie de bastión para quienes luego se convertirían en los neoconservadores, Irving Kristol, etc. Pero Robert Conquest era más o menos del tipo de historiador de la corte de esta revista, tipo "Encontrando".

Y posteriormente se ha sugerido que muchas de las cosas que Robert Conquest hizo, fueron probablemente a instancias o al menos a sueldo tácito del gobierno estadounidense... Esto era, en realidad, propaganda oficial del estado estadounidense, por eso se publicó en todas partes, por eso todo el mundo ha oído hablar de él, etc., porque básicamente solo cumplía las órdenes de la CIA. Es algo que estoy recopilando aquí, en fragmentos.

Pero por cuestiones de tiempo debería intentar concluir esto aquí. ¿Por qué, en tu opinión, se señala a Stalin como el monstruo de la historia soviética? Me parece que el mal, entre comillas, parece localizado y personificado, como si todo recayera sobre él. Has hablado del mito de los monstruos gemelos, una especie de idea de Hannah Arendt sobre los dos totalitarismos. Está Hitler y luego está Stalin, y son dos caras de la misma moneda. ¿Por qué crees que ocurre esto? ¿Por qué tanta atención centrada solo en la figura de Stalin?

GF: Bueno, si vas a retratar las fechorías efectuadas por el capitalismo y el imperialismo, tienes que hacer que las alternativas queden peor. Lo peor posible. Supongo que es así de simple. Todo se remonta a la época de la Revolución Rusa, como mencioné. Y luego está Trotsky, y luego está Jruschov, y todo es demasiado... conveniente, se podría decir que es demasiado bueno para ser verdad. Pero la realidad evidente, es que se divulga que lo justo, lo necesario, lo útil, para hacer que las alternativas al capitalismo y al imperialismo queden mal, para hacer que lo que haga el movimiento hacia el comunismo, quede mal. Creo que es así de simple.

Y después de un cierto punto, las mentiras cobran vida propia, como usted ha mencionado. La gente anda mencionando estas cifras impresionantes, y diciendo que todos fueron incriminados en los juicios de Moscú. Y entonces se recurre a una especie de investigación científica, legitimada por el imperialismo, moldeada para este paradigma antistalinista, que no pueden ser criticadas estas falsedades sobre Stalin, ni siquiera señalar que no hay pruebas que las respalden. Se intenta adaptar a una pseudo investigación científica, y sus conclusiones son apoyadas, al menos, nadie las discute.

¿Sabes qué más hay? La mayoría —no solo la mayoría de la gente, sino realmente todos— se ve afectada por esta propaganda. Se convierte en parte del agua subterránea, como dice el dicho. Es algo que todos aceptan y nadie pregunta realmente qué pruebas hay al respecto. Así que llevamos mucho tiempo en este mundo.

Y cuando escribo mis libros y artículos, y cito pruebas, inevitablemente me atacan. Porque soy, bueno, a menudo me llaman estalinista. Si acusan a Stalin de algún delito, como causar hambre a los ucranianos, y la hambruna subsiguiente, y usted cita pruebas que demuestran que esto no puede ser cierto, porque no lo es, entonces lo haces porque debes ser estalinista y, por lo tanto, no estás intentando descubrir la verdad. Tienes una marcada característica, profunda y, por lo tanto, tenemos que ignorar lo que dices.

Así que me llaman estalinista todo el tiempo. Es como un estigma de fuego. Si alguien me llama estalinista, sé que hay algo perturbador con esa persona. ¿De acuerdo? Esa persona no busca la verdad. Si alguien dice: "Qué interesante. Analicemos las pruebas. Hablemos de las pruebas". ¿Qué es de lo que deberíamos estar hablando, de las pruebas, no?, entonces proponen otro asunto, y apartan lo que estábamos dilucidando, y ese otro asunto que es lo deberíamos prestar atención.

Si alguien dice: "Bueno, amigos, creo que en mi experiencia, pueden ignorar todo lo que tenga que decir", estas personas no buscan la verdad. Buscan elogiar a quienes apoyan la visión anti-Stalin dominante y denigrar a quienes no la apoyan. Los trotskistas me llaman estalinista, porque el culto a Trotsky depende completamente de una visión demonizada de Stalin. Pero también lo dicen otros, que son simplemente anticomunistas declarados. Así que esta es la situación.


NP: Dicho esto, debo mencionar otra cosa que me ha llamado la atención. Siempre he oído estas historias. De vez en cuando nos las cuentan, pero el problema es que en Rusia Stalin sigue siendo popular, ¿verdad? 

Siempre nos lo dicen, y de hecho, vi que hace poco pusieron una estatua de Stalin en una estación de metro de Moscú, ¿verdad? 

Entonces, ¿ve un momento en el futuro, a corto, mediano o largo plazo, en el que el paradigma antistalinista pueda caer? ¿Y tiene alguna idea de por qué, a pesar de todo lo que se ha dicho sobre él, y, como usted dijo, Gorbachov obviamente creció creyendo estas cosas, Stalin sigue siendo popular en Rusia?

GF: Bueno, fueron los rusos quienes hicieron la revolución. Así que, a diferencia de cualquier otro país, excepto quizás China o Cuba, y ciertamente a diferencia de toda Europa del Este, la Revolución Rusa siempre ha sido muy popular en Rusia, aunque mucho menos entre la intelectualidad, que suele ser el sector que escoge seguir la corriente de los medios de comunicación, de los escritores occidentales, etc. Pero ciertamente no es así entre los trabajadores. Eso es lo primero. Los rusos hicieron la revolución y, por lo tanto, es parte esencial de su historia.

En segundo lugar, la soberanía nacional. Todo el mundo sabe que fue bajo el mando de Stalin que Rusia se industrializó, se convirtió en una potencia mundial en un corto período de tiempo y derrotó a la Wehrmacht nazi, el ejército más fuerte y exitoso de la historia del mundo.

Y en tercer lugar, todavía existe un poderoso movimiento comunista, o autodenominado movimiento comunista, en Rusia. Me refiero al Partido Comunista de la Federación Rusa, que no es un partido revolucionario, sino que se autodenomina comunista, que profesa abiertamente los objetivos del comunismo y del socialismo, y es muy anti-Jruschov, anti-Gorbachov, y muy pro-Stalin.

Existe un reconocimiento generalizado —no universal, ni mucho menos, pero sí generalizado— de que Gorbachov y Jruschov facilitaron la destrucción de la Unión Soviética y, por lo tanto, mintieron ampliamente sobre Stalin. Creo que existe este sentimiento generalizado —no basado en investigaciones de fuentes primarias, pero sí fuertemente enraizado en Rusia— de que así es.

Así que creo que Rusia es el único país —y no me refiero a Cuba ni a China, pero dejando de lado a Cuba y China— donde, incluso en el ámbito académico, hay espacio para, digamos, quienes escriben como yo. Si bien no es la visión predominante en el ámbito académico —la visión predominante en el ámbito académico es muy crítica con Stalin—, pero sí tiene el suficiente apoyo, creciente popularidad para Stalin, como es el objetivo hacia el comunismo, por la vuelta de la Unión Soviética, y por el éxito en la industrialización, la colectivización y la guerra, de modo que hay espacio para esto.

Hay muchos libros publicados que podrían describirse como pro-Stalin. Algunos de mis libros han sido traducidos al ruso. Hay académicos asociados con el Partido Comunista de la Federación Rusa o con otros grupos de izquierda, y pueden publicarse incluso en las revistas más leídas.

Y esto no ocurre fuera de Rusia. De hecho, es todo lo contrario. En lugares como Polonia, Hungría, Letonia y la República Checa, difundir propaganda comunista —lo que básicamente significa decir algo positivo sobre el comunismo y cualquier cosa positiva sobre Stalin— es literalmente un delito, y conlleva un proceso penal. Pero no en Rusia.


NP: Y quiero decirle, pues sería negligente por mi parte no preguntárselo, porque mucha gente lo haría. O sea, ¿el gobierno de Putin, o Vladimir Putin, suprime alguna vez algo de esto? ¿Lo fomenta? ¿O simplemente hace la vista gorda? Por ejemplo, ¿existe algún tipo de relación oficial?

GF: Bueno, Putin es un político. Mas Putin ha dado discursos defendiendo enérgicamente la política de la Unión Soviética en la década de 1930, de intentar construir una coalición antihitleriana, la cual fue rechazada por Gran Bretaña, Francia, Checoslovaquia, Polonia y Rumanía, pero sobre todo por Gran Bretaña y Francia. Y es cierto que la Unión Soviética fue el único país de Europa que intentó desesperadamente formar una coalición antihitleriana, y cuando Occidente se negó, tuvieron que firmar el pacto de no agresión con Alemania para asegurarse de no quedar solos en su lucha contra Hitler.

Putin ha defendido el papel de la diplomacia soviética en el período de preguerra, y tiene razón. Es muy preciso en esa apreciación. Y esa opinión puede respaldarse con todo tipo de pruebas. Defiende el papel de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial, como la principal fuerza de liberación en Europa del Este, incluyendo Alemania Oriental, pero también en todos los países de Europa del Este. Defiende el papel soviético en la Segunda Guerra Mundial y después.

Que yo sepa, no defiende la colectivización de la agricultura. La ha criticado. Así que no creo que su posición sea pro-Stalin.

También tiene una extraña relación con el Partido Comunista de la Federación Rusa, un partido muy grande con numerosos miembros en la Duma Soviética (el parlamento), y con gran poder político en diversas localidades. De hecho, según varios expertos (donde no me incluyo), el PCFR ganó las elecciones presidenciales de 1996. Evidentemente, hay pruebas de que las elecciones presidenciales de 1996 en Rusia se otorgaron fraudulentamente a Yeltsin, pero que el candidato del Partido Comunista ganó. Así que creo que Putin es cauteloso al respecto.

Por cierto, el jefe del Centro de Estudios Militares... creo que parte de su cometido eran los archivos militares, pero en cualquier caso, uno de los oficiales militares de alto rango, declaró hace unos años en una entrevista que el mariscal Tujachevski y compañía eran culpables, que hay pruebas fehacientes de su culpabilidad. No pudo haber hecho esa declaración sin consultar con el gobierno.


NP: Sí, existe una actitud curiosa y muy ambigua hacia Stalin y los logros de su época. Pero es un país capitalista, ¿verdad?  

Bueno, esto ha sido fascinante, profesor. Si a la gente le interesa encontrar sus libros, ¿dónde pueden encontrarlos y por dónde les recomendaría empezar, ya que ha escrito bastantes? Es decir, ¿Qué recomendaría?

GF: Yo empezaría con "Jruschov mintió". Es el que se ha publicado en más idiomas extranjeros, catorce o quince hasta ahora. Y la razón es que, en cierto modo, casi todo lo demás de lo que hemos hablado y casi todo lo demás que he investigado se deriva de eso. Una vez que "Jruschov mintió", una vez que realmente ves que lo hizo, no solo que dijo cosas que no eran ciertas, sino que las estaba falsificando deliberadamente, te hace preguntarte qué más de la historia soviética es mentira. Y se te despierta la curiosidad. 

Si quieres investigar sobre los juicios de Moscú, y la colectivización de la agricultura, la muerte de Solomon Mijoels, o de Kirov. La masacre de Katyn, o la hambruna de 1932-1933. Acabarás preguntándote: si los expertos, si incluso Jruschov, mintieron sobre esto, ¿sobre qué más mintieron? ¿Hasta dónde llega esta falsificación?

Y eso es realmente lo que he estado haciendo. Llevo muchos años investigando acusaciones de los supuestos crímenes de Stalin. Y si alguna vez encuentro uno, si alguna vez encuentro un crimen de Stalin que pueda probarse con pruebas de fuentes primarias, lo publicaré y diré: "Oye, Stalin realmente cometió este acto criminal". Pero hasta ahora no he encontrado ninguno.

¿Por dónde deberían empezar? Como he dicho "Jruschov mintió". Todos mis libros están disponibles en Amazon. Solo tienes que ir a Amazon y escribir "Grover Furr", los verás todos. Tengo una página de inicio. Si buscas en Google "Grover Furr homepage", aparecerá directamente. Y puedes descargar todos mis artículos.

Los tengo ahí para descargar. También puedes ver los títulos de todos mis libros que, como dije, están en Amazon.

También podrías enviarme un correo electrónico. Podrías informar a tus lectores sobre mi correo electrónico. Aunque, francamente, si simplemente buscan en Google "página de Grover Furr", verán mi correo electrónico. Y agradezco que me envíen correos electrónicos.

Y muchas gracias por la oportunidad de hablarles hoy.


NP: Sí, ha sido absolutamente fascinante. No les quitaré más tiempo, pero muchas gracias por su generosidad, con su tiempo y sus conocimientos. Dejaré que cada uno saque sus propias conclusiones.

Bueno, una persona en la que no profundizamos demasiado es esta, se llama Kotkin. En el otro video que hice, una de las objeciones más comunes era simplemente: "Lee a Kotkin. Si no lo has mencionado, no lo has tratado". Pero luego me fascinó saber que has escrito un libro completo de refutación a Kotkin, el segundo volumen.

GF: Si, es el volumen dos sobre Kotkin, Stephen Kotkin. Estudió en Princeton, ahora en la Institución Hoover, fue un escritor que seguía la vida de Stalin, desde sus tiempos de estudiante de posgrado, y también alumno del ya fallecido historiador liberal anticomunista Stephen Cohen.

El primer volumen de Kotkin, que abarca desde el nacimiento de Stalin hasta 1929, es bastante interesante. Es anticomunista, pero contiene muchos elementos interesantes. A juzgar por el nivel de otras obras, es menos malo que muchas otras publicaciones.

Pero en su segundo volumen, que abarca de 1929 a 1941, está lleno de falsedades de principio a fin. Lo leí y es larguísimo. Tiene 700 u 800 páginas de texto, además de un par de cientos de páginas de notas a pie de página en letra pequeña.

Creo que muy poca gente leyó ese libro. Decidí analizarlo con lupa. Tenía que aislar todas las acusaciones que hace sobre crímenes o fechorías de Stalin. Investigar las pruebas, investigar lo que leyó, investigar sus notas a pie de página, investigar las demás pruebas que no cita.

Y escribí el libro, "Esperando a Stalin... la verdad". Su libro es un monumento, si se quiere, al paradigma antiestalinista, y el mío es una refutación tanto de su libro como del paradigma antiestalinista. Muestra hasta qué extremos desesperados y deshonestos son capaces de llegar los antiestalinistas.


NP: Bueno, todo fantástico. Podría hablar contigo toda la noche, pero gracias. Muchas gracias por tu tiempo. Espero que la gente conozca tu trabajo y que mucha gente pueda ver esto. Muchas gracias.

Lo aprecio mucho. Adiós. Si te gusta este video, dale a "me gusta" y suscríbete.

Puedes unirte al canal, para disfrutar de miles de horas de programas anteriores en el archivo, y ver cientos de videos. Si tienes alguna pregunta, puedes dejar un "superchat" o un "super thank you" y me aseguraré de retomarla.

Durante mi horario de oficina semanal, que se extiende a todos los martes por la tarde. También imparto cursos en la agencia académica, que recomiendo a todos. Miles de estudiantes ya se han tomado el tiempo de mejorar sus habilidades de escritura, lógica y retórica. Solo tres de los muchos cursos disponibles. ¡Cómprenlos ya! Pero lo más importante, amigos, ¡salgan a preguntar e indagar!


Enlace original en inglés del vídeo:

- https://www.youtube.com/watch?v=niEp25WIHgM


Enlaces en internet sobre Grover Furr

25 de septiembre de 2025

La Asociación de Amistad Hispano Soviética AAHS, pone un puesto en la Fiesta del PCE 2025


Cartel provisional de la Fiesta PCE 2025

Este fin de  semana durante los día  26, 27 y 28 de septiembre  en Rivas Vaciamadrid, dentro de la Fiesta del PCE 2025, la Asociación de Amistad Hispano Soviética pondrá en una carpa de las asociaciones sociales, como en años anteriores, folletos y libros de la realidad actual, el marxismo leninismo y nuestra posición de clase.

Este año facilitaremos el acceso en papel con artículos, que hemos ido realizando durante todo el año, especialmente dedicado al 80º Aniversario de la Victoria sobre el Nazismo. Sacamos nuevos folletos sobre diferentes temas inéditos: "¿Cómo se preparó la Unión Soviética para vencer al nazismo?" de José Stalin, sobre el Callejón de los Mig, sobre Julián Grimau, sobre la Plataforma Mundial Antimperialista, etc. 

Además hemos editado un nuevo folleto, ante las peticiones recibidas, de la obra de Lenin "La enfermedad infantil del 'izquierdismo' en el comunismo".

La entrada es libre y gratuita, habiendo aparcamiento. Tendrán lugar actuaciones musicales, tanto en el Auditorio Miguel Ríos como en el Rincón Cubano. También tendrán lugar en diferentes lugares, 22 debates sobre diferentes temas, y 20 presentaciones de libros.


22 de septiembre de 2025

"¿Y si todo sobre Stalin es mentira?", entrevista a Grover Furr (1ª Parte)

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Stalin, esperando... la verdad

Transcripción de la conversación entre Neema Parvini y Grover Furr, que tituló ¿Stalin realmente mató a 20 millones de personas?

El profesor Furr ha transcrito toda la entrevista que tuvo conmigo aquí (útil para aquellos que se quejaron del audio): https://msuweb.montclair.edu/~furrg/research/interview081125.pdf

Hola a todos y bienvenidos. Hoy tengo un invitado especial, el profesor Grover Furr, autor de numerosos libros sobre la era de Stalin en la historia soviética.

Doy la bienvenida al profesor Grover Furr para discutir la era de Stalin, el paradigma anti-Stalin, la verdad de lo que sucedió en la Unión Soviética y las mentiras que se han dicho al respecto.

- Neema Parvini (NP):

Se lo comenté a mi esposa, contestando: "¿Una entrevista sobre Stalin?". Y su respuesta inmediata fue: "Bueno, mató a 30 millones de personas". He visto cifras de hasta 60 millones. Creo que Robert Conquest la situó en 20 millones. Sí. Así que mi pregunta es: ¿cuál es la cifra real y qué han exagerado los historiadores convencionales a lo largo de los años?

- Grover Furr (GF): Bueno, solo unas palabras sobre Stalin. Stalin no era un dictador. Eso forma parte del paradigma antistalinista. ¿De acuerdo? No puedes decir eso. ¿De acuerdo? No se considera apropiado decirlo. Y has hecho otra pregunta interesante: ¿a cuántas personas mató Stalin? Y creo que la respuesta es cero.

Stalin no mató a nadie.


* * * * *


NP: Y como decía antes de salir al aire, hice un video hace un par de semanas que ya tiene más de 90.000 visualizaciones. Se titulaba "¿Y si todo sobre Stalin es mentira?". Me ha interesado bastante, en primer lugar, el interés que despierta este tema y, en segundo lugar, la relativa apertura de miras de la mayoría de los comentarios. Esperaba una reacción muy negativa. Hubo comentarios de gente de todo el mundo, diciendo que algunas partes de esta historia no cuadran.

Así que bien podría hacer mi primera pregunta, porqué usted ha acuñado el término Paradigma Anti-Stalin para describir la forma en que la mayoría ha asumido como la historia convencional de la Unión Soviética ya está terminada, toda contada y resuelta. ¿Podría explicar qué es este paradigma antiestalinista y cómo surgió?

GF: Sí, es una excelente pregunta. Creo que es importante comenzar con la Revolución Rusa. Ya existían estudios en Occidente sobre Rusia antes de la revolución. Pero una vez que esta tuvo lugar, los estudios en Occidente se centraron, o se canalizaron en la propaganda anticomunista, alimentando así las tendencias políticas anticomunistas de los países capitalistas occidentales y sus gobernantes.

Y ese ha seguido siendo el foco principal, de lo que podríamos llamar la historia rusa, la historia soviética desde entonces. Hay ciertos períodos en los que parece fluir y refluir, pero la función principal en el ámbito académico, así como fuera del académico, ha sido proporcionar historias negativas que puedan funcionar como propaganda para la política anticomunista de los países imperialistas capitalistas occidentales, y ese sigue siendo el caso hoy en día.

Sorprendentemente, supongo, para algunos —al principio lo fue para mí—, sigue siendo tan fuerte aquí, más de 30 años después del fin de la Unión Soviética, como lo fue durante el propio período soviético. Y después del famoso o infame discurso secreto de Nikita Jruschov, en el que atacaba a Stalin en el XXº Congreso del Partido en febrero de 1956, el paradigma antistalinista se convirtió en la corriente principal y, de hecho, en el único punto de vista tolerado dentro de la Unión Soviética, tanto en la época de Jruschov como después de ella.

Se trata de una corriente muy poderosa que nos ha acompañado durante generaciones, y su significado es el siguiente: toda investigación sobre el período de Stalin, que podríamos definir desde finales de la década de 1920 hasta su muerte en 1953, debe encajar en lo que podríamos llamar "el lecho de Procusto" de la tendencia antiestalinista. Debe enmarcarse en un marco muy hostil. Y esto no significa que no se produzca buena historiografía, sino que debe enmarcarse en un enfoque muy antiestalinista.

Sin ese tipo de enfoque, simplemente no podrás publicar si trabajas en ese campo.


NP: Recuerdo que dijo en una de sus charlas que en algún momento, vi que era un poco como cuando Galileo investigaba después de Copérnico. ¿Podrías explicarme un poco esa analogía y que es lo que quería decir?

GF: Bueno, no... creo que lo dije una o dos veces. Reflexionando, creo que es inmodesto, por decirlo suavemente, compararme con Galileo. Así que intento decirles a todos que olviden esa analogía en particular.

Pero tiene cierta validez, lo que significa que el problema de Galileo era la evidencia, ¿verdad? Apuntó su telescopio a las lunas de Júpiter o algo por el estilo, y vio que giraban alrededor de Júpiter y planteó la hipótesis de que tal vez Copérnico había tenido razón un siglo antes. La evidencia pareció demoler la teoría geocéntrica del universo. Y todas las autoridades de su época dijeron que no se puede hacer eso, que no se puede cuestionar la Biblia, que no se puede cuestionar a las autoridades, ya sean protestantes o católicas, en todos estos países, no se puede hacer, y que se va a castigar terriblemente si se hace. Así que se retractó.

Pero supuestamente hizo la famosa declaración: «Bueno, pero así son las cosas de todos modos. No importa lo que yo diga, no importa lo que Vds. digan, esa es la realidad».

Así que, en lo que intento centrarme es en la evidencia de fuentes primarias. Y la evidencia desmiente las historias de terror sobre Stalin y su periodo. Y, a la inversa, si se investiga algo con la idea preconcebida de que Stalin era un monstruo, por ejemplo, se encontrará evidencia que confirme ese sesgo preexistente, o se verán cosas que no existen.

He estado en contacto con varios académicos soviéticos de la Unión Soviética que son más o menos parte de la corriente principal, pero son personas honestas, y dos de ellos a lo largo de los años, me han dicho que debería poner algo de estilo antiestalinista.


NP: Muy interesante. Justo cuando me preparaba para esta entrevista, me preguntaba si alguien había reseñado sus libros desde la perspectiva del campo contrario. Encontré una reseña increíblemente hostil, llena de insultos, necedades y cosas así.

Y había una parte donde creo que esta persona era...un autor francés que citaba a Stalin, (se trata de Jean-Jacques Marie, un reconocido trotskista francés. Véase mi refutación de su deshonestidad en

https://msuweb.montclair.edu/~furrg/research/reply_to_marie_12.21.html) 

...y tras aprender lo que Vd. dijo, inmediatamente fui al discurso que citaron y comprobé: «Un momento. Hay una sección completa de este discurso que has omitido, que da un conjunto diferente de fechas. Así que ni siquiera estaban hablando del incidente correcto. Y la parte donde Stalin dice: «Sí, todo esto fue demasiado lejos, lo hubieramos detenido». Dije que puso exactamente lo contrario, de lo que dijo la persona que supuestamente le refutaba.

Y pensé que era realmente interesante. Pero la mayoría de la gente, simplemente no se molesta en hacer esa comprobación básica de las fuentes, donde se puede ver inmediatamente que la persona ha inventado algo de forma deshonesta. En fin, haré mi segunda pregunta:

Entiendo que la tesis general básica de todos sus libros es que las fuentes últimas del paradigma antistalinista son... y aquí es donde la cosa se complica, porque en realidad está siguiendo un curso de acontecimientos. 

Primero, están las diatribas contra Stalin escritas por Trotsky en la década de 1930 mientras estaba en México y otros lugares, que son casi todas mentiras. Usted escribió un libro extenso sobre ello, que luego se convirtió en tres libros, según tengo entendido. 

Segundo, está la repetición de esas mentiras, con más adornos, por parte de Jruschov en el Discurso Secreto de 1956. 

Tercero, están los historiadores y otros ideólogos profesionales que repitieron lo que dijo en el discurso, y luego añadieron más detalles a la afirmación. 

Cuarto, está la obra de Robert Conquest, un famoso historiador de los años 60 y 70, una especie de guerrero de la guerra fría, que copió acríticamente casi todas esas afirmaciones. Y finalmente están los historiadores occidentales más influyentes que trabajan después de Conquest, que luego repiten sus afirmaciones durante la era de la Guerra Fría, que luego se transmiten de manera acrítica a la erudición moderna, y hay casi como una especie de red de notas a pie de página de personas que se citan entre sí.

¿Describo esto con precisión el proceso? ¿Y por qué cree, que estos diferentes grupos de personas construyeron este edificio de mentiras sobre Stalin?

Pregunto esto porque un observador neutral, podría decir que algunas de estas personas también estaban en conflicto. Por ejemplo, los partidarios de la guerra fría estaban en contra de Jruschov, y Jruschov según ellos, nunca rehabilitó a Trotsky ni permitió que los trotskistas volvieran al Partido Comunista. Entonces, ¿Cómo explica por qué todas estas personas inventan mentiras sobre Stalin?

GF: Claro. Bueno, creo que ahí tiene un buen resumen de lo que podríamos llamar las distintas etapas o incluso generaciones del paradigma antistalinista, la propaganda antistalinista. Ha omitido un punto muy importante.

Esta etapa corresponde al período de Mijaíl Gorbachov, el último presidente del Partido Comunista de la Unión Soviética, quien asumió el cargo en 1985 y permaneció en él hasta 1991. La campaña de Gorbachov contra Stalin, fue al menos tan vigorosa y negativa como la de Jruschov. Gorbachov retomó muchas de las falsificaciones de la era de Jruschov, y luego quienes trabajaban bajo su mando, historiadores y otros, las multiplicaron e inventaron nuevas falsedades.

Así que la etapa de Gorbachov también es muy importante. Solo quiero mencionar brevemente que, tras el fin de la Unión Soviética, Gorbachov y quien podríamos llamar su mano derecha, Alexandr Yakovlev, quien era un estrecho colaborador de Gorbachov y a quien Gorbachov promovió para encargarse de la propaganda en el Partido Comunista Soviético.

Gorbachov y Yakovlev admitieron que tenían una especie de conspiración para librarse del socialismo soviético, para demoler la Unión Soviética, y que comenzarían como había comenzado Jruschov atacando a Stalin, pero luego continuarían atacando a otras figuras como Lenin e incluso Marx y Engels, pero la Unión Soviética llegó a su fin y el socialismo soviético fue pasado a cuchillo antes de llegar a esa etapa.

Dicho esto, si insertas el período de Gorbachov en tu cronología, creo que es correcto. Y ya he tratado brevemente la generación del paradigma antistalinista y la necesidad de fomentar la propaganda anticomunista desde prácticamente la propia Revolución Rusa.

Sobre Trotsky. En resumen, Trotsky quería ser el líder de la Unión Soviética. Es bien sabido que en la década de 1920 hubo una lucha ideológica que Trotsky y sus partidarios no ganaron. Perdieron. En 1921, Lenin aún vivía. El X Congreso del Partido Comunista aprobó una resolución contra el fraccionalismo, que establecía que no se podía permitir que una facción promoviera su propia línea política dentro del Partido Comunista, pues el fraccionalismo contradecía el centralismo democrático. 

Una vez que la línea [del Partido] se había establecido en una conferencia o congreso del Partido, entonces todos tenían que defenderla.

Pero Trotsky y sus seguidores violaron esto repetidamente. Finalmente, Trotsky fue expulsado, y pasó el resto de su vida haciendo diversas actividades, pero siempre vilipendiando a Stalin con todas sus fuerzas. Así que tenía sus propios motivos.

Ahora bien, en una de sus preguntas, usted preguntó por qué Jruschov atacó a Stalin de esa manera. Y Jruschov nunca nos lo dijo. Las acusaciones de Jruschov contra Stalin fueron aceptadas en la Unión Soviética, gracias a la influencia que tenía en el Partido Comunista, que las repitió y las hizo obligatorias en los libros de texto y los escritos históricos.

Y fue aceptado con gratitud en los países capitalistas anticomunistas. Es decir, ¿para qué mirarle el diente al caballo regalado? Aquí está Jruschov atacando a Stalin y haciendo quedar fatal al movimiento comunista bajo su mando. ¿Por qué no seguir así? Eso es realmente es lo que Conquest y muchos otros hicieron.

Simplemente aceptaron que él [Jruschov] debía estar diciendo la verdad.

Con Trotsky ocurre lo mismo. Muchas de las acusaciones de crímenes que Jruschov y luego sus acólitos, sus hombres presentaron, eran iguales o similares a las acusaciones que Trotsky había hecho. Por lo tanto, un ataque a Stalin, fuera o no intencional por Jruschov, tendía a rehabilitar a Trotsky en gran medida. Así, el movimiento trotskista, que a mediados de la década de 1950 era pequeño y se reducía cada vez más, recibió un gran impulso y explotó no solo en Europa, sino también en Estados Unidos y en todo el mundo. Y el movimiento trotskista continúa repitiendo falsedades anticomunistas sobre Stalin porque sustentan el culto a Trotsky.

No he tratado de Yezhov. Sé que tiene otra pregunta sobre él, pero en lo que respecta a Gorbachov y sus hombres de confianza, por así decirlo, me parece claro en que creían...

Lo que Jruschov había dicho, extrajeron ciertas conclusiones lógicas. A saber, que toda la idea de construir una sociedad socialista, toda la idea de una revolución socialista basada en la clase obrera, etc., debía ser erradicada de raíz. ¿De acuerdo? Tenía que ser ilegítima, algo que solo pudiera tener consecuencias criminales, y por lo tanto, debía ser destruida.

Esa fue la conclusión a la que llegaron Gorbachov, Yakovlev y otros. Y tras el fin de la Unión Soviética, lo admitieron. No podían admitirlo mientras la Unión Soviética aún existía, mientras Gorbachov ascendía en las filas del Partido, e incluso después de convertirse en su presidente. Como dijeron Gorbachov y Yakovlev, tuvieron que fingir ser buenos leninistas mientras la Unión Soviética aún existía. Así que concentraron sus ataques en falsificar la historia soviética durante el período de Stalin. Pero creo que lo creyeron, que ellos mismos dieron crédito a las mentiras de Jruschov y a las mentiras de la era de Jruschov sobre Stalin.

Y eso nos lleva a otra pregunta: ¿por qué Jruschov hizo lo que hizo? Y creo que tiene otra pregunta al respecto, pero la respuesta corta es que realmente no estamos seguros.


NP: Bueno, antes de volver a hablar de Jruschov, se sabe que muchos de los secundadores de la Guerra Fría, de derecha o conservadores, sí, los que hoy se llaman neoconservadores, fueron extrotskistas. Me refiero a James Burnham, el famoso Irving Kristol, y la lista es interminable. Dijeron que la realidad los había engañado y que ahora, por un azar milagroso, estos trotskistas se han vuelto conservadores. Pero ¿cree que es realmente significativo que estos hombres, que se decía que eran el baluarte del anticomunismo estadounidense, fueran en realidad trotskistas? Así que, curiosamente, Estados Unidos, o el imaginario popular estadounidense, capta la narrativa de Trotsky sobre lo sucedido. ¿Qué cree que es lo más significativo?

GF: Bueno, claro. Cuando tienes una figura que es famosa por ser uno de los líderes bolcheviques más destacados durante el período de La Revolución de Octubre de 1917, y luego durante el período de la guerra civil, -Trotsky era el comisario del ejército y la marina-, también desempeñó cargos en el Buró Político, del grupo dirigente del Partido Comunista durante varios años después de la guerra civil. Cuando alguien así empieza a acusar al líder de la Unión Soviética, Stalin, de todo tipo de crímenes terribles y actos de deshonestidad, etc., es inevitable que esto atraiga a los anticomunistas ideológicos.

El anticomunismo ideológico es muy fuerte en los países occidentales, incluyendo Estados Unidos y otras sociedades occidentales. Por lo tanto, la presión sobre las personas atraídas por el movimiento comunista, que profesan sus objetivos, para que mejoren sus carreras, sus condiciones de vida, sus estatus, es necesario que renuncien a todo eso es muy grande, y algunas personas lo hicieron.

Entonces, el trotskismo puede considerarse una especie de punto intermedio, ¿no? Si, eres comunista. Y luego, bueno, Trotsky criticó a Stalin, así que te acercas a los trotskistas y te conviertes en un comunista crítico. Y luego, en cierto momento, esta crítica se vuelve radical, y te conviertes en un defensor del capitalismo. Así que esa es, creo, la trayectoria general de los trotskistas, es decir, porque creían en Trotsky y sus diatribas.

Uno de los libros que escribí hace algunos años y al que usted hizo alusión hace unos minutos se llama Las "mentiras" de Trotsky. Y el origen de ese libro fue que escribí un libro sobre el Discurso Secreto de Jruschov, y al descubrir, estudiar y analizar los documentos originales provenientes de los archivos soviéticos desde el fin de la Unión Soviética, descubrí que efectivamente Jruschov mintió. Ese es el título del libro.

Y de inmediato se me ocurrió: Bueno, en algún momento tendré que hacer algo con Trotsky, porque Trotsky básicamente dijo cosas muy similares, en algunos casos, incluso lo mismo. Así que si Jruschov mintió, eso implica que Trotsky también mintió.

Pero no puedes dejarlo así. Tienes que buscar las pruebas. Así que las revisé y descubrí que Trotsky mintió, hasta un punto que es difícil de creer hasta que se analiza con detenimiento. Simplemente mentía todo el tiempo. Y desde ese libro, he escrito cuatro... creo que ya son cuatro...libros sobre Trotsky.

Porque los trotskistas parecen revolucionarios, anticapitalistas convencidos. Pero simplemente aceptan lo que dijo Trotsky, lo cual es un error, ¿no? Nunca se debe aceptar lo que dice una autoridad. Nunca se debe aceptar lo que dijo Jruschov. Nunca se debe aceptar lo que dice Grover Furr. Bueno, los trotskistas no solo aceptan eso, sino que también aceptan cualquier acusación antiestalinista que provenga de escritores abiertamente anticomunistas y procapitalistas.

Así que el trotskismo se ha convertido en una facción que critica y ataca a Stalin, y su época, mientras proclaman ser los verdaderos comunistas. Y creo que eso atrae a algunas personas, que se sienten atraídas por los objetivos del comunismo y el socialismo, pero que quizás se han vuelto un poco necias por toda la propaganda antistalinista.


NP: Sí. Volviendo brevemente a Jruschov, una de las cosas más impactantes del Discurso Secreto es el enorme daño que le causó a la URSS en materia de relaciones públicas. En Occidente, marxistas desmemoriados, etc., sintieron la necesidad de repudiarlo o de disculparse por haber apoyado a la Unión Soviética. Entonces, dado que él era el líder de la URSS, ¿por qué, en qué estaba pensando? ¿Por qué hizo esto?

GF: Bueno, no lo sabemos. Escribió memorias, pero insistió en ellas, a menudo de forma muy contradictoria, en que lo que decía sobre Stalin que era cierto. Insistió, en todas sus mentiras e incluso inventó algunas más. Así que, en realidad, no lo sabemos. No es que Jruschov admitiera: «Oye, mentí y aquí te explico por qué».

Si analizamos las políticas de Jruschov, aquellas por las que es más famoso (aunque no he investigado especialmente al respecto, creo que es evidente que Jruschov tenía profundos desacuerdos con las políticas que defendía Stalin. Ciertamente, no estaba de acuerdo con la idea de la necesidad de una revolución violenta en los países capitalistas para instaurar el socialismo). Jruschov se hizo famoso por su postura de coexistencia pacífica. Una coexistencia pacífica y, de una u otra forma, la conquista y la superación del capitalismo de forma pacífica. Creo que ese era su principal objetivo.

Y creo que Jruschov, veía el socialismo esencialmente como un mecanismo de industrialización y modernización. Es decir, tenía una noción económicamente determinista del socialismo. Por cierto, no era él solamente. Mucha gente, sobre todo quizás en los países coloniales y excoloniales, donde el afán de modernización y de construir una sociedad fuerte económica, política y militarmente era muy fuerte.

Muchas personas del movimiento comunista mundial, y otras que lo rodeaban, compartían la idea de que el comunismo era quizás, la mejor herramienta para construir un estado nacional fuerte. Y eso no es lo mismo, que considerar que es la forma de construir una sociedad sin clases basada en el poder de los trabajadores.

Así que, sin entrar en detalles sobre otros desacuerdos de Jruschov con las políticas asociadas con Stalin, creo que esa es una especie de aproximación de primer orden a los desacuerdos de Jruschov. Pero claramente Jruschov no era, ni podía haber sido, la única persona en la dirección soviética con estas ideas, o su Discurso Secreto no habría sido publicado. Probablemente nunca lo habría logrado. La mayoría de los delegados del XXº Congreso del Partido en 1956, que escucharon el Discurso Secreto de Jruschov, debieron saber que al menos parte de lo que Jruschov dijo sobre Stalin era falso. Pero no se rebelaron contra ello. No lo cuestionaron.

En los seis, siete u ocho años posteriores al discurso de Jruschov, el Partido Comunista Chino, liderado por Mao Zedong, lo cuestionó, criticó las políticas de Jruschov. Pero carecían de las pruebas que tenemos ahora. No sabían, cuando criticaron a Jruschov, por ejemplo, de ser como un falso comunista, ese era el título de uno de los ensayos sobre la llamada disputa chino-soviética, de finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, no sabían, no podían saber, que Jruschov simplemente había mentido.

No tenían las pruebas. No contaban con la documentación que tenemos ahora, gracias a la desaparición de la Unión Soviética. Pero sí vieron la tendencia general del ataque de Jruschov a Stalin, como una especie de excusa para abandonar la lucha por la revolución socialista.


NP: Justo antes de pasar al tema de Jruschov, ¿cree usted que su origen ucraniano tiene alguna relevancia en alguna de sus acciones?

GF: No, no lo creo. No he encontrado nada que me lleve a esa conclusión.


NP: Y, bueno, corrígeme si me equivoco, pero Jruschov estuvo involucrado en la implementación de muchas de las cosas de las que acusó a Stalin, ¿verdad?

GF: Claro. Jruschov fue ascendido al Politburó a principios de 1938. No estoy seguro en qué mes, pero sí que estuvo en el Politburó a principios de 1938. Antes de eso, había sido el primer secretario del Partido en Moscú, un cargo de suma importancia. Y después, fue el primer secretario de Ucrania, otro territorio muy importante de la Unión Soviética. Así que Jruschov fue un líder importante del Partido durante la década de 1930, y en vida de Stalin. Por lo tanto, Stalin debió de tener cierta confianza en él. Así que, fuera cual fuese el proceso que dio origen al ascenso de Jruschov, tuvo que haber estado sucediendo, al menos durante la década de 1930, o incluso antes.


NP: Uno de los aspectos más interesantes de su trabajo, es el tiempo y el espacio que dedica a considerar seriamente las acusaciones formuladas en los juicios de Moscú. De hecho, tiene un libro completo sobre el tema. Ahora bien, estas suelen desestimarse. Y debo admitir que, antes de leer su libro, yo también pensaba lo mismo. Recuerdo que en la escuela me enseñaron que estos juicios eran farsas.  Eran como disparates. ¿Podría explicarnos de qué se acusó exactamente a los acusados en los juicios de Moscú, y por qué los historiadores convencionales suelen desestimar estos cargos? ¿Y qué significaría para la historia soviética, que se pudiera demostrar esa culpabilidad de los acusados?

GF: Claro. Bueno, los juicios formaron parte del descubrimiento y la exposición de la conspiración clandestina de Trotsky y sus partidarios. Trotsky había sido expulsado del país. Pero contaba con partidarios prominentes dentro del Soviet Supremo y también entre la llamada derecha, es decir, personas como Bujarin, Alexei Rykov y otros que se oponían a la industrialización acelerada, la colectivización forzosa de la agricultura, y a las políticas centralizadas.

Antes de continuar comentando algunas cosas críticas sobre los acusados en los juicios de Moscú, y los grupos conspirativos clandestinos dentro de la Unión Soviética, permítanme decir que desde el principio, desde el final de la Guerra Civil, si no antes, pero ciertamente desde el final de la Guerra Civil Rusa, en 1921 o así, cuando se hizo evidente que la Unión Soviética iba a sobrevivir, que no iba a ser aplastada ni por las fuerzas zaristas, ni por los ejércitos blancos, ni por las potencias imperialistas occidentales, que habían intervenido de una manera tan poco entusiasta para tratar de aplastar la Revolución Soviética, cuando se hizo realidad la existencia de la Unión Soviética.

Una fuerte tendencia en el Partido Bolchevique, y de hecho en todos los grupos marxistas, siempre había sido creer que el socialismo llegaría en una sociedad industrial avanzada, como Inglaterra, Francia y Alemania. Mas aquí, el socialismo se había conquistado en una sociedad como Rusia, donde se cimentó la Unión Soviética, que sin duda contaba con importantes centros industriales, pero que al menos...el 80% de la población era de campesinos pobres, que trabajaban en condiciones prácticamente medievales, con un sistema político realmente feudal.

Hubo algunos intentos fallidos de revolución después de la Primera Guerra Mundial. Todos fueron derrotados. Y entonces la pregunta fue: ¿podría sobrevivir la Unión Soviética? Porque parecía que una interpretación del marxismo era que la Unión Soviética no podría sobrevivir, sin el apoyo de una revolución socialista en una o más sociedades industriales avanzadas. Decir que esa es una lectura del marxismo de principios del siglo XX, sin duda, como se comprendía de esa forma, muchos lo hicieron. Pero decir eso era muy desilusionante. Es decir, que la pregunta principal ¿cuál es el camino hacia el futuro? Y se decía, que no había camino hacia el futuro de la Unión Soviética, ¿no es verdad? No podía sustentarse. Y esa era una tendencia fuerte dentro del Partido Bolchevique. 

He mencionado lo que pensaban los derechistas. Y he mencionado a Trotsky.  Stalin y otros desarrollaron una proyección diferente del futuro, similar a esta: "Bueno, los capitalistas no cumplieron su propósito histórico en Rusia. No industrializaron el país. No crearon una sociedad industrial avanzada con una gran clase trabajadora. Por lo tanto, tenemos nosotros que hacerlo. Tenemos que elevar a la clase trabajadora y si lo hacemos cimentaremos su poder. Nosotros lo haremos, es decir, el pueblo soviético bajo el liderazgo continuo del Partido Comunista".

Esa fue la esencia de ese debate. Y se caracteriza esencialmente por el aspecto económico de los debates políticos de la década de 1920. No sorprende que la perspectiva de que el socialismo se puede construir en un solo país, asociada con Stalin, por el mismo razonamiento, prevaleciera, porque, era el destino revolucionario, quiero decir, ¿para qué hicieron una revolución todos estos bolcheviques, todos estos comunistas? Para eso la hicieron. Así que esa fue la postura que prevaleció. Ahora bien, dejo de lado las personalidades y las disputas que tuvieron lugar en las Conferencias y Congresos del Partido durante la década de 1920. Dejo todo eso de lado, pero esa es la situación básica.

Ahora supongamos que no eres seguidor de Stalin, de la línea estalinista que dice: Sí, podemos construir un poderoso estado socialista con nuestro propio esfuerzo, mediante la industrialización acelerada y la colectivización de la agricultura. Supongamos que eres de los que tienen una visión más tradicional del marxismo, que dice que eso es imposible. Por lo tanto, una forma de pensar es que seguir las políticas asociadas con Stalin condenará al socialismo no solo en la Unión Soviética, sino quizás también en el movimiento comunista mundial.

Y eso se vuelve más importante que cualquier otra cosa, más importante que el centralismo democrático, más importante que cualquier cosa que Lenin haya dicho, y ciertamente más importante que cualquier cosa que Stalin tenga que decir. 

- Eso justifica conspirar contra la dirección del Partido. 

- Eso justifica conspiraciones clandestinas para deshacerse del régimen soviético liderado por Stalin. 

- Eso justifica la colaboración con los capitalistas extranjeros que también quieren deshacerse de Stalin y del socialismo soviético. 

- Ese objetivo justifica dar marcha atrás, retroceder, tal vez [incluso] invitar a los capitalistas a regresar, tal vez realmente construir el capitalismo dentro de la Unión Soviética para que en algún momento en el futuro lejano, cuando la Unión Soviética se haya industrializado siguiendo los lineamientos de las sociedades capitalistas occidentales, tal vez entonces pueda haber una revolución que cumpla con los requisitos marxistas tradicionales.

Así que creo que las conspiraciones y los crímenes de los trotskistas, derechistas y otros conspiradores en la Unión Soviética durante los años 20 y, sobre todo, en los 30, estaban motivados por estos objetivos. Bueno, [inicialmente] no eran personas malvadas como tales. Simplemente creían, que el programa de Stalin sería un desastre para el movimiento socialista en la Unión Soviética y en todo el mundo.

Durante la década de 1930, estas conspiraciones, con las que nadie discrepa, es decir, tenemos tanta evidencia de que realmente existieron que habría que ser bastante necio, porque ningún estudiante serio dice que no hubo ninguna, y estas continuaron. Y en diciembre de 1934, la primera...

El secretario del Partido Comunista de Leningrado, Serguéi Kirov, fue asesinado. El asesino [Leonid Nikolayev], que intentó suicidarse sin éxito, nombró a otros conspiradores con los que estaba asociado y a quienes lo había organizado. Estas personas estaban vinculadas a algunos de estos antiguos líderes del partido, entre ellos los más brillantes Grígori Zinoviev y Lev Kámenev. Finalmente, se obtuvieron pruebas para inculparlos, lo que condujo al primer juicio en Moscú, llamado en Occidente como el primer "juicio espectáculo" de agosto de 1936.

Las investigaciones, arrestos e interrogatorios continuaron, y condujeron al segundo juicio en Moscú, el llamado juicio trotskista de enero de 1937, y posteriormente al tercer juicio en Moscú, en marzo de 1938, contra los derechistas Bujarin, Rykov y otros, entre ellos también trotskistas. Y hoy, tras la caída de la Unión Soviética, contamos con cientos de confesiones, interrogatorios y declaraciones de los conspiradores a los investigadores. Contamos con una enorme cantidad de pruebas que demuestran que estas personas eran, de hecho, culpables.

Pero en la década de 1930, de hecho, hasta el fin de la Unión Soviética, no teníamos estas pruebas. No estaban disponibles. Estaban ocultas en archivos soviéticos que nadie podía ver, salvo un pequeño grupo de archivistas e historiadores de confianza. Así que era fácil afirmar por parte de los anticomunistas, por supuesto, de los trotskistas, y por los partidarios de la derecha, que estas personas habían sido obligadas de alguna manera a confesar.

Nunca hubo pruebas, de que los hubieran obligado a confesar. De hecho, hay muchas pruebas efectivas de que no lo fueron. Hay una cosa más. Permítanme mencionar esto. La transcripción del juicio de 1936 es bastante corta. Está abreviada, se publicó también de forma abreviada. La protesta de los trotskistas, los anticomunistas y los socialdemócratas fue: «Esto no sirve. No lo aceptamos». Porque la transcripción del juicio de enero de 1937 tiene 600 páginas. La transcripción del juicio de Moscú de marzo de 1938 tiene 800 páginas. E incluso estas son transcripciones también algo abreviadas, pero aun así contienen muchísimo material.

Muy poca gente se molesta en leer y estudiar esas transcripciones. Si lo hiciesen, la evidencia es muy convincente. Nunca ha habido evidencia, de que las confesiones de las personas en estos juicios fueran obtenidas mediante coacción, y hay abundantes pruebas de que no pudieron haberlo hecho. Les daré un ejemplo.

En el juicio de 1938, el juicio contra los derechistas y trotskistas, Nikolai Bujarin, un bolchevique muy destacado y un conspirador prominente, confesó ciertos crímenes de los que se le acusaba. Sin embargo, dedicó la mayor parte de su testimonio a negar con la mayor firmeza posible algunas de las acusaciones más significativas, que la fiscalía formuló contra él.

Ahora bien, si hubiera temido la tortura, si hubiera temido que su familia fuera perseguida, jamás lo habría hecho. Simplemente, jamás habría luchado con uñas y dientes contra el fiscal Vyshinsky, para negar algunos de los principales cargos que Vyshinsky presentó contra él.

En su declaración final en el juicio, Bujarin dijo: «Bueno, la gente se preguntará por qué estoy confesando». Y lo primero que dice es que, "obviamente, las pruebas en mi contra juegan un papel muy importante". Así que, creo que una lectura atenta de los textos de estos juicios de Moscú disipa cualquier sospecha de que estas personas fueran coaccionadas. Pero, como ya he dicho, ahora tenemos cientos de documentos testificales, de todos estos juicios contra todas estas personas y contra muchas otras. Ahora tenemos las pruebas. Hay muchísimas más pruebas que aún están en los archivos, porque nadie las está buscando, pero tenemos una cantidad enorme.

Ahora bien, en cuanto a por qué la gente lo creyó, aseverando que eran fraudulentos, creo que Jruschov tuvo mucho que ver. Trotsky dijo claramente que todo era falso. Y luego Jruschov lo retomó, y encajó perfectamente con el paradigma antistalinista. Fue muy conveniente para los anticomunistas.

El mundo académico simplemente aceptó lo que dijo Jruschov. De hecho, varios investigadores de la historia soviética de los años 60, 70, 80 y 90 afirmaban cosas como: «Bueno, para lo que sucedió después, podemos recurrir al Discurso Secreto de Nikita Jruschov», como si fuera una fuente primaria de evidencia. Ahora sabemos que no lo fue, pero debería haber sido obvio desde el principio que Jruschov y sus historiadores, y luego Gorbachov y los suyos, no tenían pruebas. No podían citar ninguna.


NP: Planteas algo que me pareció bastante convincente, es que mostraste algunos ejemplos de casos en los que los acusados mintieron en sus testimonios. Dijeron que no habían estado en contacto con varias personas como Trotsky, por ejemplo, y luego aparecieron cartas que demostraban que sí lo estaban. Así que, si fue una confesión forzada, si se les obligó a mentir, no tiene mucho sentido.

GF: En ese libro también señalo, que existen pruebas no soviéticas que confirman algunas de estas acusaciones. Por ejemplo, las acusaciones contra Yuri Piatakov en el juicio de enero de 1937. Había un ingeniero estadounidense, John Littlepage, quien durante la Depresión, cuando era difícil encontrar trabajo para ingenieros, fue a la Unión Soviética a trabajar como experto. Y testifica que sabía con certeza que algunos de los cargos contra Piatakov eran ciertos.

Me tomé la molestia hace años, hace 45 años, de localizar a una persona, ya bastante mayor por aquel entonces, que había sido alumno de Littlepage en la década de 1930. Le sondeé. Le dije que Littlepage había escrito artículos, y luego un libro que afirmaba la veracidad de las acusaciones en el juicio de 1937 contra Piatakov. ¿Era Littlepage simpatizante del comunismo? ¿Había alguna razón para pensar que intentaría defender, ya sabes, la postura soviética? Y el profesor al que entrevisté dijo que no. Era un tipo muy directo, un típico estadounidense del Oeste. No le interesaba en absoluto el comunismo. Simplemente se fue a la Unión Soviética a buscar trabajo durante la Depresión.

De modo que hay testimonios soviéticos adicionales, evidencia de fuera de la Unión Soviética, que apoyan la autenticidad de algunos de los cargos en los juicios de Moscú.


NP: De acuerdo. Ahora bien, a modo de argumento, demos por sentado que los hombres fueran culpables. ¿Era realmente necesario que Stalin purgara lo que él llamaba la desviación de izquierda, y luego la desviación de derecha? Leí un libro titulado "Los recuerdos de Molotov", donde en una serie de entrevistas, estoy seguro de que estás familiarizado con ellas, con Molotov recordando aquellos tiempos, después de ser exiliado a Mongolia o donde fuera. Y Molotov en ese libro, parece sugerir que la Unión Soviética no habría sobrevivido si no hubieran llevado a cabo estas medidas, es decir, las purgas.

Pero mi pregunta es ¿por qué? ¿Cuál era la amenaza específica que representaba cada facción, tanto ideológica como prácticamente? Digamos que simplemente los declararon culpables y les dijeron: «Bueno, vayan a la cárcel o los exiliaremos a Mongolia», como hicieron con Molotov. ¿Por qué no pudieron hacerlo? ¿Por qué fue necesario ejecutarlos directamente, en su opinión?

GF: Bueno, en el segundo juicio de Moscú, cuatro de los acusados fueron condenados a prisión, no ejecutados. En el tercer juicio de Moscú, ¿cuántos fueron? Al menos cuatro o cinco fueron encarcelados, no ejecutados.

Como dije, es muy útil estudiar las transcripciones. No todos fueron ejecutados.

Pero permítanme retroceder un poco. Nadie en los juicios de Moscú, y básicamente nadie durante la década de 1930, en ninguno de los juicios que conocemos, bien claro está acreditado, que nadie fue ejecutado por algo que no fuera un delito capital.

Así que, en el primer juicio de Moscú, algunos de los acusados estuvieron directamente involucrados en el asesinato de Kirov. Los demás acusados en el primer juicio de Moscú eran espías nazis. Estaban a sueldo de Alemania, por lo que todos fueron ejecutados.

En el segundo juicio de Moscú contra los trotskistas... Para cuando se celebró el segundo juicio de Moscú, el trotskismo ya había sido proscrito. Ya no se consideraba una simple tendencia política dentro del Partido Bolchevique. Una vez que los acusados en el primer juicio de Moscú fueron condenados por conspirar para asesinar a algunos líderes soviéticos, incluyendo a Stalin y otros, ser trotskista era ilegal.

No era un delito capital, pero sí ilegal. Pero si leen la transcripción, verán que las acusaciones contra los principales defensores de Trotsky en el segundo juicio de Moscú, fueron los que estaban involucrados no solo con los nazis y espías alemanes, sino también en sabotajes dentro de la propia Unión Soviética. Algunos de estos sabotajes, tuvieron como consecuencia la muerte de personas en accidentes ferroviarios o explosiones mineras... Así que quienes participaron en esos actos fueron ejecutados.

Pero algunos de los otros que sí lo hicieron, no estamos completamente seguros de por qué, pero evidentemente lo hicieron. Habíase demostrado tener una participación más periférica o habían aportado pruebas que los investigadores desconocían. En cualquier caso, cuatro de los acusados no fueron ejecutados, sino condenados a prisión. Karl Radek, probablemente el más conocido de estos personajes, claramente cooperó con la fiscalía después de cierto tiempo, y fue condenado a 10 años de prisión, al igual que Grígori Sokólnikov. Asimismo, Radek era un trotskista comprometido. Sokólnikov era opositor, pero no estaba comprometido con ninguna facción en particular.

En el tercer juicio de Moscú, varios acusados fueron condenados a prisión. Las razones se exponen en el resumen del tribunal. Si se leen las transcripciones, se puede ver que o bien no estaban involucrados en delitos capitales, como en el caso del acusado Dr. Pletnev, o bien habían prestado una importante ayuda a la fiscalía en el caso de Cristian Rakovsky, un importante partidario de Trotsky. Sin embargo, los demás acusados sí estaban involucrados en conspiraciones con los nazis, con otros opositores y en sabotaje, delitos que constituían delitos capitales.

Así que la idea de que Stalin purgaba a la gente es incorrecta. 

Permítanme decir unas palabras sobre el término "purga". El término "purga" es una traducción de la palabra rusa "chistka", que significa limpieza o purga. Y lo que era una purga, era que periódicamente durante la década de 1930, los miembros del Partido tenían que pasar por un control, lo que significaba que eran investigados por el Partido, por sus colectivos, para ver si habían pagado sus cuotas, si habían hecho trabajo partidario, si se habían comportado correctamente, si eran buenos comunistas. Y si pasaban ese control, esa purga, eran aceptados. Si no, podían ser puestos en período de prueba o incluso expulsados. Y eso era una purga.

Por lo tanto, es desinformación y confunde enormemente la comprensión de este período, llamar purgas a los juicios de los opositores involucrados en estas conspiraciones. No fueron purgas. Fueron juicios penales con sanciones penales en juego.


NP: Ya que hablamos de la desviación de izquierda y de derecha, estamos dando algunos saltos, pero creo que vale la pena preguntar esto. ¿Crees que es justo decir que, una vez que Jruschov se embarcó con elementos desviacionistas tanto de izquierda como de derecha, condenó a la URSS? Y sé que nos estamos alejando un poco de tu período, pero ¿podría haber hecho algo Brézhnev, para rescatar a la URSS del revisionismo después de que prácticamente reemplazó a Jruschov en los años 60?

GF: Bueno, Brezhnev fue uno de los que apoyaron a Jruschov y, en 1964, fue uno de los que jugó un papel crucial en su destitución en la reunión del comité central de octubre de 1964. Así que estaba con Jruschov, y no creo que fuera a cambiar el rumbo del Partido. Digámoslo así. Como mencioné, creo que cuando Jruschov pronunció ese Discurso Secreto en 1956, la dirección del Partido ya lo apoyaba claramente. Y eso implica que Stalin estaba políticamente aislado. Y los elementos de ese aislamiento político dentro del Partido —perdón, las líneas generales de ese aislamiento político de Stalin dentro del Partido— son evidentes incluso a finales de la década de 1930.

Por ejemplo, Stalin inició la redacción de una nueva constitución soviética, que finalmente fue publicada y aprobada por el gobierno soviético, y el Partido en 1936. A menudo se la conoce como la Constitución de Stalin. Esta Constitución exigía elecciones secretas y democráticas, elecciones universales donde el voto era secreto en competencia con otros candidatos. Preveía la nominación de candidatos para el gobierno, para los Soviets, en los diversos niveles, que no pertenecieran al Partido Comunista. Stalin y algunos de sus partidarios defendieron firmemente esta idea.

Pero este proyecto no se realizó. Stalin no logró el apoyo del Comité Central. Hay pruebas, de que ni siquiera logró convencer al Politburó, que era un grupo dirigente mucho más pequeño, para que asumiera esa posición. No sugiero que hubiera sido una medida buena o mala. Pero estuvo ideada por Stalin y no logró imponerla en el Partido.

También en la reunión del Comité Central de febrero-marzo de 1937, Stalin anunció que habría clases políticas. Stalin creía que el problema del Partido  Comunista Soviético residía en que la gente no entendía el marxismo-leninismo. Los líderes, la dirección del Partido, no entendían el marxismo, y necesitaban hacerlo. Así que Stalin anunció que habría escuelas, que habría clases en Moscú, y que los líderes del Partido de todos los niveles irían, por turnos, a Moscú para asistir a estos cursos. Mientras tanto, se debían nombrar a algunas personas para que ocuparan sus puestos mientras estuvieran ausentes, para que desempeñaran sus funciones en el Partido en sus localidades, mientras ellos asistían a estas clases en Moscú.  Stalin lo recalcó en gran medida, en su discurso de marzo de 1937.

Y estas clases nunca se llevaron a cabo. Claramente, los líderes del Partido a todos los niveles no querían realizarlas. Desconocemos con exactitud los detalles de cómo se promovieron, pero si, que las clases nunca se llevaron a cabo. Se podría especular que estos líderes del Partido no querían abandonar sus puestos de liderazgo, cederlos a otras personas e ir a Moscú durante meses para estudiar. Quizás pensaron que al terminar sus estudios ya no serían necesarios. Perderían esos puestos.

Y se podría especular que lo mismo ocurría con la idea de las elecciones. Stalin incluso dijo en su famosa entrevista de 1935 con Roy Howard, de la cadena de periódicos Scripps-Howard, que sería beneficioso para el Partido Comunista que algunos candidatos no comunistas compitieran contra candidatos comunistas, y fueran elegidos, y que los miembros del Partido Comunista fueran derrotados, porque eso demostraría que no habían hecho un buen trabajo comunista y les ayudaría a mejorarlo.

Así que Stalin no se salió con la suya y se topó con oposición incluso a mediados de la década de 1930. Pero esta oposición provenía de personas que no eran trotskistas ni conspiradores de derecha, y mucho menos espías nazis o japoneses. Se trataba de bolcheviques estalinistas leales, que simplemente no estaban de acuerdo con las políticas que defendía Stalin. Así que Stalin no logró imponer su criterio. Y esta tendencia se acentuó con el tiempo. De modo que, al llegar a la posguerra, los últimos años de la vida de Stalin, creo que es evidente que estaba aislado dentro del Partido.

En octubre de 1952 se celebró el XIXº Congreso del Partido. Este fue el último congreso que tuvo lugar en vida de Stalin. El tema del XIXº Congreso del Partido fue básicamente: Adelante hacia el comunismo, Adelante hacia la siguiente etapa en la construcción del comunismo. El texto que todos consultaron y leyeron fue el último libro de Stalin, "Problemas económicos del socialismo en la URSS", que mencionó muchas veces. De alguna manera, marcó los cambios que debían de realizarse para la siguiente etapa del progreso hacia el comunismo. Luego, inmediatamente después del congreso, también en octubre de 1952, se celebró una reunión del comité central y, evidentemente, por insistencia de Stalin, se reorganizó la estructura de dirección del partido.

Y, para resumir, Stalin muere en marzo de 1953 y, en muy poco tiempo, su libro prácticamente desaparece de los estantes. Ya nadie hace referencia a él. Ya nadie hace referencia a las resoluciones aprobadas en el XIXº Congreso del Partido. El nuevo programa del Partido y los cambios en la dirección del mismo fueron simplemente ignorados. Así que, claramente, las iniciativas que Stalin apoyó no contaron con el apoyo de la dirección. Y esto demuestra una vez más que Stalin se encontraba políticamente aislado dentro del Partido al momento de su muerte y, evidentemente, durante bastantes años antes.


Enlace original en inglés del vídeo:

- https://www.youtube.com/watch?v=niEp25WIHgM


Enlaces en internet sobre Grover Furr

Los libros de Furr: https://msuweb.montclair.edu/~furrg/