Después del XX Congreso del Partido Comunista, las decisiones para el desarrollo del Socialismo, la extensión de esos logros para toda la población soviética, y por ende de la humanidad se paralizaron. Se utilizaron consignas para calmar a la población "Coexistencia Pacífica, búsqueda de la Paz, Partido de todo el pueblo, avances hacia el comunismo", pero que realmente encubrían una revisión total de la Construcción del Socialismo hacia el Comunismo. Y a la postre fue hacia el Capitalismo.
Porque los paradigmas de avance estratégico para los siguientes quinquenios se encauzaron hacia la aplicación de ideas capitalistas dentro del "Socialismo de Mercado": eficiencia de las empresas, poder de los directores de fábrica, eliminación del control obrero, anulación de los planes estatales económicos, vertebración de los "objetivos nacionales en cada república", creación de un mercado paralelo de mercancías al alcance de una élite intelectual-funcionarial, destrucción de las lineas agrícolas eficientes por implementación de cultivos "experimentales", etc... toda una serie de medidas llevada a cabo por los revisionistas Jruschovs y Breznevs, que devino en la destrucción económica-politica de la URSS.
Muchas de las lineas maestras emanadas del XIX Congreso fueron derogadas, olvidadas y en el peor de los casos silenciadas. Medidas como la democratización de la sociedad, la socialización efectiva del campo, el ascenso gradual de incentivos sociales a toda la población, promoción de los jóvenes a los centros de decisión de las repúblicas, extensión de los beneficios estatales en cada fábrica y centro de trabajo (horarios, bajadas de precios, subida de salarios) fueron arrinconadas.
Los planes del salto cualitativo hacia el comunismo, tristemente apartados: Paso de los koljoses a sovjoses y posteriormente a comunas, Plan de reforestación de la URSS, Plan de Autoabesticimiento Constante de todas las materias primas sin depender de Occidente, Líneas de nuevos electrodomésticos para la población, Inclusión de las trabajadoras en las direcciones económicas estatales, de cada república y de cada centro de trabajo, Plan para la Educación Estatal de Padres y Pedagogos, etc..
El Golpe de Estado de Jruschov y sus cómplices en 1956, fue el comienzo del derrumbe de la URSS.
Pero hubo intentos de romper ese control de la burguesía instalada en el PCUS. A lo largo de este año hemos recuperado alguna de aquellas experiencias de la ciencia, la cultura y los logros sociales de la etapa de construcción del socialismo.
Por Ben Peters, de su obra, Como no conectar una nación: la incómoda historia del internet soviético.
Porque los paradigmas de avance estratégico para los siguientes quinquenios se encauzaron hacia la aplicación de ideas capitalistas dentro del "Socialismo de Mercado": eficiencia de las empresas, poder de los directores de fábrica, eliminación del control obrero, anulación de los planes estatales económicos, vertebración de los "objetivos nacionales en cada república", creación de un mercado paralelo de mercancías al alcance de una élite intelectual-funcionarial, destrucción de las lineas agrícolas eficientes por implementación de cultivos "experimentales", etc... toda una serie de medidas llevada a cabo por los revisionistas Jruschovs y Breznevs, que devino en la destrucción económica-politica de la URSS.
Muchas de las lineas maestras emanadas del XIX Congreso fueron derogadas, olvidadas y en el peor de los casos silenciadas. Medidas como la democratización de la sociedad, la socialización efectiva del campo, el ascenso gradual de incentivos sociales a toda la población, promoción de los jóvenes a los centros de decisión de las repúblicas, extensión de los beneficios estatales en cada fábrica y centro de trabajo (horarios, bajadas de precios, subida de salarios) fueron arrinconadas.
Los planes del salto cualitativo hacia el comunismo, tristemente apartados: Paso de los koljoses a sovjoses y posteriormente a comunas, Plan de reforestación de la URSS, Plan de Autoabesticimiento Constante de todas las materias primas sin depender de Occidente, Líneas de nuevos electrodomésticos para la población, Inclusión de las trabajadoras en las direcciones económicas estatales, de cada república y de cada centro de trabajo, Plan para la Educación Estatal de Padres y Pedagogos, etc..
El Golpe de Estado de Jruschov y sus cómplices en 1956, fue el comienzo del derrumbe de la URSS.
Pero hubo intentos de romper ese control de la burguesía instalada en el PCUS. A lo largo de este año hemos recuperado alguna de aquellas experiencias de la ciencia, la cultura y los logros sociales de la etapa de construcción del socialismo.
Por Ben Peters, de su obra, Como no conectar una nación: la incómoda historia del internet soviético.
En 1970, Viktor
Glushkov presentó al Kremlin un plan para conectar 20.000 terminales en
la URSS. Pero la burocracia retrasó su idea y la caída del Muro la
frustró por completo.
Esta historia podría ser un bulo de los
amantes de la teorías conspiranoicas, un informe desclasificado por
Vladimir Putin del antiguo KGB o un relato de Stanislaw Lem, el gran
escritor polaco de ciencia ficción. Sin embargo, es el sueño -100% real- de un genio informático llamado Viktor Glushkov de crear una red civil que interconectara toda la Unión Soviética a principios de los años 70... y todo esto dos décadas antes del nacimiento de la World Wide Web.
Viktor Mijaílovich Glushkov con su equipo de colaboradores.
Sin embargo, hoy nadie se acuerda del padrastro de internet y el visionario de Cybertonia, el Silicon Valley comunista.
Todo
arranca el 1 de octubre de 1970, cuando el ingeniero informático
Glushkov acudió al Kremlin para explicar su gran proyecto. Por aquel
entonces, existía una gran inquietud entre las autoridades soviéticas
porque sabían que los estadounidenses acababan de iniciar el desarrollo
de Arpanet, una red de computadoras creada por encargo del Departamento
de Defensa que actuaría como sistema de comunicación entre
instituciones académicas y estatales.
En su comparecencia, Viktor Mijaílovich Glushkov (1923-1982) propuso
iniciar la era del cibersocialismo. Este matemático, ingeniero y primer
director del Centro Cibernético de Kiev, era plenamente consciente del
potencial de las redes de ordenadores y lo que podían llegar a hacer. «No
sólo tenía una gran formación científica, también hablaba inglés y
alemán y era capaz de ridiculizar a los ideólogos del partido citando
párrafos enteros de Marx», explica Ben Peters, investigador de
la Universidad de Tulsa (EEUU), uno de los mayores expertos en Occidente
de la figura de Glushkov y autor de Cómo no conectar una nación: la incómoda historia del internet soviético (editado en inglés en 2016).
La URSS ya tenía redes de comunicación de defensa militar a gran escala desde los años 50. Por
lo tanto podía haber desarrollado una versión civil con relativa
facilidad. «Los soviéticos se especializaron en proyectos de
modernización en masa, desde la desastrosa colectivización agrícola
hasta la electrificación de todo su territorio, pasando por la carrera
espacial y la apuesta por la energía nuclear», dice Peters.
Anatoli Ivánovich Kitov
Este internet 1.0 estaba basado en una iniciativa previa de
Anatoli Kitov, pionero de la informática rusa, un coronel que en 1959
quiso presentar un plan al líder soviético, Nikita Jruschov, para unir
el país con una red informática. Algunos de sus informes exponían la
urgencia de una colaboración entre profesionales civiles y el Ejército
Rojo y fueron interceptados por sus superiores antes de que llegaran al
despacho del premier. Toda la documentación se clasificó y un tribunal militar secreto expulsó a Kitov del Partido Comunista y de las Fuerzas Armadas.
La idea de Gluskhov era todavía más ambiciosa. Bajo las siglas OGAS, su objetivo era erigir una red central con sede en Moscú que se comunicaría con 200 centros dispersos por todo el país.
Un total de 20.000 terminales harían posible la conexión gracias a la
red telefónica estatal. Entre los planes de Gluskhov también estaba
diseñar un sistema de pago electrónico, una especie de PayPal socialista
cuyo desarrollo terminaría con la circulación de billetes y monedas. El
nombre completo de todo el conjunto parecía el típico chiste sobre
comunistas: 'Sistema Automatizado para la Recopilación y el
Procesamiento de Información para la Contabilidad, la Planificación y la
Gobernanza de la Economía Nacional'.
El rechazo del
Gobierno a financiar un proyecto de este calibre no desanimó al
matemático. Durante 12 años, Viktor Glushkov lo siguió intentando. Su
principal argumento ante las autoridades es que esta red generaría una
economía más eficiente. Dedicó más tiempo a pelearse con los ministerios que a investigar, lo que le generó una gran frustración. Tanta que tituló sus memorias A pesar de las autoridades.
Quizá el mayor logro de Gluskhov fue aglutinar una comunidad de
informáticos de gran nivel e imaginación que se permitió el lujo de
pensar más allá de las mentes cuadradas del funcionario común. Entre
sus diseños mancomunados estaban unos autómatas, una oficina que no
necesitaba papel y los primeros pasos de un lenguaje que permitiera
comunicar seres humanos con ordenadores. Sólo cabe imaginar lo que habría ocurrido si Stanley Kubrick hubiera conocido a Gluskhov cuando rodaba en 1968 su película 2001: una odisea en el espacio.
Un club social
Según
cuenta Peters, en la celebración del Año Nuevo de 1960 el grupo se
bautizó con el nombre Cybertonia, un club social que llegó a emitir
pasaportes de este país virtual y certificados matrimoniales. Incluso se redactó una Constitución. También se atrevieron a idear un organigrama de gobierno, que era una clara coña respecto a su realidad política.
Cybertonia estaba regida por un comité de robots que rendía cuentas a un robot que tocaba el saxofón. Su moneda era el cybertono; su periódico, el Evening Cyber y, entre otras cosas, también tendría una peluquería y una cibersauna.
En realidad, recogía el sueño de montar a las afueras de Kiev una copia marxista de un Silicon Valley que ya daba sus primeros pasos. Un lugar dedicado a la creatividad tecnológica.
La muerte temprana de Gluskhov, en 1982, fue el fin del embrión del
internet soviético, a pesar de intentos posteriores de sus seguidores
iniciados durante la década. Todos fueron interrumpidos con la caída del Muro de Berlín en 1989... justo el año en que el británico Tim Berners-Lee desarrollaba la World Wide Web y cambió internet para siempre.
Fuente original:
https://www.elmundo.es/papel/historias/2018/10/19/5bc89f1546163fb7378b462f.html
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