Partiendo de las consideraciones presentes, tomando en cuenta el crecimiento y la madurez política de los partidos comunistas y de sus cuadros dirigentes en sus respectivos países tanto lo mismo que, en consideración del hecho de que, durante el desarrollo de la presente guerra, una serie de Secciones han planteado la cuestión de la disolución de la Internacional Comunista como centro dirigente del movimiento obrero internacional, el Presidium del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista autoriza -puesto que en las condiciones de guerra mundial ya no existe la posibilidad de convocar el Congreso de la Internacional Comunista- a someter la proposición siguiente a las Secciones de la Internacional Comunista para su aprobación:
"Disolver la Internacional Comunista como centro dirigente del movimiento obrero internacional y desligar las Secciones de la Internacional Comunista de las obligaciones resultantes de su status y de las decisiones de ésta".
El Presidium del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista llama a todos los miembros a concentrar todas sus fuerzas en el apoyo unilateral y en la participación activa en la guerra de liberación de los pueblos y de los Estados de la coalición antihitleriana para aplastar lo más rápidamente posible al enemigo mortal de los trabajadores: el fascismo alemán, sus aliados y vasallos.
Esta declaración fue dirigida a todas las Secciones de la Komintern para una toma de posición; todos los partidos, sin excepción, la aprobaron.
Con fecha del 29.5.43 Dimitrov anotó el contenido de la declaración de aprobación de los partidos comunistas de Gran Bretaña, Australia y de Yugoslavia; y el contenido de una entrevista que Stalin había ofrecido a propósito de la disolución de la Komintern a King, corresponsal de la Agencia Reuter en Moscú:
8.6.43: Hemos celebrado la última sesión del Presidium del CEIC.
1. Hemos constatado que todas las Secciones han saludado unánimemente la proposición de disolución de la Komintern y que ninguna Sección ha planteado objeciones a esta proposición.
2. Hemos declarado la disolución del Comité Ejecutivo de la Komintern, de su Presidium y del Secretariado así como la de la Comisión de Control Internacional.
10.6.43: Ha sido publicado en el Pravda nuestro comunicado sobre la decisión del Presidium de 8 de junio de 1943.
Así pues, tanto la documentación, como las notas de Dimitrov en su diario, sobre la historia de la disolución de la Komintern echan por tierra de forma fundamental la leyenda de la brusca disolución de la Internacional Comunista por único decreto de Stalin.
La verdad es: fue la ley americana de octubre de 1940 que amenazaba con la prohibición del PC de los EE.UU. -en el caso que continuase siendo una Sección de la Komintern- lo que impulsó una reflexión sobre la disolución. El primer paso hacia la disolución fue, entonces, la supresión consiguiente del lazo del PC de los EE.UU. con la Internacional Comunista.
La razón decisiva de la disolución de la Komintern era, por un lado, el cambio en las
condiciones objetivas, entre ellas, que la prosecución de una dirección central del trabajo de los partidos comunistas se había convertido en un obstáculo para la continuación de su crecimiento y para la profundización de sus vínculos con los trabajadores de sus países respectivos, y, por el otro, la convicción de que mientras tanto los partidos comunistas hubiesen madurado para convertirse en partidos marxistasleninistas no teniendo ya necesidad de la dirección de un centro.
La disolución se produjo después de una consulta de un año del Presidium del CEIC y con aprobación de todas las Secciones de la I.C. de forma innegablemente democrática.
La disolución de la I.C. no fue, pues, de ninguna manera, una falta al internacionalismo puesto que el internacionalismo fue un componente esencial de cada partido marxistaleninista verdadero, independientemente de la forma organizativa respectiva de su colaboración. Además, la creación, en condiciones nuevas, de una organización internacional de los partidos comunistas en la forma que correspondiese entonces a la situación existente, fue expresamente proyectada de cara al futuro tanto por Stalin como por el Presidium del CEIC.
Como es sabido, el Buró de Información de los partidos comunistas y obreros fue fundado en una conferencia, en Varsovia, en septiembre de 1947 porque -como se decía en el comunicado de prensa de la Conferencia- la falta de contacto entre los partidos representados en la conferencia había suscitado fenómenos negativos. Este Buró de Información tenía por misión la organización de intercambios de experiencia entre los partidos y, en caso de necesidad, la coordinación de sus actividades sobre la base de un acuerdo recíproco.
Los participantes en la conferencia, miembros de la agrupación, llamada en abreviatura Buró de Información, eran representantes de partidos comunistas en el poder: P.C. de la URSS, P.C. de Bulgaria, P.C. de Yugoslavia, Partido Obrero Polaco, P.C. de Rumania, P.C. de Checoslovaquia, P.C. de Hungría, y de dos partidos comunistas de Europa del Oeste, el P.C. de Francia y el P.C. de Italia.
El Buró de Información tuvo una vida de 9 años. Su final se diferencia de forma fundamental del fin de la I.C. Se presentó, claro, la forma exterior: la disolución se justificó en el comunicado de información sobre la suspensión de la actividad del Buró de Información de los partidos comunistas y obreros, por las nuevas condiciones para la actividad de los partidos comunistas y obreros, y se formula: "El Comité Central de los partidos comunistas y obreros pertenecientes al Buró de Información ha realizado un intercambio de opiniones sobre las cuestiones de su actividad y ha reconocido que el Buró de Información creado por ellos en 1947 ha agotado su función; en este contexto ha tomado, de común acuerdo, la decisión de suspender la actividad del Buró de Información... y de suspender la publicación de su órgano, el periódico ‘Por una paz duradera y por la democracia popular".
La pregunta que hoy se plantea es: ¿Qué ha cambiado tan fundamentalmente, desde el 14 de diciembre de 1945 al 17 de abril de 1956, para pasar de la defensa de la existencia del Buró de Información a la opinión de que éste habría agotado su función?
En efecto, el 14 de diciembre de 1955 Jruschov y Bulganin dieron una conferencia de prensa conjunta en Nueva Delhi, en el transcurso de la cual Bulganin toma la siguiente posición: "A veces se plantea la pregunta de si no se podría liquidar de una manera u otra el Komintern".
¿Por qué razón los partidos comunistas deberían renunciar a una forma universalmente reconocida de relación y de colaboración internacionales? ¿Por qué aquellos que han planteado la cuestión de la liquidación de la Komintern no tienen nada contra la actividad de la Internacional Socialista, que une a los partidos socialdemócratas? ¿Por qué les parece natural y justificativo que los capitalistas se reúnan y tengan conferencias regularmente para realizar sus negocios comunes mientras que se exige a la clase obrera que renuncie a la gran divisa de la solidaridad internacional pronunciada ya por Marx y Engels "¡Proletarios de todos los países, unios!" que corresponde a los intereses más personales de todos los trabajadores?
¡Fue por tanto una derrota perfecta para esas señorías occidentales para quienes la Kominform -la terminología usual en el Oeste del Buró de Información- había sido durante tanto tiempo una espina en el pie! ¿Por qué eso ya no era válido cuatro meses más tarde? ¿Qué había cambiado tan profundamente?
Sólo hay una respuesta: el XX Congreso del PC de la URSS se había celebrado entre tanto y había dado un giro alejándose de la política leninista de lucha contra el imperialismo con el fin de triunfar por medio de la política de reconciliación y de coexistencia duradera y pacífica con el imperialismo, un alejamiento, pues de la política revolucionaria de lucha de clases intransigente en el espíritu del Manifiesto Comunista: una política revisionista de conciliación de clases.
El Buró de Información de los partidos comunistas y obreros estaba constituido de tal manera que podía convertirse en un centro de resistencia contra la aplicación de ese giro en el movimiento comunista mundial. La influencia que también ejercía el Buró de Información sobre la dirección del PC de la URSS para armonizar sus propias decisiones con sus aliados en un órgano de decisión colectivo, he ahí la función designada como agotada. ¡Ese órgano debía pues desaparecer! Jruschov necesitaba tener la vía libre para su reconciliación con Tito, en 1955 y después para su táctica sorpresa, utilizada con éxito durante el XX Congreso, de situar a los otros partidos comunistas ante el hecho consumado y también ante la alternativa: ¡Obediencia o ruptura con el P.C. de la URSS! Lo que el rechazo a obedecer tendría como consecuencia se les presentó a todos en 1960, con el ejemplo de la ruptura de Albania y China. Pero eso no fue posible para la dirección revisionista porque ya no existía ningún órgano colectivo del movimiento comunista...
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