6 de agosto de 2012

Ilyá Mijáilovich Frank, un extraordinario físico soviético

Por Carlos Hermida, para el PCE ML.



Ilyá Mijáilovich Frank (1908-1990), nació en San Petesburgo en 1909, hijo de un profesor de Matemáticas y de una doctora en Medicina, ambos reputados miembros de la comunidad científica. Tras cursar sus estudios de enseñanza primaria y secundaria, se matriculó en la Universidad Estatal de Moscú, donde realizó la carrera de Ciencias Físicas y contó con el magisterio del eminente físico Sergei Vavilov.

En 1930 se licenció y al año siguiente se incorporó al Instituto de Óptica “Profesor A. N. Terenin”, de Leningrado, iniciando una brillante carrera como investigador que le conduciría a trabajar desde 1934 en el “Instituto de Física Lebedev”, dependiente de la Academia de Ciencias de la URSS. En 1935 obtuvo el título de Doctor en Ciencias Físicas y Matemáticas y por la extraordinaria importancia de sus trabajos fue nombrado en 1944 Director del Departamento de Física Nuclear de la Universidad de Moscú, un puesto de suma importancia teniendo en cuenta el papel que iba a desempeñar la energía nuclear en el final de la Segunda Guerra Mundial y en los posteriores años de la llamada “Guerra Fría”.

En 1946 se le concedió el “Premio Stalin” y se incorporó a la Academia de Ciencias de la URSS; en 1957 fue nombrado Director del Laboratorio de Neutrones del Instituto Conjunto de Investigaciones Nucleares, y en 1958 fue galardonado con el Premio Nobel de Física (1).
Ilyá Mijáilovich se interesó en sus primeros trabajos por la fotoquímica y la fotoluminiscencia y a partir de 1934 se ocupó básicamente de física nuclear. En 1937, en colaboración con Ígor Tamm logró dar una explicación satisfactoria al denominado “efecto Cherenkov”, una radiación azulada que se presenta cuando las partículas elementales se desplazan a una velocidad superior a la luz en el interior de un líquido.

El físico soviético Pavel Alekséyevich Cherenkov, que recibió el Premio Nobel en 1958, junto con Frank y Tamm, comprobó la existencia de una radiación de tipo electromagnético producida por el paso de partículas en un medio a velocidades superiores a la de la luz en dicho medio. La explicación de Frank se basa en que si en el vacío la velocidad de la luz no puede superarse, sí es posible en un medio líquido en el que ésta es inferior. Cuando una partícula cargada atraviesa un medio dieléctrico a una velocidad superior a la velocidad de la luz en ese medio, los átomos del medio emiten una onda de radiación coherente a un ángulo dado por la relación entre la velocidad de la luz en el medio y la velocidad de la partícula. Esta radiación se manifiesta en un color azul intenso característico de los reactores nucleares.

Los contadores atómicos basados en estos hallazgos se han utilizado en los laboratorios de todo el mundo para registrar el comportamiento de las partículas de alta energía.

Otro de los campos de investigación de Frank fue el de los rayos gamma (radiación electromagnética de carga energética muy elevada), consiguiendo transformar dicha energía en un electrón y su correspondiente antipartícula (un positrón), y descubriendo que ambas partículas se desintegraban mutuamente, dando lugar a un nuevo rayo gamma.

NOTAS:

1. Durante la existencia de la Unión Soviética, fueron galardonados con el Premio Nobel de Física los siguientes investigadores:
Pavel Cherenkov (1958).
Ígor Tamm (1958).
Ilyá Frank (1958).
Lev Landau (1962).
Nicolay Basov (1964).
Alexandr Prokhorov (1964).
Piotr Kapitsa (1978).

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