19 de septiembre de 2019

Proyección de la película "La Huelga" de S. M. Eisenstéin

Este próximo sábado en el Ateneo de Madrid, calle del Prado, 21, a las 19,30 hs. la Asociación de Amistad Hispano Soviética, junto con el Ateneo proyectará la película de Sergei Mijailóvich Eisenstéin, La Huelga.




En los títulos originales, la obra comienza con una cita de Lenin:

"La fuerza de la clase obrera es la organización. Sin organización de masas, el proletario es nada. Organizado lo es todo. Estar organizado significa unidad de acción, unidad de actividades prácticas". 


En esta primera obra, Sergei trata de llevar al espectador las vivencias de los obreros por medio de imágenes. Su forma de encarar los sucesos con su cámara, su estructura narrativa, son tan espectaculares que cambiaron la forma del 7º Arte, influyeron profundamente en los directores de cine en el mundo.


Para demostrar la lucha obrera recurre a muy novedosas técnicas de montaje, filmaciones experimentales con el movimiento, metáforas visuales, profundos cortes en los cauces expresivos de cada personaje. Asistimos a una clase magistral de cinematografía.
 
Esperamos vuestra asistencia.

La Huelga, clase magistral de lucha de clases

Por Nestor Guadaño.


Podemos decir sin equivocarnos, que con esta película se inauguró la Edad de Oro del Cine Soviético.  La película se realizó a sugerencia del Teatro de la Cultura Proletaria (Proletkult), cuando Valeri Pletniev proyectó a Eisenstein la realización de una serie de películas sobre el significado de la “Dictadura (del proletariado)”. Estos filmes debían contar la historia de la revolución rusa desde 1880 hasta 1917. Se esbozaron siete guiones con diferentes temáticas. Siendo “La Huelga”, uno de ellos.

Sinopsis

Se rodó en Moscú en 1924. Los hechos tratan hechos reales sucedidos en 1903, cuando más de quinientas fábricas de Rusia realizaron una extensa huelga política para exigir reformas al zarismo. Precursores de la Revolución de 1905, tuvieron que ser sofocadas por la tercera parte del ejército ruso que se encontraba en las regiones occidentales.

La historia nos cuenta el conflicto entre la clase obrera y la clase de los ricos fabricantes, puesto que las protestas superaban con mucho la reivindicación laboral, e iba hacia el cambio de Sistema Social. 

Los avances cinematográficos conseguidos por S. M. Eisenstéin

En esta primera obra, Sergei trata de llevar al espectador las vivencias de los obreros por medio de imágenes. Su forma de encarar los sucesos con su cámara, su estructura narrativa, fueron tan novedosas y espectaculares que fascinaron desde el primer momento tanto a espectadores como críticos de arte. 

Todos estan de acuerdo que sin esta película no se habría desarrollado el lenguaje cinematográfico en el mundo. Hubiera seguido los cánones de fotogramas, de una forma rutinaria, sin saltos cualitativos como hace Eisenstéin, y que los directores posteriormente calcaron en sus películas.

Sus novedosas técnicas de montaje, incluyen filmaciones experimentales de fotos fijas con trasposición de figuras en movimiento, metáforas analógicas visuales para la comprensión de la historia contada, profundos cortes en los cauces expresivos de cada personaje, tanto de su comportamiento con su relación colectiva. Asistimos a una clase, de emotivos mensajes de lucha del proletariado contada magistralmente. 

Muchas de sus escenas son recordadas, y reproducidas en cientos de películas posteriores: la brutal represión de los obreros por parte de las fuerzas del Estado, donde Eisenstein monta en paralelo la carga contra los huelguistas con imágenes de matanza de animales, las vibrantes puestas en vigor de hechos cotidianos con eléctricas demostraciones de fuerza entre las cuadernas de la fábrica, ampliando la pantalla en escalas de visión opuestas, logrando aumentar de una forma espectacular el efecto de esas imágenes en el espectador.

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El protagonista de la película no es una persona o un colectivo en concreto sino La Huelga en sí, como instrumento de la lucha de clases. Porque por los títulos sobreimpresos vamos en un viaje con los trabajadores, que toman conciencia que no es posible conseguir las reivindicaciones laborales sin exigir el derrocamiento del poder dictatorial de los patronos. Es una toma de conciencia de la realidad existente.

Es un contraste que choca actualmente con el atraso actual de la conciencia proletaria, que ha olvidado la importancia de la primera arma de rebelión contra el capitalismo, precisamente la huelga de los trabajadores, el desafio de lucha contra el poder reinante, con sus lecciones de solidaridad y compañerismo, de clase para sí. La herramienta de combate que desafía las leyes, las normas, las pautas impuestas por el capitalismo, cuando este no da respuestas a las demandas obreras.

Según su colaborador Grigori Aleksandrov: “Consiguió una película revolucionaria, sin historia de amor, sin suspense policíaco, sin otro héroe que la propia masa, presentada como un personaje colectivo”.

La fuerza de su lenguaje fílmico

A partir de esta y otras películas se va creando el andamiaje de la creación soviética, de los conceptos novedosos realistas bolcheviques en el arte: La lucha por un mundo mejor de forma colectiva, el esfuerzo de cada obrero, capataz o simple participante conforman un movimiento colectivo para impulsar dar lo mejor de cada uno, la demostración empírica que por muchas frases o acciones que se realicen, en un instante el proletariado puede cambiarlo todo, pues es el generador de la riqueza social y cuando no puede más extalla en una aguda lucha de clases. 

Contrasta pues que este profundo hallazgo en las artes audiovisuales, fuera desterrado por el cine occidental que hasta hoy abomina todo lo que no sea el individualismo. Y aún más, frente a la decidida actitud consciente colectiva de los obreros, que nos cuenta como parte de esta actitud de rebeldía por sus condiciones de vida, entre máquinas, grasientos, hablando a escondidas, en sus momentos de ocio piensan como remediar su insalubre vida, frente a ellos están los individuales verdugos a sueldo de los propietarios. 

Pero más allá de los mensajes, Eisenstéin utiliza todos los elementos que puedan identificar al espectador con las fases del conflicto, incluida la deshumanización de las relaciones sociales en la fábrica, como la yuxtaposición de las personas con los animales. Llegando a una escena magistral: tres obreros mirando fijamente a la cámara con aire desafiante, y en un fundido con una enorme rueda, escenifican el paro cruzando sus brazos mientras la rueda se detiene lentamente. Se para la producción, abandonan el trabajo y entonces solamente entonces, se muestra cómo de esa lucha surgirá el porvenir: los animales de la granja con sus crías, los niños con sus juegos, las mujeres trabajando libres… 

La película se divide en seis partes:

1. Todo está tranquilo en la fábrica. (На заводе всё спокойно)
2. Motivo de la huelga. (Повод к стачке)
3. Se paraliza la fábrica. (Завод замер)
4. La huelga se prolonga. (Стачка затягивается)
5. Provocación  para poner fin a la huelga. (Стачка затягивается)
6. Exterminio. (Ликвидация)


Pero la película termina también de una forma muy novedosa. Alerta para que se recuerde que es la represión de los trabajadores, porqué se llegará indefectiblemente al derramamiento de sangre de quien critique o proclame “Basta ya” (Yabastovka), y exhorta a los espectadores para que no lo olviden.

No lo olviden, termina la película

La lucha entre la clase obrerea y la clase de los propietarios (con los personajes del policía o los capataces en sólidas caricaturas) y sus cómplices (esos rompehuelgas que son contratados del lumpen, pero también están los derrotistas o consentidores que se pasan a las turbas compradas por los patronos). 

El mensaje es claro. Podrán utilizar la fuerza, sobornar, corromper, pero esa fuerza que es el paro de las ruedas de la opresión como es el trabajo esclavo asalariado, la huelga de clase, se emprenderá, romperá las barreras existentes y surcará el nuevo rumbo de la historia. 

Surgirán los más preclaros representantes del pueblo, como en su momento lo hicieron los bolcheviques. Mientras la clase obrera no alcance su lugar en la historia, no habrá justicia ni humanidad en la tierra: por ello es necesaria la proxima revolución proletaria en el mundo, la proclamación de un nuevo Sistema Social de la mayoría de la población. Es el principio del Comunismo. 
 

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