Por Ángel Munárriz, extraido de Publico.
Entrevista al periodista Ángel
Munárriz, quien se sumerge en las claves de la financiación de la Iglesia
Católica en España en el libro Iglesia SA, en el que revela que la
Iglesia Católica “es un gran poder conservador a cargo del erario
público".
Su conclusión es clara, que es hoy la Iglesia Católica:
“La
Iglesia católica es una inmensa institución multinacional, antiquísima,
de enorme complejidad, extraordinaria y fascinante, con capacidad de
poder e influencia, que trata de capear una creciente secularización
aferrándose a sus posiciones de fuerza material, más que mediante la
seducción religiosa. La Iglesia ha renunciado a la seducción de buena
parte de su rebaño potencial. Es una institución cara (más que rica,
cara), que necesita el dinero para sobrevivir pero no tiene suficientes
medios para producirlo, porque es una institución mal adaptada al
capitalismo, lo cual la aboca a una total dependencia del Estado".
Entrevista realizada por Raúl Bocanegra a Ángel Munárriz
Qué
personaje. Un tipo ingenioso y riguroso, uno de esos que sopesa el
valor exacto de cada palabra antes de escribirla. La Iglesia Católica,
su financiación y su influencia en la cultura española es uno de sus
temas de investigación. No es el único asunto que le interesa -su mente
es bien curiosa y muy talentosa-, pero sí es uno que ha estudiado a
fondo.
Lleva en ello un tiempo ya. Desde 2016 escribe sobre los problemas mundanos de la Iglesia en www.infolibre.es y en el verano de 2017 se embarcó en el libro Iglesia SA, que la editorial Akal acaba de colocar en las estanterías de las librerías de todo el país y en el que Munárriz
sostiene, después de haber indagado a fondo, que, en España, "la
Iglesia se financia fundamentalmente a través del Estado". “La Iglesia
es un gran poder conservador a cargo del erario público. La Iglesia
necesita un Estado débil para que el Estado necesite una Iglesia
fuerte", analiza Munárriz.
Escribir Iglesia SA
le ha costado un año de su vida. Ha sido “un empeño” fuera de sus
rutinas habituales como periodista, “más ceñidas a la producción
continuada de textos más o menos breves ligados a la actualidad”. Iglesia SA,
en palabras de su autor, es “un trabajo periodístico en el que, sobre
la base de los hechos que he logrado recabar, me permito ofrecer
interpretaciones subjetivas que en un artículo para Infolibre me
reservaría. El tipo de pacto con el lector es, creo, diferente que en el
periódico, donde mi punto de vista se omite”.
“Quiero creer que el libro ha superado el propósito inicial y tiene cierta profundidad”, agrega Munárriz. No lo dude el lector o lectora que ahora lee este texto más o menos breve ligado a la actualidad: la tiene. Iglesia SA tiene profundidad. Ahí va una muestra.
Si uno se sienta con Ángel Munárriz
y le pregunta, así como por accidente, ¿Qué es la Iglesia, Ángel?
Munárriz responde lo siguiente: “La Iglesia católica es una inmensa
institución multinacional, antiquísima, de enorme complejidad,
extraordinaria y fascinante, con capacidad de poder e influencia, que
trata de capear una creciente secularización aferrándose a sus
posiciones de fuerza material más que mediante la seducción religiosa.
La Iglesia ha renunciado a la seducción de buena parte de su rebaño
potencial. Es una institución cara (más que rica, cara), que necesita el
dinero para sobrevivir pero no tiene suficientes medios para
producirlo, porque es una institución mal adaptada al capitalismo, lo
cual la aboca a una total dependencia del Estado".
"La Iglesia es una institución cara, mal adaptada al capitalismo, lo que la aboca a una total dependencia del Estado"·
"En España -agrega Munárriz-
la Iglesia se expresa a través de más de 40.000 entidades entre
parroquias, ONG, diócesis, hermandades, fundaciones, universidades... La
Iglesia son los Legionarios de Cristo y Comunión y Liberación, Rouco
Varela y el prior falangista del Valle de los Caídos, es la educación
elitista de las business school de los jesuitas y el Opus y las
proclamas reaccionarias de Kiko Argüello. Pero también es Javier Baeza,
el párroco de San Carlos Borromeo, y el amplio movimiento crítico de
base de Redes Cristianas, y los obispos templados que tratan de que el
mensaje del papa Francisco cale en España".
"La
Iglesia es pues en España una institución contradictoria y plural. Pero
si sacudimos la hojarasca, si la miramos fríamente y en detalle, lo que
nos queda es la delegación local de un Estado teocrático extranjero, el
Vaticano, ultraconservadora en lo moral y antirreformista en lo social,
aferrada a un estatus privilegiado de raíz franquista en los campos
simbólico, educativo y fiscal. Súmale a eso que la jerarquía española,
la que le imprime más decididamente su carácter, arrastra una acusada
impronta reaccionaria. El resultado es que la Iglesia es un gran poder
conservador a cargo del erario público”, remacha el autor.
Lo que sigue a partir de ahora es un resumen de la entrevista que Munárriz mantuvo con Público estructurada a través los temas que se tocaron en ella.
La financiación de la Iglesia en España
"La
Iglesia se financia fundamentalmente a través del Estado. A través de
la aportación de todos los españoles vía IRPF, por ejemplo. Ojo, porque
en relación con el IRPF la jerarquía, a través de sus múltiples
terminales, suele hacer una trampa argumental. Sostienen los obispos que
la Iglesia se autofinancia, o se financia a través de sus fieles, con
los que marcan la equis. No es verdad. El que marca la equis no pone un
euro más de su bolsillo, sino que decide que una parte de lo recaudado a
todos vaya a la Iglesia. La Iglesia española la pagan católicos, ateos,
agnósticos y todo lo contrario, les guste o no".
"La Iglesia se financia fundamentalmente a través del Estado".
"También
se financia a través de entradas a sus templos. Se beneficia de
exenciones fiscales. Y están las aportaciones de los fieles y de
entidades privadas, con un régimen fiscal ad hoc. Pero lo básico para la
Iglesia, lo que la da su sustento, es el Estado, su verdadero mecenas. A
veces se dice, y a la Iglesia le molesta, que el Estado aporta 11.000
millones de euros a la Iglesia al año. Es cierto que esa cifra supone
arracimar conceptos muy diferentes: del sueldo de los capellanes
castrenses y los profesores de Religión a los conciertos educativos, de
las subvenciones a ONG a la aportación vía IRPF, de la restauración
patrimonial al presupuesto de la Obra Pía de los Santos Lugares, de las
exenciones del IBI a los contratos sanitarios. Es una cuenta
problemática, que mezcla conceptos dispares. Pero da una idea de la
íntima relación económica de la Iglesia y el Estado".
Opacidad casi total
"Dinero
negro' y 'caja b' son expresiones de uso corriente que, aunque no
tienen un significado penal, remiten a corrupción. Y hasta donde yo he
comprobado, no hay corrupción, salvando los manejos desvelados en
instituciones como los Legionarios de Cristo a nivel internacional. Pero
también hasta donde yo he comprobado, la opacidad es casi total. En
cuanto al dinero negro, parte de lo que ingresa la Iglesia se computa
como donaciones, aunque no lo sean, y queda lejos del hocico de
Hacienda. Pero no porque la Iglesia se salte una ley para hacerlo, sino
porque tiene la ley de su parte para hacerlo".
"La jerarquía de la Iglesia ha dado muestras de una administración poco ética y transparente del dinero".
"La
ley y su amplia zona de grises. Hay que recordar que en la agenda de la
que fue presidenta de Gescartera, Pilar Giménez-Reyna, había una
anotación que decía "dinero B de la Iglesia"? Cuando se le preguntó a
Asenjo, respondió: "Con el régimen fiscal vigente para la Iglesia no
creo que sea necesario ningún dinero negro, puesto que las donaciones a
la Iglesia están exentas de impuestos. El problema es que la Iglesia
considera donativos, por ejemplo, el dinero de entrada a sus templos".
"Además
la jerarquía de la Iglesia ha dado muestras de una administración poco
ética y nada transparente del dinero eclesial, que es en teoría el
dinero "de los fieles". ¿Qué pinta dinero del cabildo de Córdoba en una
filial de Abengoa? Se podrían citar también sus operaciones mediante
sicav, aunque ya les ha puesto freno, no sé si por el coste reputacional
o porque no le salen a cuenta. Cajasur demostró que, puesto dinero en
grandes cantidades en manos de hombres con alzacuellos, su conducta no
difiere demasiado de la que siguen en similar posición los hombres con
corbata y traje de diseño".
El poder de la Iglesia Católica
"La
Iglesia manda menos de lo que desea, pero más de lo que parece. Influye
más que manda, eso sí. Y hoy en día es más agua que roca, una máxima
muy del Opus. Es fuerte en la política, los medios y la universidad. Es
fortísima en los tribunales, sobre todo en los de alta instancia. Tiene
buena posición en los círculos del big money, sobre todo en
Madrid. Está bien conectada con la gran empresa a través de fundaciones,
universidades, escuelas de negocio y organizaciones como el Opus, la
aportación más importante de España a la Iglesia mundial en el último
siglo. El carácter de la jerarquía española es más Opus que Cáritas".
"La Iglesia manda menos de lo que desea, pero más de lo que parece, aunque influye más que manda".
"También
es cierto que la Iglesia se ha llevado importantes palos en el campo
financiero, por ejemplo con Cajasur y el Popular. Pero no sólo hay que
mirar al dinero y las instituciones para explicar su poder. La Iglesia
está metida hasta el tuétano en nuestra cultura, aunque aquí estoy
hablando más de la religión que de la Iglesia. No en vano, los
acontecimientos más relevantes de nuestra existencia, desde el
nacimiento a la muerte pasando por el compromiso con la pareja, han
reservado espacios preeminentes a la cruz y el sacramento. Todo eso se
traduce en poder".
"Poder
simbólico, si quieres. Poder implícito, pero omnipresente. Yo no
dramatizo esto. Es decir, a mí un crucifijo en la pared de un hospital
público (otra cosa sería un aula, que es un espacio científico) no me
molesta. Es más, es un símbolo familiar, próximo, que puede llegar a ser
cálido. Y si hay alguien a quien le da fuerza o consuelo, estupendo.
Ahora bien, si alguien quiere quitarlo, se tiene que quitar, porque es
lo más acorde con el principio de aconfesionalidad".
"Y
pregunto: ¿Por qué a la jerarquía, sobre todo a los duros de la
jerarquía en la estela integrista de Rouco Varela, les molesta tanto la
retirada de símbolos religiosos del espacio público? Porque entienden
que el simbólico es el primer campo de batalla de la guerra en defensa
de sus privilegios materiales. Y el mayor de todos estos es su posición
en el campo educativo a través de la educación concertada católica, hoy
más importante que el púlpito para una Iglesia en la que los bancos de
las iglesias se vacían a ojos vista. La jerarquía considera el aula el
último dique ante la pérdida de su vieja influencia. Las aulas son el
último reducto del viejo poder de la Iglesia.".
Los gobiernos de España y la Iglesia
"Los
gobiernos en España han tratado de ponerse a la Iglesia de su parte, o
de mitigar su oposición, nunca de embridarla. A mi juicio, Felipe
González tuvo muy presente el desastre de la cuestión religiosa durante
la Segunda República y se cuidó de revisar la relación de la Iglesia con
el Estado, decisión que vista en perspectiva no carece de cierta
lógica".
"La aconfesionalidad a la española ha sido un amago, una aproximación insuficiente".
"Ese
pespunte mal dado de la Transición nunca se ha terminado de coser. Se
ha quedado una especie de aconfesionalidad que no es tal, porque la
misma Constitución nombra a la Iglesia católica, y porque la relación
entre ambos cuerpos queda rematada por unos acuerdos con la Santa Sede
de 1976-1979 que son la traducción más o menos creíble al lenguaje
democrático de unos privilegios de raíz franquista. Al final la
aconfesionalidad a la española ha sido a la separación Iglesia-Estado lo
que el Estado autonómico al ordenamiento federal: un amago, una
aproximación insuficiente".
"En
cuanto a Zapatero, a mi entender creyó que para el desarrollo de su
legislación social, por ejemplo sobre matrimonio gay, aborto, eutanasia o
educación, debía tener contenta a la Iglesia en cuanto a sus dineros y
estatus. Hay que recordar que fue con Zapatero, ese supuesto laicista
radical, cuando la Iglesia se apuntó el éxito de subir al 0,7% cada
equis en el IRPF".
"No
obstante, la jerarquía siempre está más cómoda con gobiernos de la
derecha, porque adaptan mejor a sus intereses la normativa en su
conjunto, especialmente la educativa, y porque colocan mejor a los
suyos. Y también porque la sintonía ideológica del alto clero español
con las ramas más nacionalistas de la derecha española es una constante
desde Juan Pablo II".
"Mirando
atrás, sus mejores posiciones las alcanzó durante la presidencia de
Aznar. Rajoy mantuvo más las distancias, aunque a última hora, quizás no
queriendo perder pie ante el revival nacionalcatólico que ahora vemos, sus ministros se lanzaron a una sobreactuación confesional".
La exhumación de Franco
"El
Gobierno de Pedro Sánchez lo ha apostado todo a la exhumación de Franco
y ha descuidado el ambicioso programa laicista que el PSOE llevó a las
generales, si bien es cierto que su exigua mayoría tampoco le permitía
grandes alegrías. Creo que Pedro Sánchez es consciente de que evidenciar
la distancia entre lo que se dice y lo que se hace en este campo irrita
a parte de su electorado, pero lo cierto es que al final el tema se ha
aparcado. La reforma de la Lomce y la eliminación del criterio de
"demanda social" de la planificación educativa se han quedado en el
tintero".
Apostarlo
todo a la exhumación de Franco, en cuanto a las decisiones de calado en
relación con la Iglesia, ha sido una elección problemática. Podía haber
sido otra. ¿Y si en vez de jugárselo todo a la exhumación de Franco se
lo juega a la denuncia de los acuerdos con la Santa Sede? Políticamente
hubiera sido una decisión de más peso. Eso ya hubieran sido palabras
mayores. Eso ya hubiera sido interpretado como un gesto de hostilidad
hacia el Vaticano.
"La colaboración para sacar a Franco ha sido la justa para que no se pueda decir que han boicoteado la exhumación".
"Al
final, ¿qué ha quedado? Pues, al margen del aliento de modernidad de la
toma de posesión sin crucifijos y del mantenimiento de la debida
distancia, poco. Y no es que sea desdeñable. Venimos de los cuatro
ministros con el canto legionario en Málaga y de las banderas a media
asta de Cospedal. Y no dudo que un Gobierno del PP de Pablo Casado, con
un perfil identitario muy marcado, abundaría en este desdibujamiento de
fronteras. Pero lo cierto es que con el Gobierno del PSOE no ha habido
avances en autofinanciación de la Iglesia, ni en inmatriculaciones, ni
en educación..."
"En
cuanto a la jerarquía, su colaboración para sacar a Franco del Valle de
los Caídos ha sido la justita. La justa para que no se pueda decir que
ha boicoteado la exhumación. Pero sin mojarse. Y eso que el arzobispo
Carlos Osoro es sobre el papel de los más alejados de la línea
irrendentista de Rouco. La Iglesia ha dejado pasar una oportunidad de
oro de marcar distancias con lo peor de su pasado".
Separación Iglesia-Estado
"En
todas partes cuecen habas, aunque hay un ejemplo laico, que es Francia,
con esa Ley de Separación de 1905 que establece: “La República no
reconoce, no paga, ni subsidia religión alguna”. Más claro, agua. La
Constitución republicana española lo intentó. "El Estado español no
tiene religión oficial", decía. "El Estado, las regiones, las provincias
y los municipios no mantendrán, favorecerán, ni auxiliarán
económicamente a las iglesias. Una ley especial regulará la total
extinción, en un plazo máximo de dos años, del presupuesto del clero".
Aquello sonó en el alto clero a declaración de guerra".
"Es obvia la herencia nacionalcatólica del estatus de la Iglesia y su colaboración con la dictadura está muy reciente".
"Esa
es la diferencia cualitativa de España con respecto a eso que se suele
llamar "los países de nuestro entorno": aquí es obvia la herencia
nacionalcatólica del estatus oficial de la Iglesia, y su colaboración
con la dictadura está muy reciente. Sería un impresionante paso adelante
que la jerarquía diera el paso de pedir perdón. Pero no lo hace. El
papa Francisco ha pedido perdón a los evangelistas pentescostales por su
persecución durante el fascismo en Italia. En Argentina la Iglesia ha
reconocido sus "pecados" en la dictadura de Videla. En cambio en España
se resiste".
"¿Por
qué? A mi juicio, porque el estatus de la Iglesia en democracia tiene
su base en el alcanzado durante el franquismo, cuya deslegitimación
socavaría la posición de la institución.
Me preguntabas por una separación real Iglesia-Estado. Desde luego como
no se consigue es confundiendo la religión con la Iglesia, ni desviando
el tiro hacia la crítica a las manifestaciones de religiosidad popular o
cultural".
"Por
decirlo llanamente, en Sevilla sólo consideran que la Semana Santa es
un fenómeno puramente religioso los integristas y los anticlericales más
pasados de frenada. Los dos se equivocan, por fortuna. Para separar la
Iglesia del Estado hay que mirar a la luna de su anclaje legal, no al
dedo de las manifestaciones culturales. Hay que hacer reformas profundas
del modelo educativo, que es el terreno crucial. Y, elevando el tiro,
habría que derogar o reformar a fondo los acuerdos con la Santa Sede".
"Esto
no me parece ahora mismo verosímil, por más que lo diga el programa del
PSOE, porque originaría una crisis diplomática con el Vaticano y, tal y
como está el patio político, un follón interno impresionante. No hay
mayoría política para hacerlo, además. No creo que con la crisis
política que hay en España este melón se vaya a abrir ahora".
No hay derecha laicista
"Y
algo más: si el laicismo no cala en el centro y la derecha, la Iglesia
tiene las de ganar. Si el terreno de discusión sobre la relación
Iglesia-Estado está embarrado por el cainismo, es imposible avanzar. Sin
un centro-derecha liberal laico no hay quien despegue a la Iglesia del
Estado. Al igual que ese feminismo liberal que propugna Ciudadanos, ¿por
qué no un laicismo liberal? Ocurre que en España, al igual que no hay
derecha republicana, no hay derecha laicista".
"Sin un centro derecha liberal laico no hay quien despegue la Iglesia del Estado".
"El
laicismo no solamente no cala en el centro-derecha, sino que ahora está
regresando el esencialismo nacionalcatólico de la mano del PP de Pablo
Casado y de Vox, que defienden una suerte de guerra cultural bajo la
bandera de la identidad única española, que sería católica y castellana,
con exclusión de todo lo demás. Mi pregunta es: ¿Se va a subir el
episcopado español a ese carro?".
"Porque
el papa Francisco, con todas las limitaciones de su empeño, y aunque de
momento ha dado más prédica que trigo, rema en la dirección contraria.
Es mucho más aperturista. Incluso ha defendido que el Estado debe ser
laico. Pero a España su palabra y su mensaje reformista no llegan".
Un balance: la Iglesia siempre gana
"La
Iglesia, como la banca, siempre gana. En España siempre se sale con la
suya. Es una institución magistral en el uso de los tiempos, las
palabras y los silencios. Es más lista que el Estado, porque la Iglesia
ha sido Estado, y no al revés. De otro modo sería inconcebible que se
hubiera llevado el gato al agua, incluso tras desvelarse el caso, con
las inmatriculaciones".
"La Iglesia necesita un Estado débil para que el Estado necesite una Iglesia fuerte".
"Vale,
convengo que tiene al menos parte de la razón técnica y legal de su
lado, aunque incluso aquí hay interpretaciones múltiples. Pero, ¿y la
razón moral? ¿De verdad es defendible esa inscripción masiva a escondida
de bienes comunes por parte de una institución que se dice al servicio
del pueblo? ¿Alguien puede defender que la Mezquita-Catedral de Córdoba,
inmatriculada de forma nada transparente, sea gestionada a su antojo
por el cabildo, con aberraciones narrativas incluidas, y ni siquiera se
haga público cuántos ingresos recaba? ¡Hablamos de un monumento
patrimonio de la humanidad!".
"Pues,
aun así, no sólo ganan en el terreno político y judicial, sino que
también logran empatar, o incluso ganar, ante la opinión pública. Porque
logran arrastrar el debate hacia lo identitario y lo cultural. Como si
criticar a la jerarquía de la Iglesia fuera atacar a la identidad
española, sus costumbres y tradiciones".
"Profundizar
en la actividad económica de la Iglesia me ha permitido conocer
aspectos como sus inversiones, las exenciones fiscales a bienes sin uso
religioso ni caritativo ni educativo, sino comercial, las triquiñuelas
para sembrar el equívoco en torno al IRPF, las ventas de patrimonio
inmatriculado, las interioridades de las batallas en el Vaticano..".
"Y
una apreciación que me gustaría hacer constar: la Iglesia necesita un
Estado débil para que el Estado necesite una Iglesia fuerte. Es decir,
la Iglesia educadora, la Iglesia sanadora, la Iglesia caritativa
necesita un Estado anémico que no llegue a todas partes para ofrecerse
como complemento y reclamar conciertos y subvenciones".
Fuente original:
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La iglesia católica en España es de lo peor, es una completa máfia capitalista, se mantiene también gracias al ópio que reparte entre las mentes de la sociedad, la mentira, la farsa de unos cuantos vividores a consta el estado y de idiotizar a la gente, vease las semanas santas en Andalucia y demás. El problema que tenemos es que es imposible con estos gobiernos titires y sus partidos basura erradicar esta lacra, incapaces de romper los acuerdos con el Vaticano, curioso, un estado dentro de otro y no paga impuestos, en España sigue el franquismo bajo palio, no cambió en nada, este asunto se diferencia en que las mujeres no entran en las iglesias con velo, aúnque algunos ya lo están pensando y sus partidos políticos. Las religiones solamente sirven para alimentar a la bestia capitalista, es otro método más para idiotizar a los pueblos y someterlos en la dictadura de los otros, bienvenida sea siempre la revolución socialista.
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