Por su indudable interés recordamos que hace 40 años la Revolución del Pueblo, conseguida con tanto esfuerzo por las organizaciones revolucionarias granadinas, fue violentamente destruída por el Ejército de los EEUU, asesinando a sus dirigentes como Maurice Bishop y su compañera, instalando una colonia mediante una dictadura militar.
Para los trabajadores es muy importante conocer de primera mano como entendía Maurice la democracia, la intervencion de los medios de comunicación en manos imperialistas y la profundización de las reformas socialistas en la isla de Granada.
Por Observatorio de Trabajadores en Lucha.
N.S.:
La Revolución de Granada va a cumplir su primer aniversario en marzo
próximo. ¿Podría usted explicarnos brevemente los antecedentes
históricos y los cambios realizados por la revolución?
BISHOP: En cuanto a los antecedentes históricos creo
que los problemas del pueblo de Granada estuvieron concentrados
esencialmente en los derechos y las libertades democráticas
tradicionales y también en su derecho de contar con un sistema de
planificación en nuestro país. En lo que se refiere a los primeros,
todos los derechos tradicionales habían desaparecido, durante los
últimos nueve meses de la dictadura de Eric Gairy, por un lado nuestros
trabajadores no tenían el derecho a huelga. Gairy dictó una ley en 1978,
la ley sobre servicios esenciales que restringió el derecho a huelga
para once de las más importantes ocupaciones; tampoco existía el derecho
a formar o a afiliarse a sindicatos obreros de su propia elección.
En lo que respecta a sus campesinos, quedaron restringidos sus
derechos tradicionales de operar sus asociaciones cooperativas, derechos
por los cuales ellos habían luchado en el período de 1944-1946 un largo
período de lucha muy dura, y lograron obtener el derecho de establecer
sus propias cooperativas. Estas cooperativas implicaban ciertos derechos
básicos, como son los principios de elección de los cargos,
responsabilidad y fiscalización propia, cada año podían elegir a sus
consejos campesinos; había que presentarles balances cada año, tenían
además el derecho a exigir de sus representantes informes anuales; todos
esos derechos fueron destruidos por Gairy, en 1969, asumió el control
de la Asociación del Cacao, en el 71 de la Asociación del Banano y en el
75 de la Asociación de Nuez Moscada, lo que naturalmente fue un gran
paso hacia atrás para nuestros campesinos.
En lo que se refiere al pueblo en general, éste, por ejemplo, no
tenía derecho a utilizar altoparlantes en sus mítines públicos, ni
siquiera el partido oficial de oposición tenía ese derecho, ese fue el
resultado de una Ley dictada por Gairy en 1975, a saber, la Ley sobre el
Orden Público, inclusive en la campaña electoral del 76 y en el último
mes de la campaña oficial, nosotros como partido* de oposición no
podíamos utilizar altoparlantes en nuestros mítines, si lo hacíamos se
nos arrestaba por haber infringido la mencionada Ley, el pueblo tampoco
tenía derecho de publicar sus propios diarios, porque Gairy dictó una
Ley que exigía a toda persona que quería publicar un diario, un depósito
de 20.000 dólares; esta Ley tuvo el efecto de callar a todos los
diarios menos uno que tenía fondos suficientes después de haber estado
cerrado por algunos meses.
La Ley también tuvo el efecto de que el periódico de nuestro partido,
tuviera que irse a la clandestinidad, por lo cual naturalmente en el
curso de los años muchos compañeros fueron arrestados, detenidos,
llevados a las cárceles, también eso significaba que nuestro partido
tuviera que operar en absoluta clandestinidad, lo que también tuvo sus
aspectos positivos porque el partido pudo mejorar su estilo y sus
métodos en base a estas actividades clandestinas. También quedó
restringido el derecho a leer publicaciones socialistas progresistas, no
podían entrar a Granada.
Esta situación naturalmente indujo a muchos intelectuales a violar la
Ley de vez en cuando. Los tribunales fueron utilizados primordialmente
como instituciones de soporte del régimen de Gairy, de modo que los
jueces con frecuencia se negaban a aplicar las leyes. Antes de las
elecciones de noviembre de 1973 que perdimos, seis miembros de la
dirección de nuestro partido, fueron al tribunal, se les negó pagar una
fianza aunque bajo la Ley vigente en ese momento no se les podía negar
esta fianza, paralelamente hasta el derecho de vida había empezado a
desaparecer en nuestro país. Gairy utilizó los elementos criminales en
la policía y en las fuerzas de defensa para perseguir hasta matar a
ciudadanos, y nunca hubo averiguaciones judiciales en estos casos o al
menos muy frecuentemente no las habían en todo el período, creo que no
hubo más que una averiguación judicial, no se castigaba a estos
criminales, incluso cuando tanto sus actos como la identidad de quienes
los habían cometido estaban perfectamente conocidos entre el público.
Más recientemente también se registró el fenómeno de personas
desaparecidas; en los últimos dos años desaparecieron algunos
ciudadanos, y de ellos no se ha sabido más hasta la fecha.
N.S.: ¿Cuál fue la situación económica y social durante la dictadura?
BISHOP: En el frente económico las condiciones
sociales fueron realmente terribles, los hospitales por ejemplo se
encontraban en pésimas condiciones, no habían vendajes ni aspirinas, ni
los materiales y medicamentos más básicos, las enfermeras que en 1970 se
manifestaron en contra de esta lamentable situación fueron perseguidas,
y hasta detenidas y arrestadas, la gente empezó a referirse a los
hospitales con el nombre de una de las más conocidas agencias funerarias
del país.
En muchas partes del país, la falta de suministro de agua, muchas aún
no están electrificadas, la mayoría de las casas se encuentran en un
lamentable estado por falta de reparación, y a todo esto se suma el
hecho de que Gairy creía que era un místico que se ponía en contacto con
Dios para consultarle sobre problemas económicos, lo que significa que
no había absolutamente ningún tipo de planificación, o sea hoy en día no
tenemos estadística alguna, y estamos tratando ahora sentar las bases
para poder contar con datos estadísticos, obviamente no se puede manejar
una economía con este tipo de lineamientos, esta situación llegó a un
desempleo masivo, la mitad de la población masiva en nuestro país, un
total de 34.000 personas no tenían trabajo en los años 1978-1979, el 70%
de las mujeres no tenían trabajo, así que las condiciones con las que
tuvimos que enfrentarnos realmente fueron pésimas. Para poder salirnos
de estas condiciones y de esta situación obviamente la primordial tarea
nuestra tiene que ser la reconstrucción nacional, ésta tiene a nuestro
juicio dos o tres aspectos primordiales, en primer lugar debemos
estabilizar la economía, debemos introducir métodos de planificación,
luego habrá que construir, habrá que establecer un sector productivo en
la agricultura, en la agroindustria y en el turismo. Al mismo tiempo
tenemos que hacer algo en cuanto a la infraestructura que también se
encontró en pésimas condiciones, hemos gastado sumas masivamente en la
reparación de vialidad y su extensión, aunque hace poco fuimos empujados
hacia atrás en estos esfuerzos porque la mayor parte del trabajo de
nueve meses se la llevaron las fuertes lluvias de los últimos tiempos
debido a sus todavía malas condiciones de drenaje, lo que hace muy
difícil mantener las vías en un estado bueno. La estabilización de la
economía es claramente uno de los problemas claves, en segundo lugar
está el problema del desempleo, tenemos que confrontar estos problemas.
Se trata de un problema social enorme, también en este aspecto hemos
hecho lo que pudimos, creando becas para entrenamiento de algunos
ciudadanos en el exterior, también pudimos crear empleos nuevos, sobre
todo en las obras de vialidad y la agricultura; trabajo que ha sido
inspirado por los cuadros de construcción a nivel nacional.
En un segundo nivel está el problema de la seguridad nacional, es
obvio que después de haber dirigido una revolución e iniciado un proceso
revolucionario, una de las primeras tareas es asegurar y proteger este
proceso revolucionario, y sobre todo en una situación en la que sabemos
que Gairy está en el exterior todavía tratando de reunir mercenarios, y
que muchos de sus antiguos contactos y amigos con los que constituye
algo como una mafia, están dispuestos a ayudarlo en sus aspiraciones,
creemos que la seguridad es una tarea primaria para nosotros y hemos
tenido que gastar tiempo y esfuerzos en este contexto tratando de
garantizar que el pueblo esté en condiciones para poder defender la
revolución.
Los intentos de desestabilización
N.S.: Respecto a la seguridad e intentos de
desestabilización. ¿Cómo enfocan ustedes las técnicas modernas de
desestabilización? Las antiguas técnicas como la invasión armada, la
violencia directa, ya no se practican tanto como técnicas más refinadas.
¿Cuáles son las políticas específicas de esa desestabilización que
amenaza el proceso de Granada?
BISHOP: Yo creo que la desestabilización como
ciencia ha sido modernizada y “mejorada” desde el punto de vista de
aquellos que hacen uso de ella. Ya no es posible hoy en día, porque el
mundo ha cambiado, porque el imperialismo ya no es más invencible,
emplear las antiguas técnicas, tácticas de la invasión directa o la
diplomacia de enviar barcos de guerra en forma directa, los principales
métodos aunque todavía se utilizan, aún hay casos que demuestran que
estas técnicas se siguen utilizando, pero los gobiernos, las
instituciones y las organizaciones que quieren derrocar un gobierno
recurren cada vez más a la técnica de la desestabilización. Para
nosotros la desestabilización tiene tres aspectos principales, que están
íntimamente relacionados entre sí y precisamente los dos primeros son
utilizados para ablandar la situación y permitir así el empleo del
tercero.
El primer aspecto desde nuestro punto de vista es la desestabilización propagandística.
Se manifiesta mediante la publicación de artículos, mentirosos,
maliciosos, en la prensa nacional, regional, e internacional, con el fin
de dar una falsa impresión de lo que está ocurriendo en el país, y con
el fin de tratar que la gente, los ciudadanos, pierdan su confianza, su
autoconfianza, la confianza en ellos mismos, y que pierdan también la
confianza en sus líderes y en su capacidad para resolver problemas y
conflictos. Tuvimos esta experiencia, y todavía existen manifestaciones
de este tipo de desestabilización, que en nuestro caso ha sido bastante
masiva.
En segundo lugar está la desestabilización económica, que puede ser
realizada en formas muy diferentes. Las experiencias nuestras en este
contexto son las siguientes: Primero, se intentó conseguir que la única
compañía aérea que aterriza en Granada no lo hiciera más; Segundo, se
intentó negarnos nuestra propia moneda por medio de la autoridad
monetaria del Caribe Oriental (ECCA EASTERN CARIBBEAN CURRENCY
AUTHORITY) lo que fue un intento claro para presionarnos económicamente,
esta autoridad está ubicada en St. Kitts y agrupa nueve islas de esta
subregión; Tercero, algunos países de los cuales tradicionalmente
habíamos importado bienes no nos suministraban en los plazos previstos.
Estos son los ejemplos de desestabilización económica y sus técnicas
empleadas contra nosotros en nuestro caso específico. Naturalmente hay
más posibilidades como, por ejemplo, el sabotaje directo y presiones y
otro tipo de interrupciones, hasta ahora no hemos tenido experiencias en
carne propia de estas últimas técnicas de desestabilización económica.
El tercer nivel es la desestabilización violenta, que también puede
presentarse en diferentes formas, por ejemplo la forma de actividades
terroristas puramente.
Puede también presentarse en la forma más consciente de intentos de
golpe interno o de agresión externa usando mercenarios o, tal vez,
utilizando elementos granadinos que no están satisfechos con el proceso o
quizás utilizando directamente un gobierno extranjero o una
organización extranjera para este fin. Hemos tenido experiencias en este
contexto también, en los primeros días de nuestra revolución hubo
intentos de derrocarnos pero fuimos capaces de frustrarlos en muy poco
tiempo, frustrarlos por el pueblo mismo quien frustró los intentos de
algunos individuos por derrocar nuestra revolución. Más recientemente
hubo dos intentos en el curso de tres semanas, uno en octubre y otro más
el dos de noviembre y la evidencia en las pruebas en estos dos casos,
apunta hacia la involucración de un gobierno extranjero, o por lo menos
de personas de un determinado país, tal vez no un gobierno, sino un par
de personas de un determinado país, que prestaron botes. También hay
evidencia de que se trató de tipos mercenarios y de que estaban
involucrados elementos contrarrevolucionarios nacionales. En resumen,
creo que hemos pasado por una buena parte de intentos de
desestabilización, y no creemos tampoco que estos intentos van a cesar,
porque la razón y el imperialismo seguirán tratando de derrocarnos.
Creemos que en la agenda de los desestabilizadores seguirán ahora los
intentos terroristas y actividades contrarrevolucionarias, violentas, y
creemos también que en esa agenda están previstos algunos asesinatos, de
modo que continuaremos alerta ante estas posibilidades
desestabilizadoras.
Hace algún tiempo nos visitó un conocido economista, que es asesor de
varios gobiernos y que tiene buenos contactos personales con alguna
gente del Departamento de Estado de EE.UU.
Nos dijo que le habían llegado informaciones por estos canales, en el
sentido de que la CIA había trazado un plan para tumbar la Revolución de
Granada. Según él, ese plan tenía la forma de una pirámide. En su base,
había proyectos de desestabilización del país mediante la difusión de
noticias falsas sobre Granada, tanto en la prensa como por radio, así
como mediante estímulos a personas prominentes, organizaciones y
gobiernos de la región, para que ataquen nuestra revolución.
La primera fase del plan debió crear descontento y desorden en el
pueblo y, destruir el sector turístico. La segunda fase tenía previsto
usar la violencia en el país. Si ninguna de las dos fases terminaba en
el resultado deseado, se pasaba al plan de asesinar a los líderes del
país. Es evidente que las fases 1 y 2 de ese plan ya se están llevando a
la práctica. Por eso debemos ahora no sólo evitar que se lleve a cabo
la fase tres, sino tomar medidas para dejar sin efecto las dos primeras
fases avanzando en la construcción de nuestra revolución y a nuestra
manera. Debemos asegurarnos que estas tácticas de desestabilización no
tengan éxito.
Los medios de comunicación son para educar e informar honestamente al pueblo
N.S.: Ud. mencionó la desestabilización propagandística; en
este contexto, particularmente la Sociedad Interamericana de Prensa,
acusa al Gobierno de Granada de haber acabado con la libertad de prensa,
porque Uds. cerraron el único periódico “Torchlight” y permitieron la
publicación de un semanario “nacional” llamado “Free West Indian”. Yo
creo que el concepto de libertad de prensa ha sido tergiversado y
malinterpretado en muchas ocasiones, ¿cuál es su concepto de libertad de
prensa?
BISHOP: Los medios de comunicación de masas y por lo
tanto, la prensa son medios para informar y educar al pueblo. Creo que
esto implica una responsabilidad muy seria, creo que todos aquellos que
son periodistas profesionales tienen una responsabilidad muy grande;
siendo la tarea más difícil ser honestos. Nosotros no tenemos miedo a la
crítica, igual que cualquier otro gobierno u organización preferimos la
crítica constructiva, es decir, la crítica que parte de hechos y que en
base a estos hechos hace propuestas para corregir lo que desde el punto
de vista de ella no está bien, pero nosotros estamos dispuestos
inclusive a aceptar críticas maliciosas, calumniosas y hasta
desestabilizadoras, tal como nos las estaba haciendo en Granada el
periódico “Torchlight”. Me refiero a noticias aparecidas en este
periódico de que nosotros teníamos misiles en las islas vecinas y que se
había establecido una base naval soviética en la vecina isla de
Carricou que pertenece a Granada, y otras noticias de ese tipo
totalmente inventadas, de las cuales todo el mundo sabe que no son
ciertas. Estamos preparados para aceptar hasta este tipo de artículos.
Estas noticias totalmente absurdas, nos permiten dirigirnos al pueblo,
explicar a la gente por qué existen individuos de esta categoría, y por
qué están interesados en difundir este tipo de mentiras y a la larga
estas noticias no solamente no nos darían sino nos ayudan en la
concientización política del pueblo, no estamos dispuestos a aceptar,
sin embargo, actividades periodísticas contrarrevolucionarias,
actividades que inciten a la violencia, y que crean descontento político
en el pueblo.
El periódico “Torchlight”, por ejemplo, publicó un artículo en primer
plano titulado “Click, Click, ya te Tenemos”, que demuestra hasta qué
punto estuvo preparado a ir el editor, Nick Joseph, en su afán de
desacreditar el Gobierno Revolucionario del Pueblo. En el mencionado
artículo relata todos sus intentos de fotografiar los hombres del cuerpo
de seguridad que me acompañaban el primero de mayo.
Es obvio que no se pueden publicar fotos de los integrantes del
cuerpo de seguridad si queremos garantizar una efectiva protección de
nuestros líderes, sobre todo en estos tiempos en que sabemos que hay
asesinos a sueldo esperando su oportunidad. Si se publican fotos de
estos compañeros, les es más fácil a esos asesinos conseguir sus
objetivos.
El Gobierno Revolucionario del Pueblo defiende la libertad de prensa,
como es bien sabido; por eso no impedimos al Sr. Joseph tomar fotos.
Habíamos esperado que pusiera su patriotismo e interés por la seguridad
de los líderes del país por encima de un periodismo barato. Pero nos
defraudó: demostró su irresponsabilidad el editor y también su
periódico, al publicar estas fotos. Debo constatar que Estados Unidos, Gran Bretaña y prácticamente todos los países del
mundo generalmente no permiten que se tomen fotos de los cuerpos de
seguridad, sobre todo los intentos sistemáticos de hacerlo. Debo
constatar además, que el gobierno británico, por ejemplo, tiene un
sistema que llaman “noticias D”, mediante el cual el gobierno, con la
plena cooperación de la prensa, puede impedir la publicación de
información considerada perjudicial para la seguridad nacional.
Hay otro ejemplo: “Torchlight” incitó abiertamente a una secta
religiosa que se llama Movimiento “Rastafari” un grupo relativamente
pequeño de descontentos que se ha separado y revelado contra la
sociedad, y que es generalmente rechazado en las comunidades, diciendo
que el PRA (Ejército Revolucionario Popular) estaba tomando las armas
contra ellos, y que les había disparado en la montaña – una monstruosa
mentira -. Dos días después de la publicación de este artículo, algunos
compañeros del PRA que regresaban a uno de los cuarteles, fueron
apedreados por integrantes de ese grupo. Tres días después, el día
siguiente del ataque, organizaron un mitin en el que cuatro de los seis
oradores dijeron que ante esta situación de violencia contra ellos y las
perspectivas de aún mayor violencia, ellos no tenían otra salida que
recurrir a la violencia también. Ya no pudimos tolerar esto. Tuvimos que
actuar. Habíamos hablado innumerables veces con los representantes de
“Torchlight”, siendo ésta la reacción de ellos. No pudimos permitirles
que en la próxima edición dominical con ardientes titulares llamaran a
tomar las armas.
¿Cuál es nuestra posición fundamental en este contexto?
Quisiera referirme al aspecto filosófico de la libertad de prensa,
sobre todo porque sus lectores son internacionales, provenientes de
sociedades orientadas hacia Europa o Norteamérica y que se han
acostumbrado a interpretar el concepto de la libertad de prensa en un
sentido muy definido. Nosotros rechazamos totalmente aquel concepto de
libertad de prensa según el cual, cualquier persona tiene el derecho,
bajo el pretexto de editar un periódico libre, nacional, responsable e
independiente, de escribir, fabricar, y publicar mentiras, de
tergiversar y distorsionar la verdad, de presentar su propio punto de
vista exclusivamente. Esto podría ser aceptable en países más
desarrollados en los que existen miles de periódicos, en los que se
expresan miles de puntos de vista, y donde el pueblo haya alcanzado un
alto nivel de preparación educativa y cultural, en una larga historia de
“lobbyismo” y de procesos democráticos.
En el contexto nuestro no es así. Nuestro país es un país
relativamente pobre y atrasado, con niveles educativos todavía bajos, en
el que muchos todavía son supersticiosos y donde el alfabetismo
funcional llega al 40%. En tales condiciones, el daño que puede causar
una caricatura, por ejemplo, posiblemente no sea reparable, ni mediante
400 artículos. En tales condiciones, no se puede esperar realmente que
la gente se lea 3 o 4 o 5 artículos, y diga cuál de ellos representa el
mejor punto de vista; ya les cuesta mucho esfuerzo leer uno solo.
Creemos que en estas condiciones la prensa tiene una responsabilidad muy
especial, en el sentido de ser honesta, ser justa y ser escrupulosa, de
informar sobre las situaciones exactamente como son. ¿Usted tiene un
artículo que critica el Gobierno?
¡Imprímalo!
Si el Gobierno reacciona el siguiente día, o la siguiente semana,
¡Imprima esa reacción también! Si el Gobierno hace algo que el pueblo
estima relevante y útil, ¡dígalo! aunque usted no esté de acuerdo.
Exponga su punto de vista entonces en una nota del editor, o exponga las
opiniones contrarias de los que están en desacuerdo.
Pero al menos presente ambas partes. El “Torchlight” no hizo esto. Su
posición fue que habían llegado a una fase en la que ya no estaban
dispuestos a publicar otros puntos de vista. Inclusive comentaron una
carta del lector en el sentido de que no aceptaban más opiniones de este
tipo sino en la forma de anuncios pagados. Esto convierte en evidente
mentira su pretensión de editar un periódico nacional. De modo que
nosotros opinamos que un periódico verdaderamente nacional e
independiente tiene la obligación de ser nacional y de publicar las
opiniones que le lleguen. Opinamos que quienes se llaman periodistas
serios, responsables y profesionales, deberían como mínimo comprender
esta responsabilidad, y que en el caso contrario no son aptos para
ejercer esa función.
N.S.: Creo que su punto de vista no dista mucho del
mantenido por sindicalistas y periodistas en otros continentes, que
dicen que la libertad de prensa es la libertad de unos pocos que poseen
un periódico. Es obvio que esto está relacionado con el sistema
capitalista en el que los dueños tienen el derecho a determinar lo que
el pueblo puede y debe leer. Ante esa situación ¿No cree usted que las
empresas dueñas de medios de comunicación social deberían ser
socializadas?
BISHOP: Cierto. Claro está que hay que establecer
una distinción fundamental entre empresas de prensa y empresas de otros
sectores. Creemos que un periódico no debería ser propiedad de una o dos
personas. En este sentido hemos dictado la Ley del Pueblo, el año
pasado, que tiene el objetivo de democratizar los periódicos; estipula
que ninguna persona natural o jurídica o miembros de una sola familia,
pueden tener más del 4% de las acciones de una empresa editora de
periódicos.
De modo que, como mínimo, tienen que asociarse 25 personas naturales o
jurídicas o grupos, para poder publicar un periódico. Esperamos que de
esta manera se garantice un consenso más amplio y que un periódico sea
honesto y objetivo en su política informativa. Preferentemente estos 25
propietarios serían grupos u organizaciones, ampliando así aún más la
base. Pero como mínimo deben ser 25 personas; somos muy firmes en este
respecto.
También somos muy firmes respecto al principio de que prohíbe la
participación de extranjeros en la propiedad de un periódico en nuestro
país. Opinamos que la propiedad de periódicos de difusión nacional debe
limitarse a los ciudadanos de este país, sobre todo bajo las condiciones
nuestras, que son el atraso cultural y la desestabilización. Por eso
comparto su punto de vista: un periódico deberla socializarse,
democratizarse, haciendo participar el pueblo en él.
La economía nacional y el nuevo turismo
N.S.: Acerca del sector privado, ¿cómo enfocan ustedes esta
cuestión? Uds. Aspiran a construir un sistema socialista, objetivo que
por supuesto no se puede lograr de la noche a la mañana. ¿De qué manera
piensan Uds. organizar la economía nacional?
BISHOP: Como dije anteriormente, la primera fase es la reconstrucción nacional.
A ella se une y de ella surge la fase democrática nacional en la que
nos acercaremos cada vez más a programas y políticas orientadas hacia el
socialismo. Será un proceso, un proceso dialéctico en el que habrá
pasos aparentemente contradictorios. Pero no dudamos acerca del rumbo de
los objetivos a seguir.
Nuestra economía se basará en cuatro pilares principales: en primer
lugar, la agricultura; se unirá a ella, la agroindustria, qué debe
refinar y procesar las materias primas que producimos; en tercer lugar,
estará la industria pesquera – no la nueva pesca que tenemos actualmente
– con fábricas procesadoras del pescado; y por último, el nuevo
turismo, concepto que significa un turismo vertical y horizontalmente
integrado al resto de la economía nacional.
N.S.: ¿qué es lo que Uds. entienden bajo el “nuevo turismo” ? ¿Cuáles son sus diferencias respecto al turismo tradicional?
BISHOP: Para comprender nuestro concepto del “nuevo
turismo”, es necesario comprender lo que es el “antiguo” turismo. El
mayor problema del “antiguo” turismo es su origen en la era del
imperialismo que le imprimió sus características más negativas. Este
turismo nunca pretendió ser un instrumento para el desarrollo de la
economía nacional y de la sociedad. Era más bien un instrumento para
intensificar nuestra dependencia de la metrópoli y para brindar
desarrollo a unos pocos, pero crear subdesarrollo para las grandes
mayorías de los pueblos de nuestras islas.
Igual al azúcar, la bauxita, el banano y petróleo, las empresas
turísticas en muchas islas del Caribe estaban en manos y bajo el control
de corporaciones transnacionales, como Hilton, Holiday Inn e
Intercontinental. Los inversionistas extranjeros tomaban cuanta ventaja
pudieran en términos de exoneración de impuestos, importaciones
exoneradas, proyectos de infraestructura que frecuentemente servían
exclusivamente a hoteles aislados o residencias lujosas. Y después de
obtener todo esto, invertían muy reducidas partes de sus ganancias en el
país, repatriando la mayor parte. Esto significaba además que los
extranjeros reclamaban grandes extensiones de nuestras tierras que
constituyen un factor importante en estas pequeñas islas donde la tierra
es una mercancía muy escasa. En algunos casos incluso llegaron a
reclamar nuestras playas para su uso exclusivo.
Una de las características más resaltantes del antiguo turismo era su
posición de enclave. Las empresas turísticas eran enclaves económicos
sin nexos con el resto de la economía. Los alimentos para los turistas,
los materiales para la construcción de hoteles, los gerentes de los
hoteles, todo se importaba desde el exterior.
Estimamos que sólo 20 centavos de cada dólar turístico se quedó
realmente en la isla de Granada. Además de haber sido en claves
económicos, las colonias turísticas también eran enclaves sociales
privilegiados: buenos y firmes los edificios de los hoteles, con agua,
alcantarillado, electricidad y buena comida, sólo a unos pasos de las
casitas de nuestra gente viviendo en condiciones exactamente opuestas.
También hay que ver que la gran mayoría de los turistas han sido
blancos. Esta clara asociación de “blanco” con “privilegio” es un gran
problema para los pueblos del Caribe que emergen de una historia
colonialista racista, en que se les enseñaba creer en la superioridad de
lo blanco y la inferioridad de lo negro. De modo que el turismo los
confrontó una vez más con la relación aparentemente inevitable entre la
raza y la posición social, un factor muy dañino en un proceso de una
emergente autoconfianza negra.
Otro factor negativo fue el que los visitantes metropolitanos
trajeron algunos de los peores elementos de su cultura, la inflación,
el consumismo, las drogas, la homosexualidad, la prostitución, el juego
de azar. Dada su “alta” posición social en el contexto caribeño, había y
sigue habiendo el grave peligro de que los turistas sean vistos como
“grupo de referencia” que es imitado por los nativos, especialmente los
jóvenes.
El antiguo turismo fue asimismo, un factor económico muy inestable.
El que los turistas decidan visitar una isla, depende en parte de la
“moda”, en otra parte del antojo de las economías de las metrópolis y de
una promoción que las islas caribeñas no podrían financiar ni
conjuntamente, así como de las facilidades de transporte. La llegada o
no llegada de los turistas depende además, del clima político.
Debemos fijarnos en el ejemplo cubano. Habiendo sido uno de los
primeros centros turísticos en el Caribe, el turismo prácticamente
desapareció en los primeros meses luego de la revolución. Aquí en
Granada nos pasó lo mismo en 1974: el número de turistas bajó
considerablemente, como consecuencia de los llamados “disturbios” que no
fueron otra cosa que una situación creada por un pueblo que pedía sus
legítimos derechos.
En resumen, vemos el antiguo turismo como un problema debido a sus
connotaciones coloniales e imperialistas. Estaba en manos y bajo control
de extranjeros, sin relación a las necesidades y al desarrollo del
pueblo del Caribe, y nos trajo una serie de peligros socioculturales y
ambientales, como la cuestión racial y modelos sociales y económicos no
deseables, como las drogas y la prostitución – factores todos que no se
ha considerado suficientemente.
N.S.: ¿Cómo piensa el Gobierno de Granada deshacerse de estos antiguos modelos; qué es lo que significa “nuevo turismo”?
BISHOP: Partimos del punto de vista que nuestra
sociedad no puede considerarse sólo como sociedad receptora en la que
los inversionistas extranjeros crean enclaves para visitantes
extranjeros, que hacen lo que quieren sin importarles los efectos para
nuestra sociedad. Partimos del principio que los granadinos, igual que
los otros pueblos del Caribe, deben ser reconocidos como pueblos que
definen su propio destino y que desarrollan su propio proceso. Son estas
las bases en que hemos iniciado el desarrollo de lo que llamamos el
nuevo turismo.
En primer lugar, no interpretamos el turismo tan sólo como negocio,
sino como instrumento de la paz y del entendimiento en el mundo que
permite que la gente de todas partes se reúna en una atmósfera de
respeto mutuo para llegar a comprender mejor sus diferentes culturas.
En segundo lugar, y del punto de vista económico, vemos el turismo
como instrumento de desarrollo no sólo en el sector turístico mismo,
sino para toda la economía, a través de los nexos que se crearán con
todos los sectores económicos. El turismo puede ser, por ejemplo, un
importante estímulo para nuestros sectores agrario y agro-industrial,
para el desarrollo y enriquecimiento de la dieta nacional mediante la
preparación de platos nuevos hechos con productos del país y, para el
desarrollo del sector de la construcción, empleando diseños y materiales
nacionales. Vemos la oportunidad de desarrollar nuestra artesanía,
cultura y otros artes como expresiones de nuestra propia realidad y
aspiración, con el turismo fijándose en esta expresión más que dejar que
nuestra cultura sea determinada por conceptos prefabricados acerca de
lo que el turista pudiera esperar.
Tercero, nos esforzamos mucho para diversificar nuestro mercado
turístico en América Latina y particularmente Venezuela, así como en
Europa fuera del Reino Unido. Esto es imprescindible en la creación de
un proceso independiente que esté fuera de la zona de influencia de una
sola potencia extranjera.
En cuarto lugar, romperemos la relación entre turismo, clase social y
color. Atribuimos gran importancia al estímulo del turismo no blanco,
particularmente de Caribeños en que vemos un buen elemento
complementario al resto de los turistas, en la llamada “temporada baja”.
Además, nuestra política exterior apoya plenamente los esfuerzos del
Tercer Mundo para instalar un Nuevo Orden Económico Internacional. Después de todo, los beneficios sociales tales como el
turismo, sólo estarán a nuestro alcance en la medida en que el Tercer
Mundo se desarrolle económicamente.
En quinto lugar apoyamos plenamente el movimiento regional caribeño y
todos los esfuerzos para encontrar soluciones regionales de los
problemas del turismo y de otros sectores.
Los sectores de la economía
N.S.: Volviendo a su concepción de la economía nacional en
términos más generales, ¿de qué sectores se compone el futuro sistema
económico?
BISHOP: Los cuatro pilares fundamentales de la
economía se construirán utilizando tres sectores: Un sector público,
naturalmente, que competirá con el sector privado. No aceptamos que el
Estado sólo puede hacerse cargo de industrias deficitarias o de
industrias llamadas “importantes socialmente” y que no debe producir
lucro. Creemos que el Estado si tiene que producir beneficios y que no
hay ninguna área que está fuera del derecho del Estado a participar en
ella.
En segundo lugar, habrá un sector popular, un sector cooperativo,
mediante el cual atacaremos principalmente el problema del desempleo.
Este sector nos permitirá sacar de la calle sobre todo a los jóvenes,
brindándoles oportunidades de trabajo productivo principalmente en la
agricultura, en tierras no cultivadas actualmente.
En tercer lugar, habrá un sector privado. Creemos que el sector
privado es importante y que tiene una función que cumplir. La función
del sector privado, sin embargo, será siempre definida y limitada por
normas y reglas pautadas por el Gobierno.
Nos oponemos totalmente, por ejemplo, a un sistema privado en el que
un extranjero venga a Granada, que solicite créditos en nuestros bancos y
que entonces se considere inversionista extranjero: el hombre muy hábil
que trata con un Gobierno tonto. No aceptamos eso. Ni aceptamos tampoco
que cuando usted invierte aquí tenga derecho ser exonerado de impuestos
durante 15 años. El mismo hecho de ser hombre de negocios significa ser
una inversión como oportunidad y riesgo al mismo tiempo. Si no produce
beneficios, de todos modos no paga impuestos de acuerdo con nuestras
leyes y normas. Pero en el momento de producir beneficios, también debe
pagar impuestos. En los 15 años libres de impuestos, el inversionista
utiliza electricidad, agua, las carreteras, los servicios sociales,
etc., es lógico que debería hacer una contribución al costo de ellos.
Somos también muy firmes en cuanto al principio que los trabajadores
en nuestro país tienen el derecho de formar y afiliarse a sindicatos de
obreros, y de comprometerse en actividades laborales normales. Si usted
no acepta eso, decidirá invertir en lugares donde estas cosas no tienen
importancia. Es nuestra firme posición que nuestros trabajadores sí
tienen derechos y que usted los debe respetar si quiere invertir en
nuestro país, y operar una empresa en Granada.
Lo que acabo de decir sobre el sector privado puede resumirse de esta
forma: Si usted es un hombre de negocios de los años ochenta, de la
última parte del siglo XX, nosotros podemos hacer tratos con usted. Si
usted en cambio, vive todavía en el siglo XVII, en la época del
feudalismo y de la esclavitud, no tiene nada que buscar en Granada.
N.S.: ¿No ve usted una contradicción entre el propósito de
la construcción de un sistema socialista y la existencia de un sector
privado más o menos importante? ¿Es que ustedes pretenden controlarlo
sólo externamente, mediante normas pautadas por el Gobierno, o tiene
pensado también establecer un control social interno, mediante la
introducción de un sistema de participación obrera?
BISHOP: Creemos que construir un sistema económico y
socialista, es un proceso en el cual hay que proceder paso por paso.
Creemos que nos debemos enfrentar a los problemas más directos.
Heredamos un tesoro público que tenía exactamente 47 dólares. Heredamos
un país sin carreteras, la gente está hablando ahora sobre los huecos
en las carreteras; antes ni existían carreteras. Heredamos un país con
acueductos muy deficientes, las tuberías de San Jorge, la capital,
estaban oxidadas porque durante años no había pasado una gota de agua
por ellas. Los hospitales carecían hasta de material de vendaje y de
aspirinas. Estas fueron las condiciones sociales que encontramos, fue la
realidad objetiva. Para enfrentar esta situación tuvimos que introducir
un sistema de planificación; había que enfrentar de inmediato el
problema del desempleo; había que hacer algo en los servicios básicos;
había que mejorar desde ya, la calidad de vida del pueblo.
El capital necesario para estas acciones tiene que ser formado en
alguna parte. No creemos que el Estado por sí solo es capaz de generar
este capital. De modo que el sector privado, el capital que se puede
obtener del sector privado, constituye una ayuda imprescindible en la
tarea de construir el aparato productivo de la economía.
Creemos que en este proceso es posible garantizar controles
suficientes y que no obstante la continuación del funcionamiento del
capital privado, una porción suficiente de sus ganancias reestructurará
al pueblo. Lo vemos de esta manera: mientras que en el plano político se
requiere de firmeza y vigor, el plano económico permite un cierto grado
de flexibilidad. Este es el significado de un desarrollo
revolucionario, es lo que ha ocurrido en algunos países que han seguido
una vía nacionalista democrática. Creemos que nosotros podemos hacer lo
mismo en Granada, y que la contradicción que aparentemente implica no es
antagónica.
Cinco segundos en cada cinco años
N.S.: Permítame enfocar un punto quizás crucial. Me refiero
al concepto de libertad que también discutimos con Michael Manley. Es un
concepto utilizado hasta por dictaduras. Lo mismo vale decir acerca del
concepto de la democracia, la democracia de origen occidental que es
utilizado a veces como arma contra otros modelos participativos. En mi
opinión, las condiciones capitalistas occidentales no reflejan
necesariamente, las condiciones y tradiciones imperantes en países del
Tercer Mundo. ¿Cuáles son sus ideas sobre un modelo granadino de
participación popular, para “evitar” la palabra democracia?
BISHOP: Creemos que esto es sumamente importante: debemos esforzarnos al máximo para alcanzar este objetivo cuanto antes.
En lo esencial, estoy de acuerdo con lo que usted acaba de decir: el
sistema parlamentario tipo Westminster puede ser relevante para la
Inglaterra bajo las condiciones en las que los ingleses han venido
desarrollando este sistema y que ha resultado de una historia llena de
violencia, durante la cual, en los siglos XVI y XVII, fueron decapitados
sus reyes y hubo guerras civiles entre los seguidores de Cronwell y los
defensores de la teoría del Derecho Divino. Un país que luego vivió dos
o tres o cuatrocientos años relativamente pacíficos, período en que
estableció y desarrolló su democracia, su actual sistema de lobbyismo,
su educación y los niveles culturales que tiene el pueblo hoy en día. En
estas condiciones, este modelo de participación popular de “5 segundos
en cada 5 años”, posiblemente es aplicable.
En las condiciones del Caribe, donde emergimos de una economía de
plantaciones y un sistema de esclavitud y de colonialismo, no creemos
que este sistema tipo Westminster sea el acertado. Creemos por lo
contrario, que carece de sentido totalmente para la vida nuestra. Lo que
aspiramos, en cambio, es que lleguemos a un estado en que el pueblo no
se vea limitado a depositar su voto en “cinco segundos cada cinco años”;
sino en que tenga la oportunidad de participar todos los días. Y
creemos que esto no puede lograrse de una manera artificial, desde
arriba, imponiendo una constitución y tratando de cumplirla, sino de una
manera más natural, surgiendo la participación desde abajo, desde el
nivel de las bases. De modo que cuando las instituciones empiecen a
cobrar vida en forma, se podrá proceder a institucionalizar y
constitucionalizarlas.
Vemos grandes oportunidades para el desarrollo de este modelo en
algunas de las acciones que hemos iniciado. Nuestro Centro de Educación
Popular, C. E. P., que por ejemplo tiene el objetivo de eliminar el
analfabetismo funcional y total.
Creemos que las organizaciones que vamos a crear en el contexto de
nuestro Programa C. E. P., valiéndonos de voluntarios que eduquen a
nuestros hermanos y hermanas menos afortunados, pueden perfectamente
convertirse en organismo popular de este tipo. Vemos oportunidades
similares en los Consejos de Educación de la Comunidad que hemos creado
recientemente y en las Asociaciones de Padres y Educadores que pretenden
transformar el sistema educativo tradicional con su exclusiva relación
educadores-estudiantes, a un sistema integrado totalmente en las
comunidades, en el que éstas asumen la responsabilidad por sus escuelas,
el mantenimiento de los planteles escolares, y el control de lo que se
les enseña a sus hijos, etc. En esto vemos otra buena oportunidad real
de participación.
Lo mismo puede esperarse de los Comités de Salud que tenemos previsto
crear a nivel de los pueblos. Nuestro actual sistema de salud pública
destina el 80% del presupuesto a los dos hospitales. Estos a su vez,
atienden sólo el 20% de la población, mientras que el 80% de la
población tiene que recurrir a los 35 centros médicos y 5 clínicas del
país, que reciben tan sólo el 20% del presupuesto, lo que le dará una
idea sobre la calidad de la atención médica que se está prestando a las
mayorías populares. Por eso pretendemos establecer un sistema de
atención médica primaria en el que los médicos ya no serán las “prima
donnas” encima de todos, con todo el personal técnico y enfermero abajo,
sino que será un sistema integral de asistencia médica en el que los
médicos, los técnicos, las enfermeras y el personal paramédico lleven
los servicios médicos a la gente. Y el pueblo a su vez, será incorporado
en la higiene colectiva, la educación sanitaria colectiva, el con trol
colectivo de la calidad del servicio asistencial que reciben en los
pueblos.
También en estos Comités de Salud a nivel de pueblos vemos un gran
potencial y una gran oportunidad para desarrollar la forma de democracia
que mencionamos.
A partir de la revolución ha habido una extensa proliferación de actividades comunitarias.
En una pequeña zona solamente St. Patrick por ejemplo, encontramos 23
grupos diferentes, que funcionan activamente. Nuestro partido mismo no
tenia información de la existencia de muchos de ellos. Hay grupos de
mujeres, grupos de jóvenes, grupos religiosos, culturales, deportivos,
de la milicia, etc., se han formado en todos los sectores. Creemos que
esto está en relación directa con la revolución.
El pueblo siente ahora que tiene la oportunidad de involucrarse, de participar y la agarran con ambas manos.
La milicia misma es un buen ejemplo. Como usted sabe, no sólo hemos
establecido el Ejército Revolucionario del Pueblo, sino también hemos
creado una milicia del pueblo convirtiéndonos en un pueblo en armas para
poder combatir una agresión externa cuya posibilidad no podemos excluir
en nuestra situación. Los grupos de la milicia se han lanzado a los
campos del desarrollo comunal y de la educación política. En esto
también vemos la oportunidad de establecer una organización arraigada en
el pueblo, que tiene relevancia para su vida, en la que el pueblo se
desenvuelve en forma natural y no artificial.
Un último ejemplo, escogido entre muchos otros, es el de las Brigadas
de Movilización de la Comunidad. En los primeros días de la revolución
insistimos en la necesidad de haber derrocado a Gairy por haber sido el
mayor obstáculo al desarrollo de nuestro país, pero que su derrocamiento
ni significaba que el país iba a avanzar automáticamente, y que había
aún grandes problemas. Que el pueblo no creyera que ahora se podían
cosechar billetes de 20 dólares en una mata de mango, que no se abría el
cielo dejando caer maná. Y que si queríamos construir un país, lo
teníamos que hacer como pueblo unido, que lo teníamos que hacer en base
de mucho trabajo voluntario porque el tesoro nacional estaba en
bancarrota.
Y la capacidad de generar ingresos es todavía limitada debido al
tamaño y a la naturaleza deformada y explotada de la economía. De modo
que hicimos un llamado al trabajo voluntario, un llamado verdaderamente
revolucionario.
Hace tres meses, varias semanas antes de llegar las lluvias, pudimos
constatar que el 85% de los pueblos en Granada estaban involucrados en
trabajos de desarrollo comunal un domingo por la mañana, cortando
maleza, limpiando drenajes, reparando los centros comunales, las vías,
las casas de sus vecinos, etc. Creemos que este ha sido el mayor logro
de la revolución. Estamos seguros que la Administración no habría
logrado que un solo pueblo reaccionara, mientras que ahora era posible
tener una reacción de tal magnitud.
Confiamos que estas Brigadas de Movilización de la Comunidad tienen
la capacidad de desarrollar el sistema de poder popular, de
participación popular al que se refiere usted y al que aspiramos
nosotros.
Es imperiosa la cooperación entre los países del Caribe
N.S.: Granada es una isla pequeña; no son pocos los que ponen en duda que Granada, igual que otras pequeñas islas puedan autosostenerse. Entonces, ¿necesita Granada de la región del Caribe, o puede desarrollarse en forma independiente?
BISHOP: Necesitamos la región del Caribe, eso queda
fuera de toda duda. Granada está muy lejos de ser autosuficiente. Además
existen nexos con el Caribe, sobre todo el Caribe de habla inglesa,
nexos históricos, culturales, geográficos, políticos, económicos y
familiares que son muy profundos y fuertes y que de ningún modo pueden
ser cortados en este momento. Hace poco le hablé de la Autoridad
Monetaria del Caribe Oriental; como pudo ver, no tenemos siquiera un
signo monetario propio. Tampoco tenemos una línea aérea propia, estamos
unidos con doce o trece países en el manejo de una línea aérea. Lo mismo
ocurre respecto del transporte marítimo y del comercio. Muchos
granadinos, por ejemplo, van ahora a Trinidad todos los días, para
vender y comprar. Para poder llegar a Granada hay que viajar vía
Barbados o Trinidad, siendo Barbados la estación más importante en el
camino de Granada.
Los vínculos que nos unen al Caribe, al Caribe de habla inglesa sobre
todo, hacen imperante la necesidad de una estrecha cooperación entre
nosotros. Vemos el Caribe como un área integral, un área deformada y
transformada por el colonialismo y posteriormente, por el imperialismo.
Lo que había sido una sola área habitada de un solo pueblo, se vio
inundado por cuatro o cinco países colonialistas, que se la repartieron
entre ellos, que impusieron sus lenguas y su cultura y que luego de
haber enseñado a la gente a hablar sus idiomas diferentes, los enseñaron
a odiarse entre ellos. De modo que los holandeses que viven en Aruba o
Curazao, o los franceses de Martinica, Guadalupe y Cayena, las personas
de habla española de Cuba y Puerto Rico y los de habla inglesa de
nuestras islas, llegaron a sentir cierta hostilidad unos contra otros.
Creemos que esto significa jugar el juego del colonialismo y que debe
llegar la hora de acabar con estas diferencias artificiales basadas en
la separación por el mar, por los diversos idiomas y las diferentes
culturas.
Nosotros haremos los mayores esfuerzos para desarrollar las más
estrechas relaciones con nuestros vecinos en el Caribe sin importarnos
el idioma que hablen.
Quisiera agregar algunas observaciones sobre los problemas
específicos que tienen las islas pequeñas y otros países particularmente
desfavorecidos. Son problemas originados en las limitaciones del
mercado, de la población y de los recursos, la falta de capacitación
técnica en importantes áreas, la dependencia de la exportación de una o
dos materias primas, la insuficiente formación de capital, el
subdesarrollo de los mercados financieros y la infraestructura
inadecuada. Estos problemas afectan la mayoría de las pequeñas islas y
de otros países particularmente desfavorecidos como por ejemplo,
Dominica, Sta. Lucia, las islas Seychelles, San Tomé, Granada etc., y
los países como el nuestro, nos vemos doblemente golpeados por el
imperialismo.
Mientras que los países mayores del Tercer Mundo están luchando hoy
día por el derecho de obtener mejores términos de intercambio, muchos de
nosotros luchamos en primer lugar, por el derecho mismo al comercio. Y
mientras que los mayores países del Tercer Mundo están luchando por un
régimen internacional que permita explotar los recursos submarinos en
beneficio de toda la humanidad y no de una o dos transnacionales, el
problema nuestro es acordar y demarcar nuestra zona económica de 200
millas.
Nuestros problemas son aún agudizados por los criterios inadecuados e
inapropiados que se establecen para determinar si se otorgan créditos o
si se puede prestar ayuda financiera u otras formas de cooperación y
asistencia. El índice de la balanza de pagos no es un criterio justo en
el caso de estos pequeños países.
Muchos de ellos no tienen un Banco Central propio, de manera que lo
que aparece como déficit de la balanza de pagos, no es sino un déficit
presupuestario. El índice del producto per cápita es un criterio muy
injusto también. Este índice incluye los ingresos de los millonarios y
otros ricos como también los de las mayorías que viven en la peor
pobreza, dando una idea muy equivocada acerca del verdadero ingreso del
ciudadano promedio.
La obligación del financiamiento intermedio, es decir, la práctica de
obligar al Gobierno receptor a financiar el material necesario para
llevar a cabo un determinado proyecto para reintegrarle los gastos
después, también resulta injusta porque frecuentemente es imposible
reunir este capital inicial.
Estos problemas específicos de pequeños países isleños
subdesarrollados, deberían urgentemente ser considerados no sólo por el
mundo industrializado, sino también por los países del Movimiento No
Alineado.
Naturalmente seguiremos luchando al lado de los países
tercermundistas más grandes, por la creación de un Nuevo Orden Económico
Internacional. Pero debo señalar que lo que a uno de los mayores países
del Tercer Mundo pudiera parecer una ayuda relativamente
insignificante, puede tener un inmenso efecto en una sociedad más
pequeña y pobre. Por ejemplo, cuando nosotros pedimos ayuda del Gobierno
Revolucionario de Cuba y éste nos envió a doce médicos, tan generosa
asistencia tuvo un impacto inmediato en nuestro país. Estoy seguro que
Ud. Comprende el gran efecto que producen doce médicos adicionales en
una isla tan pequeña como Granada.
Durante siglos, el colonialismo ha dividido nuestra región, al igual
de otras regiones del mundo. Han pasado siglos en desarrollar el arte de
dividir los pueblos de una sola área. Aquí llegaron los franceses,
ingleses, españoles y holandeses. Se repartieron el área, nos enseñaron
diferentes idiomas y culturas y nos hicieron odiarnos mutuamente. Nos
dijeron que los que hablan inglés, deben considerar como enemigos a los
que hablan español y holandés y viceversa. Nos dijeron que los que
tienen un determinado patrimonio cultural deben menospreciar y odiar a
los que tienen otro. Crearon fronteras regionales e incluso dejaron
algunos países sin acceso al mar, lo que dio origen a diferendos
territoriales en nuestra región.
Pero ya se pueden ver signos del colapso del colonialismo en la
región. Sta. Lucia, San Vicente y Dominicana, se independizaron en los
últimos doce meses pasados, Antigua y San Kitts están a un paso de la
independencia. Nosotros apoyamos firmemente, la independencia e
integridad territorial del pueblo de Belice. También nos solidarizamos
con el Partido Socialista puertorriqueño y el pueblo de Puerto Rico, en
su lucha por la independencia.
Fuente original:
Nueva Sociedad Nº 46 Enero-Febrero de 1980, pag. 110-125, www.nuso.org