Un Informe del PNUD revela que en Latinoamérica “entre 2015 y 2016 aumentó el número absoluto de personas pobres, por primera vez en la década”, mientras que en la Isla su Gobierno adopta medidas para mejorar al ciudadano/a común.
Hace unas semanas, consideré oportuno escribir acerca de la atención a la Tercera edad
en la Mayor de las Antillas en contraste con jubilados/as y
pensionistas en la Unión Europea —una señal del quehacer gubernamental
en la Isla en favor del pueblo. En este momento, vuelvo al asunto al
“descubrir” que la prensa que cacarea
que marchamos al “retorno de los momentos más duros del Período
Especial” omite qué dijo recientemente el Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD) sobre Latinoamérica y el Caribe en término de
desgracias para el grueso de personas.
Precisamente porque no hallé que el Nuevo Herald, líder en distorsionar la realidad cubana, publicara lo referido a Recaída de millones de latinoamericanos a la pobreza es evitable con políticas públicas de nueva generación, es que me permito resaltar algunos datos acerca de la consideración del PNUD en este orden de ideas.
Esa instancia de Naciones Unidas en un Informe sobre Desarrollo Humano para la región en el 2016, resalta que el
mercado laboral en América Latina en su gran parte es informal; y que
más de la mitad de los 300 millones de trabajadores en la región son
asalariados en micro-empresas con menos de cinco puestos de trabajo,
autoempleados sin calificación o no perciben ingresos (programas de
aprendizaje, por ejemplo).
Asimismo,
que de las más de 50 millones de empresas pequeñas y medianas, el 70%
son informales, y dos de cada tres nuevos empleos creados en la región
fueron en el sector de servicios, que tiene baja productividad y altas
tasas de informalidad; y que sin aumentos futuros de la productividad de
los sectores de baja calificación laboral, la sostenibilidad del
crecimiento y, en consecuencia, de los logros sociales, se compromete.
Además,
que si bien salieron de la pobreza cerca de 72 millones de personas y
entraron a la clase media 94 millones de personas entre 2003 y 2013, los
últimos tres años vieron una ralentización y luego una reversión de
esta tendencia; y que si bien el promedio anual de latinoamericanos que
salieron de la pobreza fue de casi 8 millones entre 2003-2008 y de 5
millones entre 2009-2014, entre 2015 y 2016 aumentó el número absoluto
de personas pobres, por primera vez en la década.
Como si fuera poco lo antes mencionado, en el referido Informe sobre Nuestra América se alude a que la
ausencia de mecanismos de cuidados (especialmente para niños y adultos
mayores), combinados con el aumento de la participación laboral
femenina, restringen una mejor inserción de la mujer en el mercado
laboral y la generación de ingresos en los hogares.
Sin embargo, cubanas y cubanos exhibimos datos significativos de bienestar certificados en este año por la propia Naciones Unidas. Ello, por la inmensa obra de su Revolución liderada por el mismo Fidel descubridor de la Utopía —arriba este 13 de Agosto a sus 90 cumpleaños y aprovecho para darle las Gracias por su existencia.
No me voy a detener en nuestras razones para el jolgorio el pasado 1ro de Mayo,
Día Internacional de los Trabajadores. Basta con anotar que hace apenas
unos meses Cuba se validó ante el mundo como el primer país en eliminar
la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis congénita; al
tiempo que el PNUD ha acompañado los esfuerzos por más de una década
para luchar contra todo tipo de discriminación hacia las personas
viviendo con VIH; erradicar cualquier estigma y discriminación hacia
personas por su orientación sexual o identidad de género, así como
fomentar la adherencia a tratamientos y la calidad de vida de las
personas con VIH —trascendió en el tercer mes del año en curso.
Puedo
agregar que la Mujer cubana disfruta de bondades que son sueños para
muchas féminas en todo el mundo, pues ocupan el 46 por ciento de los
altos cargos de dirección y constituyen el 78,5 por ciento del personal
de salud, el 48 por ciento de los investigadores científicos y el 66,8
de la fuerza de mayor calificación técnica y profesional; al paso que el 48,86 por ciento de los escaños del Parlamento son ocupados por ellas,
lo que hace de nuestra nación el segundo país del continente americano
con mayor representación femenina en el legislativo y el cuarto a nivel
mundial, como se recordó el 8 de Marzo último.
Por demás, brevemente anoto las nuevas medidas encaminadas a aumentar de manera gradual la capacidad de compra de la persona menos pudiente
implementadas a partir del 24 de Mayo del corriente (disminución de los
precios de venta a la población en pesos cubanos convertibles de las
confecciones textiles para niñas/os de uno a 12 años); al paso que se
adoptan decisiones tendientes a bajar el precio de productos
alimenticios y el desmesurado aplicado por privados en el transporte
público.
Por tanto, si comparo la letra del Informe del PNUD que revela el aumento del número absoluto de personas pobres en Latinoamérica entre 2015 y 2016 con el hecho que evidencia que
en la Isla su Gobierno adopta medidas para mejorar al ciudadano/a
común, llego a un secreto a voces: en Cuba las Políticas públicas están
destinadas al bienestar de su pueblo. iEnhorabuena!
No hay comentarios:
Publicar un comentario