13 de mayo de 2016

41º Aniversario del Triunfo del Pueblo de Vietnam sobre las tropas imperialistas



Por Alejandro Torres Rivera

Coat of arms of Vietnam.svg
 
Nos dice el general Vo Nguyen Giap, en su libro Armar las masas revolucionarias, Construir el Ejército Popular (1972), lo siguiente:

“A diferencia de muchos países occidentales, cuya formación está ligada a la desintegración del régimen feudal y la aparición del capitalismo, nuestra nación se formó y desarrolló a partir de antiguas luchas contra las agresiones y la dominación de los señores feudales extranjeros. Fueron muchas las sublevaciones nacionales y las guerras nacionales que estallaron sucesivamente en el transcurso de muchos siglos de nuestra historia.

Vietnam es una de la cunas de la humanidad. Desde que los reyes Hung fundaron el país de Van Lang, y a través de milenios anteriores a la era cristiana, las tribus pertenecientes al grupo étnico viet, en su lucha para sobrevivir y desarrollarse, fueron creando factores bastante sólidos que determinarían la constitución de la nación: vivieron generación tras generación en un mismo territorio, empleaban una lengua propia, crearon una economía y un régimen político-social que alcanzaron cierto grado de desarrollo, edificaron una cultura y una tradición moral que les eran propias. Todo esto hizo que en nuestro pueblo surgieran muy pronto, con una vitalidad muy fuerte, los sentimientos nacionales, el espíritu de soberanía...”

Desde entonces, la historia de este pueblo del sudeste de Asia, ha sido por siglos la historia de un pueblo en lucha por su independencia y liberación nacional.

El 2 de julio de 1976 fue reunificado Vietnam bajo el nombre de la República Socialista de Vietnam (Công Hoa Xa Hoi Chu Nghia Viêt Nam). Previamente, el 2 de septiembre de 1945 el pueblo vietnamita había proclamado su independencia de Francia, de la cual fue colonia desde el Siglo XIX. Durante la Segunda Guerra Mundial, Japón ocupó Vietnam, aunque respetó el dominio francés sobre el territorio por ser el gobierno del Mariscal Vichy, el gobierno colaboracionista instaurado en Francia como aliado fascista de Alemania, Italia y Japón. A la caída del gobierno de Vichy en Francia, producto de la liberación del país por parte de las fuerzas aliadas en 1944, Japón asume el control del territorio hasta el fin de la Guerra en 1945 cuando se rinde a las fuerzas aliadas en el Océano Pacífico.


Tras el triunfo de las fuerzas aliadas en la Segunda Guerra Mundial, Francia intenta retomar el control de Vietnam desatándose bajo la dirección de las fuerzas guerrilleras dirigidas por el Partido del Trabajo, la guerra de independencia. No fue sino hasta la batalla de Bien Diem Phu en 1954, cuando al mando del general Vo Nguyen Giap, combatientes vietnamitas derrotan las tropas francesas. Expulsados los franceses resultado de los Acuerdos de Ginebra, el país se dividió, como había ocurrido antes en Corea, en dos Estados: la República Democrática de Vietnam (conocida también en occidente como Vietnam del Norte) y Vietnam del Sur.

Luego de la retirada de las tropas francesas, Estados Unidos comenzó su intervención gradual en Vietnam del Sur, a través del envío de asesores militares provenientes de sus Fuerzas Especiales, principalmente de Boinas Verdes. Este estamento militar fue formado durante la Administración del Presidente Kennedy. A través de éstos, Estados Unidos se dio a la tarea de preparar militarmente cuadros y mandos militares en el ejército de Vietnam del Sur. El propósito de esta estrategia fue enfrentar la lucha encabezada por el Frente de Liberación Nacional de Vietnam del Sur, el cual contaba con el apoyo logístico de tropas regulares de la República Democrática de Vietnam y de países como la República Popular China y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

No obstante lo anterior, el involucramiento de lleno de Estados Unidos en la guerra surgiría como resultado del llamado incidente del Golfo de Tonkín, ocurrido el 2 de agosto de 1964. De acuerdo con la versión oficial de Estados Unidos, se alegó que encontrándose un destructor estadounidense recopilando información de inteligencia en aguas internacionales, fue atacado por lanchas torpederas provenientes de la República Democrática de Vietnam. De acuerdo con la versión vietnamita, que eventualmente se consideró como la correcta, el destructor de la Marina de Guerra de Estados Unidos se encontraba en aguas territoriales de Vietnam. Ese día una de las torpederas vietnamitas fue destruida por fuego proveniente del destructor estadounidense. Más adelante, sumándose otro buque de la armada estadounidense, el día 4 de agosto se produjo otro incidente naval. En él dos torpederas vietnamitas fueron hundidas por los buques de Estados Unidos. Este segundo incidente dio base a que el día 5 de agosto, el presidente Lyndon B. Johnson, ordenara un amplio ataque aéreo y naval contra la República Democrática de Vietnam. El saldo del ataque fue de 8 barcos vietnamitas destruidos, otras 21 embarcaciones resultaron averiadas, destruyéndose, además, las facilidades petroleras en Hon Gai. Por su parte Estados Unidos sufrió, como resultado del fuego antiaéreo, la pérdida de 2 aviones de combate.

La nueva realidad que enfrentó Estados Unidos en Vietnam fue pasar del envío de asesores militares a un fuerte involucramiento gradual en un conflicto que se extendió por casi dos décadas y llevó a la presencia de más de medio millón de tropas de combate en dicho país, hasta los Acuerdos de Paz negociados en París. Mediante éstos se puso fin a la guerra. Cuando este evento ocurre en marzo de 1973, aproximadamente 58 mil estadounidenses habían perdido su vida; 153 mil habían sido heridos; y cerca de 2 mil figuraban como desaparecidos. En el caso de la República Democrática de Vietnam, cerca de 4.1 millones de personas figuraban como muertos, heridos o desaparecidos. Otros países que participaron del conflicto apoyando la intervención de Estados Unidos, como Tailandia, República Khemer, Laos, Australia, Corea del Sur, Filipinas, Nueva Zelanda, la República Nacionalista de China y Vietnam del Sur, también sufrieron bajas. 

Tras la salida de Estados Unidos de la guerra, la lucha entre el Frente de Liberación Nacional de Vietnam (conocido también por Estados Unidos como el Vietcong) y el gobierno de Vietnam del Sur continuó. Para entonces, el Frente de Liberación Nacional de Vietnam había incorporado a la lucha decenas de miles de combatientes adicionales, pertrechados con el armamento abandonado por Estados Unidos tras su salida apresurada del país, lo que reforzó su capacidad logística para derrotar al gobierno de Vietnam del Sur. Tomaría aún largos y cruentos meses para el triunfo definitivo en la guerra de liberación nacional, el cual no llegó sino hasta los días 29 y 30 de abril de 1976 con la caída definitiva de Saigón (hoy Ciudad Ho Chi Minh), capital de la antigua república de Vietnam del Sur.

En los pasados días fuimos testigos a través de las imágenes transmitidas mundialmente, de la conmemoración del 41 Aniversario del fin de la Guerra de Vietnam. En el desfile cívico-militar llevado a cabo, miles de vietnamitas, entre los cuales se encontraban jóvenes que no vivieron los horrores de esta guerra, pero también miles de ex combatientes de las fuerzas regulares de la entonces República Democrática de Vietnam y del Frente de Liberación Nacional de Vietnam del Sur, unificados hoy en la República Socialista de Vietnam, rindieron homenaje no solo a la consolidación de su independencia, sino también a aquellos hombres y mujeres caídos en el esfuerzo por conquistar la misma para generaciones futuras.

La República Socialista de Vietnam, como se denomina hoy el país ya unificado, es un Estado con una superficie territorial de 331,688 Kms. cuadrados. Formó parte de lo que en el período colonial con Francia era conocido como Indochina, península a su vez compartida con Laos y Camboya, hoy Kampuchea. En su frontera oeste, colinda con sus vecinos Laos y Camboya, al norte con la República Popular China y al este y sur con el Golfo de Tonkín y el Mar del Sur de China. Vietnam cuenta con una población que sobrepasa los 92 millones de habitantes. La mayoría de los vietnamitas no vivieron el período de la guerra. Su edad promedio es de 54 años (87%), en un contexto en el cual la media de edad oscila alrededor de 29 años.

Entre las secuelas que dejó la guerra, además del alto costo en pérdidas de vidas humanas, en la porción norte de su territorio fueron destruidos, entre otros, el 70% de su infraestructura, miles de escuelas, 15 centros universitarios y 10 hospitales. Mediante el uso del Agente Naranja lanzado por aviones estadounidenses para desfoliar sus arboledas, bosques y su territorio, miles de sus ciudadanos perecieron o sufrieron las consecuencias de exposición química al mismo; así como miles más aún hoy sufren las consecuencias en su salud de los efectos causados por el Agente Naranja. La guerra también provocó internamente un grave problema de refugiados que alcanzó millones de personas las cuales fueron desplazadas de su medio natural en aldeas y ciudades. Los daños económicos en este país subdesarrollado fueron estimados en cientos de miles de millones de dólares.

Bvietnam.jpg

Durante años, la Guerra de Vietnam representó un espectro dual: de un lado, se convirtió en referente común para toda una generación de jóvenes, que movilizados en contra de la guerra, representaron el surgimiento de un amplio movimiento antibélico, por la paz y la solidaridad de los pueblos. De otro lado, la Guerra de Vietnam representó también la radicalización política e ideológica de millones de jóvenes a escala global que se sumaron en luchas a lo largo del mundo en contra del imperialismo estadounidense y en la lucha por el socialismo en sus respectivos países.

En el caso particular de Puerto Rico, la resistencia al Servicio Militar Obligatorio, la negativa de cientos de jóvenes a participar como soldados en la guerra contra el pueblo vietnamita y el fortalecimiento del sentimiento anti imperialista, forjó el espíritu de lucha de quienes afirmaban el derecho de nuestro pueblo a su libre determinación e independencia. La lucha del pueblo vietnamita fue fuente de inspiración para el desarrollo de nuestra resistencia como pueblo.

Poco más de cuatro décadas han transcurrido desde aquellas escenas que observáramos por televisión en 1975, mientras antiguos adeptos al régimen fascista en Vietnam del Sur irrumpían en el patio de la Embajada de Estados Unidos en Saigón. Allí procuraban ser llevados fuera del país por sus antiguos amos, los militares estadounidenses. Escenas como aquellas en la cual se agrupaban los últimos en procurar salir del país desde la azotea del edificio mientras los tanques vietnamitas irrumpían en los alrededores de lo que había sido hasta entonces la fortaleza del poder militar estadounidense en el país, son aún difíciles de olvidar.

Fue la fortaleza del pueblo vietnamita y su voluntad de luchar por su independencia y soberanía a cualquier precio, el combustible con el cual se movió la rueda del coloniaje y del capitalismo imperial en Vietnam hacia la construcción, tras la reunificación total del país, de lo que es hoy un socialismo con característica propias.

De la misma forma que Vietnam resistió y luchó contra la intervención extranjera en su territorio a lo largo de la lucha contra los japoneses, franceses y estadounidenses, Vietnam también fue solidario con otros pueblos, como cuando dio el paso al frente en 1978 para apoyar la lucha del pueblo camboyano para lograr la expulsión del régimen impuesto en dicho país por los Kremeres Rojos. Esa misma firmeza de propósitos la vimos cuando sus milicias irregulares repelieron un ataque por parte del Ejército Popular de China en su frontera norte. En la zona aún se mantiene una disputa territorial por la soberanía de las Islas Paracel y Spratly localizadas en el Mar de China Meridional

En el año 1986, bajo la dirección del Partido Comunista de Vietnam (antes Partido del Trabajo), el país inició cambios y ajustes en su modelo económico dirigidos a alcanzar un más rápido crecimiento en su economía, en su producción agraria e industrial. Para ello, el Partido Comunista introdujo ciertas medidas de corte capitalista denominadas ¨Doi Moi¨ (Renovación), las cuales se asemejan a los cambios también operados en la economía de la República Popular China tras el regreso a la conducción del Partido y el Estado de Deng Ziao Ping, que incluyeron modelos de desarrollo en propiedad privada en el campo y las ciudades. A pesar de las reformas introducidas, el carácter socialista de su economía sigue siendo una esencialmente planificada, con ajustes a planes de desarrollo aprobados por el Partido y el Estado; y no una economía en la cual las leyes de desarrollo económico dependan de la oferta y la demanda.

Hace ya varias décadas, cuando conmemoramos el fin de la Guerra de Vietnam, quienes entonces éramos estudiantes universitarios. elevamos a nivel de consigna ¨¡Si Vietnam venció, Puerto Rico también vencerá!¨. Muchas cosas han ocurrido desde entonces. La colonia, entonces sólo denunciada por sectores políticos favorecedores de la independencia, es hoy desnudada por la mayoría de los puertorriqueños y puertorriqueñas. De esta manera, el rechazo a las relaciones coloniales y territoriales entre Puerto Rico y Estados Unidos se torna, no en un llamado a la acción futura, sino en una necesidad imperiosa del presente.

Ante la quiebra de la colonia y ante la amenaza de implantación de una Junta de Control Fiscal por parte de Estados Unidos sobre Puerto Rico, se impone la urgencia de sumar los esfuerzos de todo nuestro pueblo a favor de la descolonización. En ello, el ejemplo de la persistencia del pueblo vietnamita por su independencia nacional y su soberanía será siempre un referente a seguir. 

¡Gloria al pueblo vietnamita y al su ejemplo legado para generaciones futuras!

No hay comentarios:

Publicar un comentario