Se trata de una información global. Los Estados Unidos abandonan su política de aislamiento de 55 años, acaban con la presión del pulgar, como el Tío Tom sobre Cuba. Medio siglo de bloqueo económico y 3.700 víctimas cubanas, admitiendo después Obama que esta forma de terrorismo no ha funcionado. Este análisis trata sobre las relaciones de Estados Unidos con América Latina, el papel de presión y los desafíos internacionales, y las oportunidades de negocio en la isla socialista.
Es la resistencia, la combatividad y la moral del pueblo cubano, y la solidaridad internacional con la isla socialista, lo que obligó a Estados Unidos a ceder.
Es por ello que en Cuba se celebra. En primer lugar, porque los últimos tres, de los cinco cubanos, también han regresado a casa. En el 2001, cuando el veredicto contra los Cinco se dictó en Miami, Fidel Castro, presidente en ese momento, había asegurado: "¡Van a volver!". Y a costado mucho a los cubanos, y al movimiento de solidaridad mundial, durante 16 largos años de lucha para llegar, pero hoy los Cinco finalmente fueron capaces de reencontrarse con sus familias. Las imágenes de estas reunificaciones son conmovedoras.
Las autoridades cubanas han hecho de su regreso una prioridad, por encima de todas las demás cuestiones. Los Cinco y sus familias, han sacrificado todo para proteger a su pueblo contra el terrorismo. Es por eso que, por su parte, el gobierno cubano ha hecho todo también para que retornaran al país. En 2004, cuando visitamos por primera vez a Gerardo Hernández, en una prisión de máxima seguridad en los Estados Unidos, aseguró, lleno de optimismo y sin vacilar: "Saldremos de aquí porque Cuba hace todo para que esto suceda". Ayer, lo tuve al teléfono, ya en La Habana "¡Hemos llegado a casa!"
El espía que, sin saberlo, facilitó la solución
Por extraño que parezca, la detención de un agente estadounidense, Alan Gross, en La Habana en diciembre de 2009, es lo que habría permitido vislumbrar la solución al conflicto se prolongaba. Gross trabajaba para un proyecto de USAID, financiado sobre la base de la Ley Helms-Burton de 1996, que reforzó aún más el bloqueo contra Cuba. Fue declarado culpable de "actividades contra la independencia y la integridad territorial del Estado", y fue condenado a 15 años. Inicialmente, los Estados Unidos habían negado su responsabilidad sobre Gross.
El senador Patrick Leahy, un partidario de largo plazo de mejorar las relaciones con Cuba, se aprovechó del caso de Gross. Se las había arreglado para ganar a 65 de los cien senadores, en torno a una carta exigiendo una solución a Obama. Implícitamente, también significó una solución para los Cinco, ya que el gobierno cubano lo exigía como condición para cualquier negociación. Y es así como el caso de Gross se ha convertido en un catalizador en el derrocamiento de la política de guerra fría, congelada, de Estados Unidos hacia Cuba.
Gracias también al viento de izquierda en América del Sur
No hace falta decir que los estadounidenses no se han decidido por sentimientos humanitarios repentinos hacia Alan Gross, por no hablar de los Cinco Cubanos. Desde que América Latina, encabezada por Cuba y Venezuela, ha adoptado una trayectoria de izquierda, cada vez es más claro que el continente ya no es el coto de caza de los Estados Unidos. ALBA, UNASUR y CELAC son las expresiones de la soberanía de América Latina recuperada. Los países de América Latina también han decidido invitar explícitamente Cuba a la próxima cumbre de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que se celebrará en Panamá en abril. Lo que antes era el bastión de la política norteamericana, está llevando a los EE.UU. al ridículo.
Mientras tanto, Brasil está invirtiendo en un nuevo puerto en las cercanías de La Habana, Mariel, y se salta así el bloqueo de Estados Unidos. Este puerto va a convertirse en el principal centro de transporte marítimo en el Caribe. Los empresarios estadounidenses no ven con muy buen ojo este negocio, que les pasa por debajo de sus narices. Hace aún más tiempo que, entre los hombres de negocios norteamericanos, hay voces en favor del levantamiento del bloqueo. Este los reduce a la impotencia, al mismo tiempo que China, Brasil, Venezuela e incluso Europa están adueñándose del mercado cubano. Europa está, en efecto, totalmente ocupada en abandonar la Posición Común, en vigor desde 1996. La posición común, vincula la posibilidad de las relaciones comerciales de la UE con Cuba a un cambio de régimen en la isla.
También gracias al cambio de opinión en los Estados Unidos y la presión internacional
En los Estados Unidos, también, la opinión pública ha cambiado. No hace mucho, Florida estaba bajo el hechizo del 1% de los super-ricos cubanos que, después de la revolución cubana, se había refugiado en sus residencias secundarias de Miami. Las generaciones más jóvenes quieren una normalización de las relaciones con su patria. Ellos quieren ir de vacaciones, enviar dinero a sus familiares o incluso pasar su vejez en el paraíso social de Cuba. En el importante estado de Florida, los demócratas han ganado, en parte debido a la promesa de Obama de revisar las relaciones con Cuba.
La Campaña Internacional por los Cinco, a la que un número impresionante de foros internacionales y personalidades dieron su apoyo, mientras tanto aumentó las presiones de la opinión pública internacional. La principal victoria en este caso, hasta el momento, había sido el conseguir rebajas de penas para tres de los Cinco Cubanos en 2009. Esto se hizo, a través de un nuevo juicio ante el mismo juez que había pronunciado las primeras sentencias. Cuando el juez le preguntó a la fiscal por qué pedía esta vez una reducción de la pena, con condenas gravísimas que ella misma había requerido unos años antes, ella había respondido: "Nuestro sistema legal puede perder credibilidad internacional, si no hacemos nada." En los días de presión para la liberación de los Cinco en el Capitolio en mayo de 2014, vi como el informe de la Comisión Internacional de Investigación en Londres, había hecho mella en las decenas de miembros del Congreso y en senadores que habíamos cruzado.
Una oportunidad para el desarrollo económico de Cuba
Obama habla de restablecer las relaciones diplomáticas (suspendidas desde 1961), de quitar a Cuba de la lista de estados terroristas, y de permitir más viajes, el comercio y el intercambio de información. Cuba está totalmente interesada en ello. La prioridad de la solicitud de libertad para los Cinco tenía un carácter moral: respetar su compromiso. Pero no hace falta decir que la relajación y el eventual levantamiento del bloqueo, el fin del aislamiento diplomático, y la facilitación de los intercambios comerciales entre los ciudadanos estadounidenses y los cubanos, es de gran importancia para el futuro desarrollo económico de Cuba. Ser capaces de conseguir todo esto, sin tener que hincar la rodilla y con toda la dignidad, simboliza la fuerza de la Revolución Cubana. Mientras tanto, Raúl Castro subrayó que aún queda mucho por hacer antes de que se ponga fin al bloqueo asfixiante.
No hace falta decir que a pesar de este cambio, los Estados Unidos no han cambiado de principio, esencialmente. Este es un cambio táctico. Obama lo ha mostrado muy claramente en su discurso. Su intención es aún que haya un cambio de régimen. Sólo que el enfoque cambió. En este momento, Cuba está ocupada en una fase de actualización bien madurada de su sistema económico. Los cubanos se dan cuenta muy bien de que, además de intervenciones muy positivas y necesarias, la nueva situación también incluye riesgos para el proyecto de una sociedad socialista. El cambio en las tácticas de Estados Unidos Cuba comporta nuevos desafíos. Pero los cubanos saben muy bien lo que les espera. Podemos estar seguros de que van a seguir adelante con el mismo cuidado, y la misma firmeza en sus principios que los han caracterizado por más de medio siglo.
* Katrien Demuynck es coordinadora europea de la Campaña Free-The-Five y es el presidenta del Comité belga Free-The-Five y de Initiative Cuba Socialista (ICS).
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