22 de octubre de 2023

Proyección de la película soviética "Hamlet"

 

Dentro de nuestro ciclo de Obras Maestras del Cine Soviético, proyectaremos esta película el viernes día 27 a las 19 hs. en la Casa Rusa, calle Alcalá, 61, Madrid. Después tendremos un ameno debate como es habitual.

De nuevo, para todas aquellas personas que no conocen esta obra maestra del cine soviético y mundial, o que hace tiempo que la vieron, y quieren comprobar como a través de los años, es más innovadora y didáctica, proyectamos su visión.

Un placer estar con todos vosotros.

 

Ponencia:

La causa de su realización

En el año 1964 se cumplía el 400 aniversario de esta obra fundamental de la literatura y del teatro escrito por William Shakespeare.

En la Unión Soviética se quiso celebrar este acontecimiento, llevando al cine esta obra teatral, pero con un lenguaje propio. Para ello, Lenfilm puso en manos de Grígori Kózintsev, especialista teatral, director de cine que con auténtica maestría había adaptado otro clásico de la literatura mundial como fue Don Quijot, para aportar una nueva visión de la obra de Shakespeare.

Todo se puso al servicio de la producción: sus impresionantes exteriores fueron rodados en las rocosas costas bálticas de Tallinn, en Estonia, muchos de los exteriores se rodaron en la fortaleza de Ivangorod, en la frontera entre Rusia y Estonia.

La versión que es un legado para la cultura universal

La diferencia del Hamlet de Kozintsev con el resto de las adaptaciones cinematográficas, desde la época muda, pasando por las adaptaciones de diferentes directores de varios países como las películas más nombradas de Laurence Olivier, Tony Richardson, Franco Zeffirelli y Kenneth Branagh, es que los soviéticos tuvieron claro que el lenguaje cinematográfico es totalmente diferente al teatral.

Kózintsev  partiendo de una excelente y meticulosa dirección de producción,  fusiona estudiados escenarios naturales con las olas reptando Dinamarca, a los impresionantes decorados interiores palaciegos. Si lo unimos a la estética heredada de la brillante fotografía soviética, en la que sobresalen los planos medios encajados en picados increíbles, hacen posible un viaje estético excepcional.

La mayor parte de la película está rodada en exteriores. Además del fondo del castillo, la imagen de la película está dominada por elementos de la naturaleza. Kozintsev creó esta forma de entender el nervio principal del texto, para que fuera visualmente poderosa: "Curiosamente, siempre intentaron filmar Hamlet en estudios, pero me parece que la clave para transfigurar las palabras de Shakespeare en imágenes visuales solo se puede encontrar en la naturaleza… Parece que los principales elementos de las artes plásticas se forman en el contexto de la naturaleza. En lugares decisivos, deben suplantar la estilización de la época (afectación Tudor e inglesa) y expresar lo más importante. Me refiero a piedra, hierro, fuego, tierra y mar". (1)

Estos elementos están presentes en todo momento, desde el plano inicial, en el que el castillo aparece en lo alto del acantilado, hasta la escena final, en la que Hamlet emerge del oscuro palacio para sentarse junto al acantilado frente al mar mientras muere.

No hay ninguna escena sobrante, bellos cielos que son parte del drama, y un montaje armonioso que nos va enlazando las escenas, tan naturalmente que parece que estamos leyendo el libro, recreando en nuestro cerebro aquella primera lectura que nos llevó a Dinamarca.

Una tragedia que es tan realista,  gracias a los extraordinarios actores y actrices de esta versión.

Destaca Innokenti Smoktunovsky, uno de los actores fundamentales de la escena soviética. Su interpretación rezuma una profunda recreación estilística, intimista y a la vez irónica, con una especie de aureola mágica, de dolor y venganza.

Y he ahí su gran valor. Sus monólogos sobrios, profundamente introspectivos, emocionan.

La aparición del espectro del regente, rebaña los límites del cine de ciencia ficción. 

Todo está bizarramente construido: música, ruidos de fiesta, caballos espantados ante el surgimiento del aparecido con su capa ondeando al viento, que logra conseguir una serie  de fotogramas cumbres del cine mundial.

Esta escena ha sido estudiada en las mejores escuelas de cine, aunque es casi ignorada por el público occidental: el fantasma a cámara lenta avanza por las escaleras del castillo, bajo los acordes barrocos de la música de Shostakovich, que con gran poesía melódica refuerza la mágica trama.

Shostakovich logra realizar su Obra Maestra para la gran pantalla. De hecho sería la novena de sus diez colaboraciones juntos (la última es el El rey Lear).

Kozintsev logra reunir diferentes formas de filmar una escena, desde la épica hasta los encuentros líricos sentimentales, todo ello nos lleva a asistir a un espectáculo de emociones concentradas. Cada personaje, va cambiando según avanza la trama, desde las dos variables: su visión íntima y su aparición pública, incorporando la prosa shekasperiana.

Comentar cada escena es un deleite (las caras del duelo, el verso del sepulturero con la calavera de Yorik, las ondas que la cámara va siguiendo del cadáver de Ofelia bajo las aguas, etc…).

Kózintsev también escribió muchos artículos sobre Shakespeare, y el mejor capítulo de su libro “Shakespeare: Tiempo y conciencia”, dedicados a sus pensamientos sobre Hamlet, junto con una visión histórica de las interpretaciones anteriores. Más tarde, en su publicación titulada "Diez años con Hamlet", incluye extractos de sus diarios dedicados a su experiencia de las producciones teatrales de 1954 a su película de 1964. (1)

La cuidada recreación fotográfica.

De la luminosa entrada inicial pasamos a una oscuridad tenebrosa, siguiendo las líneas del pensamiento del personaje. Los rayos desprendidos por las antorchas chocan con los planos cortos de las facciones de cada intérprete, y como éstos rostros se deforman según avanza la impostura psicológica de Hamlet, para desenmascarar a su tío.

El duelo de espada es uno de los más fieros y brutales, enfocando magistralmente el esfuerzo de los contendientes, con el choque de los aceros, en donde la cámara danza siniestramente alrededor de la estocada de muerte. Kózintsev consigue recrear este clásico literario, a la profundidad del cine estado puro.

Jonas Gritsius, responsable de la fotografía, desarrolla esta forma de rodar las escenas, llenándolas de onírico lenguaje, en un estremecedor realismo, que atrae como un bálsamo al espectador. Y es increíble que en pleno siglo XXI, no se proyecte esta obra maestra del cine mundial, ni en las pantallas, ni en televisión, ni en Internet, pues con bastante diferencia, es hasta el presente la mejor versión realizada del texto, como dijo Olivier tras ver el filme.

Pero esa absoluta falta de proyección en las pantallas occidentales, no tiene nada de inocente. De hecho en Estados Unidos se estrenó dos veces (1964,1966) y no se ha visto en televisión. En el Reino de España, ni siquiera así, ni se ha proyectado comercialmente ni visionado por televisión.

Sin lugar a dudas, el Hamlet de Kosintsev es una increíble aventura de planos de inacabable belleza, que por sí solos, nos explican por qué el cine es un arte.

La relación de premios que obtuvo esta impresionante y fastuosa producción del texto de Shakespeare, es una muestra, que deja tajantemente claro que su visionado fue muy apreciado en ese año y posteriores:

·         El León de Oro y Premio Especial del Jurado del Festival de Venecia de 1964.

·         Mejor Película del Festival Shakespeare de Wiesbaden, 1964.

·         Premio Estatal a la Mejor Interpretación de la URSS, Innokenty Smoktunovsky.

·    Premio Especial del Jurado del Festival de Moscú, a la mejor partitura original cinematográfica, Dmitri Shostakovich. 1964.

·      Primer Premio a las mejores creaciones de la URSS a Grigori Kozintsev e  Innokenty Smoktunovsky, 1965.

·         Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine de San Sebastián en 1966.

·         Nominada como mejor película de habla no inglesa para los Globos de oro 1967.

Nota:

1.- https://ru.wikiwebzone.com/673040-hamlet-1964-film-JYXROU. Traducción N. G. sobre las palabras de Kózintsev.

 


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