Por Esteban Zúñiga
BERTOLT BRECHT.
LOA A LA DIALÉCTICA.
"... Y de los espectadores, esperamos
que al menos se sientan avergonzados."
(Bertolt Brecht. "Las derrotas no demuestran nada").
En estos tiempos y en estos lares en los que el término "comunista" se lanza como arma arrojadiza y como causante, a modo de "bicha", de todos los males pasados y actuales, sin olvidar también los referidos al futuro...
Traemos a la reflexión este poema (escrito en 1932), en el que Bertolt Brecht nos zarandea -a pesar de haber pasado ya noventa años-, sobre nuestra actuación pasiva ante la superioridad, más potente y más artificial que nunca, que domina y sojuzga, en un mundo repleto de injusticia, la economía y el poder político.
LOA A LA DIALÉCTICA.
De BERTOLT BRECHT
"Con paso firme se pasea hoy la injusticia.
Los opresores se disponen a dominar,
otros diez mil años más.
La violencia garantiza: "Todo seguirá igual."
No se oye otra voz que la de los dominadores,
y en el mercado grita la explotación:
"Ahora es cuando empiezo".
Y entre los oprimidos, muchos dicen ahora:
"Jamás se logrará lo que queremos".
Quien aún esté vivo no diga "jamás".
Lo firme no es firme.
Todo no seguirá igual.
Cuando hayan hablado los que dominan,
hablarán los dominados.
¿Quién puede atreverse a decir "jamás"?
¿De quién depende que siga la opresión?
De nosotros.
¿De quién que se acabe?
De nosotros también.
¡Qué se levante aquel que está abatido!
¡Aquel que está perdido, que combata!
¿Quién podrá contener al que conoce su condición?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana,
y el jamás se convierte en hoy mismo."
(Fuente: Omegalfa Biblioteca Virtual. Colección Antológica de Poesía Social. Volumen 4: BERTOLT BRECHT. Página, 41).
Unos versos referidos a la "DIALÉCTICA", como enfrentamiento contra la opresión ejercida por los dominadores y los explotadores, que intentan sumergirnos en una atmósfera de derrota y sumisión... y contraponiendo este autor comunista alemán, su reclamación de que "la lucha no ha terminado".
Para a continuación, Bertolt Brecht exigirnos que todo siempre es posible, que nunca nadie, ni nada es eterno. Porque siempre debe levantarse el abatido. Porque luchando conseguiremos nuestras metas y nuestros ideales... Aunque, sin embargo, debemos tener siempre presente que el que lucha sabe perder, y que siempre tenemos consciencia de que luchar, lleva consigo una mayor exposición al peligro.
Muy difícil, sí, dificilísimo...
Pero llegará nuestro momento, y que cuando llegue este momento debemos estar bien preparados, y entrenados para cambiar la historia, para conseguir la emancipación de la clase obrera.
Queriendo advertir, que admitiendo que cuando la presión y la derrota se hacen más presentes, es cuando, por un lado, más valentía se exige para hablar de las cosas más pequeñas, vulgares y corrientes, como la alimentación y la vivienda de los proletarios, de los obreros...
Y, por otro lado, más reflexión para reconocer tanto los errores cometidos como nuestras debilidades.
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