Juan Rejano
Por Estéba Zúñiga.
El 20 de septiembre de 1950 aparecería en las páginas del periódico mexicano "El Nacional" una reflexión del escritor y periodista JUAN REJANO, y destacado dirigente comunista español del exilio.
Unas palabras -aparecidas en la columna que él disponía en este periódico y conocida como "Cuadernillos de señales" -, entre la incredulidad y la rabia-, dedicadas a las noticias que llegaban desde Francia, donde las autoridades francesas habían emprendido una campaña anticomunista, deteniendo y expulsando del país a cientos de comunistas españoles que habían luchado hombro con hombro con la resistencia francesa durante la ocupación nazi.
Un texto, que más tarde reproduciremos, titulado "DESTIERRO SOBRE DESTIERRO". Un doble destierro, primero por el régimen franquista y después por el Gobierno galo.
Pero antes vamos a explicar que es lo que había sucedido con la operación "Bolero-Prapika" y que había supuesto un directo y duro ataque hacia los comunistas españoles.
Tras producirse la liberación de Francia y la expulsión de los nazis de territorio francés, las autoridades francesa otorgarían a los antifascistas españoles documento de residencia y permitirían cierta libertad de movimientos y actividades a las organizaciones políticas antifranquistas y facilitando la publicación de sus periódicos, la mayoría de los cuáles apoyaban a los maquis que combatían en España contra Franco y su régimen dictatorial.
Sin embargo, a la vez y poco a poco, tras la finalización de la II Guerra Mundial que había conllevado la derrota de los regímenes nazi y fascistas, las esperanzas de las diversas organizaciones republicanas españolas en el exilio de ver derrocado el franquismo mediante la intervención de las tropas aliadas, se iría también diluyendo. En pocos años los "héroes antifascistas españoles" pasarían a convertirse en "peligrosos agentes comunistas" a las órdenes de la Unión Soviética.
Y así Franco apostaría por acercarse a EEUU, y ganó, pasando a auxiliar a la política estadounidense, frente al enemigo común: la URSS; posición que traería beneficios para el sostenimiento de su régimen. Una muestra de esta coalición se vería cuando en el mes de agosto de 1950, EEUU aceptaría otorgar un importante préstamo a España, y en noviembre de este año 1950 la ONU, bajo las presiones de EEUU y sus aliados, anularía una resolución de diciembre de 1946 por lo que a partir de ese momento los miembros de la ONU tenían total libertad para establecer relaciones diplomáticas con el Estado español.
Hace 72 años, en septiembre de 1950, el Gobierno francés de Réne Pléven, conformado por socialistas y radicales, inventarían una "conspiración comunista internacional en los Pirineos" contra los comunistas extranjeros residentes en Francia, la mayoría de ellos comunistas españoles. El Partido Comunista de España (PCE) se había convertido en algo incómodo para Francia y para la derecha francesa de la V República, por lo que se diseñaría una operación para desmantelar e ilegalizar al PCE.
Los diarios franceses, como "France-Soir", el socialista "Le Populaire", y hasta "Le Monde", desde sus cabeceras, denunciarían la existencia en el sur de Francia de "unas quintas columnas soviéticas que preparan, la invasión, cumpliendo un plan elaborado en Moscú"...
El objetivo del Gobierno francés era preparar las condiciones para una espectacular batida contra los antifascistas españolas exiliados en Francia.
El 6 de septiembre de 1950, miembros del Buró Político, del Comité Central del PCE y otras personalidades comunistas españolas serían detenidos -de una manera coordinada- en Marruecos, París y Toulouse, siendo encarcelados en está última ciudad alrededor de cincuenta personas.
El 7 de septiembre de 1950, el ministro del Interior del Gobierno francés, el socialista Jules Moch, decretaría la ilegalización del PCE en Francia y la detención de sus cuadros políticos, pasando los comunistas españoles a estar fuera de la ley, siendo detenidos y perseguidos en masivas redadas y procediendo a un oleada de registros y arrestos. Así, serían sacados de sus domicilios a las 5 de la mañana, tratados como criminales y abandonados a su suerte a los que no serían, en principio detenidos, sin agua y sin documentación alguna.
Serían detenidos entre 256 y 188 comunistas españoles, entre los que se encontrarían 177 dirigentes conocidos del PCE, todo el personal del Hospital Varsovia -radicado en Toulouse- y fundado en 1944 por médicos españoles, en su mayoría catalanes, que habían luchado en la resistencia francesa contra el nazismo, siendo este hospital el gran referente sanitario para los 150.000 exiliados franceses que vivían en el sur de Francia; la UME (Unión de Mujeres Españolas), todos los jefes de obra y jefes de servicios de la "Empresa Fernández-Valledor"; así como dirigentes de los Amigos de los ex FFI (Fuerzas Francesas del Interior) y de los Resistentes Españoles y de otras asociaciones de ideología comunista.
La mayoría de los detenidos serían expulsados, en barco, a otras regiones francesas -como Córcega,... y a Argelia, asignados en residencia forzada; e incluso otros serían deportados a la República Democrática Alemana,Hungría, Polonia, Checoslovaquia...
Redada que también se extendería tanto a la prensa como a organizaciones afines al PCE, quedando totalmente trastocada la estructura comunista y que supondría que los comunistas españoles tuvieran que adoptar las más y variadas medidas de seguridad que traería consigo vivir en la semiclandestinidad -no haciendo constancia de su tarea militante-; reduciendo todo tipo de actividades y de documentación y actas por un lado y de dificultar las comunicaciones internas. Entre las diversas medidas emprendidas realizarán una rápida microfilmación de los Archivos del PCE, que cuando pudieron evacuarían parte de los documentos desde Francia a Checoslovaquia , Rumanía y la Unión Soviética.
Toda la operación emprendida por las autoridades galas recibiría el nombre de "Operación Bolero-Paprika" (Boleros para los españoels y Paprika -Pimiento- para los militantes comunistas del Este, que también se encontraban entre los detenidos). Todo con la intención de "limpiar" el sur de Francia y de ilegalizar las "organizaciones extranjeras comunistas", hasta un total de siete; entre ellas la Agrupación de guerrilleros españoles.
La policía francesa presentaría como justificación de dicha operación de diversos delitos cometidos por los detenidos como estar en posesión de arsenales de armas, explosivos, radio-enlaces y aparatos de reproducción; cuando todos estos materiales procedían de la etapa de la Resistencia antinazi y que estaba destinada a los "maquis" españoles que aún seguían luchando en una guerra de guerrillas contra el Estado franquista.
Al día siguiente de la redada, el 8 de septiembre de 1950, el periódico "Le Figaro" mostraba, con nitidez, su anticomunisimo, sus críticas a la URSS y atacaba al exilio español, que según ellos estaba dominado por los comunistas, publicando:
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