Por Colectivo Republicano Tercer Milenio.
Es necesario que los intelectuales repitan menos lo que ya sabemos nosotros mismos y nos den más de lo que todavía no sabemos, de lo que jamás podremos saber por nosotros mismos a través de nuestra experiencia fabril y “económica”, o sea, conocimientos políticos.
Lenin, ¿Qué hacer?, Caracas, Ministerio del Poder
Popular, 2010, cap. III, pf. 3, p. 109.
Eh, tú, qué esperas este 22 de abril para leer a Lenin,
este día que se sale de todos los calendarios
para encenderse en la memoria de los pueblos despiertos,
un día que empuja al mar hacia los cielos
y a la tierra la encumbra sobre el horizonte de la historia,
porque entonces alcanzó sentido la democracia.
Eh, tú, contempla en el camino revolucionario,
las Tesis de abril, verifica que es una herencia gigante
cada vez más joven porque es más necesaria,
brillando como una estrella roja en el firmamento
para anunciar al mundo la hora de su liberación,
porque la encendió Lenin contra los enemigos del pueblo.
Eh, tú, sigue sus pasos en la vanguardia abierta
por las naciones en esta primavera necesaria,
júntate a los campesinos, obreros y pescadores
para cambiar el mundo quitándoselo a sus amos,
sólo existe una patria común en la que entramos todos,
que es la revolución con rostro amigo para siempre.
Eh, tú, empuja contra el falso equilibrio decadente
sobre el que se organizó una mentira coronada,
todas las monarquías son siempre tiranías,
el pueblo que quiere libertad ha de ganarla
multiplicando su estatura y ambiciones por el aire
con laureles y luchas y alegría.
Eh, tú, a qué esperas alzado contra el tiempo
para seguir la animación liberadora
mientras luce la estrella entre las armas,
igual que la bandera roja llama a los trabajadores,
todos los días deben ser la fiesta de Lenin
hasta que el mundo se convierta en paraíso.
Arturo del Villar,
poeta republicano.
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