Creación del Ejército Rojo
LA GUARDIA ROJA
Cuando tras la toma del Palacio de Invierno en Petrogrado, el ejército zarista dejó de existir, el nuevo país de los Soviets contaba solamente para la protección del proletariado, de las divisiones rojas del ejército letón, y con los Guardias Rojos de la capital, y de Moscú.
Los Guardias Rojos fueron creados por el Partido Comunista Bolchevique, lentamente entre febrero y octubre de 1917, clandestinamente en todas las ciudades importantes del imperio ruso, así como del acopio de armamento y suministros militares. Sus integrantes fueron seleccionados a partir de los obreros de las fábricas, donde se entrenaban, y en las barriadas de las ciudades.
Tras el intento de golpe de estado del general zarista Kornilov, se aceleró la formación de los destacamentos de la guardia roja. Se legalizó la inscripción de los obreros por parte de los soviets, frente al gobierno provisional. En Petrogrado eran 4.000 milicianos comandados por Antonov-Ovseenko, y en Moscú, 3.000 comandados por Gregory Frunze.
En los días de la Revolución de Octubre, en las dos ciudades, ellos garantizaron la toma de los edificios públicos, incluído el Palacio de Invierno, sede del gobierno de Kerensky, asegurando los servicios esenciales y la seguridad de los dirigentes soviéticos.
EL EJÉRCITO ROJO
La conferencia del partido bolchevique del 19 de diciembre de 1917 aprobó la fundación del “Ejército Rojo de Obreros y Campesinos”.
Pero fue durante la conferencias de paz de Brest-Litovsk con el Imperio Alemán, cuando éstos lanzaron una ofensiva en el frente, para apoderarse de Ucrania, el partido bolchevique instó a sus fuerzas urgentemente, a crear las divisiones necesarias para hacer frente a esta ofensiva.
Seguidamente, el Consejo de Comisarios Soviéticos aprobó una proclama el 18 de enero y el 22 de febrero publicada en Pravda con el título “La patria socialista está en peligro”, punto de partida para la campaña de reclutamiento.
En aquel llamamiento de clase se decía:
“..la instrucción militar y el armamento del pueblo no incluyeran, en el actual período inmediato de transición, más que a los obreros y a los campesinos que no explotaban el trabajo ajeno”. Que estos “deberán tomar las armas e incorporarse al Ejército Rojo, integrado por los más fieles y abnegados combatientes por la libertad y la independencia de la República soviética rusa y por la revolución socialista internacional”.
Al día siguiente en diferentes lugares, las vanguardias de obreros, soldados y campesinos frenaron en seco los ataques alemanes. Está fecha del 23 de Febrero de 1918, será recordada como el Día del Ejército Rojo.
Así al principio de crearse el Ejército, a los guardias rojos compuestos por obreros y soldados, muy pronto se les unieron campesinos pobres. El alistamiento general fue obligatorio entre los miembros del Partido Bolchevique. Hombres y mujeres
se sometieron a una intensa y rápida instrucción militar desde la edad escolar.
Los desertores y organizaciones que propagaban la deserción (ligados a los kulaks, parte del clero y la antigua burocracia) eran perseguidos y castigados ejemplarmente.
Los elementos extranjeros, como letones, húngaros y alemanes, que buscaban la ciudadanía soviética para luchar contra la invasión alemana y de los resíduos del ejército zarista, fueron admitidos. En el Pravda del 24 de febrero de 1918 se publicó una nota llamando al alistamiento de extranjeros para un “destacamento internacional”.
Pólyushko-Pole
Coros del Ejército Rojo
Oh campo, gran campo,
cabalgan por el campo héroes.
Eh, sí, héroes del Ejército Rojo.
Chicas, miren, miren nuestro camino,
tormentoso y largo camino,
Eh, es un camino alegre.
Chicas, mirad, estamos por atacar al enemigo,
nuestros caballos son rápidos,
Eh, nuestros tanques son rápidos.
Nuestros caballos son rápidos,
Eh, nuestros tanques son rápidos.
Dejé en el koljós un apacible trabajo duro,
Somos hoy atalayas.
Eh, si, somos hoy centinelas.
Chicas miren. Enjuaguen sus lágrimas,
Que retumbe con fuerza la canción
Eh, si, nuestra canción de combate.
Oh campo, gran campo. Cabalgan por el campo héroes.
Eh, si, héroes del Ejército Rojo.
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