Una historia del internacionalismo proletario

Una de las columnas ideológicas principales del marxismo es el internacionalismo proletario. Ante él, las multinacionales, los políticos a su servicio, se sirven de las diferencias nacionales para dividir a los obreros. Pero las lecciones en la historia son múltiples, de que más allá de las palabras de Marx y Engels por impedir que las lenguas y los estados separen a los trabajadores, están los hechos realizados por ellos mismos a lo largo de la historia de la Humanidad. 

El primer y más importante desarrollo fue la Comuna de París, más tarde la confraternización en las trincheras durante la primera guerra mundial, las brigadas internacionales de apoyo a la república. Pero aún más los que estaban cautivos dentro del régimen nazi, los trabajadores secuestrados por aquella máquina de muerte.

 

Por Carlos Baztan Mas.

Una bonita historia.

En un pueblo de Euskadi (Pais Vasco) cayo una bomba que nunca explotó, lanzada por la temible y aliada del franquismo Legion Condor nazi alemana. Estuvo en la plaza del pueblo durante casi 40 años, como simbolo del poder del franquismo y del horror que nos esperaba a los españoles que osasemos desafiarlo.

Un buen día, muerto ya el dictador fascista Franco, un vecino, harto de ver y recordar, se puso manos a la obra, pico y pala, a sacar aquella bomba. Rapidamente se le unieron vecinas y vecinos,  juntos todos a sacar aquello de alli. Un vecino, trabajador de la fabrica de armas de Eibar, pronto aconsejó a sus vecinos el que primero, había que asegurarse de que fuera desactivada. Aquella bomba tenía una inscripción en alemán y solo una vecina, Karmentxu, hija de emigrantes en Alemania, conocía que podia decir aquella inscripción en alemán, que asomó cuando empezaron a picar el suelo.

Karmentxu, se echó a llorar, sus vecinos no daban crédito, que le podia pasar...que le recordaban aquellas palabras. Karmentxu, emocionada, leyó para todos..."De un obrero alemán, que no mata a otros obreros".

Moraleja, olvida tus prejuicios contra otras naciones del mundo, nunca sabes las sorpresas que te puede dar la vida...el valor de aquel heroe anónimo, que jugandose su vida y la de su familia decidió no armar aquella bomba y seguro, otras muchas, en pleno nazismo nos dice que quienes menos te esperas, están de tu lado.

Como decía Marx, 

¡¡¡Proletarios de todos los países, uníos!!!