10 de marzo de 2017

Cuestión de genes

Por Colonel Cassad, Traducción Igor T. y Nahia Sanzo.

Noticias recogidas desde los territorios ocupados por la camarilla fascista ucraniana.

El alcalde de la localidad de Krasnogorovka Oleg Livanchuk, que se encuentra en la región de Donetsk, aún bajo el control del Gobierno instalado en Kiev,  afirmó en una entrevista a online.ua (a favor de la Junta Fascista), que la mayor parte de los residentes locales apoyan a la milicia de la RPD.

“También hay gente que es pro-Ucrania. Sin embargo, del total de la ciudad, conozco a lo mejor a cincuenta personas que están a favor de Ucrania. De los diez mil”, afirmó. 

Según este representante, en los festivales locales, como el Día de la Vyshyvanka (bordados tradicionales ucranianos que en los últimos años se han convertido en símbolo de la identidad ucraniana para la parte más nacionalista del país-Ed), apenas una docena de personas se presentaron con banderas ucranianas. Livanchuk explicó que la antipatía hacia Ucrania es el resultado de “un gran porcentaje de personas estúpidas entre la población”. “Los genes no han cambiado. Viene de los genes. Así es la lotería genética. Necesita extirparse, necesita removerse”, explicó el alcalde. 

Livanchuk está convencido de que las autoridades debería reeducar a la población local y “hacer que amen Ucrania por la fuerza”, concretamente, apuntó a que los profesores deberían estar obligados a hablar ucraniano, aunque él mismo habla ruso.

Quienes hablan ruso o expresan su descontento con Ucrania tienen que escribir notas explicativas. Según Livanchuk, obligó a una directora de colegio que se quejó de los bombardeos de las tropas ucranianas a escribir un “ensayo” sobre cómo a ella “no le gusta Zajarchenko”. “Y entonces le hice ensayar: durante dos semanas tenía que andar con la bandera. A todas las actividades, tenía que llevar la bandera”, afirmó el alcalde.

Esto es suficiente para demostrar claramente la naturaleza de ocupación de la junta en Donbass y cómo eso funciona para la población local, que intentan reducir al estatus de untermenschen siguiendo el ejemplo de sus predecesores históricos.

“Lo que le pase a un ruso o a un checo no me interesa en absoluto. Lo que estas naciones pueden ofrecernos en forma de buena sangre para nuestra especie, lo tomaremos, si es necesario a base de secuestrar a sus niños y educarlos aquí con nosotros. Si las naciones viven prósperamente o si se mueren de hambre, solo me interesa en la medida en que los necesitamos como esclavos para nuestra Kultur. Por lo demás, no me interesa nada”  (Himler, Jefe de las SS Hitlerianas)

“Con respecto a los territorios recientemente adquiridos, hay que decir que nuestra labor no es raspar la suciedad a diario con la población conquistada o intentar educarlos los hábitos alemanes. No es cosa nuestra si limpian sus hogares a diario con una mopa o no. Nuestra misión, al fin y al cabo, no es supervisar sus vidas diarias, sino asegurar que sirvan a nuestros propios intereses”  (Hitler).

Como diría cualquier idiota, "en Ucrania no hay fascismo".

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