6 de noviembre de 2016

Venezuela. Una temporada en el infierno

Por Jesús M. Vivas *

Jean Arthur Rimbaud (1854-1891. Poeta Francés), el genio alquimista que “le ha gastado buenas chanzas a la locura”, que como el Quijote “vivió loco y murió cuerdo”. De su mundo interior exhala una gigantesca verdad: “Una noche senté a la belleza sobre mis rodillas-y la encontré amarga-, Y la injurié”, produciendo una fuerza telúrica en la estética griega, es nuestro circunstancial personaje de hoy. 

El infierno de Rimbaud fue creativo, pero del nuestro tal vez no salga el añorado socialismo. El capitalista no tiene ni escrúpulos, ni límites en su acumulación, ni ética en la política. Los diálogos no detendrán el verdadero propósito de la oposición de derrocar a Maduro. Tres árbitros neoliberales, un cardenal “cuerda floja” y un gobierno contra las cuerdas, que teniendo irrefutable argumentos como es el bienestar de los parias, teme molestar al contrincante. Con una oposición que se juega a “Rosa Linda”, que se puede esperar.

comandante-chavez

Hoy el capitalismo mundial vive su infierno real, el que él ha producido y alimenta. Nosotros en Venezuela vivimos un infiernito que no quema la piel ni los huesos, pero asesina, y produce dislocamientos cerebrales, que ya uno no encuentra como responder ante tanto delito sin culpable, y tantas leyes sin aplicación. La oposición afectada por su propio veneno, cree que el país le pertenece, y que Miraflores fue mudado para El Capitolio Nacional. 

“Nido de paloma,” al que sólo se le puede reconocer su astucia para fingir, mentir, y pensar siempre en primera persona, cree que los venezolanos somos autistas y hemos olvidado su pasado político y el de sus amiguetes. Violador de todos los derechos humanos, corifeo de componendas contra la hacienda pública, sin el menor pudor, fue cómplice de asesinatos, torturas e incontables tropelías, y ahora se considera padre, hijo y espíritu santo. En un país serio tendría desde hace años, la pena máxima de cárcel. La historia lo juzgará y de él dirá: “yo a usted ni lo ignoro”. 

El pueblo vota y marcha pero no gobierna, por eso la impunidad impera, mientras que La Fiscalía de la Nación está investigando de qué murió el tatarabuelo de Cristóbal Colón. En este circo ¿quién es el dueño?.

“La culpa no la tiene el ciego sino el que le da la vara”

Este gobierno, nuestro gobierno, ha sido el gobierno más permisivo por los menos en los últimos cien años de nuestra historia. Tiene a su disposición cualquier cantidad de leyes para aplicar y prefiere el diálogo, con quienes enloquecidos por el poder y el dinero, odian a muerte no sólo a Maduro, sino a todo lo que signifique chavismo. Me cuesta creerle al Presidente cuando dice que “mano dura” y “todo dentro de la constitución” y ninguna de las dos cosas aplica. 

Con la Constitución tiene como meterlos en cintura, pero no se hace. ¿Será que la oposición tiene excelentes caballos de Troya dentro del gobierno?, o que es política del gobierno la cohabitación con los opuestos. Se pretende detener la conjura golpista, con el verbo, la sensatez, la razón y lo más peligroso, haciéndole concesiones de variada índole al enemigo histórico del pueblo, lo que pone en sumo peligro los avances conquistados por los de a pie con su Comandante arañero al frente. Lo dijo “nido de paloma”, si nos reunimos es para exigir no para dar. 

Si nuestro Presidente Maduro llegara a caer del poder, no será por lo que él no explica suficientemente y llama “la guerra económica” donde el enemigo no tiene rostro, nombre ni ubicación, pero tal como la ubicuidad de Dios está en todas partes, particularmente en nuestras mentes colonizadas. Peor aún, cada vez que el gobierno “dialoga” con los culpables de esta “guerra económica”, ruedan a cántaros los dólares. Si el gobierno se perdiere, será por su excesiva tolerancia, por sus ambigüedades, por sus indefiniciones, por no querer atacar con el máximo rigor a la corrupción, claro hay funcionarios que forman parte del saque a la hacienda pública y traición a su pueblo, todo en nombre de Chávez. 

Chávez dejó un camino, había que seguirlo y PROFUNDIZARLO. 

Aliarse con el enemigo histórico, es claudicación y perfidia. Al gobierno le puede pasar lo de Chacumbele: “El mismito se mató”.

En su “Credo del Che”, Roque Dalton afirma: “Después le colocaron a Cristo Guevara/ una corona de espinas y una túnica de loco/ y le colgaron un rótulo del pescuezo en son de burla/ INRI: Instigador Natural de la Rebelión de los Infelices”. Que vivo está el inmortal Che. Dialogar con las armas construidas por la propia burguesía, es creer que Dios existe. 

Esta nuestra Constitución, que el gobierno defiende, pero no aplica contra sus violadores, será la primera víctima cuando sus dialogantes estén en Miraflores. 

Se puede ser bueno y hasta ingenuo, pero no pendejo. “Ser o no ser”. Será que el gobierno “no le para” a lo que pasó en Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia y Chile: 6O% de abstenciones. 

Las revoluciones no se hacen con dinero, se hacen contra el dinero. La conciencia de clase es la más inexpugnable fortaleza, de aquí la importancia de la contra cultura. 

Pero billete mata formación. 

La permisibilidad del gobierno supera todos los límites. 

EL PUEBLO ESTA PIDIENDO MANO DURA, NO CALENTADORES DE PUESTOS. 

¿Es miedo o conciliación? No es prudencia, llevamos 17 años de un despiadado ataque opositor, y el gobierno como el bolero “sentémonos un poco a conversar serenamente”. ¿Requerirá el gobierno más muerto para reaccionar? Hasta Diosdado viene reclamando la excesiva tolerancia del gobierno. Con el cuento de la paz, se quiere es la gobernabilidad, para seguir haciendo lo mismo.En una sociedad de profundos antagonismos, es imposible la paz.

Las contradicciones dialécticas no se detienen, una insurgencia popular está en marcha. “Por ahora” se está organizando. El pueblo que siempre ha sido la víctima, está construyendo su territorialidad para el combate final, y vendrá con la fuerza que suele tener, a poner las cosas en su sitio. 

Quien ha dicho que las revoluciones las hacen los magos, valedores de ilusionismos y habilidades. Tampoco la hacen personaje providencial, esto no existe. La hacen los pueblos organizados, decididos a que se sepa y respete que EL PODER POPULAR VERDADERO SON ELLOS. Oh Aquiles Nazoa con certeza creíste en “los poderes creadores del pueblo”

Diálogo sin justicia social es hipocresía mutua. No se trata de incitar a la guerra, se trata de defender con justeza lo que se tiene conquistado, pero no en nombre del pueblo, sino con el pueblo hecho gobierno.

Fuente:
Resumen Latinoamericano.
 * Jesús M. Vivas, es profesor universitario, escritor e historiador venezolano.

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