24 de julio de 2016

La enseñanza de la Historia es garantía para las nuevas generaciones

Enviado por Cuba Información. (Recogido de Cuba Debate, Granma y Juventud Rebelde).

En Cuba Debate. 

“El conocimiento de la historia es primordial, tiene que ver con el futuro de la nación.  La historia debe enseñarse como un proceso que ayude a entender la realidad. No se trata de hacer un cuento, hay que verla como un proceso donde intervienen factores económicos, internacionales, las luchas internas, además de la expresión cultural”, afirmó la Doctora Graziella Pogolotti durante su intervención en la Comisión de Atención a la Juventud Niñez  y la Igualdad de Derechos de la Mujer de la Asamblea Nacional.

Cómo cautivar a niños y jóvenes para el estudio de la historia, la necesidad de insistir en un objetivo no conseguido aún, fue el primer tema de análisis, donde se evidenció que estamos “cosechando” los años en que la enseñanza de la historia no se priorizó y hay generaciones intermedias con un gran déficit de conocimientos en este sentido.

“Es fundamental que la gente tome conciencia de que el triunfo de la Revolución Cubana es a partir de un pensamiento de Fidel que conllevó no sólo el enfrentamiento al tirano Batista, sino a una situación económica y social que existía en el país”, agregó la Dra. Pogolotti.

Dijo que la historia más que la narración de un hecho es algo que puede hacer entender las contradicciones que se han producido, pues para José Martí no fue fácil constituir el Partido Revolucionario Cubano, teniendo en su contra el hecho de que era un intelectual que nunca había estado en la guerra.

“Mi propuesta, aseveró la Dra Pogolotti, es que veamos el problema de manera integral con una intensa preparación a maestros, vinculado a toda la sociedad”.


El Diputado Reydel Bernal reflexionó acerca de la importancia de cómo tratar este tipo de asignatura en la primaria donde el niño llega impoluto, ávido de aprender, y es ahí cuando debemos cautivarlos con anécdotas con cuentos que no tenemos que inventar y que al final tienen muchos elementos que le son afines.

El enemigo, afirmó Bernal, pone sus símbolos patrios en los audiovisuales, los promueve y los respeta. Nosotros no podemos ni comprar una bandera, pues si la encuentras es a un precio inalcanzable.

Varias intervenciones coincidieron con que la historia es la columna vertebral de la Revolución, y nuestros detractores utilizan los espacios que dejamos abiertos para desmontar los elementos claves de nuestra identidad nacional, tradiciones, cultura autóctona.

Susana Santisteban, Presidenta de la FEEM, comentó un proyecto que trata de atraer a jóvenes entre 14 y 18 años a que asistan a cursos de preparación en Estados Unidos donde se hablaría de la política en Estados Unidos y de las relaciones de ese país con Cuba. La intención está clara, ahí se dará una historia distorsionada, mientras nosotros seguimos perdiendo oportunidades.

Sobre la formación de los nuevos historiadores, Martha García de Jatibonico, Sancti Spíritus, recordó que a los estudios pedagógicos solo asisten los que menos puntos alcanzaron en el escalafón, y por lo general cuando se gradúan quieren irse a trabajar a otros lugares.

René González Barrios, Presidente del Instituto de Historia de Cuba, reforzó la idea de que la historia es un tema de sobrevivencia de la nación cubana.

Dijo que es cierto que los jóvenes ven el Paquete Semanal, dejando a un lado la TV Nacional, que se dejan atrapar por videos juegos, pero la culpa no es de los jóvenes, ni del ministerio de Educación es de nosotros, afirmó, es de la sociedad. “Hay que ver la historia en todos los sentidos: político, cultural económico, social y sobre todo venerar más nuestros símbolos nacionales”.

Refirió René que en Estados Unidos hay lugares donde existen monumentos a personalidades de la historia de Cuba. En cada uno de ellos hay una bandera y se cultiva respeto y un especial cuidado por esos sitios.

“Hay que gastar recursos en esto, dijo, porque he ido a La Demajagua, lugar histórico por excelencia donde van turistas nacionales y extranjeros y ni un llavero, ni una bandera, para llevar como recuerdo y como promoción”.

Luego de un largo debate, hubo consenso en que ha sido insuficiente el trabajo realizado en la enseñanza de la historia y que es preciso insistir en la preparación de los maestros.

La Comisión, de acuerdo con la importancia del tema, redactó una declaración final que traza un camino a seguir.

Contar la Historia como una aventura

Por Jesús Jank Cubelo en Granma.

Acerca de la enseñanza de la historia patria, se debatió este miércoles en la Comisión de Atención a la Niñez, la Juventud y la Igualdad de Derechos de la Mujer, en el marco del periodo de sesiones de la Asamblea Nacional.


Acerca de la enseñanza de la historia patria, y las maneras de cautivar a niños y jóvenes con ella, se debatió este miércoles en la Comisión de Atención a la Niñez, la Juventud y la Igualdad de Derechos de la Mujer, en el marco del periodo de sesiones de la Asamblea Nacional.

En la coyuntura actual, cuando algunos proponen que los cubanos olvidemos la historia, y se esfuerzan en marcar la diferencia entre la dirección histórica de la Revolución y las nuevas generaciones, se impone un análisis sobre cómo abordamos y enseñamos hoy la historia de nuestro país, dijo Aymara Guzmán Carrazana, presidenta de la Organización de Pioneros José Martí, al presentar el tema a los diputados.
Este asunto –explicó– ha sido abordado en varios procesos a nivel nacional, a través de intercambios realizados con estudiantes, maestros y directivos en cinco provincias del país, en los que se apreció cómo el sistema educacional ha concebido la actualización de estos temas para la formación ideológica de niños, adolescentes y jóvenes.
Al respecto, subrayó que el Ministerio de Educación desarrolla un proceso de perfeccionamiento, que implica la actualización de contenidos, bibliografías, medios y orientaciones metodológicas que sirven a los docentes para el cumplimiento de su responsabilidad para con las nuevas generaciones.
Resulta distintivo, asimismo, el incremento de actividades de divulgación y enseñanza de dicha asignatura en museos, sitios históricos, etcétera; así como también el trabajo en matutinos, círculos de interés y concursos pioneriles, que acercan estos temas a los educandos, manifestó Guzmán Carrazana.
Sin embargo, añadió que es necesario fortalecer el trabajo comunitario y con las familias; perfeccionar la labor en pos de lograr, en los alumnos, un mayor dominio de los símbolos patrios, de las biografías de los mártires de sus centros de estudio y los principales acontecimientos históricos de sus localidades; y garantizar que las bibliotecas posean libros especializados en ese sentido.
Se debe atender que muchos alumnos asumen el estudio de la historia de Cuba como un ejercicio de “aprender de memoria”, y no interpretan los contenidos; tanto como la falta de preparación y motivación de los profesores de la asignatura, pues la enseñanza de la historia es una responsabilidad compartida, y su alcance tiene un profundo carácter social, político e ideológico, refirió.
Este es un tema de primordial importancia, pues tiene que ver con el futuro de la nación, señaló,igualmente, la doctora GraziellaPogolotti, presidenta de la Fundación Alejo Carpentier.
Agregó que es necesario asesorarse con psicólogos especializados, para enfocar la historia de acuerdo con los distintos niveles de enseñanza. A los niños pequeños, por ejemplo, hay que identificarlos con los héroes cubanos, incluyendo elementos anecdóticos e imágenes, de modo que la historia les parezca una aventura, destacó.
El trabajo ideológico fundamental consiste en que la historia ayude a comprender la realidad que hoy vivimos; y verla como un proceso donde hay contradicciones, y en el que intervienen diversos aspectos (sociales, económicos, entre otros).
Durante el debate, Marta Uriarte García, diputada por Jatibonico (Sancti Spíritus), puntualizó que para enseñar historia hace falta una sola condición: ser un patriota. “Si hay que llorar en el aula, se llora; si hay que reír se ríe. Porque la historia hace falta sentirla. Podemos tener todos los soportes del mundo, pero la palabra del maestro es insustituible”,expresó quien ha impartido, por más de 30 años, esa asignatura.


 Fuente: Tele Sur

Si olvidamos el pasado estaremos hipotecando el futuro
Por Yuniel Labacena Romero, en Juventud Rebelde. 

Una declaración en defensa de la historia patria aprobó este miércoles en La Habana la Comisión de Atención a la Juventud, la Niñez y la Igualdad de Derechos de la Mujer del Parlamento cubano.
Una declaración sobre la importancia de conocer y defender la historia patria y la responsabilidad que en ello tienen las nuevas generaciones fue aprobada por los diputados que integran la Comisión de Atención a la Juventud, la Niñez y la Igualdad de Derechos de la Mujer, en su sesión de trabajo de este miércoles como parte de las actividades previas del 7º. Período Ordinario de Sesiones de la Octava Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Luego de un profundo debate acercade la enseñanza de la Historia y cómo cautivar a niños, adolescentes y jóvenes, los diputados y diputadas aseguraron en su declaración que ante el llamado de algunos a que olvidemos el pasado, «defendemos la herencia legada por nuestros padres y abuelos y continuamos la obra de aquellos bisoños rebeldes que no dejaron morir al Apóstol en su centenario y nos regalaron una revolución victoriosa el 1 de enero de 1959».
En otra de sus partes, la Declaración reconoce que sin un pleno conocimiento de sucesos, contradicciones y figuras que han impregnado una huella en la definición de la nacionalidad y nación cubanas, no podría entenderse el rumbo que hoy nos estamos proponiendo, para construir un socialismo próspero, sostenible y democrático. Y es preciso recordar a nuestro Héroe Nacional José Martí cuando, desde su inmensa altura ética, expresó: «la prosperidad que no está subordinada a la virtud avillana y degrada a los pueblos: los endurece, corrompe y descompone».
Por último, el documento aprobado por los parlamentarios fija posición de principios: «Las nuevas generaciones no defraudaremos la confianza depositada en nosotros. Con la guía de Fidel y Raúl seguiremos el sendero que nos conducirá a más verdades y sueños realizados. Y lo haremos con la savia acumulada, el ejemplo de los héroes y mártires y la certeza infinita de que si olvidamos el pasado estaremos hipotecando el futuro».

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