Por Red de Jóvenes Anticapitalistas, publicado en la Joven Cuba
El
gobierno cubano ha planteado que las posiciones antimperialistas de la
Revolución Cubana no han entrado ni entrarán en la mesa de negociaciones
con los Estados Unidos.
Sin
embargo, al interior del país existen procesos que han influido
negativamente en la cultura antimperialista, y ello debe ser tomado en
cuenta en el tratamiento político de las nuevas relaciones diplomáticas.
La
presente declaración busca alertar en esa dirección, y al mismo tiempo
convertirse en un mensaje público de todas aquellas personas que sientan
la necesidad de subrayar su posición antiimperialista, en vísperas de
la visita del Presidente de los Estados Unidos a nuestro país.
La
posibilidad de que Estados Unidos y Cuba puedan sostener relaciones
diplomáticas normales entraña múltiples beneficios para ambos pueblos.
Ahora bien, es necesario distinguir entre la normalización como término diplomático y el sentido coloquial de la palabra.
Es imposible sostener vínculos normales
con un gobierno que no ha abandonado su vocación hegemónica sobre Cuba;
y aun cuando lo hiciera, las relaciones de sometimiento que mantiene
con otros pueblos nos obligan a continuar la lucha.
La política gubernamental constituye una herramienta imprescindible en este sentido, pero no es la única.
En
situaciones como la visita de Obama a nuestro país se impone evitar
manifestaciones de confrontación, pero reivindicamos la necesidad de
distinguir entre los protocolos de gobierno y las expresiones del
pueblo.
Es
necesario reducir el impacto simbólico que puede tener dentro de Cuba
la orientación gubernamental de recibir con hospitalidad al Presidente
Obama.
No podemos asumir que existe una claridad política absoluta en todos los sectores de la población.
Nuestras
instituciones han perdido creatividad y eficacia en la educación
antimperialista, y esto se ha hecho sentir en un sector social cuyos
valores se alejan de la cultura revolucionaria.
El
hecho de que la persona símbolo del imperialismo visite al país del
antimperialismo sin asomo de protesta cívica puede contribuir a la
naturalización de los Estados Unidos como potencia imperial.
Las
visitas de los presidentes norteamericanos a los diferentes países
constituyen una oportunidad para promover posicionamientos políticos,
argumentaciones públicas y denuncias.
Creemos que en el caso de Cuba esto es también necesario para la educación ciudadana.
Es
indispensable que las organizaciones de masas y otras expresiones de la
sociedad civil puedan realizar agitación política ante la visita de
mandatarios como Obama y François Hollande, o ante las arbitrariedades
cometidas por gobiernos con los que se tienen relaciones económicas
prometedoras.
El
sujeto revolucionario cubano debe tener la posibilidad de expresar y
sostener su condición con independencia de las exigencias diplomáticas.
Necesitamos aglutinar toda nuestra creatividad para afianzar en el imaginario popular las siguientes posturas:
- Las soluciones de Cuba nunca vendrán de la mano de las políticas estadounidenses.
- El bienestar de las potencias centrales se basa en la pobreza de los países subdesarrollados.
- El capitalismo es incapaz de ofrecer libertad y felicidad de forma permanente a todos los pueblos del mundo.
- Solo mediante la radicalización del socialismo cubano lograremos salir con dignidad de la crisis económica.
¡Empoderamiento
popular, democracia de base, pensamiento crítico, respeto a las
diferencias, creatividad política y solidaridad sin límites!
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