Por La Verdad de Venezuela
Desplegado en todo el
país, el Gran Polo Patriótico busca garantizar la mayoría parlamentaria ante
una MUD sin apoyo de masas que no reconocerá el resultado si es derrotada en
las urnas. La violación del espacio aéreo venezolano por parte de un avión estadounidense
y la ofensiva de la OEA contra el sistema electoral más avanzado de la región
preparan el terreno para continuar las agresiones después del 6 de diciembre.
El Gobierno responde desplegado en la calle, con las misiones sociales y en
defensa del poder adquisitivo de la población, que sufre los efectos de la
guerra económica. La Revolución exhibe logros históricos en alimentación,
transporte, vivienda y educación.
6D: más que una elección legislativa
Ensayo electoral del Gran Polo Patriótico. Petare,
Caracas. Foto: AVN
Con un extraordinario
despliegue, las 31 organizaciones políticas que componen la alianza Gran Polo
Patriótico –encabezada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv)–
demostraron la potente capacidad de organización de su militancia el 8 de
noviembre, en un ensayo electoral que movilizó a más de 1,4 millones de
personas. La misma actividad iba a repetirse el domingo 22, a sólo dos semanas
de las elecciones legislativas del 6 de diciembre, en las que está en juego qué
fuerza tendrá la mayoría parlamentaria durante los próximos cinco años.
Masivas concentraciones,
caravanas y marchas en defensa de la paz, la independencia y la Revolución
Bolivariana, contrastadas con una escasa presencia en las calles de la oposición,
marcan el ritmo de la campaña electoral, que se desarrolla desde el 13 de
noviembre.
“Hoy se ve la cara de la victoria,
hoy se respira la victoria en las calles de Venezuela. Y cuando decimos que
este 6 de diciembre gana Chávez, es que gana la Patria, que gana el futuro, que
gana la juventud, que gana nuestro pueblo”, celebró el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, al
concluir con éxito el simulacro electoral. “Frente a las dificultades, sólo
hay una alternativa y opción: la victoria”, concluyó.
Desde la otra vereda, los
principales dirigentes de la autoproclamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD)
aseguran que tienen una ventaja “indescontable” y que ganarán la
elección. Ya se alistan para desconocer el resultado que arroje el Consejo
Nacional Electoral (CNE) y denunciar fraude. Lo más llamativo es que
prácticamente no despliegan una campaña electoral nacional, aunque hacen el
mayor esfuerzo posible por ganar apoyos desde el exterior en la línea del
desconocimiento de la voluntad de las urnas.
Características
El 6D se eligen los 167
diputados de la Asamblea Nacional para los próximos cinco años y se define la
continuidad de la mayoría legislativa de la fuerza gobernante, que en las
últimas elecciones de 2010 obtuvo casi el 60% de las bancas (98). Más de 19
millones de venezolanos están convocados a votar en una jornada que será
seguida en todo el mundo y especialmente en América Latina.
Contrario a lo que pretende
instalar la prensa burguesa occidental dependiente de Washington, a diferencia
de las votaciones para presidente, en las legislativas el peso mayor lo tiene
la distribución territorial de los sufragios. De hecho, la suma total de los
votos de las fuerzas opositoras en 2010 (MUD y otras menores) fue apenas
superior a la del Polo Patriótico (Psuv y aliados), pero estuvo concentrada en
las grandes ciudades de unos pocos Estados. Ocurre que no se trata de una única
elección, sino de 114: una por cada circuito electoral (87) y por cada Estado
(24), más otras tres que definen la representación parlamentaria
indígena.
En este escenario la medición
del voto nacional tiene sólo un valor simbólico ya que lo definitorio es ganar
la mayoría de las elecciones locales. Por eso no sólo cuenta la polarización
nacional gobierno/oposición, sino que toma importancia el desarrollo de la
campaña electoral en lo local, de los propios candidatos a diputados y la militancia
partidaria. Y en este punto el Psuv tiene una clara ventaja sobre una MUD
dividida por las disputas internas y compuesta por partidos vacíos –o vaciados–
que carecen de simpatizantes.
Para la oposición el objetivo
central no es obtener la mayoría parlamentaria. Quiere terminar con la
Revolución Bolivariana lo antes posible. “No se puede esperar a las
elecciones presidenciales del año 2019 (…) El cambio político en Venezuela
tiene fecha y es el primer semestre de 2016”, escribió el dirigente
opositor Leopoldo López –preso por instigar y participar de las manifestaciones
violentas de 2014 que culminaron con 43 muertos– a través de la cuenta de
Twitter que maneja su esposa Lilian Tintori. Para este plan sí tiene sentido
alcanzar una mayor cantidad de votos a nivel nacional, aunque puedan ser
insuficientes para ganar la mayoría legislativa. Lo necesitan para lanzar una
campaña por el referendo revocatorio en 2016 o para justificar una nueva ronda
de manifestaciones violentas, como en 2014.
Agresiones de la OEA y el Comando Sur
Izquierda: Vladimir Padrino López denunció que
la Guardia Costera norteamericana violó el espacio aéreo venezolano. Derecha:
Luis Almagro, secretario general de la OEA.)
No es la primera vez que ocurre una abierta
provocación de este tipo. Ya en otras ocasiones el propio Chávez le había
advertido a Estados Unidos que cesara con estos actos de “presión”,
porque la Fuerza Aérea Bolivariana estaría dispuesta a intervenir si fuera
necesario.
En Venezuela los hechos desestabilizadores
promovidos por el imperialismo norteamericano y sus “amigos” internacionales se
suceden día tras día. En ese sentido, desde la más absoluta solidaridad con el
proceso revolucionario a veces cuesta imaginar cómo, a pesar de todas las
embestidas de adentro y de afuera, el gobierno de Nicolás Maduro puede asumir
esos desafíos constantes y seguir desarrollando acciones que benefician,
empoderan y dan esperanza a los sectores populares. Y la única respuesta a esa
duda pasa por el compromiso asumido entre el pueblo y el alto mando de la
Revolución. Un pacto de lealtades compartidas que nacieron al calor de aquellas
jornadas heroicas de abril de 2002 y a fines de ese mismo año, enfrentando en
las calles a la reacción oligárquica y rescatando de la prisión al Comandante
Hugo Chávez Frías.
Pero en el actual marco de acechanzas al proceso
vale consignar algunos graves hechos ocurridos en los últimos días. A
principios de noviembre, un avión de la Guardia Costera norteamericana,
emplazado en la base aérea de Hato, Curazao, violó impunemente el espacio aéreo
venezolano. “Se trata de un transporte militar pesado, de largo alcance,
usado como avión de transporte estratégico para el despliegue de tropas y
lanzamiento de paracaidistas”, explicó el ministro de Defensa Vladimir
Padrino López.
En esta ocasión fue Maduro quien le advirtió a
Obama que denunciará las nuevas amenazas militares de Estados Unidos contra
Venezuela ante instancias regionales e internacionales como la Unión de
Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (Celac), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América
(Alba) y la ONU. “Todo el país debe estar unido alrededor de esta denuncia
contra las provocaciones militares de Estados Unidos”, puntualizó.
Días después le tocó el turno al actual secretario
general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien al
igual que su antecesor –el chileno José Miguel Insulza– se complace en hostigar
al gobierno democrático venezolano. Almagro puso en tela de juicio la
imparcialidad del sistema electoral venezolano, intentando generar una
advertencia mafiosa a la Revolución Bolivariana. La misiva, dirigida a Tibisay
Lucena, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, fue de
inmediato divulgada a través de los medios del organismo multilateral. En ella,
Almagro responde a la negativa de la funcionaria venezolana a aceptar una
misión de observadores de la OEA para las venideras, y decisivas, elecciones parlamentarias
del 6 de diciembre.
El mandamás de esa organización, que actúa
subordinada a la política exterior estadounidense, diagnostica en un largo
alegato de 18 páginas que, en vísperas de los comicios legislativos, “no
están dadas” las condiciones necesarias de “transparencia y justicia
electoral”. “Estaríamos faltando gravemente a nuestro trabajo si no
tuviéramos en cuenta las condiciones en que se desarrolla la campaña electoral
en Venezuela”, completó.
Fue de tal bajeza su intervención que en el propio
Frente Amplio uruguayo y en otras organizaciones de izquierda como la Unidad
Popular, lo menos que le dijeron al secretario es que actuaba como un “lacayo
de Washington”.
En respuesta, Diosdado Cabello, presidente de la
Asamblea Nacional venezolana, afirmó que la OEA es una amenaza para Venezuela: “Hoy
la institución más pervertida, corrompida y desprestigiada del mundo, como es
la OEA, en la voz de su secretario general amenaza al pueblo de Venezuela”,
denunció. Dijo, además, que “no es casualidad” la coincidencia entre la
incursión del avión de inteligencia de la Guardia Costera de Estados Unidos en
el espacio aéreo venezolano y las críticas lanzadas desde la OEA.
Sin duda, la proximidad del 6 de diciembre y la
falta de coherencia y empuje que tiene la oposición de la MUD obligan a los
desestabilizadores y provocadores de la derecha internacional a recurrir a
estas maniobras para tratar de crear un clima adverso al proceso
revolucionario. Lo intentaron desde Colombia, también desde Guyana, y con la
guerra económica. Ahora directamente tratan de utilizar el apoyo militar
estadounidense (como ya lo expresara el general del Comando Sur, John Kelly)
para allanarle el camino a la oposición. Lo que no se dan cuenta es que si a la
MUD no le alcanzan los votos el 6D, no le servirán de nada las ayudas de sus
padrinos imperiales.
Nuevos logros y beneficios de la ofensiva
revolucionaria
A lo largo del mes de
noviembre se han venido sumando nuevos logros y beneficios a los obtenidos con
la ofensiva del Gobierno de Eficiencia en la Calle desplegada desde octubre.
Defensa del salario y las
pensiones. En los primeros días de noviembre el presidente Nicolás Maduro
anunció la decisión de agregar el pago de un tercer mes de aguinaldo a los tres
millones de pensionados ya registrados en el Instituto Venezolano de los
Seguros Sociales. Este nuevo beneficio para los pensionados se otorgaba días
después de que, en defensa del salario, el Presidente decretara un aumento del
30% con respecto al sueldo mínimo de los trabajadores vigente desde julio y, a
la vez, una nueva base de cálculo para el ticket de alimentación. Dicho aumento
se hizo extensivo después a otros colectivos de trabajadores.
Gran Misión Vivienda
Venezuela.
El Gobierno entregó, en la
segunda semana de noviembre, la vivienda número 800 mil desde el inicio de la
Gran Misión Vivienda Venezuela en 2011. El ministro para Hábitat y Vivienda,
Manuel Quevedo, comunicó que actualmente se encuentran en ejecución más de 1
millón 200 mil casas dignas. La meta para este año es entregar un millón de
viviendas. El objetivo global de la Gran Misión Vivienda Venezuela consiste en
la construcción y entrega de tres millones de viviendas antes de 2019, para
saldar uno de los principales problemas sociales del país.
Educación.
Entregadas cuatro millones de
computadoras. El presidente Nicolás Maduro hizo entrega a principios de
noviembre de la computadora Canaima número cuatro millones. El Proyecto Canaima
Educativo tiene como finalidad dotar de forma gratuita a los niños que cursan
estudios entre 1º y 6º grado de una computadora portátil que contiene
actividades digitalizadas de aprendizaje para complementar su formación en la
etapa escolar. Debido a su contribución al sistema educativo del país, el
proyecto ha sido reconocido por organismos internacionales como una experiencia
a ser replicada. Este proyecto, único en el mundo, ha servido de modelo a otros
países integrantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América (Alba), que han empezado a implementarlo. Entre noviembre y diciembre,
el Gobierno prevé entregar otro millón de tabletas a los estudiantes.
Misión Transporte.
Nueva entrega masiva de 4.600
taxis. En el marco del Programa de Financiamiento de Unidades 2015, el gobierno
bolivariano ha realizado una nueva entrega masiva de 4.600 taxis. La Misión
Transporte ha entregado un total de 8.230 unidades financiadas en las distintas
modalidades del sector: 865 autobuses urbanos, 150 autobuses interurbanos, dos
mil motos, 215 camiones y 5.125 taxis. La meta para este año es entregar 16.991
unidades en financiamiento a través de Fontur y la Banca Pública: 10 mil taxis;
mil autobuses urbanos; 150 autobuses periféricos; 3.841 camiones y dos mil
motos.
También en el marco de la
Misión Transporte, en noviembre inició sus operaciones la primera planta de
fabricación de autobuses Yutong en Venezuela. Han sido inauguradas 56
nuevas soluciones viales, 51 sistemas de transporte que atienden a tres
millones y medio de pasajeros diarios en 149 ciudades y 40 proveedurías de insumos
y repuestos para el transporte público ofrecidos a precio justo.
Misión Alimentación.
Cinco mil Mercados Comunales a
Cielo Abierto en un fin de semana en toda Venezuela. La Misión Alimentación
continúa ofreciendo jornadas alimentarias en beneficio del pueblo. Así, durante
4.522 operativos más de tres millones de ciudadanos pudieron adquirir alimentos
básicos a precios justos. Estos operativos comunales se realizan semanalmente
en todo el territorio nacional.
Actualmente el 65% de la
población venezolana, más de 19 millones de ciudadanos, adquiere sus alimentos
a través de la Red Estatal de Alimentación. La Misión Alimentación cuenta con
22 mil establecimientos desplegados en los 24 Estados del país. En los últimos
10 años se han invertido más de 142 mil millones de dólares en esta Misión y
distribuido más de 26 millones de toneladas de alimentos. Gracias a ello, el
95,4% de la población venezolana realiza tres o más comidas diarias. La Misión
Alimentación atiende a 10 programas sociales, entre ellos el de la Alimentación
Escolar, que beneficia a más de cuatro millones de alumnos.
Esta política social ha
permitido situar a Venezuela entre los seis países de América Latina con mayor
avance en la erradicación del hambre y reducir la pobreza extrema a menos del
5% desde un índice que superaba el 20% antes de la Revolución Bolivariana.
Sobre estos logros y
beneficios históricos y recientes de la Revolución Bolivariana, fruto del
modelo de inclusión social con orientación socialista y del mantenimiento en
todas las circunstancias de las prioridades sociales que lo definen, junto a la
profundización del Poder Popular, el pueblo venezolano decidirá el próximo 6 de
diciembre la nueva composición de la Asamblea Nacional.