Por Oleg K.
El 14 de Octubre de 1952, tras
la finalización el 19º Congreso del Partido Comunista de la Unión
Soviética, el Secretario General del Partido, Iosif Vissarionovich Stalin. Habla con su cotidiana y
humilde chaqueta, sin medallas, ni charreteras, ni ojales de
generalísimo, con una sola estrella de Héroe del Trabajo Socialista en
el pecho, subió al podio y se dirigió a
sus asistentes e invitados. Fue su último
discurso público.
Enfatizó el agradecimiento al proletariado mundial por el apoyo hacia sus hermanos soviéticos en la lucha por el Socialismo y la Paz Mundial.
"Brigadas de Choque contra el Imperialismo"
En
la distancia de los años pasados, hoy son aún más presentes las
palabras denunciadores contra la barbarie imperialista, que estaba
reproduciendo la guerra como forma de aniquilación física de los
pueblos, como su única forma para detener la imparable lucha de la
población mundial por liberarse del yugo de la explotación asalariada.
Pero entonces no solamente era la Unión Sovietica la única "Brigada de
Choque contra el Capitalismo", ya estaban unidas a ella China Popular y
las Democracias Populares establecidas en Europa. Este ejemplo estaba
galvanizando a los pueblos en su lucha por la liberación nacional.
Estaba estimulando al proletariado por desenmascarar en los países donde
la Dictadura de los Mercados estaba acabando con las libertades
democrático-burguesas.
"Ya
no existen las llamadas 'libertades individuales'. Sólo se reconocen
los derechos individuales de quienes tienen capital, mientras que los
demás ciudadanos son considerados materia prima humana, que solo sirven
para ser explotados. Se han pisoteado el principio de la igualdad de
derechos de los hombres y de las nacioness., sustiuyéndolo por el
principio de plenos derechos para la minoría explotadora y la ausencia
de derechos de la mayoría explotada. La bandera de las libertades
democrático-burguesas han sido arrogada por la borda".
Recordando
las palabras de nuestro camarada, recordamos la lucha del Partido
Bolchevique, las vidas de tantos millones de comunistas vertidas para
conseguir la felicidad y la libertad de la Humanidad.
La advertencia de aquel Congreso es clara y firme.
Sólo el Comunismo desarrollará la Libertad y Dignidad de toda la humanidad trabajadora.
El Internacionalismo Proletario es un arma imprescindible.
La vanguardia del proletariado forjará una unidad indisoluble contra las agresiones imperialistas.
Las últimas palabras al Congreso son premonitarias:
¡Abajo los incendiarios de la guerra!
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