10 de junio de 2015

La poesía como arma

Gritan al poeta:



“quisiéramos verte al torno.
¿Los versos?
¡Bobadas!
Eso es para no dar el callo”

Tal vez
para nosotros
el trabajo
es la tarea mas afín.

Yo también soy fábrica,
aunque sin chimeneas,
pero quizá
sin ellas
se pasa peor.
Sé--
odiáis la palabrería.

Talar el alcornoque es vuestro quehacer.
¿Y nosotros?
¿No somos ebanistas?
Transformamos el alcornoque de las cabezas humanas.

Sin duda,
pescar es cosa distinguida.
Sacar la red
y en ellas el pescado.

Pero el trabajo del poeta es más delicado:
pesca a gentes, que no a peces.
Enorme trabajo arder ante el horno,
el rojo hierro templar.
¿pero quién
nos tilda de holgazanes?
Con la lima de la lengua desbastamos los cerebros.
¿quién es mas-- poeta
o el perito
que al hombre el bien material?
Iguales.

El corazón es otro motor.
El alma es otro ingenio.
Somos parejos.
Compañeros, dentro de la masa obreras.
Proletarios de cuerpo u alma.
Sólo juntos
hermosearemos el mundo
y lo impulsaremos con himnos.

Pondremos un dique a los chorros verbales,
¡A la obra!
El trabajo es vivo y nuevo.

Y los oradores ociosos..
¡AL molino!
¡Con los molineros!
A girar las muelas con el torrente de las palabras.


Vladimir Mayakovski

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