Hablar de “imperialismo ruso en Ucrania” cumple exactamente la misma función mixtificadora que hablar de “imperialismo cubano en Venezuela”. “Ni yankies, ni cubanos. Por una Venezuela libre de confrontación inter-imperialista”: ¿Qué gusana ridiculez sería ésa?. Muchos se apenan de las poblaciones de la Ucrania Oriental, asediadas por la aviación recadera de la OTAN y por sus paramilitares. O se apenaban, véase el matiz, mientras los asediados cumplían un rol de práctica indefensión.
Haberse organizado en milicias populares para proteger su vida y la de los suyos les ha convertido en “títeres del imperialismo ruso” y en “un bando” del “conflicto”, sufrido, “entre dos fuegos enemigos”, por “la población civil”. ¿Cabe mayor fariseísmo?. ¡Qué asco!.
Echarle escupitajos a la actuación “occidental” en Ucrania para acto seguido invocar postura condenatoria “del conflicto en sí, desde fuera y a la contra de todos sus actores involucrados”, se convierte en el más cínico capote de blindaje echado a los verdugos al tratar de desarmar moral y simbólicamente a los agredidos. Si enfrentar a la OTAN es “servir a los rusos”, cuyos designios serían “de opresivo ataque” y no de ayuda a las víctimas, entonces queda el juicio en tablas. A los ciudadanos “occidentales”, así des-sensibilizados, se les sume en el indiferentismo. Se les incita a dar la espalda al combate de las poblaciones agredidas por el imperialismo actuante.
Se les empuja a no solidarizarse, y ello en nombre de la paz y contra la “guerra inter-imperialista”. El salomónico social-pacifismo, una y otra vez, se comporta como la mascarilla balsámica del Hegemonismo estadounidense, conservadora y tonificadora de su bárbara Agenda de ofensiva: A Dios rogando y con el mazo dando.
¿Que Rusia cumple acaso papel de agresora?. Pregunten ustedes a los habitantes del Este de Ucrania, allá donde se dan los ataques. Pregúntenles por quiénes les agreden y quiénes les dan armas, víveres, combustible, voluntarios..., para sobrevivir. ¿Hacia dónde va la población del Donbass expulsada de sus casas por la “limpieza” gentilicia-lingüística que acomete Kiev (y, tras él, el Hegemonismo y sus bases de apoyo europeas)?.
“¿Conflicto?”, ¿en el Donbass?: Yo veo a unos, desde el Oeste, mandando carros y convoyes a exterminar la gente y así reemplazarla por una nueva base-tapón demográfica, militante y militar hegemonista pegada a Rusia. Yo no veo a la gente del Donbass disparándose a sí misma. Así pues, ¿qué “conflicto del Donbass”?. Son las tropas conducidas por los vende-patrias de una Ucrania títere de “occidente”, quienes les disparan. ¿Alguien cree en serio que una Rusia que a pasos agigantados ha hecho su acumulación primitiva a partir de los hidrocarburos, cuyo fondo de capitales ya convierte en inversión productiva y en exportación mercantil, está en absoluto interesada en hacer estallar una guerra ante sus propios morros y en una región donde la paz y la estabilidad iban a garantizarle mercados emergentes para su actividad al alza, por mor de nexos históricos, culturales, idiomáticos y de filiación ya sabidos?.
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