23 de marzo de 2014

La Comuna de París, primera Revolución Proletaria

Por Nestor Guadaño

En estos días en que la burguesía arroja el infierno de sus medidas económicas contra los trabajadores, cuando las marchas del 22M son duramente reprimidas por la policía, recuerdo la lucha y el ejemplo de la Comuna de París. El 18 de Marzo de 1871, por primera vez en la Historia las obreras y obreros demostraron que otro tipo de sociedad era posible. Para ello tuvo el pueblo parisino que tomar las armas. 

Actualmente este mensaje, no ha calado en la conciencia de la población trabajadora. El tiempo del trabajo asalariado está caduco. El miedo a la contrarrevolución burguesa, el terror se impuso como norma. 30.000 comuneros fueron asesinados.

La represión está ligada al ejemplo que La Comuna infundió en las venas obreras. Las medidas adoptadas en aquellos días han sido la base de la democracia proletaria.
* Control de los alquileres.
* Abolición del trabajo nocturno.
* Abolición de la guillotina.
* Concesión de pensiones para las viudas de los miembros de la Guardia Nacional muertos en servicio, así también como para sus hijos. 
* Devolución de las herramientas de las casas de empeño a los trabajadores.
* Abolición de los intereses de las deudas. 
* Derecho de los trabajadores a tomar el control de las empresas abandonadas por los dueños.
* Revocación de los elegidos al "Consejo Comunal", si estos no cumplen sus mandatos.
* Ejército Popular, sin distinción de mujeres u hombres.
* Protección de los niños vagabundos.
* Separación de la iglesia y el estado.
* Cerrar los colegios religiosos y abrir escuelas gratuitas a cargo de la Comuna.
* Reparto de ropa, casa, alimentos e igual retribución para todos los trabajadores.
* Los elegidos representantes del "Consejo Comunal", y miembros de la Guardia Nacional cobraban el mismo sueldo que los obreros.

Todos los trabajadores son hermanos, con su sangre erradicaron los colores de las naciones llevando la bandera roja como su insignia de combate. La columna Vendome símbolo de la división entre los pueblos fue derribada.

Su ejemplo fue inmediato: es el antecedente de la Revolución de Octubre, del levantamiento de los espartaquistas, de la Larga Marcha de los comunistas chinos, de la liberación indochina de los franceses, del triunfo de los revolucionarios cubanos, de la liberación de las naciones oprimidas del mundo contra sus metrópolis.

La libertad se consigue sumando voluntades por una sociedad más igualitaria y fraternal. Y para lograrlo hay que defender a nuestros héroes contra la censura imperialista burguesa.

¡Llegará de nuevo la experiencia de la Comuna de París!
¡El Socialismo no es una meta, es una necesidad!
¡Viva la Revolución del Proletariado!

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