Por Nestor Guadaño
Cuando un trovador nos deja, aquel ser humano que estremeció nuestro corazón, una parte de nuestra sangre nos abandona. Santiago Feliu, seguirá haciéndose más grande, pues no se ha marchado, quedó palpitando en nuestras sienes.
Este es un homenaje a este cantautor cubano, que brilló en nuestro universo del porvenir.
Cantautor de los guerreros de la vida, de aquellos obreros de la cultura de la "Nueva Trova Cubana", poeta que defendió la edificación de nuestra Cuba Socialista. Letras de gran calidad, consoladora de tantos desengaños, pulidora de "entreactos", forjadoras de infinita libertad.
Así era su mundo y su canto, dados de primavera contenidos tras los sonidos pacientes de su guitarra.
¡Bravo Santiago!, no es momento de lágrimas y si de gratitud.
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