Pocas ideas han soportado tantos ataques, deformaciones y olvidos como la idea del Socialismo. Temprano en su historia, el humano comprendió que la gran batalla dentro de la humanidad era la lucha infinita entre el egoísmo y el amor, entre el mal y el bien, entre las soluciones individuales al problema de la existencia y las soluciones sociales. Del resultado de esta pugna dependería el destino de la especie, la relación entre sus miembros y de estos con la naturaleza.
Esta batalla ha acompañado a la humanidad desde sus mismos orígenes, en esta lucha siempre ha prevalecido el egoísmo, hasta el punto de la duda de si el hombre es un animal egoísta condenado a su extinción, a perecer en el mar de su fragmentación.
La idea del Socialismo, que se remonta a los Cristianos Primitivos, sufrió un duro golpe con la caída del Socialismo real. Aquella derrota, que se venía gestando en sus mismas entrañas, relegó al olvido, al desprecio, la idea del hombre viviendo en comunión, en comunidad, en verdadera sociedad, donde la suerte del individuo dependa de la suerte del todo y la del todo dependa de la de cada individuo, una relación armónica, amorosa, como la humanidad ha experimentado en pocas ocasiones y en limitados ámbitos. Con la desaparición del ensayo de los Soviets, el mundo entró en desesperanza, parecía que el triunfo del egoísmo capitalista era definitivo.
Quiso la historia que nos tocara a nosotros, aquí en Venezuela, dirigidos por un joven militar heredero del ejército libertador, que la idea Esperanza renaciera, volviera del desierto. En 1992 comenzó el renacer de la Tierra Prometida, del Socialismo.
Hoy, 22 años después, es hora de hacer un recuento de lo andado, de los errores cometidos, de los peligros que acechan el intento, de los éxitos alcanzados.
El primer éxito es existir, habernos mantenido a través de golpes, agresiones, sabotajes y del cerco de la oligarquía internacional que aún persisten. Sin duda, en este proceloso camino nos guía la figura del Comandante Chávez, que se creció inmenso al fundirse como uno sólo con Bolívar, Martí, Fidel, el Che, Fabricio, Argimiro, y con el sueño del proletariado mundial, con el Socialismo.
Hoy venimos frente a Ud. Presidente Maduro, convocados por el clarín de la Patria en peligro, lo hacemos sin otra pretensión que reclamar nuestro lugar en la batalla, a ponernos nuevamente a sus órdenes. Vinimos a decirle presente a La Patria que nos dejó nuestro Comandante Chávez, a honrar su recuerdo. Vinimos a este lugar sagrado, a este Panteón del socialismo que es el Balcón del Pueblo Socialista, a reafirmar un compromiso, a sellar un juramento:
¡Cascos al pecho!
· Juramos poner todo nuestro esfuerzo, la vida si es necesario, por la Construcción del Socialismo, única manera de liberar a la clase obrera y a la sociedad toda de la depredación capitalista.
· Juramos lealtad absoluta al Presidente Nicolás Maduro Moros, depositario de la tradición chavista, hijo de Chávez y garantía de transitar el camino al Socialismo. Seguiremos junto a él y al Socialismo, con el espíritu proletario basado en la Propiedad Social de los medios de Producción, Conciencia del Deber Social. Disciplina y lealtad con Irreverencia.
· Ratificamos el grito de Zamora: ¡“Horror a las oligarquías”! Y hacemos nuestro el grito obrero de ¡“Horror a la burguesía, al capitalismo, a los imperialismos!
· Advertimos a la oligarquía internacional y nacional que únicamente reconoceremos el gobierno del Presidente Nicolás Maduro, que sin él no habrá estabilidad en el país, no reconoceremos maniobras tipo Honduras. Si se atreven contra el Presidente Maduro, sólo habrá estabilidad cuando del capitalismo no quede piedra sobre piedra, nada, sólo habrá estabilidad Socialista.
· Somos gente de paz, nos gusta la tranquilidad, el trabajo por la Patria, pero no dudaremos ni un segundo en poner toda nuestra fuerza, nuestra vida, al servicio de la Patria, que sólo concebimos, como nos enseñó el Comandante: ¡Socialista!
· Reafirmamos ante el mundo, ante la humanidad, que la posibilidad Socialista no se perderá mientras uno de nosotros esté con vida, y cuando ese último desaparezca nuestros hijos seguirán la batalla por la vida, por el amor, por la paz.
· Advertimos al Imperio que no se atrevan a tocar la Patria, al Presidente Maduro, porque no dudaremos en convocar al Continente a una Guerra que durará cien años si es necesario y que sólo terminará con la fundación definitiva de una sociedad donde todos vivamos como hermanos, en la que la perversidad capitalista será sólo un desagradable y lejano recuerdo.
· Ordene Presidente Maduro.
Sindicato Político Socialista
Comité de Trabajadores Petroleros Resteados con Chávez
Vanguardia Obrera Socialista (VOS)
Frente de Trabajadores Petroleros
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