Por Nestor Guadaño.
Ayer fue el aniversario del nacimiento de Dolores. Para los españoles, para los trabajadores, para los que sufrimos el cruel escenario de esta sociedad de esclavitud asalariada, ella fue una de aquellas mujeres del pueblo que se levantaron contra el salvajismo de los terratenientes, explotadores y militares.
Fue militante comunista, activa barricada contra el fascismo. Su nombre ha reunido a los desposeídos, a los campesinos pobres de tierra y sedientos de pan, cuando temblaban sus labios al mentarla por su querido apodo, "Pasionaria".
Soportó la guerra, la muerte de su único hijo, Ruben, en Stalingrado, el exilio, y la vuelta a una sociedad domada por el revisionismo y la burguesía.
Para la mayoría de los revolucionarios del mundo, del acervo cultural proletario, es la voz de la resistencia contra el imperialismo y el fascismo, cuando en un discurso emotivo por radio el 19 de Julio de 1936 gritó con profunda fe en la clase obrera española: ¡NO PASARÁN!
Recuerdo su vida, su ejemplo. Y... una bellísima tonada cantada por Rosa León.
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