3 de febrero de 2013

Magnífico homenaje a los combatientes de la batalla de Stalingrado en París el 2 de febrero de 2013

Por Rose-Marie Serrano




Esta tarde, con un frío siberiano, soportamos en la plaza de Stalingrado, en París, con estoicismo e incluso con algún placer, no sólo la nieve, sino también el viento que arreciaba y hacía ondear maravillosamente nuestras banderas republicanas españolas (como dijo Eloi Martínez, presidente de ASEREF, hace poco, Franco no se equivocó: "Los republicanos españoles y los soviéticos enfrentaron al mismo enemigo, el fascismo-nazismo, por eso les envió su ayuda, la División Azul"), las banderas de los Partisanos italianos de París, las de Cuba Sí, las del PC de Rusia, las del Polo de Renacimiento Comunista en Francia, organizador del homenaje, las de varias asociaciones de antiguos combatientes, y una bandera que explicaba las batallas de Francia en contra de la monarquía.

El cartel del Polo de Renacimiento Comunista en Francia rezaba: "Honor a los héroes del Ejército Rojo, sigue el combate de Stalingrado por la libertad nacional y la emancipación social".

Hablaron muchos elocuentes oradores del PRCF y de otros movimientos y asociaciones, nos saludaron a todos amistosa y calurosamente, se evocaron la guerra, la Resistencia, la de Corrèze, que era "la Pequeña Rusia" por el número de resistentes de origen ruso, Leon Landini evocó los doscientos días de asedio y la inmensa victoria sobre los nazis.

Se evocaron "las razones morales por las que los pueblos liberados deben recordar " su deuda hacia los combatientes de Stalingrado. El 2 de febrero de 1943 los batallones de Stalingrado recibieron la rendición de los nazis.Se gritó varias veces: "¡Gloria a los soldados del ejército Rojo y a los 25 millones de soviéticos sacrificados!".

Después del Canto Patriótico el Sr. Embajador, Alejandro Orlov, embajador de la Federación de Rusia en Francia, recordó los espantosos doscientos días de asedio nazi y resistencia de los soviéticos, el millón y medio de muertos. Hitler ya no se levantó.

"Juntos -dijo el embajador- forjamos nuestra victoria". Terminó con “¡Viva París, viva Stalingrado!"

Después habló el almirante Chirov, de la Marina Rusa, de los combates entre el Volga y el Don, de tantos muertos en los cien mil kilómetros, de los doscientos días, entre junio y noviembre las tropas nazis intentaron apoderarse de la ciudad, pero la valentía y el heroísmo del pueblo ruso (soviético) lo impidió.

Se reforzó, dijo, la resistencia nacional en los países ocupados. Stalingrado aceleró el segundo frente. La Victoria del Ejército Rojo fue un consuelo moral para la Resistencia francesa. Hacia 1944 más de 200.000 soviéticos estaban en el territorio francés. Acabó con: "Les agradecemos al gobierno y al pueblo francés que hayan mantenido el nombre de Stalingrado en sus calles y plazas".

También habló el presidente de la Asociación de Amistad que ha sucedido a Francia-URSS diciendo que "siempre denunciaremos los fascismos en el mundo".

El presidente de la Asociación por la Cultura Rusa en Francia leyó el emocionante poema: "Espérame y volveré", de Constantin Simonov,en ruso, "Жди меня и я вернусь".



Otro orador expuso que la firma del programa del Consejo de la Resistencia, que el Canto de los Partisanos se dirigen a los trabajadores, al pueblo, recordando que el 82 por ciento de los libros escolares están controlados por el grupo Lagardère, no hay que contar mucho con ellos para conocer la Historia.

Un joven de los Jóvenes Comunistas por el Renacimiento Comunista en Francia, (unidos con el PRCF), dijo que los jóvenes se vuelven hacia el futuro: "Camaradas, venceremos" (canción que se oía, cuando llegamos, en el altavoz), "¡Viva Stalingrado!".

Habló un gaullista de izquierdas: "El deber de memoria es indispensable, para alejar a los jóvenes del fascismo".

Vincent Flament, uno de los responsables del PRCF, recordó que la propaganda anticomunista y antisoviética de hace setenta años abrieron la vía al fascismo; la presidenta del Comité Thälman de Alemania nos invitó el diez de febrero en Berlín a la manifestación antifascista apelando a la solidaridad internacional.



También habló el presidente de una asociación argelina: "¡El socialismo sigue siendo la solución, todo lo que debemos a la Unión Soviética, su ejemplo durante la guerra alentó nuestras energías. La victoria de las tropas soviéticas en Stalingrado, los pueblos de la Unión Soviética han llevado una guerra contra los nazis y para defender la sociedad socialista. ¡Gloria y agradecimiento eterno a los combatientes de Stalingrado!".

Por fin habló con gran elocuencia también Georges Gastaud, secretario general del PRCF, hijo de resistente, de las conquistas del Consejo Nacional de la Resistencia, entre ellas las jubilaciones por reparto, subrayando que en la hora en que Francia se disgrega en la desindustrialización, jamás el pueblo de Francia será un pueblo de esclavos.



Entonces arreció el vendaval y la tempestad de nieve cayó helándonos, por eso Georges Gastaud, con gran simpatía, también nos dio las gracias a todos nosotros, gran muchedumbre, por seguir escuchando firmes y entusiasmados.



Juntos nos fuimos desfilando hacia el monumento donde pusimos cada uno claveles rojos ofrecidos por la embajada rusa, y nosotros, de parte de los Amigos de los Republicanos Españoles de la región parisiana, rosas rojas, tan rojas como la sangre vertida por tantos hijos del pueblo soviético, por algunos españoles huidos de la barbarie franquista-falangista, como el hijo de la Pasionaria, Rubén Ruiz Ibárruri.



La historiadora Annie Lacroix-Riz protestó con razón ante el pequeño pilar o "monolito" de medio metro de altura, sumergido bajo las flores, con el nombre esculpido de "Stalingrad". Queremos que el gobierno francés ponga un verdadero y digno monumento a los heroicos combatientes de la batalla de Stalingrado.

Esa es otra lucha que habrá que llevar aquí.

* Rose-Marie Serrano, París, 2 de febrero de 2013. Amigos de los Republicanos Españoles de Región Parisina. Recogido en La Historia en la Memoria.

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