3 de junio de 2012

Sobre las adversidades, el ejemplo de Francisco Gullón,


Por Oleg K.

Cuando el 22 de Junio de 1941 la URSS, fue invadida por las fuerzas del Eje, se encontraban en tierras soviéticas cerca de 4.000 españoles (3.000 niños evacuados de la Guerra Nacional Revolucionaria y aproximadamente cerca de 1.000 miembros del Partido Comunista de España junto con combatientes del Ejército Republicano).

chicos esp en Rusia

Niños españoles en la URSS.

Como a otros extranjeros residentes en la Unión Soviética, al principio a los jóvenes españoles no se les permitió el alistamiento en el Ejército Rojo. Pero el entusiasmo de los comunistas, la inquebrantable fortaleza anímica para luchar contra los fascistas, en las peores circunstancias (recordemos su incorporación en el Frente de Leningrado y Moscú) hizo reconsiderar la orden al Comisariado de Defensa. No solamente se encuadraron estos combatientes en esos frentes. En el Sur un poco más tarde en el Frente de Jarkov, y en Kirovobad en las fuerzas aéreas soviéticas.

En Moscú fueron agregados 125 mujeres y hombres a una compañía de las Brigadas más importantes para la Defensa. Formada por el Partido Comunista de entre chequistas, deportistas de élite e internacionalistas de diferentes nacionalidades se formó la OMSBON (Brigadas Motorizadas Independientes de Fusileros de Designación Especial). Que tantos españoles estuvieran en una de las fuerzas soviéticas de más confianza del Ejército Rojo, da una idea de la actitud de responsabilidad de aquellos combatientes. Las OMSBON durante toda la Gran Guerra Patria fueron enviadas a aquellos lugares donde se podía hacer más daño al enemigo, en la retaguardia vía paracaidista para crear nuevos frentes de lucha, en los frentes de combate dentro de las secciones especiales de información (Stalingrado, Kurks, Kubán, Cherkassi), en la contrainteligencia para prevenir la infiltración de agentes enemigos, etc.

Uno de aquellos milicianos era Francisco Gullón Mayor. Nació en Madrid. Cuando tenía 16 años siendo estudiante de bachillerato, se alistó en 1936 al Batallón de Milicias "Octubre" luchando en diferentes frentes como Madrid, la Batalla del Ebro y la retirada de Cataluña, logrando al final ser Responsable de la Sección de Información del 15º Cuerpo de Ejército. Terminada la contienda se exilió en la URSS. Estableciéndose en Jarkov (Ucrania), trabaja en talleres mecánicos, va instruyéndose en diferentes aspectos del soldado, ingresando en una de las fábricas de tractores. A la vez, no deja de estudiar, asistiendo al Instituto de Lenguas Extranjeras, donde practica el ruso.

Su intensa lucha

En 1941, Gullón se encontraba en la fábrica de tractores "JTZ" de Jarkov, junto a otros españoles (Domingo Ungría Navarro, Francisco Rioja, Joaquín Ferreira, Juan Otero, Rafael Estrela, Herrera, Mariano Chico, Manuel Belda, Jose María Flórez, Juan Royo, Jose Cañas, etc). Negándose a la evacuación cuando se acercaban los nazis solicitaron al coronel Ilyá Grigorievich Stárinov, que había luchado con ellos en los frentes españoles con el nombre de "Andrés", se les permitiera formar una unidad sola o conjunta dentro del ejército para aprovechar su experiencia de lucha. Stárinov en sus memorias comenta "Fuí a la fábrica. Me encontré con el teniente coronel Domingo (Ungría) que había sido jefe de una brigada especial del Ejército Republicano". Convenció al alto mando del Consejo militar del Frente Sudoeste y fueron agregados el 12 de Octubre a las tropas de ingenieros del Teniente General Nevski. Se crearon dos unidades de soviéticos y españoles siendo los responsables Manuel Belda y Francisco Gullón. Siendo alistados 22 obreros, aprendiendo rápidamente todo lo necesario para la colocación de minas y explosivos. Durante más de un mes fueron destruyendo todos los puentes o creándolos con árboles junto a la vanguardia soviética, situándose junto a ésta en el contraofensiva soviética que tomó Rostov el 29 de noviembre.

Al mando de "Andrés" o sea Stárinov, se integraron en la unidad de ingenieros en Rostov. Cuando otros españoles conocen la creación de esta unidad muchos de ellos solicitan su incorporación desde muchas ciudades Stalingrado, Cheliábinsk, Kírov, Gorki, Ufá, Alma-Ata, Samarkanda, Kokand,...

Stárinov propone al teniente general Malinovski (que también había estado en España con el nombre de coronel "Malino"), el 10 de enero del 42 abrir un frente de operaciones en los hielos del mar de Azov: Cruzar el golfo de Taganróg congelado desde la costa meridional hacia la septentrional, ocupada por alemanes, y colocar allí explosivos, y volver. Eran misiones muy arriesgadas, en una zona durísima de hielo y nieve, con vientos que volcaban a las personas y trineos, en una zona abierta de 40 a 50 kms. continuamente expuestos a intensos vendavales. Manilovski les expuso la dificultad que no era lo mismo que luchar entre olivares, la respuesta le dejó boquiabierto: "Lo peor no es el frío, sino es tener que esperar tanto el inicio de las operaciones".

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En tres meses realizaron más de un centenar de incursiones, falleciendo en febrero Manuel Belda. Agotados marchando toda la noche y parte del día, enterrar los explosivos en la pétrea corteza donde hasta las puntas de los cuchillos se rompían, tratando de hacer el menor ruido posible, volviendo loco al mando nazi cuando sus comunicaciones quedaban interrumpidas, volando por los aires hombres, camiones y municiones. En dichas operaciones fue condecorado por siete acciones espectaculares con la Orden de la Bandera Roja, Rafael Estrela Llopis.

En Mayo es agregada su unidad al Frente de Kalinin, donde actúa Francisco del Castillo más tarde condecorado con la Orden de la Estrella Roja de combate, por una de sus acciones contra especialistas alemanes antiguerrilleros, volando en la retaguardia nazi trenes y camiones.

Responsable ante las adversidades

En Moscú (cerca de Buíkovo) se instala la Escuela Superior Operativa de Guerrilleros, incorporándose cerca de 300 españoles y españolas, cuyo primer responsable es el Teniente Coronel Domingo Ungría. Especial cometido tienen mujeres voluntarias comunistas como África de las Heras, Isabel Azuara, Conchita Casellas, Joana Prat y muchas otras cuyas andanzas jalonan los valles y montañas de la Unión Soviética. Especial, porque fueron reclutadas para infiltrarse en zonas urbanas y campesinas, la mayoría en paracaídas, a fin de obtener información de las instituciones nazis. La mayoría tienen una instrucción superior, elegidas por su físico, hermosas a fin de pasar desapercibidas lo más posible entre los invasores. Su extraordinaria epopeya, bastaría para cientos de ensayos.

Gullón tiene 21 años, y lucha con el grado de capitán, y es designado responsable de una de las compañías de la 5ª Brigada de Designación Especial (Unidad 125). Marcha al sector del Frente de Leningrado. Gullón al mando de la unidad independiente de infiltración con una cincuentena de soviéticos, realiza una metódica labor de liquidación de los pertrechos germanos. En la voladura de un tren, una piedra le lastima un pie. Siguen destruyendo sistemáticamente la línea ferrea Narva-Leningrado. Se incorporan a la unidad más españoles, realizando una labor impresionante de hostigamiento, ayudando a la población, ejecutando a delatores, dando información importantísima de aerodromos, concentraciones de tropas y blindados, corte de líneas telefónicas, incendian almiares, depósitos de municiones y combustible. "En cada acampada, antes de ponerse en marcha esparcían polvo de majorca (lo que llamaban tabaco rústico), método empleado para evitar ser localizados por los perros policía".

Desde Octubre del 42 hasta Marzo del 43, estuvieron luchando en la retaguardia alemana. Al final solamente cuatro combatientes volvieron, dos soviéticos y dos españoles. Francisco herido en el vientre, y con el pie herido, que se le había infectado. Sobrevivió a la operación, pero ya no pudo continuar luchando.

Trabajó en la redacción española de Radio Moscú, junto a su hermano Luís. Falleció Francisco Gullón de una afección pulmonar el 3 de Noviembre de 1944.

La colonia española desfiló entera ante su cadáver. El Estado Soviético le había otorgado en el Kremlin la Orden de Lenin por su fidelidad a la Revolución Socialista. Tras su pérdida, fue propuesto para la concesión de la Orden de Héroe de la Unión Soviética por su aporte a la lucha contra el fascismo.

Fuentes consultadas:

- “Los niños españoles en la URSS. 1937-1997” Marie Jose Devillard . Barcelona, 2001.

- "Los españoles de Stalin" Daniel Arasa. Editorial Vorágine. Barcelona 1993.

- "Sobre el pasado en aras del futuro" Editorial Novosti. Moscú 1985.

- “Heroísmo español en Rusia” Roque Serna Martínez. Madrid, 1981.

- "Españoles en la Guerra" Estación Mir.

Notas tomadas de la Enciclopedia de Historia de la Unión Soviética (en ruso), RT noticias, Ispaniets, Ría Novosti.

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