10 de abril de 2012

Agustín Gómez, el vasco que triunfó en el fútbol sovietico

Extraído de Cultura Bolchevique.


La URSS no sólo prestó ayuda de tipo militar a la República Española, también acogió a miles de niños españoles que huían de la guerra que el fascismo había levantado en su tierra. Algunos de estos niños defendieron con gran valentía el país que les acogió durante la Gran Guerra Patria, otros fueron grandes profesionales. Cada una de las historias de estos exiliados son tan apasionantes como desconocidas. Tal es el caso de Agustín Gómez, que llegó a ser futbolista de primer nivel.

Agustín nació en la localidad donostiarra de Rentería en 1922. Desde joven el fútbol fue su pasión. Durante la guerra, en 1937, se organizan partidos de fútbol entre equipos juveniles de Euskadi y Moscú, siendo Agustín Gómez el capitán del equipo juvenil vasco.

El azote fascista obliga a que miles de niños sean enviados a la URSS, al preferir los padres mandarlos allí antes de que queden a merced de los asesinos fascistas. Agustín encontraría en Moscú un nuevo hogar. Allí comenzaría a jugar al fútbol junto con otros compañeros españoles mediante las casas de acogida.


En 1940 debuta en el primer equipo serio, con 18 años comienza a militar en las filas del equipo de la fábrica "Red Rose". Su buen juego y su solidez como defensa central o como lateral, le llevó a fichar por el equipo "Alas de los Soviets" en 1944. En 1946 ficha por el Torpedo de Moscú, el equipo de su vida en el que jugaría 185 partidos al máximo nivel del fútbol soviético. Entre sus logros destacan:
  • Capitán del Torpedo de Moscú en 1951
  • Maestro de Honor del Deporte de la URSS en 1952
  • Participó en la Selección de la URSS en las olimpiadas de 1952 en Helsinki
  • Campeón de la URSS con el torpedo en 1949 y 1952
El heroísmo de Agustín no se limitaba al terreno de juego, también era militante del Partido Comunista de España. Compatibilizó su profesión como futbolista de primer nivel con viajes a España, cumpliendo las misiones clandestinas que le encargaba el Partido. En 1956 vuelve a España para entrenar a equipos juveniles, la Dirección General de Seguridad le interroga como a todos los repatriados. El informe de la DGS cataloga a Agustín como "de los que trabajan".

Agustín Gómez, el segundo por la izquierda

Agustín vivió unos años en Madrid, Venezuela y otros lugares hasta que regresó de nuevo a la URSS. Sería en Moscú donde finalizarían sus días a causa de una enfermedad. La misma ciudad que lo acogió, la misma patria que le abrió sus puertas de par en par, fue en donde Agustín falleció en 1975 a la edad de 52 años. Agustín fue ídolo para todos los españoles residentes en la Unión Soviética además de ser una persona comprometida en la lucha contra la dictadura fascista española. Su militancia y compromiso en el PCE le acompañó hasta el final de sus días.

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