26 de marzo de 2011

La educación en la República Popular de Corea

Por Juan Nogueira. Publicado en Corea Socialista

3ª Parte


En anteriores artículos hemos estudiado la historia de la Educación en Corea hasta el año 1959, año en el se cumple el objetivo de una educación pública y gratuita a todos los niveles. Este logro es, sin duda, impresionante para un pequeño país asiático que tan sólo 14 años antes era el segundo país independiente más atrasado del mundo. El sistema educativo público y gratuito es la base sobre la que comienza a elevarse el nivel cultural, técnico y educativo de la sociedad norcoreana.

Desde 1960 y hasta hoy, la Educación en Corea tiene que entenderse de forma líneal. Es una especie de escalera que los norcoreanos han ido subiendo, peldaño a peldaño. Este artículo analiza cada uno de esos peldaños.

El objetivo final es cualificar en el aspecto cultural, técnico, físico y moral a toda la sociedad; crear individuos universalmente desarrollados. Para el Partido del Trabajo de Corea, el aspecto esencial de la construcción del comunismo es el ser humano (otras interpretaciones marxistas veían las fuerzas productivas o las relaciones de producción como aspecto esencial). Y por lo tanto, sólo una sociedad de personas universalmente desarrolladas podrá crear el comunismo.

2.5 – Corea construye el socialismo (1960 - 1970)

“A día de hoy, la cuestión más importante que debemos resolver para la construcción del socialismo en nuestro país, es la formación de personal técnico. Desde el fin de la guerra, se han construido muchas fábricas, hemos desarrollado una potente industria de maquinaria y la agricultura se ha cooperativizado a través de un paradigma socialista.

En la parte norte de la República, pronto podremos finalizar la edificación de los fundamentos técnicos del socialismo y entonces tendremos que introducir tecnología moderna a la agricultura, la pesca y todas las ramas de la industria nacional.

Únicamente así podremos construir un modelo de sociedad superior en lo económico a la sociedad capitalista. Para hacerlo, el problema más grande es la escasez de personal técnico. Salvo que consigamos resolver esta cuestión, será imposible dar un simple paso adelante.” (Kim Il Sung, 1956).

En 1960, termina el plan Quinquenal 1956 – 1960. El plan es un éxito rotundo: se consigue completar la primera fase de la industrialización socialista, apoyándose en las propias fuerzas. El nivel de crecimiento económico sólo tiene un equivalente en Asia: Japón.

Entre 1961 y 1967, se pone en marcha un plan septenal, cuyo objetivo es completar la segunda fase de la industrialización socialista. Mediante este plan, Corea se convierte en un Estado con los fundamentos técnicos del socialismo: un campo colectivizado y una industria socializada que abastece todas las necesidades que demanda el desarrollo económico del país.

Políticamente, los norcoreanos diferencian durante este periodo dos fases de su Revolución: la fase democrática y la fase socialista. 1967 es el año bisagra. La educación no escapa a estas dos fases.

En una primera fase, el objetivo era hacer una educación democrática. El aspecto fundamental de la Educación democrática era, desde una perspectiva marxista, el aspecto material: gratuita y obligatoria para el 100% de los jóvenes norcoreanos. Desde un punto vista ideológico, la Educación destruía los antiguos valores reaccionarios impuestos por el sistema colonial. Y, desde un punto de vista técnico y de contenidos, la Educación democrática había dotado a las nuevas generaciones coreanas conocimientos suficientes para ser “sujetos populares”, es decir, poder participar en la construcción de la nueva Corea.

Sin embargo, la Educación iba a sufrir una radical transformación socialista. Esta era una necesidad impuesta por la industrialización socialista.

“Para poder abordar el objetivo de realizar una revolución técnica que convierta a nuestro país en un Estado industrialmente desarrollado, según está planificado en el Plan Septenal, debemos ampliar el número de cuadros técnicos de forma radical.” (Kim Il Sung, 1960)

Es decir, para poder completar la industrialización, la RPD de Corea necesitaba ingenieros, técnicos, expertos y todo tipo de personas capacitadas.

Pero el socialismo, desde la perspectiva coreana, no es sólo un mayor desarrollo de las fuerzas productivas. Por eso, la reforma de la educación no tiene únicamente un aspecto técnico. La educación tiene como principal objetivo, a partir de 1960, formar comunistas. Una persona que únicamente tiene conocimientos técnicos, es útil para el desarrollo de la economía, aunque de forma limitada. Y esto es así porque economía, política y vida personal están muy entralazadas en Corea.

De hecho, el desarrollo económico de Corea tiene mucho que ver con proyectos desarrollados a través de grandes movilizaciones de masas, es decir, a través del compromiso voluntario de la población. Por eso, el socialismo coreano, para desarrollarse integralmente (en lo político, en lo cultural y en lo técnico) necesita una sociedad con un gran compromiso ideológico.

En resumen, la educación socialista introducirá varios aspectos novedosos a la educación general coreana:
  • La educación técnica.
  • La educación ideológica, moral y laboral.
  • La educación física.
  • La educación estética.
Estos objetivos tienen un plazo máximo para completarse: 1967. Vamos a ver cómo se introduce este modelo educativo.

2.5.1 – Pleno del Comité Central del PTC en agosto de 1960

En 1960, el pleno del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea toma cinco medidas en relación a la Educación:
  1. Elaboración de un plan para la formación de personal técnico, a través de cursos cortos de especialización, para satisfacer la demanda de cuadros en la industria mecánica, eléctrica, química, ligera y en el transporte, así como en la pesca, la agricultura, la prospección geológica y la ganadería.
  2. Creación de centros de formación en fábricas, incluyendo centros de formación superior y cursos nocturnos y por correspondencia.
  3. Fortalecimiento de la educación científico-técnica en todo el sistema educativo.
  4. Creación de un sistema de estudio regular en todos los centros de trabajo del país, de manera que el 100% de los trabajadores lleven a cabo actividades destinadas a incrementar su nivel técnico y cultural.
  5. Aumentar las posibilidades de formación ideológica, haciendo muy accesibles las escuelas del partido y otras vías de educación revolucionaria.
Todas estas medidas tuvieron una aplicación inmediata. Entre septiembre de 1960 y diciembre del mismo año, se crearon 24 escuelas de fábrica, 11 facultades de educación comunista y 47 centros de educación superior de fábrica. De esta forma, el número de personas que estudiaba sin dejar su trabajo ascendió a 49.000 en 1960.

Estas medidas, sin embargo, tienen un precedente en las medidas que comienzan a aplicarse con el Plan Quinquenal (1956 – 1960). Es el momento de las innovaciones y las grandes campañas del Movimiento Chollima y los llamamientos a la formación son constantes.

En 1957 se abrieron escuelas de especialización en fábricas, cuyos cursos duraban un año y ermitían a los trabajadores incrementar su nivel técnico y cultural sin apartarse de la producción.

En marzo del mismo año, estos centros de formación técnica se extienden a la agricultura.

La Liga de la Juventud Democrática juega un gran papel para organizar la elevación del nivel cultural y técnico de los trabajadores jóvenes. Entre 1958 y 1960, 158'000 trabajadores jóvenes de las ciudades y 26'500 de zonas rurales aprueban un examen estatal diseñado para poner mínimos al nivel técnico.

Durante estos años previos a 1960, también se reforma la educación superior. La titulación universitaria, que en Corea dura 5 años, pasa a estar volcada sobre la práctica. La reforma lanzada por el gobierno formula un modelo general de 2 años de educación teórica y tres de educación práctica.

Dejando a un lado estos precedentes, vamos a examinar qué efectos tienen las medidas aprobadas en 1960 sobre la educación para adultos y el sistema general de educación.

2.5.2 – La nueva educación para adultos

Al comienzo de la revolución, la clase obrera coreana tenía un nivel cultural muy bajo. Esto era consecuencia del régimen colonial japonés. Aunque se desarrolló un sistema de educación general progresivamente y a ritmo muy rápido, para 1960 muchos trabajadores tenían aún un nivel cultural bajo.

El socialismo coreano se planteó la necesidad de elevar este nivel técnico y cultural a través de lo que llamaron la “revolución cultural”. Este movimiento no tiene nada que ver con el desarrollado durante esta misma década en la República Popular China.

Desde entonces, la educación en Corea no es únicamente un periodo de años de primaria, secundaria y universidad, sino que se desarrolla de forma constante en todas las etapas de la vida de una persona. Es un derecho de todo trabajador y, a la vez, un deber.

Según los documentos del Partido del Trabajo de Corea, “el socialismo y el comunismo no pueden edificarse por la voluntad de un grupo de personas únicamente. Su construcción sólo tiene éxito cuando un sector mayoritario de la clase obrera construye la nueva sociedad de forma consciente, a través de sus amplios conocimientos sobre la sociedad y la naturaleza”.

De toda la clase obrera coreana, quienes tenían un nivel cultural más bajo eran los surcoreanos que tras la Guerra de Corea se habían refugiado en la parte norte. Debido a estos bajos niveles educativos, se diseñaron cursos cortos específicos con conocimientos básicos, en los que participaron cerca de 368'000 personas.

Para niveles un poco más avanzados, se incrementó el número de institutos primarios y secundarios para personas trabajadoras, a los que en 1962 ya asistían 896.000 trabajadores. Se aseguraron todas las condiciones materiales para hacerlos posibles, desde guarderías nocturnas hasta comités en cada empresa para guiar el correcto desarrollo de estas iniciativas.

Especialmente, las medidas tomadas en agosto de 1960 tuvieron un fuerte impacto en las zonas rurales. Kim Il Sung, en su visita al Condado de Changsong, expresaba la siguiente idea, que nos muestra cómo se desarrolló la Revolución Cultural en el campo:

“Os voy a dar un ejemplo de un Ri en concreto del Condado de Changsong. Este Ri tiene 120 casas y 22 personas con nivel de educación de graduado en secundaria. Estas 22 personas son 11 profesores, el presidente del Comité Popular del Ri, algunos de los elegidos para los órganos del poder popular del Ri y algunos trabajadores del servicio de carreteras, comercio y conservación forestal.

Si la organización local del Partido en este Ri moviliza correctamente a la gente, podremos lanzar una campaña de educación para adultos, al mismo tiempo que le damos utilizad al Centro de Publicaciones Democráticas del Ri.

Si las 120 casas se distribuyen entre las 22 personas con educación, cada uno de ellos estará a cargo de 5 o 6 casas. Si de esta manera individualizada, se planifica un trabajo intensivo durante los tres próximos años, el nivel cultural de todas las personas del Ri se incrementará y esto tendrá un fuerte impacto sobre su conciencia ideológica”. (Kim Il Sung)

Este modelo se extendió a todos los pueblos y aldeas de Corea del Norte, de forma que aquellos con educación se encargaban de forma individualizada de aquellos con menor nivel. Como indica Kim Il Sung, esto no sólo sirvió para incrementar el nivel cultural de la sociedad en general, sino también para tejer lazos de unidad en torno al Partido.

2.5.3 – La reforma del sistema de educación general

Durante el periodo del Plan Septenal, la innovación más destacable en la Educación es, sin duda, el Sistema de Educación Técnica de 9 años. Sin embargo, todo esto viene precedido por una serie de medidas que fueron haciendo avanzar la educación desde su fase democrática hacia la educación socialista.

En 1959, en la Sexta Sesión de la Asamblea Popular Suprema, se aprobó la Ley de Reorganización del Sistema Público de Enseñanza.

En ella, se creaban la Escuela de Educación Secundaria Técnica, de forma paralela a la Educación
Secundaria normal. Las nuevas escuelas técnicas fueron apareciendo progresivamente, combinando la producción y la enseñanza, la teoría y la práctica.

De esta forma, durante un tiempo convivieron dos modelos de educación: el antiguo modelo de enseñanza general y el nuevo e incipiente modelo centrado en la enseñanza técnica, que según
Kim Il Sung, respondía “mejor a las necesidades de la vida real”.

Este nuevo sistema técnico fue ganando terreno progresivamente a la enseñanza general, a medida que se iba aplicando en más escuelas. La idea fundamental es enseñar a los alumnos a través de la práctica: no explicar de forma teórica los principios de mecánica, por ejemplo, sino tener máquinas reales de las que emplea la industria para que ellos mismos comprueben y aprendan los fundamentos de mecánica. Esto, en los años 60, es un enfoque muy moderno.

El nuevo sistema requiere inversiones muy amplias: aulas más grandes, maquinaria moderna, formación de profesorado,...

El plan es tan ambicioso que incluso en 1960 es necesario interrumpir la matriculación en secundaria, debido a la necesidad de explicar al profesorado qué se espera de ellos. Se realizan numerosas reuniones y seminarios, así como cursos de preparación. Además, a partir de entonces, todos los profesores deberán graduarse en la enseñanza superior, aboliéndose los institutos técnicos.

La nueva enseñanza técnica incorpora también la enseñanza estética y física, aspectos novedosos en un país que tan sólo 15 años antes era mayoritariamente analfabeto.

Además, se crea la educación especial, compuesta por escuelas musicales de 11 años primaria y secundaria), escuelas de arte (primaria y secundaria), escuelas deportivas (secundaria) y escuela en lenguas extranjeras de 11 años (primaria y secundaria).

Se refuerza también la formación ideológica, a través del compromiso práctico y el estudio teórico.

Es a partir de 1960 cuando la Educación se propone formar comunistas.

Estos son los primeros pasos en la línea de construir la Educación socialista. Este objetivo se completará con la introducción de la Educación Técnica de 9 años en el Plan Septenal.

2.5.4 – El Sistema de Educación Técnica de 9 años

El sistema de Educación Técnica de 9 años se plantea fundiendo en un sólo sistema, la Educación Secundaria Técnica y la Educación Secundaria General. No se trata únicamente de una superposición, sino de una combinación de la educación general y la vocacional. Es importante el hecho de que cada alumno sale de la Educación Técnica dominando más de una especialidad. No se trata de cerrar puertas, sino de crear personas versátiles.

La Educación Técnica de 9 años es un objetivo que se acuerda en el Cuarto Congreso del PTC. La idea es crear miles de Escuelas Técnicas secundarias, especializándose cada una en uno o varios sectores productivos. La aplicación de este principio tiene sus pros y sus contras. Las ventajas son obvias, pero en contra de este objetivo está que algunas Escuelas Secundarias Técnicas se convierten virtualmente en “bastiones” de uno u otro género.

Esto es un fenómeno que se corrige con el tiempo, pero está claro que, en los años 60, algunas profesiones eran exclusivamente de mujeres (procesamiento de comida, textil,...) y otras exclusivamente de hombres (sobre todo, aquellas relacionadas con la fuerza física). Tampoco este Educación Técnica, durante nuestra visita de 2008 hecho debe impedirnos ver que la mujer coreana había vivido un proceso de emancipación gigantesca en 15 años y que en la mayoría de profesiones, la mujer estaba más representada que el hombre (debido a un fuerte desequilibrio demográfico tras la Guerra).

Volviendo a la escuela secundaria técnica, estos colegios se crearon progresivamente. En concreto, se dio la consigna de crear uno en cada condado, granja, distrito industrial y villa, así como en los barrios de las ciudades, para hacer pruebas en torno al contenido y a los métodos. En total, se crearon 1100 escuelas técnicas secundarias, en periodo de pruebas.

El gobierno norcoreano, sin embargo, puso mucho énfasis en la necesidad de que este embrionario sistema de educación fuese un salto cualitativo real.

“Por el hecho de llamar “técnica” a una escuela secundaria, no nace un sistema de enseñanza técnica. Es importante crear infraestructura útil para la formación práctica y dotar a las escuelas de todo tipo de instrumentos y máquinas, para poder impartir una auténtica educación técnica”
(Kim Il Sung)

De esta forma, la inversión estatal en infraestructura educativa creció y los ministerios relacionados con la producción pasaron a incluir en sus presupuestos una parte dedicada a dotar a la enseñanza de todo tipo de cosas. Esto sigue siendo a día de hoy así.

En 1966, el 93% de los estudiantes de secundaria ingresaban en Escuelas Técnicas Secundarias. Por eso, en noviembre de 1966, la Asamblea Popular Suprema publicó el decreto “Sobre la Introducción de la Educación Obligatoria Universal Técnica de 9 años”, que hizo que el curso escolar que comenzó el 1 de abril de 1967 fuese el primer año en que el 100% de los alumnos de entre siete y dieciseís años ingresaran en el nuevo sistema de enseñanza. Además, todo ello de forma gratuita.

Esto colocó a la Corea Socialista entre los países más avanzados en Educación, tan sólo 10 años después de que concluyese la reconstrucción post-bélica.

2.5.5 – El fin de la década

El Plan Septenal consiguió establecer de forma exitosa los fundamentos del socialismo en Corea.

Sin embargo, para 1967 había ciertos desequilibrios entre los distintos sectores productivos, motivados por el gigantesco crecimiento económico y el excesivo gasto militar (causado por la introducción de armas nucleares norteamericanas en Corea del Sur). Por tanto, 1968 y 1969 fueron años en el que se corrigieron los desequilibrios y se siguió creciendo.

En la Educación, estos años tuvieron dos objetivos fundamentales sobre los que no me extenderé: ampliar al 100% de las familias la cobertura de la red de Educación Pre-escolar y crear en cada provincia universidades con todas las especializaciones estratégicas (Agricultura, Industria pesada, Industria Ligera, Medicina,...).

De esta manera, el número de universidades creció desde 78 en 1961 a 129 en 1967. Las universidades de cada pronvicia, además, están especializadas en la realidad de su propia provincia. De esta manera, cada provincia forma los cuadros que necesita, corrigiendo la tendencia centralista de que Pyongyang formase a la mayoría de los cuadros del país.

Se refuerza también la educación técnica superior. Si en 1949 había 55 institutos técnicos superiores, en 1967 la cifra había ascendido a 464. Sólo 4 años después, ya había 500.

En 1970, el número de licenciados por centros de educación superior alcanzaba la cifra de 497.000.

Todo esto hace que en Corea del Norte no quedara ni rastro de aquel empobrecido y analfabeto país que 25 años antes no tenía ninguna universidad y sólo contaba con 9 graduados superiores.

2.6 – Las Tesis sobre la Educación Socialista (1970 – 1979)

Los años 50 y 60 habían sido los del gigantesco crecimiento económico y la recuperación postbélica, mientras que el objetivo era construir los aspectos fundamentales del socialismo. Pero en los años 70, la austeridad que había caracterizado hasta entonces la vida norcoreana da paso a mayores niveles de consumo y gasto público.

La vivienda norcoreana siempre fue grande en comparación a las del campo oriental o China, pero el interior de las mismas siempre tuvo lo básico (muebles, cocina, ducha,...).

Es a partir de los 70 cuando se hacen frecuentes las televisiones, los equipos de música y los electrodomésticos.

Si hasta entonces el objetivo había sido vestir adecuadamente a toda la población, a partir de los 70, los norcoreanos comienzan a usar ropas variadas y de buena calidad. Mejora también la alimentación y los centros comerciales (“departamento de tiendas”) comienzan a ofrecer mayor variedad de artículos de consumo.

Todo esto es posible gracias a que Corea consigue en 1967 finalizar la construcción de la industria socialista básica y, a partir de entonces, comienza a crear el socialismo desarrollado.

Sin embargo, los norcoreanos nunca (ni antes, ni en los 70, ni ahora) han sido una sociedad consumista. Esto tiene una fácil explicación. Como la RPD de Corea siempre fue un estado autosostenido en lo económico, las tasas de crecimiento se han mantenido gracias a la enorme inversión estatal. Los tres aspectos restantes dentro del presupuesto estatal son el gasto militar, el gasto social (educación, sanidad,...) y el consumo privado (que en una sociedad socialista tiene mucho que ver con la inversión estatal en industria ligera). El consumo privado siempre ha sido el aspecto con menos inversión dentro de este grupo.

No sólo eso, son las propios hombres y mujeres de la RPD de Corea los que han optado por una vida de lucha y sacrificio por la construcción del socialismo. Y se demuestra de forma constante en las grandes movilizaciones de voluntariado, las donaciones internacionalistas y, en general, todos los aspectos de la vida en sociedad, que siempre han tenido una importancia muy superior a la que tiene la vida privada. Esto es producto del enorme compromiso ideológico y es lo que permite reducir el consumo en favor del desarrollo colectivo de la sociedad y el país.

Este último aspecto que menciono, el desarrollo colectivo, es de vital importancia a partir de los 70. Se ve especialmente en el desarrollo de las ciudades norcoreanas. Si hasta entonces las ciudades habían construido de forma masiva zonas residenciales, debido a las enormes carencias tras la guerra, a partir de los 70, ya no se trata únicamente de incrementar en número, sino sobre todo, aumentar en calidad.

En el año 71, Pyongyang abre su primera línea de metro, al mismo tiempo que se convierte en la ciudad del mundo con más zonas verde por habitante. Los nuevos barrios, además de funcionales, son bonitos y la ciudad se llena de monumentos. Lo mismo sucede en otras ciudades como Hamhung, Kaesong, Hyangsan o Wonsan.
En la Educación, este énfasis en la inversión pública se ve claramente en la creación de los Palacios para los Niños Escolares, centros gratuitos gigantescos con instalaciones para deportes, arte y diversión. También se trata de incrementar la calidad, a través de la aplicación de un nuevo y definitivo plan de educación: las Tesis de la Educación Socialista.

Este nuevo plan extiende la duración de la enseñanza norcoreana a 11 años, en 1975.

Creo que para entender el inmenso avance que este sistema supone, hay que establecer una comparación.

Por ejemplo, mientras Corea del Norte aplicaba las Tesis de la Educación Socialista, en un país europeo como España, que ya entonces contaba con una capacidad económica superior a la de Corea, en ese mismo momento dificilmente se escolarizaba a todos los alumnos en edad de estudiar y el precario sistema educativo tenía una escasa duración de tan sólo 7 años.

El modelo educativo norcoreano, después de la reforma completada en 1975, se ha mantenido vigente hasta hoy. Mientras, en España, acumulamos reformas educativas constantes en la línea de la masificación, el elitismo y la mercantilización. Incluso con la última reforma aplicada en el Estado Español, la educación obligatoria dura un año menos que en Corea y la red de pre-escolar pública solo cubre las demandas de poco más del 20% de las familias. Creo que es importante hacer la comparación, para comprender la importancia que el socialismo coreano da a la educación y mostrar que es posible organizar un modelo efectivo incluso en situaciones de bloqueo internacional y trabas de todo tipo.

2.6.1 – Principios recogidos en las Tesis de la Educación Socialista

Las Tesis de la Educación Socialista se aprueban definitivamente en septiembre de 1977.
Paradójicamente, no son la causa de todas las reformas que se dan en los años 70, sino la consecuencia: es la formulación escrita del resultado final de las reformas.

En 1970 se celebra el Quinto Congreso del PTC, y en él se decide una reforma que concluirá en 1975 con la aplicación del sistema de enseñanza obligatoria de 11 años. Sin embargo, creo que es importante estudiar primero los principios que inherentemente están detrás de esta reforma y que luego se explicitan en las Tesis.

El objetivo fundamental que persigue el nuevo modelo de enseñanza es ideológico: formar seres sociales, que a la vez tengan un fuerte sentido crítico, creativo y de independencia. No se trata de oponer lo social a lo individual, al puro estilo occidental, sino de desarrollar la creatividad independiente de Los estudiantes tienen numerosas visitas y cada individuo, para que excursiones pueda aportar más al grupo. No se trata, tampoco, de crear una sociedad a modo de masa obediente, sino un grupo que sea la suma de todas las capacidades individuales desarrolladas. De esta manera, se forman revolucionarios comunistas con fuerte sentido de independencia y creatividad.

Por supuesto, estamos hablando ahora del aspecto ideológico de la enseñanza, la parte no ideológica sigue manteniendo los principios de la reforma de la Educación Técnica de los años 60.

Para conseguir este objetivo ideológico, se formulan cuatro principios elementales:

  1. Desarrollar en los jóvenes un fuerte sentido de unidad, en torno a sus organizaciones (especialmente el Partido) y a un sentimiento de clase. Es decir, lealtad partidista (en forma de disciplina consciente, no impuesta) y conciencia de clase.
  2. Resolver todo en función de las capacidades propias del grupo y sin esperar que personas o instituciones externas resuelvan los problemas propios. Estudiar y conocer a fondo las características propias. Este principio lo llaman “establecer el Juche en la Educación”.
  3. Combinar la teoría revolucionaria con la práctica. Promoción de la adhesión voluntaria a acciones prácticas que eleven la conciencia ideológica.
  4. El Estado socialista es quien debe organizar y dirigir ideológicamente la Educación.
Los estudiantes norcoreanos, a través de la reforma de 1975, pasan a tener una fuerte vida orgánica y cargada de actividades socio-políticas.

Las tesis de la Educación Socialista también inciden mucho sobre el método pedagógico de enseñanza, haciendo hincapié en la aplicación de un modelo heurístico. Es decir, se busca no tanto enseñar conceptos y conocimientos, sino hacer que los alumnos desarrollen capacidades de búsqueda, innovación, creatividad y crítica.

De esta manera, los profesores tienen que persuadir a los alumnos y conseguir que ellos mismos lleguen a las soluciones correctas.

De la misma forma, en Corea no se corrigen los malos comportamientos a través de métodos administrativos de castigo y sanción. Se fomenta, en cambio, que sea el propio grupo, a través de la crítica y la autocrítica, el que corrija. Aquí juega un papel muy importante la Liga de la Juventud Socialista Trabajadora (anterior Unión de la Juventud Democrática).

En Corea, además, se entiende el proceso de formación como gradual y reglado por leyes científicas. Por eso, se hacen numerosos análisis de qué corresponde a cada edad y cómo aprovechar al máximo las capacidades de los alumnos. Desde los años 70, existen estos grupos de investigación y revisión constante de los manuales de texto y la metodología.

Yo mismo pude comprobar este sistema en la actualidad. Cuando en 2008 visitamos la Guardería “Kim Jong Suk” de Pyongyang, pudimos asistir a algunas clases que se estaban dando en ese momento. Los profesores conocen incluso la forma de la que tienen que hablar (tono, volumen, entonación...) para captar la atención de los pequeños alumnos. Todo el proceso de formación está estudiado y planificado. Esto nos sorprendió mucho a todo el grupo. La directora de la guardería nos enseñó el centro y se lamentaba de que no pudiésemos pasar un día entero allí. La razón era que el día del estudiante de la guardería estaba cargado de actividades muy variadas, perfectamente planificadas, para desarrollar al máximo las capacidades de los alumnos.

De esta manera, pudimos entender cómo niños de entre dos y cinco años podían aprender a tocar instrumentos musicales con tanta habilidad o tenían alto nivel de caligrafía y lectura.

2.6.2 – El sistema de enseñanza obligatoria de 11 años

Tras el acuerdo tomado en el Quinto Congreso del PTC de implantar la enseñanza obligatoria de 11 años, se tomó como como plazo el Plan Sexenal (1971 – 1976).

El primer paso fue convocar un debate nacional de pedagogos, en el que se debatió cómo extender dos años la enseñanza obligatoria. Finalmente, se decidió hacer obligatorio el tramo entre 5 y 16 años, con 1 año de prescolar y 10 de enseñanza primaria y secundaria.

La educación obligatoria termina, por tanto, justo en la edad mínima para trabajar: 16 años.

Como segundo paso, 40 escuelas del país comenzaron a partir de Octubre de 1970 a impartir la enseñanza obligatoria de 11 años. En 1971 se realizó un pleno del Comité Central ampliado, invitando a participar a profesores a cargo de la nueva modalidad de enseñanza. A través de estas experiencias, se extendió el número de escuelas probando el nuevo sistema a 400, aproximadamente, el 10% de las escuelas del país.

En función de esto, el país se marcó como objetivo que en el año académico 1975-1976, comenzara un curso con el 100% de los alumnos matriculados en la enseñanza obligatoria de 11 años. Esto suponía escolarizar a más de 5'6 millones de jóvenes al mismo tiempo, es decir, un tercio de la población total del país.

No sólo fue un salto cuantitativo, sino también cualitativo. En 1971 el presupuesto en educación creció un 21% respecto al año anterior, en 1973 creció un 14% respecto a 1972. Esto se tradujo en la construcción de 30.000 nuevas aulas en todo el país, que se distribuyeron de forma que ningún alumno tuviese su escuela a más de 2 km de su casa. Se organizaron autobuses y trenes estudiantiles para las zonas rurales.

El número de escuelas primarias creció hasta 4.700 en 1975 y el de secundarias a 4.100.
Cada clase contaba entonces con 25 alumnos como máximo, cifra que se ha ido reduciendo progresivamente con el paso de los años, para mejorar la calidad de la enseñanza.

El 1 de septiembre de 1975, se promulga la Ley por la que Corea del Norte escolariza al 100% de los niños entre 5 y 16 años dentro de su sistema de enseñanza obligatoria.

2.6.3 – El resto de objetivos educativos de la década

La década de los 70 es también el momento en el que la enseñanza para adultos vive un nuevo impulso. Tras numerosas campañas durante toda la primera mitad de la década, en 1975, el número de graduados por la educación superior alcanza el millón de personas.

Es decir, en 5 años se formaron más personas que en los 25 anteriores años. Esto es consecuencia de todas las facilidades que se dan para el estudio, conservando el puesto de trabajo, y también del estudio colectivo organizado.

El número de técnicos y especialistas por cooperativa agraria aumenta a 55 en 1976.

Entre 1970 y 1976 se fundan 26 nuevas universidades. También se refuerzan las horas de laboratorio y de formación práctica. La Universidad Kim Chaek de Tecnología (Ingeniería) construye un centro de prácticas de 7'500 metros cuadrados.

En la red de pre-escolar, se modernizan las guarderías existentes, cuyo número asciende a casi 60'000 en todo el país, distribuidas en barrios, fábricas, cooperativas y, en general, cualquier sitio donde puedan ser útiles. 3'500'000 niños en edad preescolar son matriculados en la red pública en 1975. Durante estos años, además, se refuerza la educación higiénica de los alumnos de preescolar.

Con todo, Corea del Norte, con una población que no llegaba a finales de la década a 16 millones de personas, escolariza a más de nueve millones de personas en la red pública y gratuita. Todo el país, como decía un cartel de la época, es una gran escuela.

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